Inagra en Navidad
EFEMÉRIDES PARA 2025

Casos y cosas importantes acaecidos en Granada en años finalizados en 25

Ciudadanía - Gabriel Pozo Felguera  - Domingo, 5 de Enero de 2025
Gabriel Pozo Felguera nos ofrece un espectacular calendario de efemérides que te sorprenderá, con momentos históricos y curiosidades del último milenio sucedidas en Granada en años finalizados en veinticinco. Desde el nacimiento del Albayzín a la Cerveza 1925, entre otros muchos. Imprescindible. Por el mejor cronista de Granada.
Calendario de principales efemérides de los últimos siglos, que ocurrieron en años acabados en 25.
ILUSTRACIONES DE LUIS RUIZ RODRÍGUEZ
Calendario de principales efemérides de los últimos siglos, que ocurrieron en años acabados en 25.
Les doy una malísima noticia: todos los que estamos leyendo este reportaje no volveremos a vivir otro año acabado en 25. Así que aprovechémoslo bien el presente. A mí me gusta este número compuesto, por muchos motivos que no vienen al caso. Por eso espero que 2025 me vaya estupendamente. También lo deseo a todos los lectores. Mi pitonisa de cabecera dice que éste, mi número, es especial: soy persona equilibrada, creativa, amigable, abierta y compasiva. Y que me llevo bien con todos los impares porque es mi suma (1+3+5+7+9=25). Lo peor, por mi carácter aventurero y demasiado confiado, suelen defraudarme a menudo; soy desgraciado en amores. Porque el 25 es un número defectivo y biprimo. Me pasa con este número favorito más o menos lo que le ha ocurrido a Granada durante su Historia, que tuvo años redondeados en 25 fabulosos y otros con efemérides para olvidar. En este escrito destaco unas cuantas curiosidades del último milenio acaecidas en años finalizados en veinticinco.

1025, el fundador del Reino Zirí abandona el trono

El año 416 de la era Hégira (1025 cristiano) es el que da el rey Abd Allah (1073-91) como la fecha exacta del abandono del trono granadino del primer monarca de la dinastía zirí que la fundó. Se llamó Zāwī b. Zīrī al-Ṣinhāŷī. Lo cuenta aquel último monarca en Mis memorias del siglo XI en primera persona, donde repasa toda su dinastía, que se inició en 1013 y se extendió hasta 1091 por la llegada de los almorávides.

Zawi b Zirí fue el primero de los seis sultanes que tuvo la dinastía Sinhaya zirí del primer reino taifa de Granada, tras el desmoronamiento del Califato de Córdoba

Zawi b Zirí fue el primero de los seis sultanes que tuvo la dinastía Sinhaya zirí del primer reino taifa de Granada, tras el desmoronamiento del Califato de Córdoba. Era un guerrero norteafricano ─llegado como mercenario desde Túnez a Córdoba─ que se desplazó hasta la cora granadina una vez desmoronada Córdoba. Llegó a Medina Elvira, ciudad agrícola, en llano y sin fortificación; propuso a sus habitantes proteger sus intereses con su ejército, pero deberían buscar lugar más apto para defenderse. Se avecinaban guerras civiles entre clanes.

Aquí levantaron su alcazaba y construyeron nueva muralla por fuera de la primitiva ibero-romana

El lugar elegido fue la abandonada ciudad de Garnatha, sobre el antiguo cerro que bordeaba al Darro. Refundaron la vieja ciudad tardo-romana. Aquí levantaron su alcazaba y construyeron nueva muralla por fuera de la primitiva ibero-romana. Empezaron un ambicioso plan de construcciones en el cerro y una mezquita mayor en el llano (murallas de la Alcazaba, puertas de Elvira, Monaita, Hernán Román, etc).

Muralla de la Alcazaba vieja o cadima que construyeron los emires ziríes a partir de la refundación de Granada en 1013.

Zawi b Zirí reinó entre 1013 y 1025. Relatan las Memorias de Abd Allah que ese año decidió salir de Granada y dirigirse a Qairuam, donde había muerto su rey y buscaba asociarse con el nuevo emir norteafricano. O hacerse con todo el poder del imperio Sinhaya. Dejó en el gobierno de Granada a sus magnates, a pesar de que tenía varios hijos guerreros. Sus familiares le criticaron que se había esforzado en fundar un reino para dejárselo a otro. “No dejes lo cierto por lo dudoso, y mantente en un puesto al que no has llegado sino al cabo de gran esfuerzo y de haber estado muchas veces a pique de morir”. Pero Zawi no les escuchó y dejó la ciudad al frente de gentes de fiar, “mientras yo voy a darme cuenta por mí mismo de cómo andan las cosas por Qairuam” ─sentenció─.

Hizo jurar a los jeques que dejó al mando que no tomasen ninguna iniciativa peligrosa hasta que enviara noticias de sus progresos de alianza

Hizo jurar a los jeques que dejó al mando que no tomasen ninguna iniciativa peligrosa hasta que enviara noticias de sus progresos de alianza. “Y salió de la ciudad como el que es llevado, sin saberlo, a su ruina”, escribió Abd Allah. Sus enemigos del bando contrario se cernieron pronto sobre el reino que dejaba.

Zawi no fue bien recibido al llegar a Qairuam porque recelaban de sus intenciones de hacerse con todo el poder del imperio norteafricano, en manos de un menor de edad. Ya no consiguió regresar a retomar su trono de Granada, tras su fracaso de reinar en Ifriqiya, porque lo envenenaron en tierras africanas.

Le sucedió en el trono granadino su sobrino Habús ben Maksan Ben Zirí as-Sinhhayi al-Muzaffar (1025-1038), ayudado por el judío Samuel Nagrella como visir.

Rebelión de mozárabes y Cruzada de Alfonso I el Batallador

La segunda referencia más antigua concreta que tenemos en la Historia de Granada relativa a un año acabado en 25 fue la de 1125. Se trató de una serie de protestas por parte de los mozárabes (cristianos bajo gobierno islámico). Granada por entonces era un reino taifa almorávide. Se quejaban del maltrato que recibían por parte de los invasores norteafricanos, en el campo social, impositivo y religioso. Llevaban tiempo solicitando ayuda a magnates y reyes de los reinos cristianos del Norte. Hasta que a principios de 1125 sus quejas fueron atendidas por Alfonso I el Batallador, que había conseguido sumar el reino de Zaragoza a su incipiente condado cristiano iniciado en los Pirineos.  

