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Confían en que llegue al Supremo para generar jurisprudencia sobre un problema "desatendido", pese a su magnitud

El caso de Juana Rivas pone el foco en la violencia vicaria

Ciudadanía - M. A. - Martes, 21 de Enero de 2025
Su equipo de abogados presenta una denuncia por violencia de género vicaria internacional, la primera de estas características que, según resaltan, examinarán los tribunales españoles.

Protesta en apoyo a Juana Rivas, ante el TSJA. indegranada archivo

"El Sr. Arcuri, cumpliendo la reiterada amenaza de que, si la Sra. Rivas se separaba de él, le quitaría a los niños y le haría la vida imposible, ha utilizado a sus hijos, Daniel y Gabriel, para causar el mayor sufrimiento posible a su madre" y "contextualizando adecuadamente" el conjunto de sus actuaciones en los últimos ocho años, "su único objetivo es destruir la vida de la Sra. Rivas, dañando lo que a ella más le duele: sus hijos".

Así se recoge en la denuncia presentada por el equipo de abogados de Juana Rivas y consultada por El Independiente de Granada. Una denuncia por violencia de género vicaria internacional que, como resaltan los letrados, es "la primera de estas característcas que examinarán los tribunales españoles. 

Los abogados, en un comunicado enviado a los medios, recuerdan que "Juana Rivas huyó de la violencia ejercida por su expareja y entró en un laberinto jurídico que dura ya más de ocho años, y que tiene que terminar ya". 

Con esa intención, añaden, se ha presentado esta denuncia, con la que confían en que el debate llegue al Tribunal Supremo. "Creemos que debe formarse un adecuado acervo jurisprudencial sobre un problema de enorme magnitud, hasta ahora ciertamente desatendido".

Desde 2016 "se vienen sucediendo una serie de episodios de violencia sobre Juana (directos sobre ella o mediante sus hijos), que analizados de forma individual puedan no parecer relevantes, pero que vistos en su conjunto forman parte de una sofisticada y destructiva estrategia utilizada por Francesco Arcuri"

La denuncia repasa la situación vivida por Juana Rivas desde 2016. Según recuerdan "se vienen sucediendo una serie de episodios de violencia sobre Juana (directos sobre ella o mediante sus hijos), que han culminado con los ocurridos durante este último mes, que analizados de forma individual puedan no parecer relevantes, pero que vistos en su conjunto forman parte de una sofisticada y destructiva estrategia utilizada por Francesco Arcuri con dos objetivos: subyugar a su expareja y sus hijos; y generar una situación de permanente control e imposición de su voluntad". 

La violencia vicaria, apunta el equipo de letrados, se define como aquella "modalidad de violencia de género que toma a las hijas e hijos (u otras personas significativas para ella) como objeto para continuar el maltrato y la violencia sobre la mujer. El objetivo final es dañar a la mujer, golpearla donde más duele". "El agresor sabe que a una madre le duele más que le rompan el brazo a su hijo, que que se lo rompan a ella, y por eso actúa en contra del hijo, para hacerle más daño a la madre. Por eso, es violencia de género vicaria, y no sólo violencia doméstica, porque la agresión tiene como víctima a la madre. La intención principal del agresor es hacerle daño a ella, utilizando a sus hijos", agregan. 

En la denuncia los abogados argumentan que corresponde a la Justicia española conocer este caso. Y, asimismo, señalan que el Juzgado competente para instruir la causa debe ser el Juzgado de Violencia sobre la Mujer. Al respecto, advierten de que la magistrada del Juzgado de Violencia sobre la Mujer 2 de Granada debe abstenerse. Con su actuación, explican, "se inició este caso". Además, "sigue archivando las denuncias que le llegan relacionadas con el mismo sin una mínima instrucción y obligándonos a iniciar todo el mecanismo de recursos, acudir al Juzgado de Guardia por anuencia de toma de decisiones, o llegar a debatir una compleja cuestión de competencia entre los distintos Juzgados de Granada". Tras apuntar que ya solicitaron su recusación, consideran que debe instruir esta denuncia "otro magistrado imparcial, que por turno corresponda".

La denuncia por violencia vicaria ha sido formulada en forma de delito de violencia psíquica habitual y de delito de lesiones. Entre sus peticiones, los abogados de Rivas solicitan que se tome declaración a Arcuri como denunciado, se proceda a la exploración del hijo menor que tienen en común, Daniel, y que el Instituto de Medicina Legal elabore informe sobre las "secuelas psíquicas" que estos hechos han provocado en Juana Rivas.

También solicitan orden de protección para Juana Rivas y sus dos hijos, así como una orden de alejamiento y prohibición de comunicación.

Juana Rivas, en una imagen de agosto de 2017. ep/archivo

Los hechos denunciados se enmarcan en el periodo comprendido entre el 28 de agosto de 2017, cuando Rivas tuvo que entregar "forzosamente a sus hijos" a Arcuri, y el día de hoy, en el que él, según precisan, la "sigue acosando telefónicamente e intimidando".

Durante este tiempo, como recoge la denuncia, Arcuri habría cometido esta presunta violencia vicaria en Italia, excepto entre el 22 y el 24 de diciembre, en los que "se desplazó a España para reforzar con su presencia las amenazas previamente vertidas" y cuando presuntamente mandó mensajes a la madre de sus hijos haciéndole saber que estaba en Granada e "intervendrá inmediatamente", "si se manifiestan episodios de maltrato psicológico contra Daniel".

Arcuri ha sido procesado por la Fiscalía General de Cagliari por presunto maltrato a sus dos hijos, "sometiéndolos a violencia física, vejaciones, insultos y amenazas, generando en ellos graves estados de ansia y temor por su seguridad".

A ello suman presuntas amenazas de Arcuri hacia Juana Rivas a través de los dos niños provocando una "lógica perturbación" en ellos "y en la madre, que sufre las consecuencias en una doble vertiente: primero, la preocupación y el miedo de que sus hijos tenga que sufrir estos episodios y segundo el miedo de que esas amenazas se materialicen".