La AMPA Primero de Mayo del colegio público de Infantil y Primaria Eugenia de Montijo de la capital ha denunciado la "falta de previsión" de la Junta de Andalucía con el comedor escolar, donde faltan monitoras y no está garantizada la continuidad del cocinero a partir de octubre, cuando se jubila el profesional que presta servicio al alumnado del centro.

La situación fue conocida por la AMPA en una asamblea celebrada en la jornada previa al inicio del curso. En esa reunión se informó sobre la "gravedad" de la situación a la que se enfrenta el funcionamiento del comedor ante la falta de monitoras, incumpliéndose la ratio establecida por la propia normativa de la Junta y, por tanto, poniendo "en riesgo" el cuidado del alumnado.

Como explica la asociación, el centro cuenta con 132 alumnas y alumnos usuarios del comedor escolar. De estos, 88 son de Primaria, 44 de Infantil y 4 del Aula Específica y TEA. Un número que, como señalan, se verá incrementado hasta los 160 una vez que se incorpore el alumnado procedente del IES Severo Ochoa.

La AMPA critica la "falta de previsión" de la Junta, que es "plenamente consciente" de que la demanda para utilizar el comedor escolar en el colegio "ha ido creciendo a lo largo de estos años"

Las horas contratadas por la Junta en la actualidad no cubren el personal necesario para ocuparse del comedor y de las tareas de vigilancia. Y de esta forma se incumple la normativa vigente, aprobada por la propia Junta. "¿Puede la Junta de Andalucía incumplir sus propias normas?, ¿puede poner en peligro el cuidado y vigilancia de nuestros hijos e hijas?", preguntan al respecto.

A la falta de monitoras se suma la próxima jubilación del cocinero, el 10 de octubre. "No sabemos qué ocurrirá al día siguiente", expresan para señalar que temen que tardarán "meses" en tener un nuevo cocinero. "¿Y mientras tanto, qué van a comer nuestros hijos e hijas?", advierten.

Las familias del CEIP Eugenia de Montijo son especialmente críticas por la "falta de previsión" de la Junta, que es "plenamente consciente" de que la demanda para utilizar el comedor escolar en el colegio "ha ido creciendo a lo largo de estos años". 

Tanto la Dirección del centro público, situado en La Chana, como la AMPA han dirigido escritos a la Delegación Territorial de Educación reclamando que se incremente el personal y se aborde cuanto antes la sustitución del cocinero. "Es un asunto capital para la conciliación laboral y familiar", resaltan.

Reproducimos a continuación, en su integridad, el comunicado de las familias:

En la asamblea del AMPA del CEIP Eugenia de Montijo celebrada la tarde del 9 de septiembre de 2024, a pocas horas del inicio del curso escolar, se informó al conjunto de madres y padres sobre la gravedad a la que se enfrenta al funcionamiento del comedor ante la falta de monitoras y cocineros en el centro, incumpliéndose la ratio que establece la propia normativa de la Junta de Andalucía, lo cual pone en riesgo el cuidado del alumnado.

A primeros de septiembre el consejo escolar tomaba conocimiento de la situación tan preocupante que se iba a vivir a inicio de curso por la situación de falta de personal, en concreto de monitoras, para atender el funcionamiento correcto del comedor de nuestras hijas e hijos. A este hecho tan grave, se suma que el próximo 10 de octubre se jubila el cocinero del centro y no sabemos qué ocurrirá al día siguiente. Mucho nos tememos que tardaremos meses en tener un nuevo funcionario. ¿Y mientras tanto, qué van a comer nuestros hijos e hijas?

¿Puede la Junta de Andalucía incumplir sus propias normas?, ¿puede poner en peligro el cuidado y vigilancia de nuestros hijos e hijas?

Se trata de una situación que las madres y padres del centro juzgamos como lamentable ante la falta de previsión de la Junta de Andalucía en el caso del cocinero. Una situación más sorprendente todavía en el caso de las monitoras, ya que la Junta de Andalucía incumple la ratio que establece en su propia normativa. Y es que según el art. 9 de la Orden de 17 de abril de 2017 el servicio no estaría cubierto con el número de monitoras necesario. Ante esta situación, la pregunta es evidente: ¿Puede la Junta de Andalucía incumplir sus propias normas?, ¿puede poner en peligro el cuidado y la vigilancia del alumnado, de nuestros hijos e hijas?, ¿qué mensaje le traslada la Junta al conjunto de la sociedad, y especialmente a las niñas y niños que se están formando como ciuidadanas y ciudadanos?

El CEIP Eugenia de Montijo cuenta con 132 alumnas y alumnos usuarios de comedor. De los cuales 88 son de educación primaria, 44 de educación infantil y 4 de aula específica y TEA para este curso 2024/25. Un número que se verá incrementado  hasta los 160 aproximadamente, cuando también se sumen a las plazas garantizadas el alumnado de secuendaria del Severo Ochoa.

A tenor de esta demanda que ha ido creciendo a lo largo de estos años y de la cual es plenamente consciente la Junta de Andalucía, el funcionamiento del comedor escolar precisa de 3 monitores para 44 comensales de Educación Infantil, ya que la Orden referida establece que por cada 15 comensales le corresponde una monitora. En Eduación Primaria para los 88 comensales se necesitan 3 colaboradores, porque la norma establece una monitora por cada 25 comensales. 

En este momento, sólo se han adjudicado 9 horas que hace un total de 4 monitoras, más 1 hora más de otra monitora que dará apoyo sólo a la hora de comer, pero le será imposible ocuparse de tareas de vigilancia tras el comedor. 

Para el tercer turno de los de secundaria, la monitora tendrá que estar presente durante la comida abandonando igualmente tareas de vigilancia hasta que las madres y padres podamos recoger al alumnado. 

Desde la dirección del Centro ya se ha puesto en conocimiento por escrito de esta situación en la Delegación de Educación. Nuevamente las madres y padres, hemos presentado nuevo escrito en el que solicitamos el aumento de horas de colaboradores externos. En concreto, necesitamos 12 horas para atender el comedor de forma y segura tal y como establece la Orden citada. E igualmente, solicitamos a la Junta de Andalucía que el 10 de octubre nos quedamos sin cocinero y la sustitución debe acelerarse. Es este un asunto capital para la conciliación laboral y familiar.