Crónicas Sanitarias: Los maltratadores son hombres 'normales'; España es campeona en años, pero no en calidad de vida; entramos en fase de epidemia por la gripe; los recortes a la ayuda al desarrollo, más letales que la COVID y hasta 20 noticias

1. Amables, divertidos, comprometidos: los maltratadores son hombres 'normales'
Frente a la idea aún extendida de que existe un perfil más o menos concreto de hombre que ejerce violencia machista o de que es un arrebato o una enfermedad mental lo que está detrás de un asesinato, la evidencia muestra exactamente lo contrario.
“No hay perfil de maltratador ni lo habrá: son hombres normales. Simpáticos, cariñosos... seguimos transmitiendo la normalidad que define a esa persona como si fuera algo incompatible con la violencia de género cuando es lo contrario, totalmente compatible con la violencia de género”, resume el forense Miguel Lorente
Artículo en elDiario.es de Ana Requena.
Pueden ser amables, buenos compañeros de trabajo, amorosos, divertidos, comprometidos con esta causa o la otra, votar a un partido o a otro; ser jueces, albañiles, periodistas, médicos o repartidores: los agresores machistas son hombres 'normales' con todo tipo de cualidades, ocupaciones o ideología. Frente a la idea aún extendida de que existe un perfil más o menos concreto de hombre que ejerce violencia machista o de que es un arrebato o una enfermedad mental lo que está detrás de un asesinato, la evidencia muestra exactamente lo contrario.
“No hay perfil de maltratador ni lo habrá: son hombres normales. Simpáticos, cariñosos... seguimos transmitiendo la normalidad que define a esa persona como si fuera algo incompatible con la violencia de género cuando es lo contrario, totalmente compatible con la violencia de género”, resume el forense Miguel Lorente, que fue Delegado del Gobierno para la Violencia de Género y ha dedicado parte de su carrera a estudiar a los agresores machistas y a analizar los asesinatos.
Hace años, cuando comenzaba sus investigaciones al respecto, recuerda, era habitual que en medios de comunicación e incluso en juicios le preguntaran si un hombre “tenía” el perfil de maltratador. “Hasta que me cansé y un día dije sí, existe el perfil y tiene tres características: hombre, varón, de sexo masculino”, señala. Porque detrás de la violencia de género no hay un perfil concreto de personalidad o de nivel sociocultural, dice la psicóloga especializada en violencias machistas Olga Barroso, sino la interiorización, consciente o no, de un patrón de pensamiento, de una estructura emocional: la que asume que la posición de las mujeres en las relaciones afectivas está subordinada a los hombres.
Hace años, cuando comenzaba sus investigaciones al respecto, recuerda, era habitual que en medios de comunicación e incluso en juicios le preguntaran si un hombre “tenía” el perfil de maltratador. “Hasta que me cansé y un día dije sí, existe el perfil y tiene tres características: hombre, varón, de sexo masculino”
El último caso que ejemplifica de qué manera seguimos malinterpretando cómo funciona la violencia de género y quién la ejerce es el de Alpedrete: su alcalde, Juan Fernández Rodríguez, aseguraba que el hombre que había matado a su mujer de 50 puñaladas “la quería” y que había “sucumbido a la presión” de sus circunstancias personales. “No veo violencia de género”, remataba el alcalde, que aseguraba que en ese asesinato no había “odio”.
Olga Barroso, autora también de El amor no maltrata (Shackelton, 2024) recuerda que un maltratador es un hombre que solo suele mostrar su violencia con la mujer, “con lo cual lo que la mayoría de gente ve es un buen hombre... un buen hombre en el contexto en el que le ven”. “Eso no quita que agreda a una mujer. Esa es la idea que tenemos que romper: contigo o en ese contexto ese hombre se puede estar portando bien, pero eso no quita que no esté agrediendo a una mujer”. La causa de la violencia de género no es ninguna enfermedad ni el consumo de alcohol o sustancias. “La causa es relacionarte con tu pareja de una manera que busque su subordinación, eso es lo que lleva a que un hombre esté dispuesto a emitir violencia para conseguirlo. Puede que muchos hombres crean que no están ejerciendo violencia, pero lo hacen: insultar, pegar o matar es lo que se ve, pero el maltrato no es solo eso, es creer que en una relación la mujer orbita en relación a ti y estar dispuesto a emitir agresiones para conseguir situarla ahí”, explica Barroso.
Una distorsión en el enfoque
“No hace falta que tengas una intención de dominar para que llegues a hacerlo, sino que hayas asumido esa posición social. La cultura te pone ahí y tienes que hacer un esfuerzo por retirarte de esa posición”
La masculinidad se construye sobre esa idea de dominación. “No hace falta que tengas una intención de dominar para que llegues a hacerlo, sino que hayas asumido esa posición social. La cultura te pone ahí y tienes que hacer un esfuerzo por retirarte de esa posición”, señala Barroso. El consumo de sustancias o la presencia de trastornos psicológicos puede influir “en la forma de ejercer la violencia, pero no en ejercerla en sí”, añade Miguel Lorente. Es decir, las sustancias o la enfermedad pueden hacer que el maltratador se desinhiba y ejerza la violencia más frecuentemente o de forma más intensa, pero no es lo que hace que ese hombre decida ejercerla.
“No existe un tipo de violencia con tantos homicidios al año, ¿cómo es posible que no genere una concienciación directa? Porque tenemos un problema de distorsión a la hora de enfocar la violencia de género, porque funciona un estereotipo: que es un problema de determinados hombres, unos pocos monstruos o locos o borrachos, un problema marcado por el contexto de esos hombres y no por su voluntad de ejercerla”
“No existe un tipo de violencia con tantos homicidios al año, ¿cómo es posible que no genere una concienciación directa? Porque tenemos un problema de distorsión a la hora de enfocar la violencia de género, porque funciona un estereotipo: que es un problema de determinados hombres, unos pocos monstruos o locos o borrachos, un problema marcado por el contexto de esos hombres y no por su voluntad de ejercerla”, argumenta el forense, que insiste en que el objetivo de esta violencia es el control, el dominio y la imposición. La presencia de estas ideas, continúa, hace que en muchas ocasiones esta violencia solo se identifique cuando encaja con un estereotipo muy concreto.
La abogada especializada en violencia de género Sandra Burgos insiste en que esas ideas preconcebidas sobre quién puede ser un maltratador y cómo son las víctimas influye a la hora de pedir ayuda y de acceder a la justicia
La abogada especializada en violencia de género Sandra Burgos insiste en que esas ideas preconcebidas sobre quién puede ser un maltratador y cómo son las víctimas influye a la hora de pedir ayuda y de acceder a la justicia. “Ocurre que la víctima no se autoidentifica como tal, porque hay una normalización de la violencia y ellas se echan la culpa de lo que sucede. Y ocurre en el maltratador: me ha pasado recientemente en un caso con un acusado médico, exitoso, por todo el mundo daría la cara. La gente dice 'es imposible'. Si yo llevo un acusado con pintas, tatuado, que consume sustancias... eso predispone a la condena. Si llevas a un médico o a un ingeniero, a un hombre que habla bien, a no ser que lleves un parte de lesiones muy contundente sabes que tienes poco que hacer”. Burgos subraya que se ha encontrado con todo tipo de hombres acusados, “de todas las capas sociales, orígenes, formaciones”, e insiste en que el problema de fondo es un patriarcado transversal que inculca en los hombres la idea de control y sometimiento.
Ningún agresor maltrata todo el rato
Otro de los tópicos acerca de los hombres que ejercen violencia de género es el que los muestra como permanentemente agresivos. Lo explica Olga Barroso: “Un maltratador no siempre ejerce violencia, el patrón es una mezcla de un montón de conductas positivas, agradables y adecuadas con otros momentos en los que sí hay esas agresiones, sean del tipo que sean. Las agresiones no vienen en sí por hacerte daño, sino por colocarte en una posición, por lo que solo las van a emitir en ciertos momentos. Si no les hace falta porque, por ejemplo, la mujer ya está ahí no lo hacen. Por otro lado, también se comportan así para que su víctima se quede. Tienes que ser positivo y amable, portarte bien para luego sostener la violencia, y también porque ese hombre a veces está feliz, a gusto, o quiere cariño”. Esa mezcla de comportamientos hace que las mujeres que la sufren desarrollen una “disonancia cognitiva”, como la define Miguel Lorente.
Frente a la construcción del agresor como un hombre permanentemente violento, Miguel Lorente insiste en lo contrario: “No siempre están maltratando o agrediendo. Su objetivo es el control y ejercerá la violencia cuando necesite mantenerlo o recuperarlo”
Frente a la construcción del agresor como un hombre permanentemente violento, Miguel Lorente insiste en lo contrario: “No siempre están maltratando o agrediendo. Su objetivo es el control y ejercerá la violencia cuando necesite mantenerlo o recuperarlo”. El experto considera también que hay una normalización de la violencia de baja intensidad que hace que determinados comportamientos se pasen por alto socialmente y no se identifiquen como conductas intolerables, mientras que las mujeres sienten vergüenza o culpa por sufrirla y, aún más, por señalarla.
Algunos hombres, explica, “liberan más” sus conductas en ciertos entornos si se sienten impunes o creen que no serán delatados, otros “se protegen más” al ejercerla y evitan hacerlo si hay testigos. Esa protección es la que, a ojos de la mayoría, hará casi imposible que ese hombre 'normal' con el que han compartido buenos ratos sea, al mismo tiempo, un maltratador.
Asumir que un hombre con el que hemos establecido algún vínculo –amistoso, de compañerismo o activismo, familiar– es un maltratador puede ser complicado porque reta nuestra propia imagen, apunta Barroso, que anima, sin embargo, a que reconozcamos que eso puede suceder: “No habla mal de nosotros, no hay que sentirse mal, pero sí hay que reconocer que puede suceder, si no, dejamos a las víctimas solas frente al entorno”.
2. Más mayores y más achaques: España es campeona en años, pero no en calidad de vida
Enrique Alpañés lo escribe en El País.
Vivimos más, pero vivimos peor. España es uno de los países con mayor esperanza de vida de Europa, comparte podio con Italia y Suecia con 84 años. Sin embargo, las cosas cambian al centrarse en los países que viven más años con calidad de vida. Ahí España se desploma hasta el puesto nueve, superada por países como Suecia, Malta o Irlanda
Vivimos más, pero vivimos peor. España es uno de los países con mayor esperanza de vida de Europa, comparte podio con Italia y Suecia con 84 años. Sin embargo, las cosas cambian al centrarse en los países que viven más años con calidad de vida. Ahí España se desploma hasta el puesto nueve, superada por países como Suecia, Malta o Irlanda. La longevidad, en nuestro país, no se acompaña de salud. Esta es la principal conclusión de un estudio poblacional realizado por la Fundación BBVA en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).
Al llegar a los 65 años, un español tiene ante sí un panorama largo pero no muy alentador. Puede esperar vivir casi 22 años más, pero menos de la mitad serán de calidad: algo más de 10. En parte es ley de vida, pero es una ley relativa. La vejez es un proceso constante que puede erosionar poco a poco una vida, minando sus últimos años. Pero también puede ser una especie de colapso. Este es, según los expertos, el escenario ideal: vivir con calidad hasta el final, e irse apagando solo en los últimos meses. Y hay países que se acercan más a ese ideal. En Suecia, la esperanza de vida es menor que en España al llegar la jubilación (21 años) pero casi 14 de esos años se vivirán sin discapacidad. Viven algo menos, pero varios años mejor.
Este análisis también refleja diferencias claras respecto al género. Las mujeres en España viven más que los hombres. Pero sus 3,8 años extra transcurren con discapacidad, achaques o problemas de salud. “Si no tuviéramos esto en cuenta, la esperanza de vida de ambos géneros estaría prácticamente igual”, explica Ángel Sóller, Vicedecano de la Facultad de Economía de la Universidad de Valencia y autor principal del estudio.
Este análisis también refleja diferencias claras respecto al género. Las mujeres en España viven más que los hombres. Pero sus 3,8 años extra transcurren con discapacidad, achaques o problemas de salud
Plantea cuestiones demográficas y políticas, pero en el fondo, también morales, íntimas y hasta cierto punto desasosegantes. ¿Es mejor vivir menos y mejor o sobrevivir a cualquier precio? No se trata de una dicotomía, entiende Sóller, pues él aboga por vivir más y mejor. Y cree que se puede conseguir con un cambio en las políticas sociales. “Se deberían repensar las políticas para promocionar estilos de vida saludables, impulsar programas de envejecimiento activo y promocionar las redes de apoyo. Es muy importante formar parte de la sociedad activamente, ya sea a través de la política, de asociaciones, de fundaciones…”.
Dolors Majoral Puig, de 74 años, cumple todos esos puntos a la perfección. Una vez a la semana se reúne con la marea de pensionistas de Saint Boi de Llobregat, su pueblo. También con la asociación vecinal. Y con sus compañeras del movimiento feminista. Lleva haciéndolo desde que se implicara en la creación del mítico espacio Ca la Dona, en la Barcelona de los años setenta, y ahora ve con alegría cómo las nuevas generaciones toman el relevo. “Es muy enriquecedor, ese intercambio intergeneracional”, dice. “Hay gente de 20 años estupenda, estupenda, estupenda”. También colabora, siempre que puede, con la fundación Enllaç, que acompaña y apoya a los mayores LGTBIQ+. Tiene clases de aqua gym dos veces por semana. Y una mujer, un montón de sobrinos, sobrinos-nietos, familiares y amigos con los que queda a menudo. “La verdad es que no tengo tiempo para aburrirme”, comenta divertida.
“Hay que mantenerse activa, el sillón atrapa y es muy negativo”. Quizá no usan esas palabras, pero esa es la misma conclusión a la que han llegado cientos de estudios sobre longevidad y calidad de vida
Majorar también tiene achaques. Nota dolor de espalda muchas tardes al llegar a casa después de sus múltiples compromisos. Pero piensa seguir hasta que el cuerpo aguante. Y cree que esa insistencia en el seguir, esas ganas de aguantar, son parte de su secreto. “Hay que mantenerse activa, el sillón atrapa y es muy negativo”. Quizá no usan esas palabras, pero esa es la misma conclusión a la que han llegado cientos de estudios sobre longevidad y calidad de vida. Por ejemplo, un metaanálisis de 148 estudios con más de 300.000 personas, que encontró que las relaciones sociales se asociaron con un aumento de la esperanza de vida. Según los autores, el efecto es comparable con factores clásicos de riesgo, como fumar.
En la sociedad actual asumimos que nuestro cuerpo y nuestra mente se deteriorarán, que quizá muramos débiles, dependientes o solos. Paradójicamente, este resultado es una especie de éxito. Durante la mayor parte de la historia, los seres humanos no vivieron lo suficiente como para enfrentarse a la decrepitud. La ciencia y los avances sociales están empujando los años de esperanza de vida de forma constante. Algunos expertos en longevidad aseguran que nos hemos encontrado con una barrera biológica, pero de momento, en el campo de los estudios poblacionales, ese muro no aparece. “Vamos aumentando a ritmo de 0’2 años de esperanza de vida por cada año que pasa, con excepción del año de la pandemia”, explica Sóller. Este es un dato que refleja su estudio, que forma parte del programa de investigación en Socioeconomía que comparten FBBVA y el IVIE.
Por eso, últimamente tanto en la medicina como en la sociología y la política, se empieza a poner el foco en la calidad y no en la cantidad. No se persigue tanto una cifra a la que llegar, como si fuera una meta, una competición. Y se hace más hincapié en que el camino hacia esa meta, ese final, sea agradable. Al final la vida (y la muerte) no se pueden reducir a un número
Sin embargo, los achaques siguen apareciendo más o menos a la misma edad. No ha habido cambios significativos al respecto. Y eso puede tener consecuencias. “La gente vive más tiempo, pero no necesariamente más sano”. Este es el elocuente título de un estudio publicado en la revista científica Nature, en 2024, que avisaba de que la brecha entre esperanza de vida y esperanza de vida sana está aumentando. Las mayores diferencias se dieron en Europa, mientras que en África se veían aquellas menos fuertes. Las proyecciones para 2100 pronosticaban una ampliación continua de esta brecha en todas las regiones.
Por eso, últimamente tanto en la medicina como en la sociología y la política, se empieza a poner el foco en la calidad y no en la cantidad. No se persigue tanto una cifra a la que llegar, como si fuera una meta, una competición. Y se hace más hincapié en que el camino hacia esa meta, ese final, sea agradable. Al final la vida (y la muerte) no se pueden reducir a un número.
3. Primera muerte en el mundo de una persona infectada con el virus de la gripe aviar H5N5
Artículo en The Conversation de Raúl Rivas.
Las autoridades sanitarias de los Estados Unidos han confirmado la primera muerte humana registrada a causa del virus H5N5, un subtipo de la gripe aviar. El paciente fallecido era una persona adulta, con problemas de salud subyacentes, residente del condado de Grays Harbor, en el estado de Washington. El fallecido había estado hospitalizado desde principios de noviembre, después de desarrollar fiebre alta, confusión y problemas respiratorios.
La vía de transmisión más probable ha sido a través del contacto con una bandada mixta de aves de corral domésticas que poseía y atendía en el patio trasero de su vivienda. Estas aves de corral domésticas habían estado expuestas a aves silvestres
La vía de transmisión más probable ha sido a través del contacto con una bandada mixta de aves de corral domésticas que poseía y atendía en el patio trasero de su vivienda. Estas aves de corral domésticas habían estado expuestas a aves silvestres.
La gripe aviar es una enfermedad viral causada por virus de la influenza tipo A que circulan de manera natural en las aves acuáticas silvestres a nivel global. Estos virus tienen la capacidad de infectar a otras especies de aves y, con menos frecuencia, a mamíferos. Muchas veces resultan mortales para aves de corral, como pollos y pavos.
