La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha revelado que el 91% de los docentes granadinos considera que el sistema de refrigeración adiabático puesto en marcha por la Junta de Andalucía en algunos centros educativos no ha sido efectivo para aliviar las altas temperaturas alcanzadas al final del curso en las aulas.

Es un dato extraído de un estudio realizado por el sector de Educación de CSIF en centros públicos de Infantil, Primaria, Secundaria, Formación Profesional, centros de Régimen Especial (conservatorios, escuelas de arte y de idiomas) y centros de Educación Especial de toda la comunidad andaluza con el objetivo de conocer las condiciones climatológicas en los centros educativos públicos y proponer mejoras para el inicio y desarrollo del curso 2025/2026.

Las altas temperaturas que sufre la provincia desde mediados del mes de mayo, junio y septiembre y la insuficiente dotación de medios para afrontar sus consecuencias negativas en los centros “repercuten negativamente en el bienestar y la salud de docentes, alumnos y demás profesionales, al igual que en la calidad de la enseñanza que la administración debe garantizar como servicio público que es”, ha señalado el sector de Educación de CSIF Granada, tras conocer algunas de las reacciones de los docentes que han participado en el sondeo. En general, éstos coinciden en señalar que “es imposible dar clase a 30 alumnos con más de 32 grados en el aula” o que las clases “son un horno a partir de la segunda hora lectiva, sobre todo las de las plantas altas, las que dan a la fachada o las que tiene orientación sur”.

Sin climatización en la inmensa mayoría de centros

El estudio realizado por CSIF ha permitido contar con una radiografía precisa de cómo ha afrontado el personal docente la climatización en sus centros, poniendo de manifiesto una serie de carencias en los centros educativos granadinos para evitar las altas temperaturas. En este sentido, más del 96% de los docentes apunta que en sus instalaciones educativas no existe ningún sistema de climatización o este se reduce tan solo a determinadas aulas y espacios del centro. Así, solo un escaso 3,36% afirmó que sus centros cuentan con sistemas de climatización que den cobertura a todas las dependencias. “La climatización en mi colegio consiste en abrir ventanas y puertas y así es imposible dar clase con tantos ruidos cruzados”, es una de las reacciones sobre este punto.

Este estudio también señala que la instalación de los sistemas de climatización en las aulas sólo ha dependido de la iniciativa de la Administración andaluza en poco más de la mitad de los casos (el 52%), recayendo la responsabilidad en muchos casos en las AMPAs (22%) y de los Ayuntamientos (26%).

En cuanto a los patios y zonas exteriores de las instalaciones, el estudio indica que el 29% de los centros no cuenta con algún tipo de vegetación ni medidas como techos o toldos que generen sombra, ya sea natural o artificial. El 71% de los encuestados sí ha admitido que cuenta con sombras en sus instalaciones, pero que solo un 45% es natural mediante arboleda.

Solo llega al 11% de centros

El sistema adiabático, que sólo se ha implementado en el 10,9% del total de centros de Andalucía, es un formato que apenas mejora las condiciones térmicas de los mismos. Esta conclusión extraída del informe, contrasta con la apuesta decidida de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional por dicho sistema de refrigeración para aclimatar las aulas, asegurando que ha despertado el interés de otras comunidades autónomas y que es más saludable que los sistemas de aire acondicionado y más sostenible que la fotovoltaica.  

La refrigeración adiabática es un sistema de climatización alternativo al aire acondicionado que persigue bajar la temperatura interior de las aulas mediante la evaporación del agua, asociado a un mínimo consumo eléctrico y bajas emisiones de CO2.

Sin embargo, el estudio realizado por CSIF desvela, que para el 65,71% de los docentes consultados el sistema adiabático solo permite un alivio leve de las altas temperaturas. Además, para el 17,14% de los encuestados su uso en las aulas provoca por contra una sensación de humedad que, en ningún caso, ha resuelto el malestar por el calor extremo y por tanto no permite ofrecer condiciones adecuadas para el normal desarrollo de las clases. El ruido que genera este tipo de refrigeración es otro aspecto negativo a destacar sobre este modelo de climatización, ya que el 17,14% del profesorado afirmó que el ruido es continuado y bastante molesto.

Según ha podido corroborar CSIF, algunos centros se han visto obligados a paralizar el uso de dichos sistemas por la falta de actuaciones de revisión y limpieza que regularmente precisan y que son preceptivos para evitar riesgos serios de salud. Estas intervenciones han de realizarse a través de técnicos y empresas especializadas tal y como aclara la Consejería, que, sin embargo, no asigna a los centros ninguna partida presupuestaria específica para ello.

Para CSIF es fundamental que la Administración andaluza “se replantee este tipo de sistema de climatización para los centros educativos de cara al próximo curso escolar, acometa de forma generalizada y urgente la adecuación de los espacios exteriores para hacer frente a la incidencia del sol y el calor y se realice una inversión que de verdad apueste por soluciones eficaces y equitativas para todos.