La intención de aquella Hueste de Hispania era conquistar la ciudad y apoderarse del reino; estas tierras musulmanas estaban carentes de ejército por haber desplazado sus tropas a otros conflictos del Norte de África

En septiembre de 1125 echó a andar una cruzada repleta de francos y de otros países europeos. Por entonces la frontera de Al-Andalus incluía tierras de Valencia. Penetró y atravesó territorio almorávide pasando por Valencia, Alicante y Murcia. En diciembre de 1125 ya estaba en la demarcación de la taifa granadina, que tenía en Granada su capital. La intención de aquella Hueste de Hispania era conquistar la ciudad y apoderarse del reino; estas tierras musulmanas estaban carentes de ejército por haber desplazado sus tropas a otros conflictos del Norte de África.  

La cruzada del aragonés Alfonso el Batallador se paseó casi impunemente por tierras del Sur con demasiada parsimonia, ya durante principios del año 1126. Puso cerco blando a la ciudad amurallada de Granada, pero no consiguió rendirla

La cruzada del aragonés Alfonso el Batallador se paseó casi impunemente por tierras del Sur con demasiada parsimonia, ya durante principios del año 1126. Puso cerco blando a la ciudad amurallada de Granada, pero no consiguió rendirla. Al final, la columna de cruzados cristianos hubo de reemprender la vuelta llevándose tras de sí a tierras aragonesas a una importante población de mozárabes que no desearon continuar viviendo bajo dominio almorávide. Se calcula en unos diez o doce mil, que repoblaron tierras del Ebro. La consecuencia inmediata fue represión musulmana para los cristianos que quedaron en tierras granadinas. Se les obligó a convertirse a todos.  

(Ver: Los granadinos de Aragón)  

Nace el Albayzín; Fernando III se planta en Loja 

La crisis del imperio almohade tras la batalla de las Navas (1212) facilitó una ofensiva en las dos décadas siguientes por Fernando III el Santo. Entre 1224-26 acometió el cerco y destrucción de la fortaleza de Loja, llegando incluso a hacer razzias en tierras de Alhama. Se llevó miles de prisioneros. Durante aquel asedio surgió la leyenda de la Cueva de los Durmientes.  

La complicada situación y debilidad de alianzas con cristianos provocó la huida de este emir a África en 1225. Dejó un gobierno en precario en esta taifa granadina en manos de su hermano Abú el-Ola, que en pocos años propició la toma del poder por parte de Al-Hamar

Gobernaba la taifa granadina la familia de Abu Muhammad Abdalá al-Adil. La complicada situación y debilidad de alianzas con cristianos provocó la huida de este emir a África en 1225. Dejó un gobierno en precario en esta taifa granadina en manos de su hermano Abú el-Ola, que en pocos años propició la toma del poder por parte de Al-Hamar, de la casa Nser de Arjona. Se iniciaba con él la dinastía nazarita.  

El emir almorávide Al Bayassi de Baeza se declaró vasallo de Fernando III, que había tomado plazas en las cercanías del Guadalquivir. Los musulmanes no vieron futuro y decidieron comenzar su emigración hacia el sur, al Granada. Se empezaron a aposentar en el arrabal extramuros ubicado por encima de la Alcazaba Cadima: nacía el barrio llamado Albayzín.

Primer asesinato de un rey en la Alhambra 

El próximo 8 de julio se cumplirán 700 años del primer asesinato de un sultán de Granada ocurrido en la Alhambra. Era el quinto rey de la dinastía nazarita, Ismail I. Fue el primer emir de la casa Nasar que descendía de la rama femenina. Con él se inició el cambio de sangre gobernante en el Reino. Nació en la ciudadela de la Alhambra en 1279. Gobernó entre 1314 y 1325. Había accedido al trono tras destronar a su tío Nasr, con un golpe de estado con ayuda de los meriníes norteafricanos.  

En su reinado (1319) ocurrió la famosa batalla del Desastre de la Vega de Granada o batalla de Elvira, donde perdieron la vida los infantes Juan y Pedro de Castilla. Eran los tutores del pequeño Alfonso XI

Fue un sultán guerrero. En su reinado (1319) ocurrió la famosa batalla del Desastre de la Vega de Granada o batalla de Elvira, donde perdieron la vida los infantes Juan y Pedro de Castilla. Eran los tutores del pequeño Alfonso XI. Aquellas muertes sembraron la debilidad en Castilla, que quedó en manos de la regente María de Molina. La debilidad momentánea castellana propició la recuperación de varias plazas granadinas que habían sido arrebatadas recientemente (Baza, Orce, Huéscar, Martos, etc). Fue la primera vez que se utilizó la pólvora en Europa, concretamente en la toma del castillo de Úskar (Huéscar). Ismail consolidó el reino de Granada en un tiempo que se pensaba abocado a su precipitado final.  

(Ver: Ismail I, el sultán de Granada que introdujo la pólvora y la artillería en Europa)  

Un primo suyo que ostentaba el título de Señor de Algeciras (Muhamed ibn Ismail) le asestó una puñalada en el cuello, por encima de la clavícula. A pleno día y durante una reunión de su gobierno

Este primer sultán asesinado en la Alhambra ─de los varios que lo fueron después─ falleció el 8 de julio de 1325. Un primo suyo que ostentaba el título de Señor de Algeciras (Muhamed ibn Ismail) le asestó una puñalada en el cuello, por encima de la clavícula. A pleno día y durante una reunión de su gobierno. Los cortes se infectaron y el rey falleció unos días más tarde. Los motivos que apuntan las crónicas difieren: unas cuentan que fue por la disputa de una esclava, otras que por una negligencia militar del autor. También se habló de una conjura. Todos los implicados fueron ejecutados. Sus cadáveres fueron colgados de las murallas de la Alhambra.  

Aquel primer asesinato inauguró la costumbre de matar emires y/o miembros de la familia real que se llevó por delante a 9 de ellos en el siglo XIV en estancias alhambreñas. Siguieron los magnicidios de Mohamed IV (1333), Yusuf I (1354) e Ismail II (1360).  