La gripe aviar altamente patógena
En los últimos años, los virus de la gripe o influenza aviar altamente patógena (IAAP) se han propagado a una escala sin precedentes, provocando una mortalidad masiva en aves y mamíferos.
En 2023, se detectó una incursión transatlántica de virus de la gripe aviar altamente patógena H5N5 desde Eurasia a Norteamérica, con una modificación genética (sustitución PB2-E627K) que les ayuda a adaptarse a los mamíferos. De hecho la variante que infectada a mapaches, zorrillos y otros mamíferos silvestres de Norteamérica, podría ser la misma que hacía enfermar a los gatos domésticos en Islandia, provocando letargo, pérdida de apetito, calambres y rigidez. Tres gatos (una hembra adulta y dos gatitos de 10 semanas) murieron en Islandia tras haber estado enfermos sólo unos días.
La cepa H5N5 responsable de la enfermedad en los gatos islandeses fue exactamente la misma que se encontró en aves silvestres y aves de corral en Islandia
La cepa H5N5 responsable de la enfermedad en los gatos islandeses fue exactamente la misma que se encontró en aves silvestres y aves de corral en Islandia.
Una paradita en Islandia, Groenlandia o Svalbard
No es casualidad: Islandia es un conocido lugar de escala para gaviotas y otras aves marinas infectadas con gripe aviar. De hecho, está implicada en la posible propagación de virus desde Europa a América del Norte, conectando las rutas migratorias americanas del Atlántico este y del Atlántico norte.
Groenlandia también podría desempeñar un papel similar en la propagación del virus de la gripe aviar, junto con Svalbard, un archipiélago noruego del alto Ártico. Es más, el primer caso documentado de muerte por el virus de la influenza aviar altamente patógena (HPAIV) subtipo H5N5 en una morsa del Atlántico (Odobenus rosmarus rosmarus) fue encontrado muerto en Svalbard en el año 2023.
Ese mismo año, en Noruega, se encontraron numerosas águilas de cola blanca (Haliaeetus albicilla) infectadas con el H5N5. Y al parecer, la región atlántica de Canadá es un importante punto de entrada a Norteamérica para los virus de la influenza aviar euroasiáticos
Ese mismo año, en Noruega, se encontraron numerosas águilas de cola blanca (Haliaeetus albicilla) infectadas con el H5N5. Y al parecer, la región atlántica de Canadá es un importante punto de entrada a Norteamérica para los virus de la influenza aviar euroasiáticos.
Por el aire y por el agua
Los virus de influenza tipo A pueden dividirse en diferentes subtipos dependiendo de los genes que constituyen las proteínas de superficie, la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N), que son las que el sistema inmune del individuo infectado reconoce como antígenos “extraños”.
Existen 18 subtipos de hemaglutinina y 11 subtipos de neuraminidasa diferentes, de H1 a H18 y de N1 a N11 respectivamente, por lo que potencialmente existen decenas de combinaciones del subtipo de influenza A, siendo H5N5 una de ellas.
La mayoría de los subtipos de virus influenza patógenos para los seres humanos se originan en aves, pero también en cerdos, que ofrecen un espacio ideal para que variantes de diversos orígenes se mezclen
Dentro de cada subtipo existe una considerable variabilidad, lo que repercute en la patogenicidad de la cepa. La mayoría de los subtipos de virus influenza patógenos para los seres humanos se originan en aves, pero también en cerdos, que ofrecen un espacio ideal para que variantes de diversos orígenes se mezclen (recombinación).
En las aves acuáticas, los virus de influenza A se replican y son eliminados del tracto digestivo, lo que permite la transmisión por el agua. En humanos, porcinos y otros modelos de mamíferos, los virus de la influenza se replican en el tracto respiratorio superior o inferior, lo que favorece la transmisión aérea.
La infección a humanos es excepcional
En circunstancias excepcionales, los virus de la gripe aviar pueden infectar a seres humanos y hacerles enfermar. La mayoría de los casos documentados en personas han ocurrido tras la exposición directa a animales infectados.
Hasta ahora casi todos los casos mortales en humanos habían sido causados por el linaje euroasiático H5N1. El caso estadounidense es el primero conocido en que el H5N5 causa la muerte de un humano
Hasta ahora casi todos los casos mortales en humanos habían sido causados por el linaje euroasiático H5N1. El caso estadounidense es el primero conocido en que el H5N5 causa la muerte de un humano.
A pesar de que existen informes que sugieren la capacidad de los subtipos H5 para infectar a los humanos, la propagación eficiente de estos virus es limitada entre las personas. Pero aunque el riesgo para la población general es bajo, es recomendable tomar medidas preventivas, como evitar el contacto directo con aves silvestres, aves de corral y otros animales enfermos o muertos, observándolos solo a distancia y no tocando superficies o materiales contaminados con su saliva, mucosidad o heces.
En caso de que sea inevitable el contacto cercano o directo con animales enfermos o muertos, es crucial utilizar el equipo de protección personal recomendado. Además, es prudente lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, y abstenerse de tocar y consumir leche cruda y productos lácteos crudos, especialmente aquellos provenientes de animales con una infección confirmada o sospechada, o que se encuentren en áreas con animales infectados.
La vacuna contra la gripe estacional no protege contra la gripe aviar, pero se recomienda su administración para reducir el riesgo de que una persona de infecte de ambas a la vez, porque podría aumentar la posibilidad de que surja un virus de la gripe aviar con mayor capacidad de transmisión entre humanos.
4. España entra en fase de epidemia por la gripe: siete claves de un virus que llega antes y con mutaciones
Artículo de Oriol Güell en El País.
El virus ha llegado antes de lo habitual y los análisis genéticos revelan que es distinto al que circuló en inviernos anteriores, por lo que encontrará una población menos inmunizada
España y toda Europa se enfrentan a una temporada de gripe atípica que ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias. El virus ha llegado antes de lo habitual y los análisis genéticos revelan que es distinto al que circuló en inviernos anteriores, por lo que encontrará una población menos inmunizada.
España ha entrado en fase de epidemia, según el último informe publicado por el Instituto de Salud Carlos III. La tasa de síndrome gripal —diagnosticos hechos en las consultas, aunque no siempre con confirmación virológica— asciende a los 40,1 casos por 100.000 habitantes en comparación a los 35,2 de la semana pasada. Es la primera vez en esta temporada que se superan los 37 casos estabecidos como el umbral de la fase epidémica y las previsiones son que siga creciendo con fuerza. La estimación de la incidencia total de la gripe —indicador que se calcula teniendo en cuanta otras variables— se ha disparado hasta los 112,2 casos por 100.000 habitantes respecto a los 80,5 de la semana pasada.
El rápido crecimiento de la circulación y los cambios en el virus hacen temer que la oleada de este año pueda ser más importante que las previas
El rápido crecimiento de la circulación y los cambios en el virus hacen temer que la oleada de este año pueda ser más importante que las previas. El Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC, la agencia de salud pública de la UE) ha instado a los países a acelerar las campañas de vacunación y preparar los sistemas sanitarios para un posible aumento de las hospitalizaciones.
La epidemia de la gripe del pasado invierno fue de “menor gravedad” que la previa, sostiene un informe del Ministerio de Sanidad. A pesar de ello, provocó 1.825 muertes y más de 33.000 hospitalizaciones, según un estudio de investigadores españoles publicado en la revista Influenza and Other Respiratory Viruses.
Las que siguen son las siete claves de una temporada que ya ha empezado a golpear a la mayor parte de España.
A. Un virus madrugador
“Las detecciones de gripe han aumentado de forma inusualmente temprana en los países de la Unión Europea […]. El adelanto es de tres a cuatro semanas”. Así empieza un informe de riesgo publicado por el ECDC que alerta de algo que ya pudo verse en Japón. El país asiático detectó en agosto un incremento de casos y declaró el inicio oficial de la temporada de gripe en septiembre, el segundo más temprano en dos décadas.
Entre otras comunidades, el País Vasco también trató de adaptarse a la nueva situación e instaló en octubre un vacunódromo en Bilbao para acelerar la campaña tras detectar un incremento de hospitalizaciones en Bizkaia
“La gripe en el hemisferio norte suele empezar en Asia y se extiende hacia Europa, así que tratamos de anticiparnos. Adelantamos, por ejemplo, la vacunación de los niños [un grupo con un papel relevante en la propagación del virus] a la tercera semana de septiembre en lugar de a mediados de octubre”, explica el secretario de Salud Pública de la Generalitat de Cataluña, Esteve Fernández.
Entre otras comunidades, el País Vasco también trató de adaptarse a la nueva situación e instaló en octubre un vacunódromo en Bilbao para acelerar la campaña tras detectar un incremento de hospitalizaciones en Bizkaia.
B. Un virus diferente
Dos subtipos de virus de la gripe A han estado detrás de las oleadas de los últimos años, el H1N1 y el H3N2. Las letras hacen referencia a dos proteínas de la superficie del patógeno y los números a sus variantes. “Los cambios este año son dos. El primero es que llevábamos un par de temporadas con una menor presencia del H3N2 y ahora es el dominante. El segundo es que, además, este virus ha desarrollado varias mutaciones hasta configurar un nuevo subclado, el K”, detalla el microbiólogo Diego García Martínez de Artola, portavoz de Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
No hay datos publicados sobre su presencia en España
Según el informe de riesgo del ECDC, prácticamente la mitad de las pruebas genéticas del virus de la gripe volcados desde Europa en GISAID —una gigantesca base de datos con los resultados de secuenciaciones— es del subclado K. No hay datos publicados sobre su presencia en España.
C. ¿Es la nueva forma del virus más grave?
Es algo que se está investigando y sobre lo que no hay conclusiones claras. Pero aunque no lo fuera y el riesgo individual de desarrollar un cuadro grave no sea mayor, la irrupción de un virus distinto sí suele provocar oleadas más grandes —con más infectados, aunque sean leves— e intensas, y también puede explicar por qué ha llegado antes.
El ECDC ha alertado de que “aunque el riesgo individual de enfermedad grave pueda ser similar al de años anteriores, una epidemia más grande, impulsada por una menor inmunidad frente a la infección, puede causar un mayor número absoluto de hospitalizaciones”
“Si el virus H3N2 ha circulado menos en los últimos años, la población ha tenido menos contacto con él y, por tanto, ha perdido inmunidad natural. Si, además, ha sufrido mutaciones, los anticuerpos lo reconocerán peor”, destaca Gregorio Montes Salas, secretario general de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS).
El ECDC ha alertado de que “aunque el riesgo individual de enfermedad grave pueda ser similar al de años anteriores, una epidemia más grande, impulsada por una menor inmunidad frente a la infección, puede causar un mayor número absoluto de hospitalizaciones”.
D. ¿Escapa a las vacunas?
Al igual que con la inmunidad natural, la lograda con las vacunas será previsiblemente algo menos efectiva ante una nueva forma del virus. Así lo han apuntado las primeras investigaciones hechas en hurones avanzadas por el ECDC. En este punto, hay que tener en cuenta que las vacunas que se administran hoy han sido producidas basándose en los virus circulantes hace unos meses en el hemisferio sur, antes de la irrupción del subclado K.
Puede haber más casos, pero en general serán más leves”, sostiene García Martínez de Artola
Los expertos, sin embargo, insisten en que las vacunas siguen protegiendo en lo más importante. “Si tenemos una mayor inmunidad, evitaremos más contagios. Pero, incluso si esta es algo menor, desarrollaremos menos casos graves, y habrá menos hospitalizaciones y muertes. Puede haber más casos, pero en general serán más leves”, sostiene García Martínez de Artola.
E. ¿Cuándo empezó en España?
Aunque hay ligeras diferencias entre comunidades, en Cataluña el cambio de tendencia se notó a finales de octubre. “Fue en la semana 43 [del 20 al 26 de ese mes], cuando el año pasado el primer cambio no se notó hasta la 45 y los casos empezaron a subir con fuerza en la 48. Ahora estamos en la semana 47 y ya van cuatro semanas de ascenso”, explica Esteve Fernández. El País Vasco también notó por esas fechas un incremento de las hospitalizaciones.
Y las hospitalizaciones siguen subiendo y ya están en 2,6 casos por 100.000 habitantes
En el último informe disponible del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SIVIRA). Además de los diagnósticos por sindrome gripal y la estimación de la tasa de incidencia, también sube con fuerza la positividad —porcentaje de pruebas a pacientes con síntomas compatibles que dan finalmente positivo— que es del 21,6%, cinco puntos más que la semana pasada. Y las hospitalizaciones siguen subiendo y ya están en 2,6 casos por 100.000 habitantes.
F. ¿Qué recomiendan las autoridades?
El mensaje es unánime: las personas que forman parte de los grupos de riesgo que todavía no lo hayan hecho, que corran a vacunarse. La mayoría de comunidades han tomado medidas para facilitarlo. La vacuna de la gripe está recomendada en todas las personas mayores de 60 años, embarazadas, niños a partir de seis meses y hasta cinco años (más en algunas comunidades), y pacientes de algunas enfermedades. También para los trabajadores sanitarios, un grupo en el que solo el 39,5% se vacunó el año pasado. Los primeros datos ofrecidos por las comunidades, aún provisionales, apuntan este año a una mejora de las coberturas en todos los grupos.
El incremento de contagios ha llevado, además, a Galicia y Aragón a plantear la recomendación y obligatoriedad, respectivamente, de llevar mascarillas en los centros sanitarios, incluso cuando no se tienen síntomas
El incremento de contagios ha llevado, además, a Galicia y Aragón a plantear la recomendación y obligatoriedad, respectivamente, de llevar mascarillas en los centros sanitarios, incluso cuando no se tienen síntomas.
G. ¿Cuándo se alcanzará el pico?
El pico de la gripe suele producirse habitualmente en España a finales de enero o principios de febrero. Todas las previsiones apuntan a que este año va a adelantarse y se alcanzará —la semana puede no ser la misma según la comunidad— en algún momento entre mediados de diciembre y principios de enero. Cataluña lo espera entre la segunda y la tercera semana de diciembre. Fuentes consultadas en otras comunidades, en cambio, temen que sea un poco más tarde, en plenas fiestas de Navidad, lo que podría dar un último impulso a las cifras de contagios.
5. Una nueva proyección indica que los recortes a la ayuda al desarrollo podrían ser más letales que la COVID: 22 millones hasta 2030
Artículo en El País de Ana Fuentes.
Los cálculos son cada vez más alarmantes. Un nuevo estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha cuantificado que 22,6 millones de personas ―casi la mitad de España― morirán de aquí a 2030 si se mantiene la brusca disminución de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), es decir, de las subvenciones y préstamos que hacen países, ONG internacionales e instituciones multilaterales
Los cálculos son cada vez más alarmantes. Un nuevo estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha cuantificado que 22,6 millones de personas ―casi la mitad de España― morirán de aquí a 2030 si se mantiene la brusca disminución de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), es decir, de las subvenciones y préstamos que hacen países, ONG internacionales e instituciones multilaterales al sector oficial de países de ingresos bajos y medios o en situaciones de crisis. Si el pronóstico se cumple, la letalidad será mayor que la de la pandemia de covid 19. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 2020 y 2021, hubo 14,9 millones de muertes adicionales en todo el mundo.
Aunque en los últimos meses se han hecho varios cómputos del letal efecto del desmantelamiento de la agencia de cooperación estadounidense USAID, esta es la primera vez que un grupo de investigadores calcula cuántas vidas salvaron los distintos financiadores como USAID, el Fondo Mundial o los Estados en los últimos 20 años y cuánto se perdería en un escenario “grave” de recortes y en uno algo más “moderado”.
Davide Rasella, investigador del ISGlobal y principal autor del estudio, explica que la simulación moderada “es el escenario más probable”. Este contempla los recortes de 2025 más una reducción anual de fondos del 10,6% entre 2026 y 2030. Esto producirá 9,4 millones de muertes, el equivalente a arrasar con todo Londres. “Aunque una reducción anual del 10% no parezca demasiado, hablamos de cifras enormes [de muertes]”, asegura Rasella en entrevista por vídeollamada con EL PAÍS.
El escenario de recortes graves, que contempla la reducción abrupta de fondos en 2025 y una disminución “sustancial” anual entre 2026 y 2030, produciría 22,6 millones de muertes evitables, de la cuales, 5,4 millones corresponderían a menores de cinco años. “Simulamos este escenario porque estamos en una policrisis y porque queremos mostrar qué pasa cuando hay un desmantelamiento repentino”, agrega el epidemiólogo y doctor en Salud Pública.
El estudio busca dimensionar el impacto del desmantelamiento de USAID ordenado por Donald Trump en enero y los recortes anunciados por países como Reino Unido, Alemania, Francia, Países Bajos y Bélgica de la cooperación para redirigir los recursos a gastos militares y otros sectores
El estudio busca dimensionar el impacto del desmantelamiento de USAID ordenado por Donald Trump en enero y los recortes anunciados por países como Reino Unido, Alemania, Francia, Países Bajos y Bélgica de la cooperación para redirigir los recursos a gastos militares y otros sectores.
Para calcular el impacto en mortalidad en el futuro, ISGlobal midió primero los beneficios de la ayuda en el pasado. Para eso, los investigadores analizaron cuántas vidas se habían salvado entre 2002 y 2021 por las aportaciones de la AOD. Con esos datos, proyectaron cuántas vidas se seguirían salvando hasta 2030 si la financiación se mantenía sin alteraciones. Y, después, calcularon qué pasaría si se reducía la AOD en distintos porcentajes: de ahí sale el número de muertes adicionales.
ISGlobal no solo tuvo en cuenta los recortes en programas de salud global, sino, en general, en los sectores de ayuda humanitaria, servicios sociales e infraestructura. “Creemos firmemente que la educación, el apoyo alimentario o el saneamiento forman parte del gran impacto de la AOD”, argumenta Rasella.
