Desarticulada una banda de 18 personas liderada por un británico que exportaba marihuana desde un cortijo de Montefrío
Un agente, durante el registro en el domicilio del líder de la banda. gc/ep
La Guardia Civil, en el marco de la operación 'Alopeña', ha desarticulado una organización criminal de 18 componentes y liderada por un peligroso individuo de nacionalidad británica que ha sido extraditado al Reino Unido y que exportaba grandes cantidades de marihuana a Inglaterra desde un cortijo de Montefrío
En una nota de prensa, la Guardia Civil ha detallado que los detenidos son de diferentes nacionalidades, tales como británica, española, rumana, moldava y portuguesa, y que se les acusa de presuntos delitos de organización criminal, tráfico de droga, falsificación de documentos y blanqueo de capitales.
Los arrestos se remontan a la fase de investigación de esta operación, cuando el equipo territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil de Loja averiguó que el presunto líder de esta organización criminal era un prófugo británico que escapó de una cárcel de Birmingham en 2016 con numerosos antecedentes por tráfico de estupefacientes.
Tras huir a España, se refugió en un recóndito cortijo de Montefrío que tenía numerosas medidas de seguridad tanto para acceder como para salir de él, cambió de nombre y de nacionalidad, pues pasó a ser un ciudadano irlandés, y supuestamente montó una organización para continuar con sus negocios de tráfico de droga.
Así, la Guardia Civil ha explicado que si en Inglaterra este individuo se dedicaba al tráfico de cocaína fundamentalmente, en España descubrió que el negocio del tráfico de marihuana "era también extremadamente rentable" y centró sus esfuerzos en esta sustancia estupefaciente.
De esta forma, presuntamente contrató sicarios de países de Europa del este para que velaran por su seguridad y comenzó a comprar grandes cantidades de marihuana que envasaba al vacío y que enviaba a Inglaterra en turismos o furgonetas de manera regular.
La fase de explotación de esta operación tuvo lugar en julio de 2018, cuando se interceptó uno de estos envíos de marihuana en la A-92 N, a la altura del kilómetro 11, en el término municipal de Gor. En concreto, era una furgoneta conducida por un ciudadano inglés que en su interior transportaba 70 kilos de marihuana envasada al vacío.
Poco después, un amplio dispositivo en el que participaron agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y un equipo de intervención táctico de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Granada detuvo en un concesionario de coches al presunto cabecilla de esta organización, el citado inglés escapado de una cárcel, y a su lugarteniente, un español encargado de supervisar la compraventa de la marihuana, cuando se disponían a comprar un todoterreno.
Tras este arresto, el detenido inglés ingresó en la prisión de Albolote y ha sido posteriormente extraditado al Reino Unido por orden del Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional.
Vídeo de la Guardia Civil recogido por Europa Press.
Blanqueo de capitales
Tras la detención del presunto cabecilla de esta red y su lugarteniente, la Guardia Civil ha realizado cuatro registros domiciliarios en las localidades granadinas de Montefrío, Alomartes y Tocón, y en la murciana de Molina de Segura, donde los agentes se incautaron de más de 150.000 euros en efectivo, un kilogramo de marihuana, maquinaria para envasar al vacío marihuana, 30 teléfonos móviles, dos vehículos y documentación que relaciona a los integrantes de esta banda criminal con el blanqueo de capitales.
A partir de este momento, la investigación pasó a manos del Equipo de Blanqueo de Capitales de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Granada, que investigó a los testaferros y los activos de esta organización y descubrió que poseía inmuebles en las provincias de Granada y Murcia valorados en más de 600.000 euros.
Los agentes también descubrieron que los detenidos pretendían montar una gasolinera en la localidad de Tocón, pedanía de Íllora para blanquear dinero. En esta operación, la Guardia Civil ha contado con la colaboración de la National Crime Agency, una agencia británica especializada en la investigación de delincuencia organizada.