  

Los Abencerrajes suben al poder 

Este año empezaron las intrigas para deponer al emir Mohammed IX, a manos de su opositor Mohammed VIII. La poderosa e influyente familia de los Abu-Sarray había caído en desgracia tras su apoyo al sultán destronado y huido a Túnez. Pero pronto consiguieron la amnistía del nuevo rey de la Alhambra. Aunque la mayoría de sus guerreros, hombres de frontera, decidieron expatriarse a tierras castellanas. Buscaron el apoyo de Juan II para que ayudase a su protegido, Mohammed IX, a recuperar el trono.  

En ese mandato fue cuando se produjo la Batalla de la Higueruela (1431)

Tras un nuevo golpe de estado capitaneado por los Abencerrajes, lograron reponer la monarquía de su patrocinado Mohammed IX por tercera vez. En ese mandato fue cuando se produjo la Batalla de la Higueruela (1431).  

Matanza de los Abencerrajes, de Mariano Fortuny (1870).  

La familia de los Abencerrajes ya estuvo presente en el poder de la Alhambra hasta tiempos del emir Saad, quien ejecutó a sus cabecillas en palacio (julio de 1464). De todas maneras, los supervivientes siguieron moviendo hilos al lado de alguno de los bandos que se disputaron el poder hasta 1492 (en la recta final del reino nazarita tomaron partido por Aixa y su hijo Boabdil).   

De sangre Abencerraje era Yusuf Ibn Kumasa, el encargado de negociar la rendición de Granada con Hernando de Zafra en noviembre de 1491

De sangre Abencerraje era Yusuf Ibn Kumasa, el encargado de negociar la rendición de Granada con Hernando de Zafra en noviembre de 1491. También negociaron su rendición particular quedándose con amplias propiedades en Almería, Valle de Lecrín y Alpujarra. En 1493 decidieron venderlo todo y emigrar a la zona de Túnez, donde fundaron un pueblo.  

María Manrique traza el barrio de la Duquesa

El primer año acabado en 25 de la nueva era cristiana de Granada fue abundante en acontecimientos de los que ahora celebramos su V centenario. He seleccionado unos cuantos a los que me referiré por orden de importancia, según mi criterio: la creación del barrio de la Duquesa; la construcción de varias iglesias y campanarios; los grandes fastos con motivo del enterramiento definitivo de Felipe I el Hermoso en la Capilla Real; y la decisión de construir la Real Chancillería.   

En 1525 decidió trasladarse a vivir a esta zona de huertas extramuros de la ciudad con el único motivo de estar cerca de donde se levantaba la capilla del Monasterio que construían los monjes jerónimos

El barrio de la Duquesa empezó a nacer hace ahora 500 años por decisión de María Manrique de Lara, duquesa de Sessa y Terranova, viuda de Gonzalo Fernández de Córdoba (Gran Capitán). En 1525 decidió trasladarse a vivir a esta zona de huertas extramuros de la ciudad con el único motivo de estar cerca de donde se levantaba la capilla del Monasterio que construían los monjes jerónimos. Por cédula del Emperador Carlos V (datada el 29 de marzo de 1523, en Valladolid), la duquesa viuda obtuvo autorización para enterrar a su marido en la capilla mayor de la iglesia. A cambio, debería responsabilizarse de costear las obras al estilo renacentista que ella había conocido en su estancia italiana. Recordemos que el Gran Capitán falleció en 1515 en su casa de la calle San Matías, conectada mediante cobertizo al convento de San Francisco Casa Grande; allí quedó enterrado en espera de acabar su cripta definitiva.    

Dos primeras páginas de las seis de que consta el decreto de Carlos V concediendo al Gran Capitán la iglesia de San Jerónimo como enterramiento. COPIA DEL ARCHIVO G. DE SIMANCAS.  

María Manrique se estableció en una casa que es probable que ya existiera o de nueva construcción en lo que entonces se llamaba calle del Agua por ir surcada por una acequia que la recorría de arriba a abajo. Muy probablemente la vivienda primitiva la ubicó en la parte más antigua de los edificios que hoy conforman la manzana del convento de la Piedad, la parte que conserva un torreón de ladrillo mudéjar.   

Medallón de María Manrique en el ábside de la iglesia de San Jerónimo. La cartela de al lado se refiere al Gran Capitán: “Gonsalo Ferdinando a Corduba magno hispanorum duci gallorum ac turcarum terrori" (Gonzalo Fernández de Córdoba, grande entre los españoles, vencedor de franceses, terror de los turcos).  FOTO DE PAULA DE LA VICTORIA.

Lo primero que hizo fue trazar una calle completamente recta entre el flamante convento de monjes Trinitarios (actual Plaza de la Trinidad) y el Compás de acceso a su iglesia de San Jerónimo

Lo primero que hizo fue trazar una calle completamente recta entre el flamante convento de monjes Trinitarios (actual Plaza de la Trinidad) y el Compás de acceso a su iglesia de San Jerónimo. Fue la primera calle larga y completamente recta que se hizo en la ciudad de Granada cristiana. No sabemos si la traza de la calle ─como de todo el barrio─ la hizo la propia María Manrique o alguien a su servicio. Su autor o autores planificaron una trama callejera en retícula, hecha a base de líneas rectas y ángulos de noventa grados. Siguieron prácticamente el mismo plano que su marido había utilizado para levantar el campamento militar de Santa Fe, en el año 1482, para iniciar el cerco de Granada. A su vez, era el plano de algunas ciudades castellanas (como Briviesca), trazada al estilo de campamento de las legiones y ciudades romanas. Con un espacio o plaza de armas (o foro en caso de ciudades) en el centro donde ubicar los edificios públicos. Ese espacio central fue la posterior Plaza de los Lobos.   

Muy pronto empezaron a secundar a la Duquesa otras casas nobiliarias y familias pudientes, adquirieron amplios solares y empezaron a levantar sus palacetes

Muy pronto empezaron a secundar a la Duquesa otras casas nobiliarias y familias pudientes, adquirieron amplios solares y empezaron a levantar sus palacetes. De ahí que este barrio ex novo se convirtiera en siglos siguientes en una sucesión de palacios con jardines y huertas asociadas, algunas ocupando toda una manzana. Ya mediado el siglo XVI llegaron los jesuitas y adquirieron amplios solares entre este primigenio camino de San Jerónimo hasta la calle San Jerónimo (Colegio de San Pablo); más tarde tocó el turno a la comunidad de San Felipe Neri y levantó su iglesia; siguió el Colegio Mayor San Bartolomé, etc.   