El organismo internacional busca recaudar 18.000 millones de dólares para el ciclo de financiación 2027-2029. Sin embargo, la ya anunciada reducción de aportaciones de Reino Unido y Alemania y el silencio de EE UU hacen temer que la meta no se alcance
ISGlobal, con financiación de la Fundación Rockefeller, analiza el impacto de los recortes en varios países. “En Mozambique”, cita Rasella, “se está produciendo una especie de colapso en varias áreas del sistema sanitario”. Caterina Monti, coautora del estudio, relata, también en vídeollamada, lo que vio en Somalia a principios de año. “USAID patrocinaba en Somalia un programa de vigilancia comunitaria que detectaba enfermedades con potencial epidémico e informaba a las autoridades sanitarias regionales. Eso ya no existe y no veremos las consecuencias hasta que no se declare la próxima epidemia”, cuenta.
El estudio se publica en vísperas de la reposición de recursos del Fondo Mundial para la lucha contra el VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria. El organismo internacional busca recaudar 18.000 millones de dólares para el ciclo de financiación 2027-2029. Sin embargo, la ya anunciada reducción de aportaciones de Reino Unido y Alemania y el silencio de EE UU hacen temer que la meta no se alcance.
Aunque el desmantelamiento de USAID ―y el fin del 83% de sus programas― ordenado por Donald Trump marcó el pistoletazo de los bruscos recortes a la ayuda al desarrollo durante 2025, también es cierto que la disminución de recursos comenzó hace cinco años
Aunque el desmantelamiento de USAID ―y el fin del 83% de sus programas― ordenado por Donald Trump marcó el pistoletazo de los bruscos recortes a la ayuda al desarrollo durante 2025, también es cierto que la disminución de recursos comenzó hace cinco años. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre 2021 y 2022, las subvenciones a las regiones en desarrollo disminuyeron un 8%, mientras que los préstamos aumentaron un 11%.
Ahora, en 2025, y por primera vez en 30 años, EE UU, Francia, Alemania y Reino Unido ―los países que lideraban en aportaciones a la AOD― recortarán simultáneamente sus ayudas durante dos años consecutivos. Se calcula que la financiación total de la AOD en 2025 se reducirá en un 21% con respecto a 2023.
Los investigadores calcularon que, entre 2002 y 2021, los mayores niveles de financiación de la AOD se asociaban a una reducción del 23% en la mortalidad general y de un 39% en la mortalidad infantil en 93 países de ingresos bajos y medios. Estas inversiones, además, redujeron la mortalidad por VIH en un 70%, por malaria en un 56% y por deficiencias nutricionales en un 56%. También, concluye el estudio, hubo reducciones significativas en la mortalidad por tuberculosis, enfermedades diarreicas, enfermedades respiratorias y causas maternas y perinatales.
Ese progreso es lo que está en riesgo. El estudio advierte de que no solo las consecuencias humanitarias serán, probablemente, “devastadoras”, sino que “las consecuencias a medio y largo plazo para la salud pública, el desarrollo económico y la estabilidad social podrían ser aún más trascendentales”
Ese progreso es lo que está en riesgo. El estudio advierte de que no solo las consecuencias humanitarias serán, probablemente, “devastadoras”, sino que “las consecuencias a medio y largo plazo para la salud pública, el desarrollo económico y la estabilidad social podrían ser aún más trascendentales”.
La AOD, destacan los investigadores, no solo ha servido para atender crisis y desigualdades en los países, sino para fortalecer y mantener los sistemas de salud para que estén en capacidad de controlar y erradicar enfermedades y de enfrentar brotes y epidemias. Monti explica que retirar la financiación en este caso implica “eliminar una o más partes del rompecabezas” del sistema y que las verdaderas consecuencias se verán a largo plazo.
Los investigadores de ISGlobal hacen un llamamiento a los donantes a no retirar la financiación de forma abrupta. “No hubo una estrategia de transición y hay que pensar cómo hacerlo de forma más compatible y respetuosa para no perjudicar a la población”, valora Rasella y advierte que los cambios en la AOD deben contemplar la situación actual en los países receptores. “La mayoría gasta más en saldar sus deudas que en educación y sanidad”, recuerda, “si no hacemos esto con cuidado, se producirá una enorme mortalidad evitable”.
6. El doctor español Manel Esteller: "Si hacemos las cosas bien, dentro de 100 años veremos personas de 110, 120 ó 130 años"
El médico Manel Esteller es una autoridad mundial en epigenética, y nos cuenta cómo de longevos seremos en el futuro. "Si en el futuro tenemos condiciones climáticas, económicas y alimentarias correctas, veremos personas de 110, 120 ó 130 años".
Si hay alguien que sabe de longevidad en España y en el mundo, ese es el médico español Manel Esteller. El doctor, jefe del Grupo de Epigenética del Cáncer del Instituto Josep Carreras, es también catedrático de Genética por la Universidad de Barcelona y una eminencia mundial en epigenética, envejecimiento y cáncer
Artículo de Roberto Cabezas en Men’s Health.
Si hay alguien que sabe de longevidad en España y en el mundo, ese es el médico español Manel Esteller. El doctor, jefe del Grupo de Epigenética del Cáncer del Instituto Josep Carreras, es también catedrático de Genética por la Universidad de Barcelona y una eminencia mundial en epigenética, envejecimiento y cáncer.
Y atención a esto que contaba en una interesante entrevista en 2024 para la Cadena Ser: "Si mantenemos condiciones climáticas, económicas y alimentarias adecuadas, dentro de 100 años veremos a personas de 110, 120 o 130 años con toda seguridad".
Pero... ¿qué condiciones serían esas? Esteller lo explicaba así: "Si conseguimos respetar y mantener el planeta en condiciones saludables y con los avances médicos que habrá, tendremos unos elementos tecnológicos importantes y presentes en nuestros cuerpos. No seremos tan humanos en el sentido biológico del término; con total seguridad tendremos varios repuestos en nuestros órganos y tendremos una realidad muy distinta. Pero claro, estamos hablando hipotéticamente, del año 2124...".
Por cada 100.000 habitantes, Okinawa tiene 68 que superan los 100 años. Y, curiosamente, un aspecto que ha llamado mucho la atención de los científicos es que los hidratos de carbono y, en concreto, el boniato, están muy presentes en su dieta y las proteínas no tanto
En la actualidad para medir la longevidad se tiene en cuenta la esperanza de vida media humana, que se siúa en los 77 años para 2054, y las conocidas como "zonas azules", esos lugares donde la gente vive más tiempo y con mejor salud. Como, por ejemplo, Okinawa, en Japón.
Por cada 100.000 habitantes, Okinawa tiene 68 que superan los 100 años. Y, curiosamente, un aspecto que ha llamado mucho la atención de los científicos es que los hidratos de carbono y, en concreto, el boniato, están muy presentes en su dieta y las proteínas no tanto.
7. Fernando Simón en Zaragoza: "Si no entendemos que el cambio climático amenaza la salud de las personas, mal vamos a ir"
El epidemiólogo zaragozano fue cooperante de Medicus Mundi en África durante los años noventa. En el 50 aniversario de la ONG aragonesa, recuerda su etapa como médico voluntario y reflexiona sobre la pandemia.
Entrevista de Israel Salvador en El Periódico de Aragón.
"Recuerdo la falta de recursos y la necesidad de ser muy buenos en el trabajo. Había que lograr el máximo impacto con los medios disponibles. Desde el punto de vista profesional, fue una gran escuela: enfermedades infecciosas, salud pública… Era un ámbito donde el impacto del trabajo se veía con claridad"
Cuando llegó a África en los años 90 como voluntario de Medicus Mundi había países sumidos en guerras civiles y graves problemas. ¿Qué recuerda de aquella experiencia y de cómo se vive la medicina en medio del conflicto?
Recuerdo la falta de recursos y la necesidad de ser muy buenos en el trabajo. Había que lograr el máximo impacto con los medios disponibles. Desde el punto de vista profesional, fue una gran escuela: enfermedades infecciosas, salud pública… Era un ámbito donde el impacto del trabajo se veía con claridad.
Conoció la cooperación sobre el terreno. ¿Los médicos jóvenes conservan ese mismo espíritu?
Creo que, igual que entonces, hay de todo. Me relaciono con muchos médicos jóvenes porque en la unidad donde trabajo vienen a hacer rotaciones. Algunos están muy comprometidos, otros un poco menos, pero todos tienen su forma de entender el mundo. Ves gente con una visión amplia y solidaria, que entiende la interrelación entre poblaciones y países; y ves también quienes se centran más en su día a día. No creo que haya grandes diferencias con respecto a mi época, solo formas distintas de expresarse y de relacionarse. Probablemente la sociedad también ha cambiado, y no se pueden abordar los problemas del mismo modo, pero el compromiso, en el fondo, sigue siendo el mismo.
La salud global es hoy un concepto muy presente tras la pandemia. ¿Cómo cambió al mundo?
"La movilidad de personas y productos han generado nuevos riesgos. Hemos sido eficaces para dar de comer al mundo, de vestirlo, de que la gente tenga un teléfono móvil... pero hemos sido muy poco eficientes y hemos generado una cantidad de residuos que está provocando un cambio climático que nos está comiendo la tostada"
Radicalmente. Somos 9.000 millones de habitantes, frente a los 6.500 millones de 1950. La movilidad de personas y productos han generado nuevos riesgos. Hemos sido eficaces para dar de comer al mundo, de vestirlo, de que la gente tenga un teléfono móvil... pero hemos sido muy poco eficientes y hemos generado una cantidad de residuos que está provocando un cambio climático que nos está comiendo la tostada.
¿Se es consciente de verdad de que el cambio climático está ahí?
Nos amenaza constantemente, ya no solo desde el punto de vista de la biodiversidad, del acceso a recursos, sino de la salud. El cambio climático ahora mismo es una de las mayores amenazas para la salud de las personas. Tenemos que aceptarlo de alguna forma. Es real, y si no lo entendemos, mal vamos a ir.
Hay gente que no cree en que sea algo tan relevante y grave.
El problema es que muchos de los que tenemos capacidad de decisión actualmente fuimos formados en los años 70 y 80 y no lo tenemos tan incorporado a nuestro modus vivendi como los jóvenes, que son quienes nos tienen que enseñar y liderar. Nos deben hacer entender que está ahí y cómo afrontarlo. Nosotros podemos ayudar desde nuestra experiencia, pero desde luego tenemos que entender que el cambio ha sido muy grande y muy rápido. Y eso no facilita que las personas que tenemos ya unos cuantos años de experiencia nos adaptemos tan fácilmente a este nuevo mundo.
¿Qué se le puede decir a quien no cree en el cambio climático? ¿Cuál debe ser el mensaje?
"Existen tres grupos: los que valoran la evidencia científica, los que simplemente no piensan en ello y los que creen en dogmas. Contra los dogmas es muy difícil actuar"
Decir, decir, poco. Existen tres grupos: los que valoran la evidencia científica, los que simplemente no piensan en ello y los que creen en dogmas. Contra los dogmas es muy difícil actuar.
¿Y qué se debe hacer?
Nuestra opción es informar a quienes no se lo plantean, a quienes pueden cambiar de opinión con buena información. Los negacionistas solo cambiarán cuando vean el impacto en sus propias carnes. Si no, es muy difícil cambiar las creencias. La información rigurosa y bien interpretada debe estar siempre disponible para todos. Es la única vía posible. Ahí tenemos que trabajar todos.
La pandemia provocada por la COVID-19 parece cosa del pasado. ¿Cómo ve desde la distancia aquellos días de incertidumbre y presión mediática?
"La parte mediática era un pedacito pequeño de todo aquello. Teníamos muchas responsabilidades y poco margen para detenernos en lo demás. No tenía tiempo para preocuparme por ello porque teníamos cosas muy importantes que accionar, los equipos que tuvimos que gestionar, todos los expertos con los que había que hablar y discutir, todo el trabajo que había que hacer"
Con la distancia actual, lo veo distinto. Entonces no tenía tiempo para pensar en la presión mediática: trabajábamos 16 horas al día todos los días. La parte mediática era un pedacito pequeño de todo aquello. Teníamos muchas responsabilidades y poco margen para detenernos en lo demás. No tenía tiempo para preocuparme por ello porque teníamos cosas muy importantes que accionar, los equipos que tuvimos que gestionar, todos los expertos con los que había que hablar y discutir, todo el trabajo que había que hacer. Con la perspectiva que da el paso del tiempo, veo que la presión formaba parte de todo.
¿España está preparada para afrontar otro desafío sanitario?
Completamente preparados no lo estaremos nunca, pero sí estamos mejor. Ahora contamos con profesionales con experiencia y se han desarrollado muchas acciones a nivel autonómico, nacional, europeo y global. Eso no significa que no vuelva a ocurrir, pero el objetivo es que el impacto sea menor. Y aunque lo fuera, la percepción del riesgo debe seguir siendo la misma: siete millones de muertos son inaceptables, y tres millones también lo serían dentro de diez años. Los sistemas no son infalibles, pueden ser muy buenos, pero infalibles no.
¿Se puede llegar a repetir?
Es algo posible, pero espero que no fuese con el mismo impacto. Si se diese, el objetivo sería precisamente ese, que sea menor. Lo que sí debemos tener claro es que la percepción del riesgo para la población debería ser la misma.
En estos momentos siguen vigentes restricciones en las granjas por los brotes de gripe aviar. ¿Hasta cuándo cree que se mantendrá la alerta y qué factores determinarán que pueda darse por superada esta situación?
"Se han incrementado las restricciones en los últimos días porque ha habido un aumento de la transmisión desde las aves silvestres, a través de sus secreciones y excrementos. El problema es que ya se ha detectado el virus en algunos mamíferos, lo que implica un riesgo añadido"
Se han incrementado las restricciones en los últimos días porque ha habido un aumento de la transmisión desde las aves silvestres, a través de sus secreciones y excrementos. El problema es que ya se ha detectado el virus en algunos mamíferos, lo que implica un riesgo añadido.
¿Es una enfermedad que puede llegar a ser peligrosa para los seres humanos?
Desde 1997 no se ha confirmado una transmisión sostenida entre humanos. Ahora el objetivo es proteger nuestras explotaciones y reducir el riesgo de contagio a los trabajadores, aunque no se tiene ninguna evidencia de que ese virus pueda transmitirse a la población. Que el virus aparezca en una explotación ganadera implica tener que sacrificar prácticamente a todas las aves, y eso es una pérdida enorme. Además, hay que reducir el riesgo de que estas aves se infecten y que puedan llegar a contagiar a los seres humanos. Lo lógico es que las restricciones se mantengan mientras se sigan detectando casos en aves silvestres.
Si pudiera enviar un mensaje a los cooperantes que hoy trabajan en nombre de Medicus Mundi Aragón, ¿qué les diría desde su experiencia de médico, voluntario y epidemiólogo?
Que merece la pena. Continuad, porque merece la pena. Es un trabajo duro, con muchos sinsabores y situaciones difíciles, pero es gratificante y muy útil. No hay que desfallecer en algo que demuestra, más que nada, que los seres humanos somos humanos.
8. ¿Por qué las mujeres viven más que los hombres? Los secretos de la longevidad femenina
Se sabe que, de forma general, las mujeres viven más años, pero solo una pequeña parte de esta diferencia puede explicarse por causas biológicas.
Es algo que seguramente has experimentado en tu propia familia. En todo el mundo, las mujeres viven más años que los hombres. Este fenómeno se ha mantenido a lo largo de la historia y lo corroboran tanto las estadísticas demográficas como los estudios científicos
Darío Pescador en elDiario.es.
Es algo que seguramente has experimentado en tu propia familia. En todo el mundo, las mujeres viven más años que los hombres. Este fenómeno se ha mantenido a lo largo de la historia y lo corroboran tanto las estadísticas demográficas como los estudios científicos.
En España, según datos del INE, la esperanza de vida al nacer ha aumentado notablemente entre 2003 y 2023, pero no igual para todo el mundo. La de los hombres ha pasado de 76,4 a 81,1 años y la de las mujeres de 83,0 a 86,3 años. Esto quiere decir que hay una brecha de género de 5,5 años, no muy lejos de los 5,3 de la media de la UE. Además, esta brecha se ha mantenido más o menos constante, incluso a medida que aumentaba la esperanza de vida en general.
¿Por qué viven más tiempo las mujeres? La diferencia en la longevidad entre los sexos es compleja, y depende de factores biológicos, genéticos, sociales y económicos. Si bien las mujeres suelen vivir más que los hombres, la forma en que envejecen revela mucho sobre la salud humana y nuestra sociedad. De hecho, es probable que en el futuro esta diferencia se reduzca o incluso desaparezca, sobre todo debido al descenso de la mortalidad debida a enfermedades cardiovasculares entre los hombres, como indican los datos de la OMS.
Pero los estudios de población de todo el mundo muestran que, para prácticamente todas las edades y causas principales de muerte, las tasas de mortalidad masculina superan a las de las mujeres
Pero los estudios de población de todo el mundo muestran que, para prácticamente todas las edades y causas principales de muerte, las tasas de mortalidad masculina superan a las de las mujeres. En la mayoría de los países desarrollados esto se traduce en una diferencia de longevidad de entre cuatro y siete años a favor de las mujeres.
Curiosamente, esta diferencia de longevidad no se debe a que las mujeres envejezcan más lentamente. Hay investigaciones que muestran que las mujeres tienen mayores índices de enfermedades físicas y discapacidades en la vejez. La doctora Ainhoa Esteve Arríen, especialista en geriatría, afirma que “las mujeres viven más, pero con peor salud”. Según la geriatra, “las mujeres que ahora tienen 80 y 90 viven más tiempo porque no han estado expuestas al tabaco y al alcohol como los varones de su edad, pero han tenido menos acceso a la educación, cosa que está relacionada con un peor estado de salud, menor nivel socioeconómico y trabajos que tenían más carga física, como por ejemplo limpiar, lo que las expone a más artrosis y mayor discapacidad”.
