En el momento del registro de la vivienda, los agentes sorprendieron a cuatro personas que se encontraban limpiando, deshojando y despalillando para facilitar el secado de los cogollos de unas 180 plantas ya cortadas y que una vez intervenidas arrojaron un peso de casi 12 kilos, según detalla en una nota el Instituto Armado.
En otras dos habitaciones de la vivienda se localizan sendas plantaciones, una de ellas con 210 plantas de pequeño tamaño y la otra con 228 de un tamaño mediano.
Los agentes comprobaron que el cultivo "estaba perfectamente programado, de tal manera que siempre había tres fases diferentes de crecimiento, cuando se cortaban las plantas adultas se procedía a la siembra o plantación de otras. Consiguiéndose de este modo obtener una cosecha cada poco tiempo".
En la actuación también se ha intervenido gran cantidad del material utilizado para el cultivo de esta especie en interior, como material eléctrico, aparatos electrónicos y abonos.
La Guardia Civil ha puesto ante el juez a las personas sorprendidas en el interior de la vivienda manipulando las plantas y al matrimonio propietario de la misma.