Pero la calle Duquesa no debe su nombre a María Manrique, la que la abrió en 1525. La duquesa viuda del Gran Capitán falleció muy pronto, en 1527

Pero la calle Duquesa no debe su nombre a María Manrique, la que la abrió en 1525. La duquesa viuda del Gran Capitán falleció muy pronto, en 1527. Le había dado tiempo de agasajar en su casa al Emperador Carlos V y a su esposa Isabel de Portugal, que la visitaron asiduamente durante sus seis meses de estancia en 1526.   

La herencia de María Manrique fue a parar a su nieto Gonzalo Fernández de Córdoba y Fernández de Córdoba, III Duque de Sessa (1520-78). Aquel niño que se educó junto a Juan Latino y pasó toda su vida al servicio de Carlos V y Felipe II. El tercer duque casó en Valladolid en 1538 con María Sarmiento de los Cobos de Mendoza; era hija de Francisco de los Cobos, secretario personal del Emperador. María Sarmiento heredó los títulos de Marquesa de Camarasa, Duquesa de Baena y III Duquesa de Sessa. Vivió tiempo en Italia, acompañando a su esposo en sus destinos. Cuando enviudó en 1578 y hasta su muerte en 1604 estuvo dando tumbos por sus amplias posesiones de Valladolid, Baena y Granada.   

En 1589 obtuvo autorización del arzobispado para fundar el convento de la Piedad de Granada, de monjas dominicas. Lo hizo tomando como base la casa de su abuela política María Manrique, más otras casillas que adquirió para agrupar toda la manzana que se extiende hasta la Plaza de los Lobos

En 1589 obtuvo autorización del arzobispado para fundar el convento de la Piedad de Granada, de monjas dominicas. Lo hizo tomando como base la casa de su abuela política María Manrique, más otras casillas que adquirió para agrupar toda la manzana que se extiende hasta la Plaza de los Lobos. En este convento estuvo residiendo el resto de su vida en compañía de las primeras monjas de clausura que trajo de la provincia de Córdoba. La muerte le sobrevino en este convento de la Piedad en 1604; su cuerpo fue llevado a enterrar a la capilla funeraria de San Jerónimo.  

La calle Duquesa y todo el barrio reticular le debe a María Sarmiento su nombre, por ser la que más tiempo vivió en el entorno, al menos 15 años en su ancianidad. No a su abuela María Manrique. A partir de mediado el siglo XVI y hasta la cubrición del Darro y apertura de la Gran Vía, la entrada principal de carruajes desde los caminos de Jaén y Sevilla en dirección al centro de Granada se estuvo haciendo por la calle Duquesa.    

El plano del centro histórico de Santa Fe es un calco de un campamento de las legiones romanas. Una plaza en el centro que acoge los edificios y servicios públicos y retícula a escuadra de calles paralelas horizontales y verticales. A las zonas se las llamaba cuartos, término que se utilizó en Granada capital hasta el siglo XIX en que fue sustituido por distritos o barrios. Fue el modelo utilizado para el barrio de la Duquesa de Granada.
En esta plataforma de Vico (1611) la traza de retícula romana (área roja) está muy deformada. Pero sirve para darse cuenta de que todavía la calle Duquesa (trazos amarillos) acogía una acequia que salía de la calle Capuchinas y desaguaba hacia lo que eran las huertas del Nublo y Darabemordi (zona del Monasterio de San Jerónimo). También se ve que para principios del siglo XVII el barrio estaba formado en parte alta por grandes palacios con jardines y huertas, en tanto que por debajo de la Plaza de los Lobos y hasta el Carril del Picón todavía se combinan casas a medio hacer con espacios abiertos de cultivo. La orientación de la calle originaria llamada Agua nacía frente al convento de la Trinidad, pero su finalización apunta erróneamente a una desembocadura donde estuvo la Posada de San Juan de Dios.  
En esta fotografía aérea actual se ve claramente la retícula de campamento romano que se tomó como modelo en 1525. De las manzanas completas que ocuparon los palacios nobiliarios no sobrevive ninguna. La única manzana entera es la que ocupa el convento de la Piedad.

1525: Inauguraciones de iglesias y muchas obras  

Fue un año vertiginoso en cuanto a obras de promoción real y religiosas. Además de las muchas privadas que se estaban levantando tras los repartimientos a los conquistadores o por abandono de los musulmanes pasados a África. Además de la incipiente Catedral, el Emperador decidió dar un impulso a las obras del Hospital Real mediante una carta de provisión que aumentó el presupuesto anual destinado a este hospital de sangre; corría prisa el traslado del improvisado sanatorio que se mantenía en la Alhambra desde 1492. Con aquella dotación de 1525 se pudo concluir la primera parte de las obras, que afectaban a los patios de la Capilla y de los Mármoles (éste vuelto a destruir en el incendio de 1549).  

Patio de los Mármoles hacia 1944, todavía destruido en su parte alta desde el incendio de 1549. 

Esta Real Audiencia fue el primer palacio de justicia diseñado en toda Europa para uso exclusivo de la Justicia

En Plaza Nueva fueron adquiridas varias casillas y tiendas para poder ensanchar la plataforma que dio lugar a la explanada delantera. Fue el año en que Carlos V decidió que la Real Chancillería estaba muy estrecha en su sede de la calle Oidores, ladera del Albayzín; había que buscar sitio más amplio y digno en los alrededores para una nueva sede. Se decidió buscar solar y edificio con el importe de las penas de cámara. Mientras tanto, los oidores se trasladarían a las casas que habían sido del Patriarca de las Indias y obispo de Burgos, en la collación de San José. Esta Real Audiencia fue el primer palacio de justicia diseñado en toda Europa para uso exclusivo de la Justicia.

Fachada de la Chancillería, en 1854, todavía con el Darro descubierto hasta la calle Aire. Este año se cumplen cinco siglos del inicio del proyecto. AHMGR.

Este año 2025 se conmemora también el V Centenario de la decisión de adquirir sitio, aunque el comienzo de los cimientos no se verificó hasta 1531

El lugar elegido fueron corrales y casuchas situadas por debajo de la calle San Juan de los Reyes y hasta la ribera del Darro. Así es que este año 2025 se conmemora también el V Centenario de la decisión de adquirir sitio, aunque el comienzo de los cimientos no se verificó hasta 1531.   