Entre los centenarios la ventaja femenina se hace aún más evidente. A nivel mundial, las mujeres constituyen entre el 85% y el 90% de los centenarios. Pero en determinadas poblaciones excepcionales, como las de algunas zonas de Italia y Cerdeña, esta proporción se reduce, lo que sugiere la posible influencia de factores genéticos y ambientale
Entre los centenarios la ventaja femenina se hace aún más evidente. A nivel mundial, las mujeres constituyen entre el 85% y el 90% de los centenarios. Pero en determinadas poblaciones excepcionales, como las de algunas zonas de Italia y Cerdeña, esta proporción se reduce, lo que sugiere la posible influencia de factores genéticos y ambientales. Aunque los supercentenarios, personas de 110 años o más, son casi en su totalidad mujeres.
La longevidad no es tan hereditaria como se piensa
Según el investigador Eloy Santos Pujol, del Instituto Josep Carreras, “a lo largo de la vida, la genética dice muy poco acerca de la longevidad de una persona. El porcentaje que explicaría la genética, que se conoce como heredabilidad, sería bastante bajo hasta los 100 años. El envejecimiento en sí, si es saludable o no, depende muchísimo de los hábitos de cada uno”.
Branyas se convirtió en la persona viva más longeva del mundo en 2023 y falleció en 2024 con 117 años
Eloy Santos Pujol es el autor principal de un estudio muy reciente basado en el análisis del ADN de María Branyas, una supercentenaria hispanoestadounidense, nacida en 1907, que vivió gran parte de su vida en Catalunya. Branyas se convirtió en la persona viva más longeva del mundo en 2023 y falleció en 2024 con 117 años.
El análisis genético de Branyas muestra que tenía una función inmune, cardiovascular y cerebral de una persona mucho más joven. Además, sus relojes epigenéticos iban más lentos. Esto quiere decir que, a medida que envejecemos hay genes que se 'apagan' y dejan de cumplir su función por un proceso llamado metilación, pero en el caso de Branyas, este proceso ocurría más lentamente
El análisis genético de Branyas muestra que tenía una función inmune, cardiovascular y cerebral de una persona mucho más joven. Además, sus relojes epigenéticos iban más lentos. Esto quiere decir que, a medida que envejecemos hay genes que se 'apagan' y dejan de cumplir su función por un proceso llamado metilación, pero en el caso de Branyas, este proceso ocurría más lentamente.
Otro de los factores importantes que pueden explicar la longevidad en las mujeres son las hormonas, en concreto los estrógenos. Se ha visto que estas hormonas sexuales tienen un papel protector de la salud cardiovascular, refuerzan las defensas antioxidantes del propio organismo y mantiene en funcionamiento a los genes asociados a la longevidad.
Estos efectos no solo se han registrado en ratones de laboratorio, sino que se han podido comprobar en mujeres que reciben terapia hormonal para la menopausia, que presentan menores tasas de mortalidad y un aumento de la esperanza de vida de hasta dos años adicionales en comparación con las que no la utilizan, con estimaciones de hasta dos años adicionales de vida después de una década de terapia a partir de los cincuenta años.
Además, las mujeres tienen dos cromosomas X, y eso ofrece una protección genética contra las mutaciones perjudiciales en ese cromosoma, ya que tienen dos copias de los genes y, aunque uno se silencie, el otro puede seguir activo. “Los hombres solo tenemos un cromosoma X y, a la larga, perder la función de los genes codificados allí puede llegar a mermar nuestra calidad y esperanza de vida”, aclara Santos.
La longevidad y el estilo de vida
“Históricamente los hombres éramos los que fumábamos más y los que íbamos a la guerra”, explica Santos. “Por eso los hombres tenían una esperanza de vida disminuida, pero por los riesgos a los que se enfrentaban. Hoy en día estas cosas se igualan bastante”, añade.
"Lo que vemos en la práctica es que los factores genéticos determinan un 25%, mientras que la parte socioeconómica, cultural y de estilo de vida es el 75%”
Según la doctora Esteve, “en generaciones como la mía, las mujeres han fumado y han bebido lo mismo que los hombres”. La geriatra pone el siguiente ejemplo: “Si tomamos un señor que no fuma ni bebe y una señora que ni fuma ni bebe, los dos tienen una vida activa y los dos comen supersano, la mujer tendría un cierto factor protector por los estrógenos. Lo que vemos en la práctica es que los factores genéticos determinan un 25%, mientras que la parte socioeconómica, cultural y de estilo de vida es el 75%”.
Según los estudios, en el caso de los hombres, la situación socioeconómica durante la infancia es un indicador más fiable de la salud en la vejez; en el caso de las mujeres son más importantes las circunstancias presentes, como el empleo y los ingresos del hogar. Los patrones históricos de desigualdad de género, oportunidades de empleo y seguridad financiera hacen que, aunque las mujeres vivan más que los hombres, a menudo lleguen a la vejez con menos recursos y mayor discapacidad.
Las estadísticas también apuntan a que el estilo de vida es determinante. Como explica la doctora Esteve, “el cáncer de pulmón está aumentando entre las mujeres. Las generaciones que ahora tienen 60 o 70 eran jóvenes en los años 70, en los cuales de repente las mujeres empezaron a fumar”
Aquí se manifiesta el llamado sesgo del superviviente. Si bien hay menos hombres de edades más avanzadas, a menudo se encuentran en mejores condiciones físicas, ya que solo los hombres con mejor salud por haber llevado un estilo de vida más activo alcanzan esa edad (los que tenían peor salud ya fallecieron).
Las estadísticas también apuntan a que el estilo de vida es determinante. Como explica la doctora Esteve, “el cáncer de pulmón está aumentando entre las mujeres. Las generaciones que ahora tienen 60 o 70 eran jóvenes en los años 70, en los cuales de repente las mujeres empezaron a fumar”.
9. Alimentos ultraprocesados: es hora de priorizar la salud ante las ganancias
Editorial en The Lancet.
El auge de los alimentos ultraprocesados (UPF) en la dieta humana está perjudicando la salud pública, agravando las enfermedades crónicas en todo el mundo y profundizando las desigualdades en salud. Abordar este desafío requiere una respuesta global unificada que confronte el poder corporativo y transforme los sistemas alimentarios para promover dietas más saludables y sostenibles, según una nueva serie de The Lancet sobre los UPF y la salud humana, publicada el 19 de noviembre.
El auge de los alimentos ultraprocesados (UPF) en la dieta humana está perjudicando la salud pública, agravando las enfermedades crónicas en todo el mundo y profundizando las desigualdades en salud
Los UPF son el grupo de alimentos más procesados en el sistema de clasificación Nova, que categoriza los alimentos según el grado y el propósito del procesamiento. Los UPF se identifican por la presencia de aditivos sensoriales que mejoran la textura, el sabor o la apariencia de los alimentos. Un alto consumo de UPF se asocia con un mayor riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares y otras afecciones. Sin embargo, el valor del concepto de UPF no es universalmente aceptado. Algunos críticos argumentan que agrupar alimentos que podrían tener valor nutricional en la categoría UPF, incluyendo cereales de desayuno fortificados y yogures saborizados, junto con productos como carnes reconstituidas o bebidas azucaradas, es inútil. Pero los UPF rara vez se consumen de forma aislada. Es el patrón dietético general de UPF, mediante el cual los alimentos integrales y mínimamente procesados se reemplazan por alternativas procesadas, y la interacción entre múltiples aditivos nocivos, lo que impulsa los efectos adversos para la salud.
En el corazón de la industria de los UPF se encuentra el procesamiento a gran escala de productos básicos baratos, como maíz, trigo, soja y aceite de palma, para obtener una amplia gama de sustancias y aditivos derivados de alimentos, controlados por un pequeño número de corporaciones transnacionales. Los UPF se comercializan agresivamente y se diseñan para ser hiperpalatables, lo que impulsa el consumo repetido y, a menudo, desplaza a los alimentos tradicionales ricos en nutrientes. En muchos países de altos ingresos, los UPF representan alrededor del 50% de la ingesta alimentaria de los hogares, y el consumo está aumentando rápidamente en los países de bajos y medianos ingresos. Los daños se extienden a la salud del planeta. La producción industrial, el procesamiento y el transporte de productos agrícolas son sistemas que utilizan combustibles fósiles de forma intensiva, y los envases de plástico son omnipresentes en los UPF.
La industria de los ultraprocesados genera enormes ingresos que sustentan su crecimiento continuo y financian las actividades políticas corporativas para contrarrestar los intentos de regularlos. Un puñado de fabricantes dominan el mercado, entre ellos Nestlé, PepsiCo, Unilever y Coca-Cola. Se necesita un enfoque integral, liderado por el gobierno, para revertir el aumento del consumo de ultraprocesados
La industria de los ultraprocesados genera enormes ingresos que sustentan su crecimiento continuo y financian las actividades políticas corporativas para contrarrestar los intentos de regularlos. Un puñado de fabricantes dominan el mercado, entre ellos Nestlé, PepsiCo, Unilever y Coca-Cola. Se necesita un enfoque integral, liderado por el gobierno, para revertir el aumento del consumo de ultraprocesados. Las acciones prioritarias incluyen la incorporación de marcadores de ultraprocesados, como colorantes, aromas y edulcorantes sin azúcar, a los modelos de perfil nutricional utilizados para identificar alimentos poco saludables; etiquetas de advertencia obligatorias en el frente de los envases; la prohibición de la publicidad dirigida a niños; restricciones a este tipo de alimentos en instituciones públicas; y el aumento de los impuestos sobre los ultraprocesados. El dominio del mercado y el poder político de la industria de los ultraprocesados también deben abordarse mediante una política de competencia más sólida, sustituyendo la autorregulación por una regulación obligatoria y combatiendo la interferencia corporativa. La sociedad civil también puede ayudar a acelerar el cambio, como lo ejemplifica el Programa de Políticas Alimentarias de Bloomberg Philanthropies , que ha facilitado el logro de políticas en toda América Latina y el África subsahariana mediante la creación de coaliciones para promover la regulación de la industria, la evaluación de las políticas una vez implementadas y el suministro de apoyo cuando los países enfrentan interferencia corporativa al adoptar e implementar políticas para frenar el consumo de alimentos no alimentarios.
La equidad debe ser central al abordar el desafío de los UPF. El consumo tiende a ser mayor entre las personas que enfrentan dificultades económicas. Los esfuerzos para abandonar las dietas ricas en UPF no deben profundizar las desigualdades de género en la cocina ni la inseguridad alimentaria entre las poblaciones que dependen de opciones baratas de UPF. Haciendo eco de las recomendaciones de la Comisión EAT- Lancet , la transformación de los sistemas alimentarios requerirá redirigir los subsidios agrícolas lejos de las grandes corporaciones transnacionales. En cambio, se debe apoyar a una gama diversa de productores de alimentos en la creación de alimentos y comidas de origen local, asequibles y mínimamente procesados que sean convenientes y atractivas para los consumidores. Los impuestos sobre los UPF podrían ayudar a financiar transferencias de efectivo para alimentos integrales y otros alimentos mínimamente procesados para ayudar a proteger a los hogares de bajos ingresos.
La industria UPF es un ejemplo de un sistema alimentario cada vez más controlado por corporaciones transnacionales que priorizan el lucro corporativo sobre la salud pública
La industria UPF es un ejemplo de un sistema alimentario cada vez más controlado por corporaciones transnacionales que priorizan el lucro corporativo sobre la salud pública. The Lancet Series refuerza la necesidad de implementar políticas inmediatas para abordar el desafío de la UPF. Esto requiere una respuesta global coordinada y con recursos suficientes, con políticas integrales que se refuercen mutuamente y que aborden las prácticas corporativas perjudiciales y rompan el control de la industria UPF sobre los sistemas alimentarios mundiales.
10. Pablo R. Coca, Occimorons, psicólogo: "Conseguir estabilidad es una utopía como una catedral"
Cynthia Martínez le entrevista en La Voz de la Salud.
El experto en salud mental defiende que hay que validar más los «errores» que se pueden llegar a cometer en la vida y plantea cuestionarse el significado de la frase «tirar la toalla»
El experto en salud mental defiende que hay que validar más los "errores" que se pueden llegar a cometer en la vida y plantea cuestionarse el significado de la frase "tirar la toalla".
Invitar a la reflexión. Esa es la premisa de la que parte Pablo R. Coca, psicólogo sanitario especializado en terapia familiar, adolescencia, duelo y crisis vitales. También es creador de Occimorons, un proyecto de divulgación sobre salud mental a través de viñetas protagonizadas por Occi y Morons. Precisamente ellos dos son los protagonistas de su último libro, Las vidas que construimos cuando todo se derrumba (Lunwerg Editores, 2025), una lectura para quienes buscan reencontrarse consigo mismos y aprender a vivir conforme sus deseos y necesidades. "El objetivo es aportar un poco de luz en el caos en el que muchas veces vivimos: un montón de opciones, no saber hacia dónde ir y con la presión de que todo el mundo opine sobre tu vida", añade.
"Eso tiene sus beneficios, porque probablemente la gente de otras generaciones no se podía plantear las cosas que nos planteamos ahora porque las circunstancias eran las que eran. Pero ahora esa amalgama de oportunidades también nos puede hacer colapsar"
¿Por qué cree que se suelen tener dudas sobre si estamos haciendo lo correcto o no con nuestro proyecto de vida?
Es un tema universal, siempre se ha hablado mucho sobre esto. De una forma más o menos directa, nos atraviesa. No creo que antes este tema fuese más fácil, pero sí que teniendo en cuenta las circunstancias y el momento actual, es cierto que, de alguna forma, se nos abre un abanico de posibilidades inmenso. Eso tiene sus beneficios, porque probablemente la gente de otras generaciones no se podía plantear las cosas que nos planteamos ahora porque las circunstancias eran las que eran. Pero ahora esa amalgama de oportunidades también nos puede hacer colapsar.
¿Con esfuerzo se puede conseguir todo?
No, con esfuerzo no se puede conseguir todo. Esto no es una crítica a otra gente que parte de una posición diferente, sino que hay que tener en cuenta que no está mejor o peor empezar desde uno u otro punto, pero sí debemos tenerlo en cuenta. Por eso hay justo una viñeta que habla del punto de partida. Ya sea a nivel económico, familiar, contextual, psicológico... Hay tantos, tan diferentes, que nos ponen en escenarios muy dispares también. Es importante pararse a pensar que el esfuerzo es necesario, pero que muchas veces no es suficiente.
¿Y cómo podemos saber si el proyecto de vida en el que estamos es el que de verdad queremos?
"Eso es precisamente lo que le sucede a Occi. No sabe muy bien qué hacer con su vida y no lo tiene claro. Pero llega un momento en el que la rapidez, la velocidad y la presión social, toda una serie de factores, se nos vienen encima. Al final, él tiene que aceptar lo que otros dicen por mera supervivencia. Eso nos pasa un montón"
Eso es precisamente lo que le sucede a Occi. No sabe muy bien qué hacer con su vida y no lo tiene claro. Pero llega un momento en el que la rapidez, la velocidad y la presión social, toda una serie de factores, se nos vienen encima. Al final, él tiene que aceptar lo que otros dicen por mera supervivencia. Eso nos pasa un montón. Por no saber a dónde nos dirigimos, aceptamos cosas que, pasado un tiempo, nos preguntamos: ¿realmente he aceptado yo tener esta vida, vivir esto o lo que implica llegar a esta meta? Tenemos que cumplir las expectativas que nos pone encima el sistema educativo, social y económico. Es complicado.
¿Y qué propone en caso de llegar a esa pregunta, a esa reflexión?
Vamos tan rápido que no tenemos tiempo ni de pensar en quienes somos. Un poco más de lentitud, calma, de probar cosas. Ser consciente de que, a lo mejor, tomas decisiones condicionadas por ciertas circunstancias que estás viviendo, pero que debes plantearte en algún momento que eso no es lo que tú quieres. Incluso gente que tiene muy claras las cosas, y pongo un ejemplo. Conozco bastantes casos de gente que quería ser médico, han pasado por todo ese proceso que implica serlo, han ejercido y han dejado la profesión porque no es lo que ellos quieren o esperaban. Y es totalmente válido. También hay un miedo muy grande a renunciar a decisiones con las que nos hemos comprometido porque nos ha costado mucho esfuerzo o nuestra familia nos ha apoyado económicamente, y debemos soportar eso. Nos comprometemos para el resto de nuestras vidas. Creo que hay que validar más el error. No sabemos lo que va a implicar vivir esa vida que queremos hasta que no nos ponemos a ello.
¿Qué opina de la frase "tirar la toalla"?
Es una frase que me gusta mucho porque socialmente está muy mal vista. Parece que ya no eres válido como persona o que todo tu esfuerzo no es válido. Es curioso de dónde viene la frase, del mundo del boxeo. Los entrenadores, cuando ven que su púgil no va a poder más y antes de que colapse, tiran la toalla para que el combate se pare. Me parece sano rescatar la reflexión: ¿para qué conseguir eso que quieres si los costes están siendo tan grandes?
"En terapia hay pacientes de 40 o 50 años que te dicen que han vivido una vida que nada tiene que ver con ellos. Por eso en el libro utilizo tanto la metáfora de la casa donde hay una planta baja donde están las necesidades básicas, económicas y afectivas, porque necesitamos sentirnos cuidados y queridos para tirar para adelante, pero también necesitamos una economía que nos lo permita porque si no, nuestro sistema de alerta se activa"
Pero es verdad que no siempre se puede tirar la toalla. Puedes tener circunstancias como hijos a cargo o un alquiler que pagar que no lo hacen fácil. Aunque sí es posible hacer las cosas de otra forma o dar pequeños pasos en otra dirección para ir cambiando esa realidad poco a poco. En terapia hay pacientes de 40 o 50 años que te dicen que han vivido una vida que nada tiene que ver con ellos. Por eso en el libro utilizo tanto la metáfora de la casa donde hay una planta baja donde están las necesidades básicas, económicas y afectivas, porque necesitamos sentirnos cuidados y queridos para tirar para adelante, pero también necesitamos una economía que nos lo permita porque si no, nuestro sistema de alerta se activa.
¿Cuáles son las las señales que puede darnos nuestro cuerpo cuando ese sistema de alerta se activa?
Cuando estamos en alerta nuestro sistema nervioso está desregulado y se siente en peligro. En peligro solo hay tres opciones: luchar, huir o paralizarnos. Las personas que viven un estrés constante, donde hay muy poca satisfacción y refuerzo, donde siempre se hace y nunca se para para premiarse a sí mismos y valorar eso que han hecho, o desde fuera no se les valora porque solo se tienen en cuenta los fallos, al final nos vamos quemando. Y cuando el cerebro se quema, no puede desarrollar una tarea de forma óptima: la creatividad se fastidia, no piensas con claridad y tardas mucho más en hacer las cosas. Se van alterando un montón de procesos por ese estrés sostenido en el tiempo. ¿Cómo podemos detectar si estamos en alerta? En realidad, sería mejor preguntar: ¿Cuándo estás tranquilo, cómo estás? Cómo duermes o comes, si puedes disfrutar del ocio sin estar con la cabeza disociada en otro sitio, si puedes ver películas o leer con tranquilidad. Cuando estás alerta, tu sistema solo está preocupado de defenderse.
Se suele hablar del síndrome de «burnout» en el ámbito laboral, ¿se puede sufrir en otros?
Efectivamente. El término burnout se ha asociado mucho al trabajo, pero es un término que se ha abierto a otro tipo de ámbitos como puede ser criar a tu hijo, que te puede quemar perfectamente. Incluso los estudiantes se pueden quemar con los estudios. El sistema educativo, tal como está planteado, claro que puede hacer que colapsemos no muy difícilmente.
"El término 'burnout 'se ha asociado mucho al trabajo, pero es un término que se ha abierto a otro tipo de ámbitos como puede ser criar a tu hijo, que te puede quemar perfectamente. Incluso los estudiantes se pueden quemar con los estudios. El sistema educativo, tal como está planteado, claro que puede hacer que colapsemos no muy difícilmente
Volviendo a esa "casa", que es la metáfora que utiliza para hablar del proyecto de vida, ¿qué claves daría para construirla?
Lo primero, tener claros los valores: qué es importante para ti. Solemos confundir mucho los valores con metas. Los primeros son como el horizonte. Por ejemplo, la honestidad. Tú no llegas a esta nunca, pero esta sí que te permite marcar ciertas metas que sí puedes construir o a las que puedes llegar. Al final, si la honestidad es importante para ti, es probable que la mentira no tenga cabida en tu vida, o por lo menos en la mayoría de las circunstancias. Otro valor puede ser la estabilidad: conseguirla es una utopía como una catedral. Es genial que quieras una vida estable, pero puede ser mejor buscar un sueldo o una pareja estable. Es un construir constante pero la base son los valores. A partir de ahí ponemos ladrillos que, al fin y al cabo, son las acciones que vamos haciendo.
¿Es normal tener días malos en ese proyecto en el que estamos a gusto?
Sí, es normal pasar días malos. El propio Occi, en una viñeta en el que está montado en una bici, dice: «Se vienen curvas, pero eso no quiere decir que me vaya a salir de la carretera». Las curvas y ese malestar, los días malos, son parte del proceso. Es normal que existan días en los que cuesta darle sentido a todo, pasar por esos bache.
11. Alzheimer, ictus, párkinson, ELA... al 90% de los españoles le inquieta padecer una enfermedad neurológica
Una encuesta realizada por la Sociedad Española de Neurología revela que desarrollar alzhéimer es lo que más inquieta a la población, seguido del cáncer.
Una encuesta realizada por la Sociedad Española de Neurología (SEN) revela que, a casi el 90% de los españoles, le preocupa padecer alguna enfermedad neurológica en un futuro. Además, cinco enfermedades neurológicas (alzhéimer, ictus, párkinson, ELA y esclerosis múltiple) se encuentran entre las ocho dolencias que, de forma espontánea, más se citan como las más preocupantes
Artículo de Nieves Salinas en El Periódico.
Una encuesta realizada por la Sociedad Española de Neurología (SEN) revela que, a casi el 90% de los españoles, le preocupa padecer alguna enfermedad neurológica en un futuro. Además, cinco enfermedades neurológicas (alzhéimer, ictus, párkinson, ELA y esclerosis múltiple) se encuentran entre las ocho dolencias que, de forma espontánea, más se citan como las más preocupantes. De hecho, el 36% de los entrevistados señala a las demencias, y especialmente al alzhéimer, como la patología -neurológica o no- que más les inquieta desarrollar.
Es la enfermedad más citada, por más de 1 de cada 3 personas, seguida del cáncer (23%), del ictus (9,5%), de la enfermedad de Parkinson (5%) y de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA con un 4%). Tras el ataque cardíaco (3%) y la diabetes (2%), otra enfermedad neurológica, la esclerosis múltiple (1,2%), se sitúa como la octava enfermedad más citada.
Los primeros puestos
"Es muy destacable que, más de la mitad de las ocho enfermedades más señaladas por los encuestados, sean neurológicas y que, además, figuren en los primeros puestos. Pero también que el alzhéimer sea la enfermedad más citada entre todas", comenta el doctor Jesús Porta-Etessam, presidente de la Sociedad Española de Neurología. "Además, el ictus es la tercera; la enfermedad de Parkinson, la cuarta; la ELA, la quinta y la esclerosis múltiple, la octava", precisa.
Si se analizan estos datos por sexo, al 91% de las mujeres les preocupa padecer una enfermedad neurológica, frente al 88% de los hombres. Y aunque los porcentajes son similares para cada patología, sí hay una ligera mayor preocupación femenina por sufrir enfermedades como el alzhéimer (38,5% versus 32%) o el ictus(10% versus 9%).
Si se analizan estos datos por sexo, al 91% de las mujeres les preocupa padecer una enfermedad neurológica, frente al 88% de los hombres
Las demencias
Por otra parte, la preocupación por desarrollar una enfermedad neurológica también aumenta según la edad. Mientras que el 87% de las personas jóvenes (de 18 a 34 años) afirma preocuparse de cara al futuro, esta cifra aumenta hasta el 89,5% entre los adultos de mediana edad (35-59 años) y hasta el 94% en los mayores (más de 60 años). Analizando enfermedades concretas, y aunque los porcentajes también son similares para cada una, son los jóvenes quienes más se preocupan por padecer algún tipo de demencia en el futuro (39%); el grupo de mediana edad destaca por aludir algo más a la ELA (5%); mientras que los mayores apuntan con más frecuencia al ictus (12%).
Estos son solo algunos de los datos obtenidos por la 'Encuesta poblacional sobre hábitos cerebro-saludables de la población española', realizada por la SEN a finales de 2024, entre más de 1.000 personas mayores de 18 años, elegidas para que los resultados fueran extrapolables al conjunto de la población española.
12. Más energía y mejor ánimo: estas son las señales que indican que tu entrenamiento va por buen camino
Artículo de Constanza Cabrera en El País.
Los cambios físicos visibles pueden tardar en aparecer mientras se están produciendo beneficios para la salud, como mejoras en el metabolismo e incluso el estado de ánimo
El peso corporal fluctúa por razones fisiológicas normales. Hidratación, ciclo menstrual, digestión o retención de líquidos. Centrar el progreso del ejercicio físico en un único dato puede llevar a quienes comienzan a entrenar a la frustración. La báscula convencional no es capaz de contar toda la historia tras bambalinas que hay detrás. Nada dice del músculo que se fortalece sin hacer ruido o del corazón que late con más calma. Los cambios físicos visibles pueden tardar en aparecer mientras se están produciendo beneficios para la salud, como mejoras en el metabolismo e incluso el estado de ánimo.
Algunos estudios se refieren a esto. Un análisis de 2021 sostiene que un enfoque centrado en el peso para el tratamiento y la prevención de la obesidad ha sido en gran medida ineficaz. Otra investigación publicada en la revista American Diabetes Association encontró que el ejercicio mejora la sensibilidad a la insulina, aunque la báscula no muestre gran cambio. José Ramón Pallás, coordinador del Grupo de Salud y Deporte de la Organización Médica Colegial (OMC), explica a EL PAÍS que, a grandes rasgos, lo más evidente es el progreso de la práctica deportiva.
“Por ejemplo, si puedes correr más rápido o puedes levantar más pesas. A nivel físico y metabólico, buscamos que disminuya la frecuencia cardíaca en reposo. Un corazón entrenado tiene que latir menos veces por minuto”
“Por ejemplo, si puedes correr más rápido o puedes levantar más pesas. A nivel físico y metabólico, buscamos que disminuya la frecuencia cardíaca en reposo. Un corazón entrenado tiene que latir menos veces por minuto”, explica. El entrenamiento, dice, debe ser progresivo y constante. No necesita dietas extremas ni obsesión con la báscula, más bien objetivos a largo plazo y simultáneamente, hábitos que puedan ser sostenidos a través del tiempo.
Este aparato electrónico que determina el peso no distingue entre masa muscular, grasa, agua o densidad ósea. Aferrarse solo a una cifra puede llevar a ignorar señales mucho más valiosas de lo que sí está ocurriendo en el cuerpo para bien. “Las consecuencias negativas de enfocarse en la reducción de peso y dietas extremas incluyen la pérdida de masa muscular, déficits nutricionales y un mayor riesgo de lesiones”, agrega el especialista de la OMC.
Lo que no se ve a simple vista
El Índice de Masa Corporal (IMC), que es la clasificación internacional de la obesidad en la que se basa la Organización Mundial de la Salud, se remonta a 1839 y lo creó el estadístico belga Adolphe Quetelet. Aunque puede ser una herramienta útil para la población general, sí deja de lado la inmensa diversidad corporal que existe y no toma en cuenta factores como el sexo o la edad.
“Los cambios pueden medirse mediante análisis clínicos y chequeos médicos. Son mejoras profundas que protegen la salud a largo plazo, aunque no siempre se reflejen en el espejo”, insiste, como la densitometría ósea, una prueba de rayos X de baja dosis que mide la densidad ósea y la composición corporal
Pero además del IMC, existen otros indicadores más completos y personalizados. Estos criterios, según Pallás, se dividen en dos grandes áreas:
- Funcionales: aumento de la velocidad y la fuerza con menor esfuerzo percibido. Poder correr más rápido o levantar más peso que antes.
- Físicos y metabólicos: aumento de la masa muscular, disminución de la frecuencia cardíaca en reposo, mejora de la sensibilidad a la insulina, normalización del perfil lipídico (colesterol y triglicéridos) y regulación de la presión arterial.
“Los cambios pueden medirse mediante análisis clínicos y chequeos médicos. Son mejoras profundas que protegen la salud a largo plazo, aunque no siempre se reflejen en el espejo”, insiste, como la densitometría ósea, una prueba de rayos X de baja dosis que mide la densidad ósea y la composición corporal.
También hay otras señales sutiles que no se deben ignorar, como el estado emocional. María Cabrera Bolufer, psicóloga de la salud y el deporte, indica a EL PAÍS que cuando el deportista empieza a sentirse más conectado con lo que hace aparece una sensación de satisfacción. “Nos sentimos motivados, con confianza en el proceso, y con las ganas de seguir superándonos”, señala.
Las emociones, de acuerdo a esta experta, son el lente con el que interpretamos lo que ocurre. Cuando nos sentimos bien, somos “más flexibles, valoramos los pequeños avances y reconocemos el esfuerzo”. En cambio, desde un ánimo bajo tendemos a ver menos, a exigir más y a restar valor a lo conseguido. “Cuidar la estabilidad emocional es clave para evaluar el progreso con objetividad”, agrega.
El cuerpo habla
El ejercicio va más allá del aspecto físico, reduce la medicación en casos como hipertensión, y puede transformar la vida de quienes lo incorporan de forma progresiva. A largo plazo, la práctica deportiva mejora el estado de ánimo al liberar endorfinas, reduce el estrés y la ansiedad, combate la fatiga y mejora la calidad del sueño. “Es lo que llamamos como multipastilla, porque puede ayudar en casos de ansiedad y estrés. Los especialistas en medicina del deporte estamos capacitados para prescribir ejercicio”, asegura José Ramón Pallás.
Y mientras el entrenamiento ingresa a la rutina, no se debe descuidar la alimentación. “Tu cuerpo habla, y muchas veces lo hace con señales que ignoramos. No es cuestión de falta de voluntad, sentir fatiga o bajos niveles de energía suele ser una alerta de que necesitas más descanso o nutrientes”
Y mientras el entrenamiento ingresa a la rutina, no se debe descuidar la alimentación. “Tu cuerpo habla, y muchas veces lo hace con señales que ignoramos. No es cuestión de falta de voluntad, sentir fatiga o bajos niveles de energía suele ser una alerta de que necesitas más descanso o nutrientes”, señala la nutricionista Azahara Nieto, autora de La culpa engorda.
Entre las señales más comunes que indican que el cuerpo necesita atención, Nieto menciona el cansancio constante (incluso tras dormir), baja energía durante el ejercicio, cambios de humor o dificultad para concentrarse. Otros indicios evidentes son una recuperación lenta tras el ejercicio o dolor muscular persistente, antojos (especialmente de azúcar) y un sistema inmune debilitado.
Cuando se adopta una visión pesocentrista, el ejercicio se convierte en obligación. La alimentación se vuelve rígida, con culpa y miedo a comer. Incluso la vida social, de acuerdo a esta nutricionista, se condiciona por la dieta y aparece una desconexión corporal al ignorar señales de hambre, cansancio o placer. “Si el deportista entrena con un propósito claro, el rendimiento deja de depender del resultado inmediato”, agrega la psicóloga María Cabrera Bolufer.
Para Nieto, el bienestar se mide “por cómo te sientes y cómo funciona el cuerpo”, no por un número en la báscula. “Valorar energía, fuerza, movilidad, parámetros clínicos y la relación con la comida y el cuerpo ofrece una imagen mucho más completa y saludable”, concluye.
13. “No podemos informar sin formarnos”, periodistas reflexionan sobre la cobertura del suicidio
11 muertes al día.
Comunicadores y profesionales de otras disciplinas se han reunido para abordar el papel de los medios como agentes de prevención de este problema de salud pública
Comunicadores y profesionales de otras disciplinas se han reunido para abordar el papel de los medios como agentes de prevención de este problema de salud pública. La asociación 'Papageno' ha celebrado la quinta edición del premio #PeriodismoResponsable sobre la conducta suicida.
Artículo en La Vanguardia.
Hablar del suicidio desde los medios de comunicación salva vidas. Al menos, si se hace con responsabilidad, rigor y respeto: las tres “erres” que constituyen un mantra que todo periodista debería recordar cada vez que cubre una noticia sobre este problema de salud pública.
Con el objetivo de promover una cobertura preventiva, profesionales del sector de la comunicación, la psicología, el trabajo social y de los movimientos asociativos se han reunido en el Palau Macaya de la Fundación “la Caixa”, en el marco de la quinta edición del premio #PeriodismoResponsable sobre la conducta suicida, organizado por la Asociación de Profesionales en Prevención y Posvención del Suicidio ‘Papageno’, entidad dedicada en cuerpo y alma a mejorar su tratamiento mediático.
El efecto contagio en la infancia y adolescencia
La jornada anual tiene como doble objetivo distinguir el trabajo de los periodistas que visibilizan y ayudan a prevenir el suicidio con sus informaciones y, por el otro, ofrecer un taller dedicado a la comunicación responsable. Daniel López, presidente de la asociación, ha recordado que “detrás de cada caso hay una familia que sufre” y ha destacado que los periodistas “deben ser conscientes de que, con su trabajo, construyen realidades”.
“La conducta imitativa existe, pero en este colectivo lo hace con mayor intensidad porque no cuentan con sus representaciones propias. Cuántas más publicaciones se cubran de manera inadecuada, el riesgo imitativo aumenta”
Por eso, el psicólogo del hospital Sant Joan de Déu, Francisco Villar, ha explicado el efecto contagio en la infancia y la adolescencia: “La conducta imitativa existe, pero en este colectivo lo hace con mayor intensidad porque no cuentan con sus representaciones propias. Cuántas más publicaciones se cubran de manera inadecuada, el riesgo imitativo aumenta”. El profesional, que acompaña a menores a diario, ha dicho que quienes comparten los contenidos más dañinos relacionados con la conducta suicida, por desgracia, son los propios niños, que publican en sus redes sociales autolesiones o pensamientos autodestructivos. Villar ha remarcado la necesidad de que los niños vuelvan a jugar en las plazas e interactuar unos con otros, y dejen de hacerlo a través de las pantallas.
V Premio #PeriodismoResponsable sobre la conducta suicida
La asociación ‘Papageno’ ha reconocido, un año más, el trabajo periodístico y de prevención mediante sus premios. La asociación ‘Papageno’ ha otorgado a Óscar Fraile (El Día de Valladolid) el premio en la categoría nacional por su trabajo ‘Las estrategias contra el suicidio fracasan al no frenar la media de tres muertos al mes’. Los tres accésit de esta categoría han sido para Sofía Pérez (eldiario.es), Laura G. de Rivera (Público) y Tania Nieto (ilustradora en La Razón).