(Ver: El gran 'polo de desarrollo' que trajo, y mantuvo tres siglos, la Real Chancillería)

(Ver: La fachada postiza de la Real Chancillería y el escudo reaparecido de la Fuente de las Ninfas)

Se concluyó la construcción de arcos apuntados que soportan toda la armadura de la iglesia de Santiago, con trazas del maestro Rodrigo Hernández; esta iglesia sería la elegida por la Inquisición como su sede cuando empezó a actuar en Granada tres lustros más tarde. Al arquitecto Pedro Machuca se la hundió el cierre de la capilla mayor de San Juan de los Reyes que estaba reconstruyendo a lo gótico sobre una gima musulmana; la tenía decorada con pinturas al fresco. Empezó la construcción de la iglesia parroquial de San Nicolás, cuyas obras se prolongaron hasta 1543. Se acabaron las obras de cierre de las cubiertas y campanarios de varios templos: San José, Santa Isabel de los Abades y San Gregorio Magno.  

DICIEMBRE 1515: Entierro de Felipe el Hermoso en la Capilla Real  

Otra efeméride importante que celebrará Granada este año es el enterramiento definitivo del cuerpo de Felipe I el Hermoso en la cripta de la Capilla Real. Era rey consorte con el nombre de Felipe I desde que su esposa Juana I accedió a la corona de Castilla por muerte de su madre (1504). Falleció súbitamente en septiembre de 1506, en Burgos. Tenía sólo veintiocho años. Dejaba viuda, cinco hijos pequeños y a su mujer embarazada de la sexta.  

Fue enterrado en la Cartuja de Miraflores. Pero el 26 de diciembre se presentó allí Juana 'la Loca' y decidió levantar su cadáver para iniciar su traslado a Granada, junto a sus padres, los Reyes Católicos

Fue enterrado en la Cartuja de Miraflores. Pero el 26 de diciembre se presentó allí Juana la Loca y decidió levantar su cadáver para iniciar su traslado a Granada, junto a sus padres, los Reyes Católicos. Allí comenzó un viaje por localidades de las provincias de Burgos, Palencia y Valladolid. Una ruta un tanto esperpéntica. En el pueblo de Hornillos de Cerrato estuvo velando el cadáver durante ocho meses, hasta el 24 de agosto del siguiente año; luego se lo llevó a Tórtoles de Esgueva (Burgos), Santa María del Campo, Arcos de la Llana. La reina Juana rehusaba regresar a Burgos por ser una ciudad maldita para ella, a la que acusaba de haberle robado a su amado. En Arcos y pueblos cercanos estuvo hasta marzo de 1509. Finalmente, su padre consiguió encerrarla en Tordesillas. El cadáver de Felipe no llegó a Granada en aquel primer intento, lo dejaron depositado hasta 1525 en el altar mayor del Monasterio de Santa Clara de Tordesillas.  

Cuadro de Pradilla (1877) que representa a Juana la Loca paseando el cadáver de su esposo por tierras castellanas.   

Cada uno de los féretros reales, hechos en plomo, están identificados con la inicial de cada nombre

Por fin, el 15 de diciembre de 1525, el corregidor de Granada Íñigo Manrique procedió a dar cumplimiento al deseo de su hijo Carlos V de que los restos de Felipe I reposaran definitivamente en la cripta de la Capilla Real de Granada. Se lo trajo desde Tordesillas. Como era preceptivo, los notarios certificaron que dentro estaban sus restos y los bajaron al lado de donde ya estaban los de sus suegros Isabel, Fernando y su sobrino Miguel de la Paz. Cada uno de los féretros reales, hechos en plomo, están identificados con la inicial de cada nombre.  

Derribo de la muralla de Bibarrambla 

La Casa de los Miradores había sido diseñada por Diego de Siloé a mediados del XVI para acoger en su parte baja diversos servicios del Cabildo (Ayuntamiento). Estaba situada en la cara Oeste de la Plaza de Bibarrambla. Edificio porticado como toda esa plaza mayor rehecha en época cristiana para servir de coso taurino, mercado, montajes de Corpus, escenario de autos de fe, patio de ejecuciones, etc.   

(Ver: Bibarrambla, el 'corral de comedias' y 'coso taurino' que quiso ser plaza mayor porticada al estilo castellano)  

Al edificio se le llamó de los Miradores porque sus balconadas eran el lugar elegido por las autoridades como punto más adecuado de aquel inmenso teatro que fue esta plaza

Al edificio se le llamó de los Miradores porque sus balconadas eran el lugar elegido por las autoridades como punto más adecuado de aquel inmenso teatro que fue esta plaza. Pero para el año 1625 se había quedado pequeño y el consistorio decidió ampliarlo derribando el paño de muralla que tenía a su espalda; la cerca musulmana lo separaba de la Carnicería que estaba al otro lado, lindera con Mesones. 1625 fue el año en que empezó a desaparecer la muralla que discurría desde las puertas de las Orejas hasta la de la Trinidad, con unos quiebros; sus tramos fueron cediendo espacio a las casas paredañas, por dentro y fuera. Solamente quedan en la actualidad pequeños trozos dentro de dos bajos de Bibarrambla.   

Dibujo después de la reforma de 1625, con apariencia de estar cegados cuatro arcos de la planta baja; el quinto se corresponde con el postigo de las Cucharas. AHN. 

Había tomado los hábitos con 43 años y llegó a Granada hecho todo un maestro

El año 1625 también fue el del culmen de la pintura de Fray Juan Sánchez Cotán. Acabó de pintar un amplio repertorio de siete grandes cuadros para la Cartuja de Granada y una colección de retratos de monjes cartujos. Ese año celebró su 65º cumpleaños; llevaba ya medio siglo de trayectoria como uno de los mejores pintores del siglo de oro. Había tomado los hábitos con 43 años y llegó a Granada hecho todo un maestro. Tras un breve tiempo en dos conventos de Granada, se trasladó al Paular de Sevilla.

Visión de San Hugo, de Sánchez Cotán. MUSEO BB. AA. GRANADA .

Hasta que pocos años más tarde regresó a Granada para decorar el altar mayor de la Cartuja de Granada, donde dejó bastantes pinturas de tipo mariano, vida de Cristo y retratos. También algunos bodegones. Muchas de estas obras de su madurez se conservan en la Cartuja y en el Museo de Bellas Artes de Granada. Falleció el 8 de abril de 1627.  

  El gran sacrilegio de las Hostias de Alhama 

En el año 1725, Granada ya había enfilado su decadencia definitiva en el listado de primeras ciudades de España. Estaba anquilosada. De todas formas, todavía había órdenes religiosas que culminaban sus templos. Se trabajaba afanosamente cerrando los impresionantes arcos de la iglesia del Sagrario; los jesuitas remataron la coqueta torre campanario de San Justo y Pastor, sin duda una de las mejores de la ciudad; y el arquitecto Melchor de Aguirre, tras acabar la Catedral, se entretenía colocando la portada de San Felipe Neri.       

Portada original de San Felipe Neri antes de que la destrozaran los franceses, según reconstrucción de Manuel Prado Guillén. A la derecha, torre de San Justo y Pastor, ambas de 1725.   

El 1 de mayo de 1725 tuvo lugar un sacrilegio en el convento del Carmen de Alhama de Granada que marcó la actualidad de todo aquel año. Incluso no se olvidó durante el siglo siguiente; cada año acabado en 25, la Iglesia organiza actos de desagravio. El próximo 1 de mayo volverá a repetirse.  

En el origen estuvieron dos galeotes fugados de prisión. Se llamaban José Ibáñez (a) el Perdido y Alejandro Reguero. Vivían en la capital y tuvieron la ocurrencia de ir a descolgarse aquella noche por una claraboya de la capilla del convento de carmelitas de Alhama, mediante una cuerda con nudos

En el origen estuvieron dos galeotes fugados de prisión. Se llamaban José Ibáñez (a) el Perdido y Alejandro Reguero. Vivían en la capital y tuvieron la ocurrencia de ir a descolgarse aquella noche por una claraboya de la capilla del convento de carmelitas de Alhama, mediante una cuerda con nudos. Robaron lo que les pareció de valor y, entre lo que iba liado en una tela, se encontraba un copón repleto de sagradas formas bendecidas. El robo causó un gran revuelo en toda la provincia.  

Días más tarde, José Ibáñez vendió dos burros en el mercado de animales del Triunfo. El bajo precio infundió sospechas y acabaron denunciándole. En un registro en la casilla que ocupaba, en la trasera de la Acera del Triunfo, hallaron en un agujero un trozo de tela robada que envolvía utensilios de los desaparecidos en Alhama. Y todavía un puñado de hostias del copón aplastado a pedradas. Tras la correspondiente tortura, no se tardó en sacarle una confesión detallada. La mujer de José Ibáñez había vendido un manto de una virgen a una vecina, en tanto que el cómplice Alejandro Reguero huyó primero a Gibraltar y después se escondió en Baza. Pronto fue detenido.   

Los despojos de sus dos cabezas y las dos manos derechas permanecieron en aquella picota hasta que el 8 de diciembre de 1725 fueron retiradas por la Hermandad de la Caridad

El juicio y la sentencia no se hicieron esperar. A José Ibáñez lo condenaron a morir en la horca en el Campo del Triunfo, fue ejecutado el 25 de mayo de 1725. Su cabeza y su mano derecha fueron amputados y colgados en una cruz en el pórtico del convento saqueado en Alhama. A su mujer Andrea Soriano, por no confesar el delito voluntariamente, le cayeron 200 azotes y 6 años de reclusión por encubrimiento. El 5 de julio, Reguero fue traído preso a Granada y recibió el mismo castigo que su compañero de fechoría. Los despojos de sus dos cabezas y las dos manos derechas permanecieron en aquella picota hasta que el 8 de diciembre de 1725 fueron retiradas por la Hermandad de la Caridad.   

Cruz de los ahorcados (o verde) delante del antiguo convento de Alhama. En la cartela tiene grabada la fecha de 1726.  

A aquel lugar de la colgadura lo bautizaron como la cruz de los ahorcados. Aunque con el tiempo el pueblo jameño la conoció como cruz de los rebeldes (reberdes pronunciaban vecinos) y, por corrupción, en el siglo XX pasó a ser la actual cruz verde que se asoma al Tajo de Alhama.  

La devolución de las dos partes a Alhama constituyó una gran procesión de gente descalza y de rodillas. Cada 1 de mayo hasta 1825 se estuvieron organizando actos de desagravio

Como resultado de aquel sacrilegio se comentaron infinidad de supuestos milagros. Las formas profanadas recuperadas en trozos fueron repartidas en seis lotes pequeños e introducidas en otros tantos coponcillos, que fueron a parar a: la Catedral, colegio San Gregorio de Padres Menores, convento del Ángel Custodio, Carmelitas Calzados de Granada, iglesia de Alhama y Carmelitas Calzados de Alhama. La devolución de las dos partes a Alhama constituyó una gran procesión de gente descalza y de rodillas. Cada 1 de mayo hasta 1825 se estuvieron organizando actos de desagravio. En 1925 hubo otras procesiones y solemnidades.   

Beaterio del Santísimo actual, obra del primer tercio del siglo XX que reemplazó al original de 1733.  

En lo arquitectónico, el resultado del sacrilegio fue la erección de una capillita en la casa donde fueron halladas las sagradas formas. Fue el Beaterio del Santísimo que hay al lado de la Gran Vía, detrás del Instituto Padre Suárez. El Santísimo dio su nombre a varias calles del entorno. Aquel Beaterio fue centro de culto muy activo hasta mediado el siglo XX. El pequeño edificio original fue levantado en 1733 a partir de la donación de su propietario; ampliado en años posteriores (1764) por otras donaciones de sus vecinos.  En la década de los años veinte del siglo pasado fue demolido y en su lugar surgió la capilla actual anexa a la residencia universitaria Cristo Rey.   

Se conservan todavía en la capital tres de los coponcillos con las hostias incorruptas, aunque algo ennegrecidas

Se conservan todavía en la capital tres de los coponcillos con las hostias incorruptas, aunque algo ennegrecidas. En teoría, estas formas se disuelven aproximadamente a partir de los diez años. De ahí que siempre se haya sostenido que son protagonistas de un milagro. La Catedral lo guarda en su sagrario, igual ocurre con el Santo Ángel Custodio (hoy trasladado a la calle San Antón) y el Beaterio del Santísimo. La parte de los Carmelitas Calzados de Granada fue devuelta a Alhama hace ya más de medio siglo. Cada primero de mayo se suele celebrar algún acto recordatorio. Este año, con motivo del tercer centenario, el Arzobispado de Granada está preparando un acto de mayor enjundia.    