En la categoría regional, el premio ha sido para Marc Darriba (El Periódico) por su reportaje sobre el suicidio en las cárceles, y el accésit para Susana Pérez (La Vanguardia), por su innovador trabajo ‘¿Puede una inteligencia artificial ser cómplice de un suicidio?’. Mercè Ros (Castilla-La Mancha Media) ha sido premiado en la categoría audiovisual y el Premio Especial del Jurado ha recaído en Los Reporteros (Canal Sur).
La asociación también ha otorgado el Premio a la Excelencia en Prevención y Posvención Marina Morán, en honor a una joven fallecida por suicidio hace dos años. Entre los demás galardonados se encuentran Alfredo Pacheco Torralva, la Fundación Salud y Persona y la Asociación Hablemos Ávila
La asociación también ha otorgado el Premio a la Excelencia en Prevención y Posvención Marina Morán, en honor a una joven fallecida por suicidio hace dos años. Entre los demás galardonados se encuentran Alfredo Pacheco Torralva, la Fundación Salud y Persona y la Asociación Hablemos Ávila.
“El problema no es hablar del suicidio, sino cómo lo hacemos. Los medios de comunicación somos agentes de prevención. Y cuando hablamos del suicidio con responsabilidad y sin sensacionalismo, estamos contribuyendo a salvar vidas”, ha expresado Cristina Oriol, periodista de Sociedad en La Vanguardia. La profesional ha puesto en valor el trabajo coordinado que periodistas, asociaciones e instituciones llevan haciendo para mejorar su cobertura mediática, pero ha denunciado las malas praxis que aún se llevan a cabo como publicar datos identificativos del fallecido, difundir fotografías personales o detallar el método y el lugar.
En este sentido, Yaiza Perera, periodista de El Mundo y responsable del proyecto ‘Once Vidas’, ha ido un paso más allá al afirmar que “no podemos informar de suicidio sin formarnos, porque generamos dolor y aumentamos riesgo”. La comunicadora ha puesto como ejemplo el caso reciente de la menor fallecida en Sevilla, presuntamente a causa de acoso escolar: “Me consta que hemos generado mucho dolor y debemos reflexionar sobre los errores que hemos cometido”.
El suicidio es un fenómeno con múltiples aristas. Se trata de una realidad multifactorial, en la que influyen factores sociales, culturales, económicos, familiares, biográficos y clínicos. No puede ni debe simplificarse a una única causa ni reducirse a un diagnóstico de salud mental. “La falta de tiempo y la precariedad de la profesión influyen en cómo se informa en un contexto desfavorable que no tiene tiempo para la formación”, ha remarcado Guillermo Córdoba, periodista y coordinador de los premios
El periodista y autor del libro ‘Contra el silencio’, Alberto Gómez, ha explicado a los asistentes lo que ocurre cuando una muerte por suicidio se vuelve viral: “Dar detalles sobre el suicidio da audiencia y, en los casos más mediáticos, existe como una especie de “barra libre”, donde parece que no hay consecuencias. Pero lo cierto es que, al hacerlo, hacemos un flaco favor a la familia, a la sociedad y a la profesión”, ha asegurado el también superviviente por suicidio. Y se ha planteado que alguien debería preguntar a los periodistas: “¿Sabes que has causado mucho daño a la persona fallecida y a su entorno?” Quizá, si fuéramos más conscientes de esto, no habríamos publicado esos detalles.
El suicidio es un fenómeno con múltiples aristas. Se trata de una realidad multifactorial, en la que influyen factores sociales, culturales, económicos, familiares, biográficos y clínicos. No puede ni debe simplificarse a una única causa ni reducirse a un diagnóstico de salud mental. “La falta de tiempo y la precariedad de la profesión influyen en cómo se informa en un contexto desfavorable que no tiene tiempo para la formación”, ha remarcado Guillermo Córdoba, periodista y coordinador de los premios.
A pesar de la aprobación del Plan Nacional de Prevención del Suicidio y de la línea de ayuda del 024, Córdoba ha lamentado la falta de “campañas institucionales” el pasado día 10 de septiembre, con motivo del Día Mundial, así como la “poca” difusión de la guía de recomendaciones para la correcta cobertura mediática del suicidio.
En 2023, un total de 4.116 personas murieron por suicidio en España. Esto equivale a una media de 11 fallecidos cada día. Y aun así, estas cifras solo muestran una parte del problema, ya que por cada muerte por suicidio, 20 personas tienen tentativas de suicidio, y existen miles lidiando cada año con ideaciones o malestares.
Con la finalidad de reducir el dolor, reforzar los vínculos y ofrecer esperanza, los profesionales recordaron la necesidad de contar con la voz de sobrevivientes y supervivientes, así como con profesionales, para voz a relatos que también hablan de prevención, factores protectores y, en definitiva, de un futuro por el que merece la pena seguir viviendo.
14. Donar órganos tras la eutanasia. “Ya que no le van a servir que alguien pueda disfrutar la vida que yo no voy a tener”
Artículo de Pablo Linde en El País.
Los últimos pitidos del monitor cardíaco de Ana Segundo Urbano todavía resuenan en las cabezas de sus padres, Puri y Salvador. Hasta ese piii final que indicó que el corazón de su hija había dejado de latir tras haber recibido una eutanasia que puso fin a años de sufrimiento
Los últimos pitidos del monitor cardíaco de Ana Segundo Urbano todavía resuenan en las cabezas de sus padres, Puri y Salvador. Hasta ese piii final que indicó que el corazón de su hija había dejado de latir tras haber recibido una eutanasia que puso fin a años de sufrimiento. Pero esos sonidos adquirieron un matiz distinto cuando el coordinador de trasplantes del Hospital Gregorio Marañón de Madrid les hizo llegar la carta que había recibido de la persona que ahora tenía en su pecho el corazón de Ana.
“Oímos el pitido final, pero no el que sonó cuando comenzó a latir de nuevo en otro quirófano”, relata Puri. El de la persona que a través del médico ―los donantes no pueden saber a quién van sus órganos ni viceversa― les dijo: “Tengo el corazón de vuestra hija y estoy vivo por eso”.
Desde que la ley de eutanasia entró en vigor, en 2021, han donado órganos 154 personas que recibieron ayuda para morir dignamente, lo que ha beneficiado a 442 receptores. “No es solo que beneficiamos a los pacientes”, dice Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), “también es positivo para las familias [de quienes reciben la eutanasia]”.
Las donaciones de pacientes en procesos de final de vida ―como pueden ser la eutanasia o ciertos estadios de cuidados paliativos― forman parte de la estrategia 2026-2030 de la ONT, que pretenden afianzar a España como líder mundial de trasplantes, puesto en el que lleva 33 años consecutivos, con un récord de 52 donantes por millón de habitantes en 2024
Las donaciones de pacientes en procesos de final de vida ―como pueden ser la eutanasia o ciertos estadios de cuidados paliativos― forman parte de la estrategia 2026-2030 de la ONT, que pretenden afianzar a España como líder mundial de trasplantes, puesto en el que lleva 33 años consecutivos, con un récord de 52 donantes por millón de habitantes en 2024.
Dominguez -Gil ha presentado la estrategia esta semana en el XX Encuentro entre profesionales de la comunicación y coordinadores de trasplantes, en San Lorenzo de El Escorial (Madrid). “¿Va a aumentar disponibilidad de órganos? Por supuesto, pero sobre todo tiene el objetivo de que las personas que quieren ser donantes cumplan deseo de fallecer y de donar órganos“, ha asegurado.
Era el caso de Ana, que falleció en 2023 con 27 años. Sus padres explican por videoconferencia que lo primero que hizo con 18 fue donar sangre y registrarse como donante de órganos.
Nació con espina bífida. Su vida estaba salpicada de pruebas médicas y rehabilitación, pero era “relativamente normal”. Hasta 2013. Empezó a acumularse un líquido en la zona lumbar que hacía presión. Le hicieron una operación que no acabó de solucionar el problema. “Tenía unos dolores que no conseguíamos calmar con nada. Ella se enteró de cuál podría ser su final: iba a ir perdiendo movilidad y seguramente moriría asfixiada”, relata Puri. Les dijo: “Ya que no me van a servir, que alguien pueda disfrutar la vida que yo no voy a tener”.
“No soportaba dolor, no iba a mejorar, no podía curarse, no podía haber una segunda intervención. Ella no quería quedarse postrada en cama moviendo solo los ojos, así que pidió la eutanasia”, continúa su madre
“No soportaba dolor, no iba a mejorar, no podía curarse, no podía haber una segunda intervención. Ella no quería quedarse postrada en cama moviendo solo los ojos, así que pidió la eutanasia”, continúa su madre.
Tras el rechazo inicial del cirujano que la operó, los trámites fueron rápidos. El Gregorio Marañón dispuso un equipo médico que validó su intención, pasó por otro especialista que la ratificó, tal y como dispone la ley. Y finalmente fue aprobada por la Comisión de Garantía y Evaluación para la aplicación de la prestación de ayuda para morir en la Comunidad de Madrid.
El proceso fue muy duro para todos. “A cualquier padre le cuesta dejar ir a sus hijos, pero teníamos claro una cosa: no son tu propiedad. Ella era mayor de edad, era su cuerpo, su sufrimiento, por mucho que nos rompiera el corazón, teníamos claro que respetábamos su decisión”, cuenta Salvador.
Ana sabía que no quería vivir así. Se planteaba el suicidio en caso de que le denegasen la prestación pero, incluso en esos momentos, pensaba que si lo hacía sus órganos se perderían
Ana sabía que no quería vivir así. Se planteaba el suicidio en caso de que le denegasen la prestación pero, incluso en esos momentos, pensaba que si lo hacía sus órganos se perderían.
Gestionar el final de la vida
La donación tras la eutanasia es un buen ejemplo de cómo ha cambiado el proceso de los trasplantes desde que comenzaron a generalizarse en los años ochenta (el primero fue en 1965). José Miguel Pérez Villares, coordinador sectorial de trasplantes de Granada, explica que por aquella época todo el foco estaba puesto en el receptor; en cuántos órganos llegaban a tiempo, cuántos no. “Más tarde, en los noventa, empezamos fijarnos en las familias de los donantes, cómo a través de la solidaridad y generosidad de la donación, su duelo empieza a ser menos malo”, continúa.
En 1999 llegó la donación renal entre personas vivas. “Ahí ya no preguntamos a una familia, empezamos a interactuar con el propio donante. Y es lo que pasa ahora con la asistolia controlada, de personas con enfermedades terminales que expresan su deseo que ser donantes cuando les duerman. Se trata de darles el derecho a gestionar el final de su vida con sus propios valores”, narra Pérez Villares
En 1999 llegó la donación renal entre personas vivas. “Ahí ya no preguntamos a una familia, empezamos a interactuar con el propio donante. Y es lo que pasa ahora con la asistolia controlada, de personas con enfermedades terminales que expresan su deseo que ser donantes cuando les duerman. Se trata de darles el derecho a gestionar el final de su vida con sus propios valores”, narra Pérez Villares.
En todo este proceso, la figura del coordinador de trasplantes es clave. Ana Isabel Tur Alonso, que tiene esa responsabilidad en el Hospital de la Fe (Valencia), explica que lo primero que hay que dejar claro a los pacientes es que su decisión de recibir ayuda para morir no tiene nada que ver con la de donar órganos, y que una cosa no va a impedir ni favorecer la otra.
Personas sensatas, tranquilas
“La mayoría que se dirige a nosotros ya tiene la intención de donar. Son personas sensatas, tranquilas, estables y que tienen claro lo que quieren. Hacen muchas preguntas porque quieren saber cómo va a ser, qué van a sentir”, cuenta Tur Alonso.
En estos casos, la eutanasia no se puede realizar en casa. Tiene que prestarse en el quirófano, para poder aprovechar los órganos. Pero, de la misma forma que en su domicilio, los pacientes pueden elegir cómo quieren ser acompañados, si quieren una música. “Tenemos que ser sinceros y transparentes con lo que se puede realizar y lo que no, pero siempre con empatía. Se genera un gran vínculo con estas personas, que normalmente llevan mucho tiempo luchando por fallecer y quieren hacerlo a su manera. Nuestro reto es conseguir que sea algo cálido, acogedor, íntimo”, agrega.
Por lo general, se realizan unas pruebas para tratar de averiguar si sus órganos se podrán aprovechar. Siempre que la persona quiera se hace, por ejemplo, un análisis serológico para comprobar que no hay enfermedades infecciosas, lo cual impediría un eventual trasplante
Por lo general, se realizan unas pruebas para tratar de averiguar si sus órganos se podrán aprovechar. Siempre que la persona quiera se hace, por ejemplo, un análisis serológico para comprobar que no hay enfermedades infecciosas, lo cual impediría un eventual trasplante.
Una de las preocupaciones de Ana antes de fallecer era, precisamente, que sus órganos no sirvieran, dice su padre: “Tenía miedo a que toda la medicación que había tomado los hubiera dañado. Sobre todo el hígado, porque los fármacos eran muy intensos. Hasta el último momento tuvo en la cabeza dos cosas: ‘Me voy a morir’ y ‘quiero que los órganos ayuden a la mayor cantidad de gente”.
Cuentan que se fue despidiendo de todos con paz y naturalidad, manteniendo su carácter “alegre, expansivo, con mucho humor negro”. Cuando llegó el día acordado, se despidió de las gatas, se fueron al hospital y estuvieron juntos los tres hasta el último momento. Desde entonces, muchos de los amigos y familiares han decidido ser también donantes de órganos.
15. El estrés de los padres puede afectar al desarrollo intelectual y emocional de sus hijos
Artículo en The Conversation de María J. García-Rubio, Alejandro Cano Villagrasa, Universidad Internacional de Valencia.
Escenas como esta son más comunes de lo que parece. Y no resultan inocuas, precisamente. Numerosas investigaciones destacan que en estos primeros años el cerebro infantil es altamente susceptible a factores biológicos, psicológicos y ambientales. Y entre ellos, el estrés de los padres ha emergido como un importante riesgo para que el desarrollo temprano se produzca adecuadamente
Sofía está en el parque con su hija de cinco años. Tiene el móvil en una mano y con la otra busca papeles del trabajo en el bolso. Está tensa. Su voz suena entrecortada cuando responde a su pequeña, que corre a enseñarle algo del arenero. “No puedo ahora, Emma”, le dice sin mirarla. Minutos después, la niña se frustra, tira la pala y empieza a gritar. La tensión de una contagia a la otra, en un bucle silencioso.
Escenas como esta son más comunes de lo que parece. Y no resultan inocuas, precisamente. Numerosas investigaciones destacan que en estos primeros años el cerebro infantil es altamente susceptible a factores biológicos, psicológicos y ambientales. Y entre ellos, el estrés de los padres ha emergido como un importante riesgo para que el desarrollo temprano se produzca adecuadamente.
La ventana de vulnerabilidad
Durante los dos primeros años de vida, el cerebro crece y se organiza a una velocidad sin precedentes, a través de procesos como la sinaptogénesis (formación de nuevas conexiones neuronales), la mielinización (recubrimiento de los axones de las células nerviosas para acelerar impulsos) y la formación de redes neuronales funcionales. Por eso se considera esta etapa como un periodo crucial para el establecimiento de las capacidades cognitivas y comportamentales que perdurarán a lo largo de la vida.
En consecuencia, las condiciones ambientales –como la presencia de estrés crónico en el hogar– pueden alterar las trayectorias de maduración cerebral. De hecho, diversas investigaciones han mostrado que bebés nacidos de madres con altos niveles de estrés fisiológico presentan patrones de actividad cerebral atípicos para su edad.
En particular, el estrés crónico materno (medido a través de cortisol en el cabello) se asocia con una maduración cerebral más lenta. Esta se manifiesta en el electroencefalograma por una menor actividad en rangos de frecuencia altos (ondas alfa y gamma) y mayor actividad en rangos bajos (theta). Son alteraciones que pueden generar consecuencias cognitivas duraderas
En particular, el estrés crónico materno (medido a través de cortisol en el cabello) se asocia con una maduración cerebral más lenta. Esta se manifiesta en el electroencefalograma por una menor actividad en rangos de frecuencia altos (ondas alfa y gamma) y mayor actividad en rangos bajos (theta). Son alteraciones que pueden generar consecuencias cognitivas duraderas.
De hecho, sin un adulto que ofrezca contención y apoyo, el estrés agudo (por ejemplo, el derivado de pobreza extrema, maltrato o depresión materna severa) puede debilitar la arquitectura del cerebro en desarrollo, con consecuencias negativas a largo plazo en el aprendizaje y otras funciones cognitivas.
No es sorprendente, entonces, que el desempeño cognitivo infantil se resienta cuando el ambiente familiar está muy tensionado. Los niños en edad preescolar con mayores dificultades en sus funciones ejecutivas (como la memoria de trabajo, el control de impulsos o la flexibilidad cognitiva) tienden a presentar niveles elevados de cortisol, al igual que sus padres.
En este círculo vicioso, el estrés de los cuidadores eleva el de los pequeños, lo que a su vez puede mermar su capacidad de autorregulación cognitiva.
Impacto emocional
El estrés de mamá o papá no solo afecta al intelecto infantil: también moldea profundamente su mundo emocional y social. Criarse en un hogar con niveles altos de tensión se ha vinculado con todo tipo de problemas emocionales y de comportamiento en los niños, como agresividad, ansiedad y síntomas depresivos. Los investigadores incluso han observado que los hijos de padres que reportan elevados niveles de estrés durante el primer año de crianza tienen el doble de probabilidades de presentar problemas de salud mental hacia los tres años de edad.