El reguero del sanguinario Ramón Pedrosa 

De aquel año negro voy a destacar varios episodios que se pueden resumir en uno: la plena entrada en vigor del dicho “vivan las caenas”. Porque en 1825 se reveló con toda su dureza la mano más que dura que empleaba el felón Fernando VII contra todo el que cuestionara su gobierno absolutista.   

Empezó enero sin agua acumulada del otoño; el Arzobispado organizó nueve días seguidos de rogativas con la Virgen de las Angustias en procesión hasta la Catedral

Aunque no quiero pasar por alto que fue un año muy seco. Empezó enero sin agua acumulada del otoño; el Arzobispado organizó nueve días seguidos de rogativas con la Virgen de las Angustias en procesión hasta la Catedral. El ayuntamiento abrió las primeras escuelas públicas en los barrios, ya que entonces la educación sólo era de tipo particular o benéfica de instituciones religiosas. Al menos hubo una buena noticia para la salud: fue creada la Cátedra de Medina Práctica en la Universidad Literaria.  

Venía de su Mondoñedo natal con el encargo especial de aumentar la represión contra liberales y masones que habían arraigado en Granada

El 24 de febrero de 1825 llegó a Granada el alguacil del crimen Ramón Pedrosa y Andrade. Venía de su Mondoñedo natal con el encargo especial de aumentar la represión contra liberales y masones que habían arraigado en Granada. Desde la reinstauración del absolutismo en 1823 ya se habían registrado algunas ejecuciones, pero fue a partir de su llegada cuando Granada soportó el mayor número de pasados por el cadalso del Triunfo.   

El año 1825, siempre con Ramón Pedrosa como protagonista, fue el más numeroso en ejecuciones de tipo político

El año 1825, siempre con Ramón Pedrosa como protagonista, fue el más numeroso en ejecuciones de tipo político. El 9 de septiembre ahorcó a los masones Felipe Azo, José Ibarreta, Francisco Álvarez, José Sánchez y a los militares Ramón Álvarez, Antonio Quintanilla y Francisco Merlo. A los primeros los había sorprendido ─tras denuncia de un jardinero─ en un Carmen cercano a la Alhambra celebrando una reunión masónica; a los militares bajo acusación de incitar a un alzamiento. Les siguieron las ejecuciones de los cabos Crescencio Sáez y Miguel Vílchez.   

Cadalso del Triunfo donde se ejecutaba a los reos entre 1823-33. Coincide con la actual Plaza de la Libertad.  

Ramón Pedrosa permaneció en Granada hasta finales de noviembre de 1831, tras haberse llevado entre sus trofeos la cabeza de Mariana Pineda

Fue el comienzo de una larga lista de asesinatos políticos para reprimir a los liberales o castigar a militares que no compartían el absolutismo. Ramón Pedrosa permaneció en Granada hasta finales de noviembre de 1831, tras haberse llevado entre sus trofeos la cabeza de Mariana Pineda. En total, en la década ominosa (1823-33) se calcula que fueron ejecutados un centenar de reos en el cadalso del Triunfo. Y el peor de todos aquellos años fue 1825, con diecinueve ejecuciones en distintas redadas de supuestos masones y conspiradores antifernandinos.  

(Ver: Coronel Chaleco, héroe de la Independencia y último descuartizado en el Triunfo

(Ver: El castigo divino para el juez 'verdugo' de Mariana Pineda)

1825: Las damas de la nobleza quieren su paseo  

Aunque no todo lo acaecido en Granada durante 1825 fue tan luctuoso. También hubo lugar a frufrú de escarapelas entre la alta sociedad granadina y los ciudadanos ilustrados que anunciaban nuevos tiempos. El enfrentamiento surgió porque el corregidor Juan de Campos Molina (el que reinstauró los Caballeros XXIV, suprimidos durante el periodo napoleónico y constitucional) tuvo la ocurrencia de reformar los paseos del Salón cuando fue repuesto en 1823. Tomó una decisión que no gustó a las damas de la nobleza, a la que él pertenecía.  

Plano de Dalmau (1797). Se aprecia que los jardines del Salón tenían forma de hipódromo para dar vueltas con carruajes.   

La solución que adoptó el Ayuntamiento fue reformar los paseos laterales e impedir el paso de carruajes por ahí. Dejó de existir el hipódromo particular al que daban vueltas los carruajes de las damas ricas

Las alamedas del Genil habían sido plantadas de manera que permitían el tránsito de coches de caballos por los laterales. Aquella fresca alameda se convirtió en el lugar preferido para que las damas salieran cada tarde a darse unos paseos en sus landós descubiertos, a lucir tocados, vestidos y sombrillas. También los usaban quienes eran paseantes a pie. Pero los ruidos de los cascos y la polvareda de las ruedas molestaban a los vecinos de la Acera Banco del Salón. Los cocheros reclamaban sus preferencias de paso a latigazos contra los que se les atravesaran. La solución que adoptó el Ayuntamiento fue reformar los paseos laterales e impedir el paso de carruajes por ahí. Dejó de existir el hipódromo particular al que daban vueltas los carruajes de las damas ricas.   

Unos aplaudieron la medida, en tanto que a las señoras que lo utilizaban para pasear les sentó la reforma como una patada en el corpiño. La protesta la encabezó la VIII Vizcondesa de Rías, María Antonia Segade-Bugueiro y Valderrama. Tenía acceso a la corte de Fernando VII. Le escribió pidiendo su mediación, planteando el tema casi como un asunto de banderías políticas. Exigían que les devolvieran su paseo para la exhibición vespertina.   

Pero el asunto saltó al carnaval y a los libelos anónimos que circularon por toda la ciudad. Un anónimo poeta del momento redactó una crónica en verso que narra con humor aquel episodio

El Rey no intervino en aquella polémica (Aunque ateniéndonos a la poesía, es probable que reprendiera al Ayuntamiento en defensa de sus aristócratas). Los paseos del Genil quedaron con el tráfico como había marcado el Ayuntamiento. Pero el asunto saltó al carnaval y a los libelos anónimos que circularon por toda la ciudad. Un anónimo poeta del momento redactó una crónica en verso que narra con humor aquel episodio. Es el siguiente (recuperada por la revista La Alhambra, 15 de junio de 1901):   

  

   

Expo frustrada, tranvía a la Sierra y Cervezas Alhambra

Enero de 1925 se desayunaba con la creación de un comité para organizar una Exposición Hispano-Africana (aunque se venía gestando desde dos meses atrás). Seguramente inspirada en la Hispano-Americana de Sevilla. Se consideraba que esta ciudad era la más representativa de las huellas de siete siglos de unión en tiempos musulmanes. Entre los promotores se encontraban los líderes políticos y sociales del momento: Alfredo Velasco, Virgilio Castilla, Torres Balbás, Gallego Burín, Sánchez-Puerta, conde de las Infantas, Juan José Santacruz, etc.   

Se preveía que la fecha idónea de aquella gran exposición sería ocho años después, en 1933. Una real orden del 29 de enero de 1925 daba oficialidad al proyecto

Se preveía que la fecha idónea de aquella gran exposición sería ocho años después, en 1933. Una real orden del 29 de enero de 1925 daba oficialidad al proyecto. Fue editado un primer folleto que hablaba de las características que debería tener: su celebración se haría en un recinto en terrenos de la Vega, al Oeste de la ciudad; a base de pabellones y albercas, tal como ya lo estaba planificando Sevilla. Constaría de dos partes: la primera sería de tipo artístico, histórico y artesanal; la segunda, de industria, comercio, comunicaciones y actividades relacionadas.  

Transcurrido medio año, aquel proyecto no acababa de arrancar, faltaba presupuesto y compromiso. Hubo varias conferencias de Santacruz al respecto y mucha literatura. Y empezaron las quejas habituales sobre agravios: escribía el alcalde de la ciudad que Sevilla había recibido 3.413 pesetas para conservación de carreteras en los siete años anteriores; Barcelona, 1.807; Málaga, 2.108; y Granada sólo 1.090. Y sin buenas inversiones públicas poco se podía hacer. El alcalde reclamaba créditos y subvenciones para el proyecto granadino.  

En aquel debate inútil se fue diluyendo el proyecto de Exposición Hispano-Africana; el Ayuntamiento acabó por no implicarse en el tema

En aquel debate inútil se fue diluyendo el proyecto de Exposición Hispano-Africana; el Ayuntamiento acabó por no implicarse en el tema; solamente el alcalde Sánchez-Puertas tomó algún interés cuando ya era tarde; la crisis económica de 1929 empezaba a asomar por Granada y todo era paro y miseria. Y luego los vaivenes e inestabilidad de la II República acabaron por arruinarla por completo.  

(Ver: Exposición Hispano-Africana 1933, el sueño roto de Virgilio Castilla)    

Dos ceramistas marroquíes trabajaban en sus tornos en el Corral del Carbón, mayo de 1939. AHMGR.  

Nada de obras y pabellones a las afueras, todos se circunscribió al edificio del Corral del Carbón. Allí trajeron a artesanos marroquíes que trabajaron cara al público y algunas tiendas

Pasó la guerra civil (1936-39) y llegó Antonio Gallego Burín como alcalde. Había formado parte del comité organizador desde 1925 en representación de la Universidad. Con una España y una ciudad devastadas por la contienda, Gallego retomó la idea de la exposición, pero de manera infinitamente más modesta. La llamó Exposición Hispano-Marroquí, celebrada en 1939 durante la semana del Corpus. Se limitó a una simple aportación de artesanos del protectorado español en Marruecos. Nada de obras y pabellones a las afueras, todo se circunscribió al edificio del Corral del Carbón. Allí trajeron a artesanos marroquíes que trabajaron cara al público y algunas tiendas. Pasearon al jalifa y algunas autoridades norteafricanas para dar mayor color al asunto. Todo quedó muy empequeñecido; ni los ánimos ni los bolsillos estaban para exposiciones. Al menos quedaron unas cuantas buenas fotografías de Torres Molina.    

Tranvía saliendo de uno de los túneles y atravesando el viaducto.  

El nacimiento del Tranvía a la Sierra cumple un siglo este año de 2025. Es una historia demasiado conocida como para que le dedique mucho espacio en este recordatorio. Tras muchos proyectos desde principios del siglo XX por acercarse al macizo mediante línea de vía estrecha, en 1921 cuajó el proyecto del Duque de San Pedro de Galatino. Bordeaba el río Genil ascendiendo por su valle arriba. Primero hasta el cruce de Maitena, más tarde ampliado hasta el Charcón (1944). La idea también contemplaba un funicular para ascender a los Peñones de San Francisco. Que nunca llegó a cuajar.   

Un total de 24 kilómetros de trazado que una década después empezó a ser destruida porque estorbaba para el Embalse de Canales

Las dificultades económicas de la empresa promotora acabaron poniéndolo en mano del Estado en 1931. Y así permaneció aquel transporte un tanto romántico hasta que el año 1974, ya en manos de Ferrocarriles de Vía Estrecha, se decidió cerrarlo. Un total de 24 kilómetros de trazado que una década después empezó a ser destruida porque estorbaba para el Embalse de Canales.  

(Ver: La desconocida fábrica artesana de tranvías de Sierra Nevada)  

Hoy está integrada en el grupo Mahou-San Miguel. Es de imaginar que estarán preparando alguna sorpresa por éste su primer siglo de vida. Salud y larga vida

Empecé este año 2025 tomándome una cerveza Alhambra 1925. No es que esa birra cumpla un siglo, ya que fue creada por Miguel Hernáiz hace bastante menos. Pero al menos el envase es una réplica de las primeras botellas que sacó al mercado esta marca centenaria granadina. Ya es toda una proeza contar con empresas señeras que sigan vivas tanto tiempo.   

Este año 2025 celebrará Cervezas Alhambra su primer centenario. Hoy está integrada en el grupo Mahou-San Miguel. Es de imaginar que estarán preparando alguna sorpresa por éste su primer siglo de vida. Salud y larga vida.  

(Ver: El catalán y el vasco que vinieron a Granada a hacer la mejor cerveza de España)   

(Ver: ¿Una cervecita Alhambra Emperador 1526?)