Una razón es el deterioro de las interacciones afectivas. Padres crónicamente estresados se muestran con frecuencia más irritables, menos pacientes y menos sensibles a las señales emocionales de sus hijos. La ciencia del apego nos dice que cuando un progenitor está sobrepasado, le cuesta más ofrecer el cuidado sensible y responsivo que un bebé o un niño pequeño necesita
Una razón es el deterioro de las interacciones afectivas. Padres crónicamente estresados se muestran con frecuencia más irritables, menos pacientes y menos sensibles a las señales emocionales de sus hijos. La ciencia del apego nos dice que cuando un progenitor está sobrepasado, le cuesta más ofrecer el cuidado sensible y responsivo que un bebé o un niño pequeño necesita.
Esto puede derivar en un apego inseguro del menor hacia sus padres; es decir, no siente plena seguridad o confianza en la disponibilidad emocional del adulto. Esto se ha relacionado estrechamente con problemas conductuales en la etapa preescolar y un peor ajuste emocional.
También se ha demostrado que los niños pueden “contagiarse” del estado emocional de sus cuidadores. La tensión constante en el rostro, la voz o las acciones bruscas de mamá o papá actúan como un mensaje no verbal que el niño interioriza, generándole a menudo inestabilidad emocional.
El poder de la resiliencia
Resulta evidente que las dimensiones cognitiva y emocional del desarrollo infantil están íntimamente entrelazadas con el bienestar de sus cuidadores. Cuando los padres se sienten abrumados, los niños lo sienten y lo reflejan en su desarrollo: puede verse en conexiones neuronales que maduran más lentamente, en palabras que tardan en llegar, en rabietas que se vuelven frecuentes o en miedos difíciles de calmar.
La buena noticia es que este impacto no tiene por qué ser permanente. Las investigaciones sugieren que diversos factores pueden moderar o amortiguar los efectos del estrés parental
La buena noticia es que este impacto no tiene por qué ser permanente. Las investigaciones sugieren que diversos factores pueden moderar o amortiguar los efectos del estrés parental. Por ejemplo, contando con redes de apoyo familiar y social, recibiendo ayuda en la crianza o aprendiendo técnicas de manejo de estrés. Así, un estudio reciente reveló que la resiliencia familiar –la capacidad de la familia para adaptarse positivamente a la adversidad– atenuaba significativamente el impacto negativo del estrés materno en el desarrollo del niño.
16. Las chicas adolescentes presentan más síntomas de depresión que los chicos
Artículo en The Conversation de Óscar Sánchez Hernández, Francisco Javier Méndez Carrillo, Fulgencio Marín Martínez, Universidad de Murcia.
El desánimo no es cosa de la madurez. Lejos de eso, en las últimas décadas hemos visto incrementarse el riesgo de depresión a edades cada vez más tempranas. La adolescencia es un periodo de especial vulnerabilidad y, por tanto, es necesario investigar y prevenir los problemas emocionales desde este periodo evolutivo
El desánimo no es cosa de la madurez. Lejos de eso, en las últimas décadas hemos visto incrementarse el riesgo de depresión a edades cada vez más tempranas. La adolescencia es un periodo de especial vulnerabilidad y, por tanto, es necesario investigar y prevenir los problemas emocionales desde este periodo evolutivo.
En esta línea, hace poco publicamos un estudio destinado a analizar la relación del sexo y la edad con la sintomatología depresiva en adolescentes. Los participantes fueron 1 212 adolescentes, de 1º (53,9 %) y 2º (46,1 %) curso de la Educación Secundaria Obligatoria, pertenecientes a siete centros educativos de la Región de Murcia (España). Participaron también 104 madres y padres.
Llegamos a dos conclusiones fundamentales: que las chicas adolescentes presentan más sintomatología depresiva que los chicos, y que a partir de los 12 años se produce un aumento significativo de dicha sintomatología.
Más rumiación y pensamientos desesperanzados en las chicas
No es la primera vez que un estudio sugiere que las chicas adolescentes presentan más síntomas de depresión que los chicos. Pero ¿a qué se debe?
Se ha barajado que un estilo de pensamiento más pesimista y desesperanzado podría explicar la diferencia. Los datos indican que los chicos adolescentes que adoptan este tipo de actitud ante situaciones muy adversas pueden acabar desarrollando depresión. Sin embargo, una chica que presenta un estilo de pensamiento desesperanzado puede llegar a deprimirse incluso sin que se produzca un evento negativo estresante (o por sucesos objetivamente leves).
Dar vueltas a pensamientos negativos y obsesivos, una y otra vez, es lo que en psicología se denomina rumiación. Y se ha sugerido que podría ser la causa de la aparición de mayor porcentaje de depresión en las chicas. Por el contrario, en chicos no suele ser la causa, sino una consecuencia de la depresión. Esta diferencia debería tenerse en cuenta en el diseño de programas de prevención de la depresión en adolescentes
Dar vueltas a pensamientos negativos y obsesivos, una y otra vez, es lo que en psicología se denomina rumiación. Y se ha sugerido que podría ser la causa de la aparición de mayor porcentaje de depresión en las chicas. Por el contrario, en chicos no suele ser la causa, sino una consecuencia de la depresión. Esta diferencia debería tenerse en cuenta en el diseño de programas de prevención de la depresión en adolescentes.
Otro factor diferencial identificado por los investigadores tiene que ver con la exposición a compañeros deprimidos. Se ha comprobado que la exposición de las chicas adolescentes a compañeros deprimidos favorece la depresión propia en la adultez, además de afectar negativamente a la probabilidad de asistir a la universidad y de trabajar. Incluso se asocia a una reducción en los ingresos de las mujeres adultas. En los chicos, sin embargo, no se halló ni rastro de este efecto.
Cerebros distintos, respuestas distintas
Uno de los grandes errores a la hora de abordar la depresión es dar por sentado que el cerebro de los hombres y las mujeres funciona igual. Todo lo contrario: existen diferencias sexuales en los procesos neurobiológicos que hay detrás de aspectos de la depresión como el procesamiento del miedo, la excitación, la evitación social o la indefensión aprendida –sensación de que no podemos hacer nada para cambiar la situación y sentirnos impotentes por experiencias previas de situaciones incontrolables, solo presente en hombres–.
Otro estudio de 2022 detectó que en los cerebros de hombres deprimidos existía una pérdida de proteína claudina-5 en el llamado núcleo accumbens, una estructura cerebral relacionada con el placer y la recompensa. En el caso de las mujeres, esa pérdida de claudina-5 se produjo en otro área del cerebro; concretamente en la corteza prefrontal, implicada en la regulación del humor, la toma de decisiones, la planificación, la motivación y la autopercepción, entre otras funciones.
Los adolescentes son más vulnerables
No hay duda de que la transición a la adolescencia es un período de desarrollo particularmente vulnerable a la depresión. Según nuestro estudio, el momento óptimo para realizar intervenciones de prevención de problemas emocionales y fomento de la salud mental y bienestar psicológico sería a los 12 años. Porque es a partir de esta edad cuando se produce un aumento significativo de la sintomatología depresiva.
En la misma línea, otra investigación reciente encontró que alrededor de los 13 años aumentan significativamente los síntomas de depresión, y este incremento suele ser mayor en las chicas
En la misma línea, otra investigación reciente encontró que alrededor de los 13 años aumentan significativamente los síntomas de depresión, y este incremento suele ser mayor en las chicas.
Otro interesante hallazgo parece indicar que los traumas tempranos son un factor dominante que eclipsa los acontecimientos de la vida más recientes al inicio de la depresión entre los adolescentes. Intervenir pronto en estos casos es importante, sobre todo teniendo en cuenta que la depresión es uno de los factores de riesgo más importantes para el suicidio.
La opinión de padres, madres y profesorado
Un punto fuerte del estudio es que no sólo se evaluó la sintomatología depresiva con autoinformes de los adolescentes, sino que también se les pidió a madres y padres que evaluaran el estado de ánimo que observaban en sus hijos. En futuros estudios sería interesante incluir también la perspectiva de los profesores.
Por último, hay que señalar que existen intervenciones eficaces para tratar y prevenir la depresión en adolescentes y jóvenes que deberían ofrecerse a la población junto a la implementación de políticas sensibles al género para promover la igualdad de género en la salud.
17. Tres copas de alcohol al día pueden provocar hemorragias cerebrales severas y precoces
Artículo de Patricia Fernández de Lis en El País.
Una investigación ha desentrañado el preocupante vínculo detectado en EE UU entre el consumo intensivo de alcohol y los infartos cerebrales más graves y tempranos
Una investigación ha desentrañado el preocupante vínculo detectado en EE UU entre el consumo intensivo de alcohol y los infartos cerebrales más graves y tempranos. El estudio, que ha analizado a 1.600 pacientes hospitalizados por hemorragia cerebral, explica que quienes beben tres o más bebidas al día sufren derrames cerebrales 11 años antes que quienes no consumen alcohol o lo hacen moderadamente.
La investigación muestra que los pacientes con estos hábitos de consumo llegan al hospital con hemorragias cerebrales que, además de ser hasta un 70% mayores, tienden a asentarse en zonas más profundas del cerebro, lo que compromete aún más su pronóstico. De hecho, son casi el doble de propensos a experimentar una combinación particularmente peligrosa: el derrame se extiende a los ventrículos cerebrales, algo que los especialistas relacionan con peores tasas de recuperación y mayor riesgo de discapacidad severa. El estudio se publica hoy en la revista Neurology, de la Academia Estadounidense de Neurología.
“Aparecen de manera súbita, causan daños graves y, a menudo, dejan a los pacientes con discapacidades que cambian sus vidas. Es una de las enfermedades más difíciles de superar”, añade este investigador
“La hemorragia cerebral es una de las condiciones más letales e incapacitantes conocidas por el ser humano”, afirma Edip Gurol, autor principal del estudio e investigador del Departamento de Neurología de Hospital General de Massachusetts. “Aparecen de manera súbita, causan daños graves y, a menudo, dejan a los pacientes con discapacidades que cambian sus vidas. Es una de las enfermedades más difíciles de superar”, añade este investigador.
En su estudio, los científicos definieron el consumo fuerte como la ingesta regular de tres o más bebidas alcohólicas al día, lo que equivale a unos 42 gramos de alcohol, como tres latas de cerveza o tres copas de vino. El análisis mostró una marcada diferencia de edad: los pacientes catalogados como bebedores fuertes sufrieron el ictus a una edad promedio de 64 años. El resto de pacientes —quienes bebían menos de tres copas o nada— sufrieron el ictus a una edad media de 75, con una diferencia de 11 años. A pesar de que la mayoría de los pacientes estudiados eran caucásicos, Gurol considera que los resultados son “muy generalizables” a otras poblaciones, como los pacientes afroamericanos, hispanos o asiáticos.
Para el neurólogo José Manuel Moltó, “el trabajo es bueno y han recolectado datos de un número importante de pacientes”, aunque aclara que “no han descubierto nada nuevo, sino que han sistematizado muy bien” el estudio de un factor de riesgo que ya era conocido. Moltó, neurólogo en el Hospital Verge dels Lliris de Alcoi y miembro de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cree que quizá los excesos del alcohol sobre el deterioro cognitivo o el hígado “sean más conocidos”; así que este estudio, en el que él no ha participado, puede ayudar a entender mejor los impactos neurológicos del consumo de alcohol.
No hay un consumo seguro
Moltó matiza que, en el contexto español, “tres consumos diarios, para mucha gente, no es elevado, aunque realmente lo sea”. El experto cree que la debilidad de muchos estudios es el consumo autodeclarado, es decir, que son los pacientes quienes dicen cuánto beben, y eso puede no corresponderse con la realidad. “Quizá lo más importante es conocer si el hábito es continuado”, resalta.
El equipo autor del nuevo estudio también vinculó el consumo excesivo con signos más graves de la llamada enfermedad de pequeño vaso (EPV), un daño crónico en las arterias diminutas del cerebro que es un factor de riesgo clave tanto para el ictus como para el deterioro cognitivo
El equipo autor del nuevo estudio también vinculó el consumo excesivo con signos más graves de la llamada enfermedad de pequeño vaso (EPV), un daño crónico en las arterias diminutas del cerebro que es un factor de riesgo clave tanto para el ictus como para el deterioro cognitivo. Los bebedores fuertes mostraron más del triple de probabilidades de presentar signos severos de daño en la sustancia blanca del cerebro, un indicador de EPV avanzada. Los investigadores plantean que el alcohol actúa por dos vías: elevando la presión arterial —lo que daña y debilita los vasos— y reduciendo el recuento de plaquetas —lo que dificulta la coagulación y la detención de cualquier fuga—. Según Moltó, esta afectación de los pequeños vasos es un fenómeno “muy conocido, muy común” y se ha asociado tradicionalmente a otros factores de riesgo como “la hipertensión y la diabetes”.
Todo esto sugiere que no existe un consumo totalmente seguro de alcohol. “Minimizar o dejar de beber alcohol es un paso importante para reducir riesgo”, dice Gurol. “Incluso para las personas que tienen un riesgo relativamente bajo de hemorragia cerebral, limitar el consumo de alcohol a no más de tres copas por semana puede ser una medida eficaz para protegerse contra todo tipo de ictus y preservar tanto la salud cerebral como la cardiovascular”, añade. Moltó coincide en que el consumo moderado de alcohol “no tiene ningún efecto beneficioso” comprobado y que reducirlo debe ser parte de una estrategia integral de prevención. “Se puede hacer mucho para prevenir tanto el ictus como el deterioro cognitivo, controlando la tensión, la diabetes y reduciendo el consumo de alcohol a una cantidad muy pequeña”, concluye Moltó, añadiendo esta pauta a un estilo de vida saludable y activo.
18. El jugador olímpico que cambió el baloncesto por la medicina te explica la relación entre sedentarismo y cáncer
Artículo de Andrea Muñoz en El Confidencial.
Juan Antonio Corbalán fue uno de los mejores bases de la historia del baloncesto español y llegó a participar en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. España consiguió la plata tras perder contra una selección de Estados Unidos que contaba con Michael Jordan, uno de los mejores de la historia.
Tras una larga carrera en el Real Madrid y una última temporada en el Forum Valladolid, Corbalán se retiró hace más de 30 años y ahora dedica su vida a la medicina deportiva. Cuenta con perspectiva cómo compaginó el deporte de élite con el estudio
Tras una larga carrera en el Real Madrid y una última temporada en el Forum Valladolid, Corbalán se retiró hace más de 30 años y ahora dedica su vida a la medicina deportiva. Cuenta con perspectiva cómo compaginó el deporte de élite con el estudio. "Con 18 años se vive de manera muy intensa, todo te hace mucha ilusión. Elegí la medicina porque está a medio camino entre lo humanista y lo técnico", explica a este periódico.
Sus dos trayectorias profesionales le han permitido vivir en su propio cuerpo las sensaciones que le describen ahora algunos de sus pacientes. "El acondicionamiento físico es importante y es el efecto del entrenamiento. Las personas entrenan para vivir mejor y más saludable y los deportistas para ganar medallas olímpicas o títulos, al final el fundamento fisiológico es exactamente el mismo. El planteamiento ante cualquier situación de salud, para mantenerla o para paliar una enfermedad, es un equilibrio entre lo psicológico, fisiológico, entrenamiento, nutrición y descanso", continúa.
El experto ha acudido a una jornada de la Asociación Española Contra el Cáncer en el marco del congreso Cardiotox, que tiene como objetivo optimizar la atención cardiovascular de los pacientes oncológicos. Para él se debe "romper" el círculo vicioso: "Si tienes una patología como el cáncer y no acabas con el sedentarismo después del diagnóstico, no podrás evitar un aumento de peso que acabará generando una peor condición física y más fatiga. Se puede atajar desde muchos puntos de vista, cada vez tenemos un arsenal terapéutico más grande, pero ninguna medicina puede sustituir el entrenamiento".
"Para la enfermedad cardíaca es fundamental construir un músculo más eficiente, todo ejercicio físico da un perfil de seguridad frente al colesterol, la diabetes o el sobrepeso. Además, te produce una sensación de mejor calidad de vida y aumento de la autoestima"
De hecho, recalca el papel del deporte en la prevención. "Para la enfermedad cardíaca es fundamental construir un músculo más eficiente, todo ejercicio físico da un perfil de seguridad frente al colesterol, la diabetes o el sobrepeso. Además, te produce una sensación de mejor calidad de vida y aumento de la autoestima", narra.
Acerca de las personas que sufren obesidad o a las que les cuesta integrar el entrenamiento en su vida diaria, comenta la importancia de una triple acción: "Buena alimentación, entrenamiento y descanso". Menciona también que en algunas ocasiones los hábitos, como abusar de la comida, bebida o la diversión nocturna, nos alejan de las recomendaciones. "Cuando somos más jóvenes no supone una gran sobrecarga porque el organismo tiene mucha reserva biológica. El problema está en perpetuar los malos hábitos, por eso hay que inculcar a los niños unos saludables", insiste.
Uno de los aspectos que Corbalán destaca es la diferencia entre "entrenarse y pasearse": "Imagina que tienes que hacer cinco entrevistas en un día y solo hicieras dos, lógicamente, el periódico saldría incompleto. Con el deporte pasa lo mismo, está claro que pasearse es mejor que estar sentado...pero el entrenamiento por intervalos es muy importante, tienes que seguir aunque te canses".
Visión integral de la salud
Empezamos a morir cuando nos paramos, por eso hay que moverse el máximo que podamos siempre. Habría que eliminar los alimentos procesados y comer los más naturales posibles, teniendo en cuenta que esto no es un cero o un cien, es una tendencia"
Igualmente, opina que el sistema de salud en España está preparado para abordar al paciente de forma global y no fragmentada por especialidades. "Tenemos unos profesionales que son los mejores a nivel internacional. Yo soy un convencido de la sanidad pública, pero su financiación ha ido cayendo en relación con la necesidad de una sociedad que no quiere tratar solo la enfermedad, sino su estado de salud", expone.
Por ello, incide en la importancia de los buenos hábitos y en la obligación del paciente a sentirse "parte del proceso y no solo el problema": "Empezamos a morir cuando nos paramos, por eso hay que moverse el máximo que podamos siempre. Habría que eliminar los alimentos procesados y comer los más naturales posibles, teniendo en cuenta que esto no es un cero o un cien, es una tendencia".
19. Las infecciones hospitalarias se reducirían a la mitad si los sanitarios se lavaran las manos
Un 33% son de bacterias multirresistentes, que en el 2023 provocaron 24.000 muertes.
Artículo de Celeste López en La Vanguardia.
Acudir a un centro sanitario y, especialmente, ingresar en un hospital conlleva riesgos de infección. Bacterias y virus (también hongos) encuentran en estos sitios un espacio donde vivir y expandirse. De ahí el interés de los profesionales de reducir al máximo la estancia de los pacientes en el centro hospitalario.
En España, se estima que entre el 7% y el 10% de las personas ingresadas en un hospital desarrollan una infección. Un tercio de ellas son de bacterias multirresistentes, uno de los problemas de salud más relevantes y que amenaza con ser la siguiente pandemia. El año pasado murieron unas 24.000 personas por unas bacterias que han aprendido a sortear a los antibiótico
Cada año se registran 9 millones de infecciones en la UE y unos 90.000 fallecimientos. En España, se estima que entre el 7% y el 10% de las personas ingresadas en un hospital desarrollan una infección. Un tercio de ellas son de bacterias multirresistentes, uno de los problemas de salud más relevantes y que amenaza con ser la siguiente pandemia. El año pasado murieron unas 24.000 personas por unas bacterias que han aprendido a sortear a los antibióticos.
Este es el panorama que dibuja Milagro Montero, médico internista, dedicada en exclusiva a las enfermedades infecciosas y actualmente jefa de sección de Infección Nosocomial del hospital del Mar, en el marco de la escuela de periodistas de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).
Las infecciones nosocomiales o infecciones relacionadas con la atención sanitaria (IRAS) son una complicación frecuente y muy grave para los pacientes más vulnerables, aquellos que tienen el sistema inmunológico débil.
¿Qué se puede hacer? La respuesta es sencilla, que el personal sanitario que atiende a los pacientes, especialmente a los más vulnerables, se laven las manos. “Esa medida reduciría en un 50% las infecciones”, señala Montero, quien insiste en que esta es la medida preventiva más eficaz y más barata, “pero no se hace”. No, asegura, después de la pandemia no se mantuvo esta costumbre, que para los profesionales sanitarios (médicas, enfermeras, auxiliares, celadores...) debería ser una regla básica de relación con los pacientes. “Un paciente A colonizado es atendido por un médico que le palpa, que le toca, y que luego hace lo propio con un paciente B no colonizado”, dibuja con palabras.
Hay que incidir una y otra vez en la higiene de manos, algo que en la práctica sanitaria del día a día de los profesionales se abandona, insiste esta especialista. Ella aboga por colocar soluciones hidroalcohólicas en la entrada de cada habitación de hospital y casa sala de consulta.
Hay que incidir una y otra vez en la higiene de manos, algo que en la práctica sanitaria del día a día de los profesionales se abandona, insiste esta especialista. Ella aboga por colocar soluciones hidroalcohólicas en la entrada de cada habitación de hospital y casa sala de consult
En 1840 el doctor húngaro Ignaz Philipp Semmelweis demostró que lavarse las manos con una solución de hipoclorito de calcio reducía drásticamente la mortalidad por fiebre puerperal en las salas de maternidad. Murió denostado por sus colegas, pero sus estudios le dieron la razón y, desde entonces, se aplica en la práctica clínica y se enseña en las facultades de Medicina de todo el mundo.
Además de la higiene de manos, Montero aboga por el uso racional de los antibióticos (elegir el correcto, con la dosis adecuada y el tiempo de tratamiento necesario), así como sistemas de monitorización continua y detección precoz para identificar brotes antes de que se extiendan.
También apuesta por protocolos de aislamiento de contacto, con habitaciones individuales y equipamiento exclusivo para pacientes infectados, y la constitución de equipos multidisciplinares coordinados para diseñar e implementar políticas de prevención.
Las infecciones nosocomiales más frecuentes son las del torrente sanguíneo asociadas a vías centrales, infecciones del tracto urinario asociadas al catéter, infecciones del sitio quirúrgico y neumonía asociada a ventilador
¿Por qué ocurren las infecciones nosocomiales? La confluencia de múltiples factores convierte los hospitales en un entorno particularmente propicio para la transmisión de patógenos, señala la especialista. Entre ellos, la concentración de pacientes con sistemas inmunitarios debilitados, el uso de dispositivos invasivos como catéteres venosos, sondas urinarias o ventiladores mecánicos, además del empleo frecuente de antibióticos, lo que favorece la selección de bacterias resistentes. Y, por supuesto, por las deficiencias en higiene de manos de los profesionales sanitarios, limpieza inadecuada de superficies y equipos o ventilación insuficiente.
Las infecciones nosocomiales más frecuentes son las del torrente sanguíneo asociadas a vías centrales, infecciones del tracto urinario asociadas al catéter, infecciones del sitio quirúrgico y neumonía asociada a ventilador.
20. “El suicidio es lo último”: los expertos piden evitar el morbo para “no fomentar el dolor” y centrarse en la prevención
A pesar de las leyes y los manuales de actuación, los mecanismos de prevención del suicidio siguen fallando en la práctica. La falta de coordinación entre administraciones, la escasa formación del personal y la ausencia de una mirada social que aborde las violencias estructurales detrás del problema impide avanzar hacia una verdadera política de prevención
La muerte de Sandra, la joven andaluza que se quitó la vida tras sufrir acoso escolar, ha puesto en tela de juicio la forma en que los medios de comunicación deben hablar del suicidio. Su caso reabre un debate recurrente: hasta qué punto los medios pueden informar sobre el suicidio sin contribuir a su banalización o contagio
Artículo de María d’Oultremont en elDiario.es.
La muerte de Sandra, la joven andaluza que se quitó la vida tras sufrir acoso escolar, ha puesto en tela de juicio la forma en que los medios de comunicación deben hablar del suicidio. Su caso reabre un debate recurrente: hasta qué punto los medios pueden informar sobre el suicidio sin contribuir a su banalización o contagio.
Existen varias guías de recomendación sobre la comunicación del suicidio, como por ejemplo la publicada en 2022 por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España o la guía En mis Zapatos. En todas ellas se reitera qué deben decir y qué no cuando un suicidio pasa a ser noticia: ni hablar de métodos ni lugares ni publicar notas de despedida. Ni publicar fotos y videos de la persona fallecida ni simplificar las causas. Ni relatar un suicidio que por el método despierta interés social ni opinar sobre la experiencia de otra persona.
“Los medios de comunicación se han pasado por el forro cuestiones tan básicas como la privacidad de las víctimas en un momento tan vulnerable y doloroso en el que, claramente, uno hace lo que puede”, explica María de Quesada, periodista y presidenta de La Niña Amarilla, una asociación valenciana de comunicadoras que trabaja para la prevención del suicidio y que asegura haber tenido peleas con compañeros de la profesión por la forma de cubrir un suicidio viralizado.
“Se tiene que hablar del suicidio, pero no de cualquier forma”, subraya. Su activismo comenzó años atrás, cuando en una formación un chico compartió su experiencia con la conducta suicida
“Se tiene que hablar del suicidio, pero no de cualquier forma”, subraya. Su activismo comenzó años atrás, cuando en una formación un chico compartió su experiencia con la conducta suicida. “Eso despertó en mí una sensación de alivio. Me dije: ‘Ostras, no soy la única en el mundo que ha tenido conducta suicida’”, explica durante una entrevista con elDiario.es centrada en cómo debemos abordar este fenómeno. Desde entonces, Quesada decidió hablar abiertamente con su entorno sobre lo que había vivido. “Aprendí que haber pensado en el suicidio o incluso haberlo intentado no te determina”, afirma.
Una cuestión de ética profesional
La cobertura mediática del caso de Sandra ha obligado al Grupo de Trabajo de la Sociedad Española en Psicología Clínica a mandar un comunicado dirigido a los medios recordando que “el cumplimiento de las recomendaciones y guías no sólo responden a una cuestión de ética profesional, sino también a una responsabilidad en cuanto a la salud pública”. El derecho a informar no puede prevalecer por encima del derecho a la intimidad, la protección de la infancia y la prevención del daño psicológico, reza el documento.
“No existe una única causa de la conducta suicida. El suicidio es un hecho evitable y multicausal, un momento de vulnerabilidad en el que la persona no ha sabido gestionar una solución”
“No existe una única causa de la conducta suicida. El suicidio es un hecho evitable y multicausal, un momento de vulnerabilidad en el que la persona no ha sabido gestionar una solución”, repiten una y otra vez desde esta asociación valenciana. Violencias estructurales como el acoso escolar o los desahucios son los “factores precipitantes”, explica mientras insiste en que la cobertura mediática de la muerte de Sandra no es un caso aislado, sino que es una de las consecuencias de la violencia estructural a la que están sujetos muchos menores.
Cuando los medios “ponen el foco en el morbo, en el sensacionalismo sin centrarse en el problema real, olvidan que pueden fomentar que otras personas recurran a la misma conducta suicida. Podemos hablar de un caso concreto sin ahondar en la especulación o la invención. Porque aquí hay de todo”, denuncia Quesada. La mala comunicación ha generado “una revuelta social que ya se está viendo en programas de televisión y en redes sociales. Ahora la gente quiere linchar a las acosadoras, a la escuela. Pero a la gente”, insiste “no le corresponde hacer justicia con Sandra ni venganza, sino que es la Justicia quién tiene que intervenir y cambiar la ley si es necesario”.
Hablar desde la prevención implica “centrarse en aquello que puede dar esperanza, en los recursos, y no fomentar el dolor. El suicidio es lo último. Hay que ir a por una prevención del acoso, de la violencia, del mal comportamiento, de las malas actitudes, de la violencia machista
Hablar desde la prevención implica “centrarse en aquello que puede dar esperanza, en los recursos, y no fomentar el dolor. El suicidio es lo último. Hay que ir a por una prevención del acoso, de la violencia, del mal comportamiento, de las malas actitudes, de la violencia machista. Porque todo eso es caldo de cultivo de la conducta suicida. Me gustaría ver todos los casos de colegios donde los protocolos han funcionado. Es ahí donde la investigación y el periodismo tienen que hacer incidencia Hay que hacer énfasis y movilizarse contra el acoso y visibilizar más lo que funciona en otras comunidades o países y copiarlo”.
“No existe un perfil de persona con conducta suicida. Ese es uno de los mitos que persisten a día de hoy”, insiste al mismo tiempo propone enfoques a los medios. “Hay muchas historias de conducta suicida que no acaban mal. Las personas que hemos tenido conductas suicidas podemos tener una vida absolutamente normal como la de cualquier otra persona. Tenemos que romper las barreras del silencio porque como sociedad nos ayuda muchísimo. Nos ayudamos cuando lo contamos”.
Cuando los protocolos no funcionan
En su última memoria publicada este mes de octubre, la fiscalía general del Estado ha elevado a 1.196 los casos de acoso escolar registrados en 2024. Se trata de una cifra que según el mismo informe evidencia “un importante déficit en la prevención e intervención en el entorno educativo y son motivo de una notable preocupación”.
"Cuando le preguntamos a alguien si se quiere suicidar presuponemos que nos va a decir la verdad. Pero no es así. También presuponemos que los profesionales sanitarios saben cómo actuar, o que el médico de cabecera te va a hacer caso. Pero no siempre es así. El problema es que todos los consejos y recomendaciones sólo van en una dirección. Del resto se olvidan”
Cristina Blanco, presidenta de AIDATU (Asociación Vasca de Sucidiología) y doctora en sociología destacaba en otra conversación los cabos sueltos que hay en todas esas guías y protocolos de emergencia relacionados con la prevención del suicidio: “Cuando le preguntamos a alguien si se quiere suicidar presuponemos que nos va a decir la verdad. Pero no es así. También presuponemos que los profesionales sanitarios saben cómo actuar, o que el médico de cabecera te va a hacer caso. Pero no siempre es así. El problema es que todos los consejos y recomendaciones sólo van en una dirección. Del resto se olvidan”.
En una línea similar, María de Quesada lamenta que, sin querer ser pesimista, está demostrado que los “protocolos no funcionan. Necesitamos ver que hay cambios en los protocolos de emergencias, ver que cuando una persona que tiene conductas suicidas se le da prioridad para luego la atención en salud mental. No podemos estar dando citas a los 6 meses cuando hay una conducta suicida o cuando hay un riesgo de conducta suicida”, advierte Quesada.
“Venimos de muchísimos años de cierre ante la conducta suicida. Los mitos que están instaurados en nuestra sociedad los tienen hasta las personas que se supone que tienen que tener conocimientos”, continua la periodista al mismo tiempo enfatiza la labor de las asociaciones de personas afectadas por suicidio y otras organizaciones. “Tiene que haber más coordinación y comunicación entre instituciones y tercer sector. Estamos cansadas de ofrecer nuestra visión y experiencia, de intentar establecer un diálogo con las instituciones y que estas apenas nos llamen”.
Desde 2021, el artículo 35 de la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia Frente a la Violencia (LOVIPI) obliga a todos los centros escolares a introducir la figura de Coordinador de bienestar del alumnado. Su objetivo es promover medidas que aseguren el bienestar óptimo para los niños, niñas y adolescentes y promover la cultura del buen trato. Pero desde Educo, Mónica Viqueira, especialista en Protección, advierte como, en la práctica, esta figura se traduce en una tarea que se le añade a un profesor que no ha tocado absolutamente nada sobre este tipo de temarios en su formación inicial.
A punto de sacar su última evaluación de la implantación del Coordinador/a de Bienestar y Protección, Viqueira adelanta a este medio que 3 años después “hay un cierto compromiso, pero lamentablemente aún hay poca sensibilización de lo que el profesor o incluso las familias pueden hacer. Prácticamente todas las comunidades tienen protocolos. El caso es que muchos centros o muchos profesores ni los conocen”, lamenta.
Este consiste en hablar sobre el suicidio de forma preventiva con alumnos, docentes y tutores del AFAS y AMPAS de cada centro interesado con el fin de crear un espacio para la reflexión y la empatía, normalizando el diálogo en torno a temas aún estigmatizados socialmente como es el suicidio, las autolesiones o la salud mental
Ante la ausencia de una educación basada en la prevención, Quesada y sus compañeras de La Niña Amarilla lanzaron un proyecto centrado en el triángulo de la educación. Este consiste en hablar sobre el suicidio de forma preventiva con alumnos, docentes y tutores del AFAS y AMPAS de cada centro interesado con el fin de crear un espacio para la reflexión y la empatía, normalizando el diálogo en torno a temas aún estigmatizados socialmente como es el suicidio, las autolesiones o la salud mental.
“Cuando fundamos la asociación, nos llamaban muchos centros que pedían que fuéramos a las aulas para hablar de la prevención. Sin embargo, nos dimos cuenta de que, si el profesorado y las familias no tienen esa información básica y general sobre la prevención del suicidio, nuestros esfuerzos van a ser insuficientes. Hay muchas familias que no quieren que se hable del suicidio a sus hijos porque aún no saben que hablar desde la prevención salva vidas”.
Hombres mayores, el colectivo de mayor riesgo
A principios de este año, el Gobierno aprobó el Primer Plan Nacional de Prevención del Suicidio 2024-2027, el cual reitera la precaución y la comunicación con enfoque preventivo que deben seguir los medios de comunicación como también líneas de actuación específicas focalizadas en los diferentes colectivos en riesgo. Entre ellos, hombres mayores.
“Estoy encantada con este plan, pero necesitamos que se materialice. Quiero verlo funcionar. Es muy bonito anunciarlo, pero necesitamos que se ponga en marcha y si solamente es de 2 años que ya me parece poco. Normalmente este tipo de planes se hace con más años vista donde hay una inversión grande, pero se ponen 2 años y en 2025 que ya va a acabar, no hemos visto nada. ¿Dónde está el plan? Esta sería un poco la pregunta”.
“Necesitamos más campañas mediáticas nacionales y autonómicas como las de accidentes de tráfico”, explica la periodista al tiempo que lamenta su ausencia. “Estamos acostumbrados a hablar del suicidio cuando ocurre. Y cuando ocurre se habla mucho, ¿no? Este es el caso que hemos vivido esta semana lamentablemente. Pero si no hacemos algo a nivel nacional se seguirán repitiendo”
“Necesitamos más campañas mediáticas nacionales y autonómicas como las de accidentes de tráfico”, explica la periodista al tiempo que lamenta su ausencia. “Estamos acostumbrados a hablar del suicidio cuando ocurre. Y cuando ocurre se habla mucho, ¿no? Este es el caso que hemos vivido esta semana lamentablemente. Pero si no hacemos algo a nivel nacional se seguirán repitiendo”.
Los últimos datos oficiales del INE –datados de 2023– señalan que solo en España 4.116 personas fallecieron por suicidio. Una media de 11 personas al día. La mayoría de los casos son hombre de entre 45 y 65 años. En otros países, como Canadá, se han impulsado campañas de prevención específicas, como Buddy Up, una iniciativa que anima a los hombres a apoyarse entre sí y a pedir ayuda cuando atraviesan un mal momento.
“Por muchos temas sociales y estructurales ligados al patriarcado, los hombres tienden a comunicarse menos si no están en un buen momento. Por eso, me parece potente que haya iniciativas como esta, donde se intente que, si hay alguien que está en un mal momento y no sabe a dónde ir, pueda acudir a sus amigos porque el suicidio está más presente de lo que pensamos”.


























