Sueños que se viven. Campaña de verano del Patronato de Turismo.

Ecologistas en Acción denuncia la "saturación" de los ríos del Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada

Ciudadanía - IndeGranada - Miércoles, 16 de Julio de 2025
"No son parques urbanos ni piscinas, son un auténtico patrimonio vivo", advierten para reclamar a las administraciones competentes que regulen el acceso.
Imágenes de la Ruta de los Bolos, en Dúrcal.
Ecologistas en Acción
Imágenes de la Ruta de los Bolos, en Dúrcal.

Ecologistas en Acción ha denunciado la "saturación" de los ríos del Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada. 

En estas fechas, principalmente en los fines de semana, se ha hecho habitual ver cómo cientos de personas invaden por completo tramos de ríos a lo largo de varios cientos de metros"

Así, en una nota de prensa, ha explicado que, cada verano, "potenciado por la publicidad y el reclamo desde redes sociales", los parajes riparios Área Recreativa del río Dílar y Los Bolos del río Durcal del Parque Natural de Sierra Nevada "se llenan de visitantes". "Esta gran afluencia de personas, que ha ido aumentando año tras año y que se disparó tras la pandemia del COVID-19, ha llegado a unos niveles preocupantes, sin que las administraciones tomen cartas en el asunto. En estas fechas, principalmente en los fines de semana, se ha hecho habitual ver cómo cientos de personas invaden por completo tramos de ríos a lo largo de varios cientos de metros".

Ecologistas en Acción resalta que, "como cualquier paraje natural, máxime si está declarado como protegido, cuando alcanza niveles de saturación, debe de regularse a tiempo su acceso y visita, de lo contrario sufrirá deterioro y daños en sus valores naturales". Esta regulación precisa de una evaluación previa de la capacidad de acogida o de carga, es decir, cuánta gente cabe físicamente en estos tramos de río con el menor impacto para los ecosistemas y el mayor nivel de satisfacción posible de los visitantes. Porque al final, advierte, "el recurso que es el que atrae a los visitantes muere por el grave impacto provocado por la saturación y por el excesivo número de personas". Y añade: "no hay espacio natural que resista estas masificaciones por un tiempo tan prolongado. Los propios visitantes quedan insatisfechos con la experiencia, principalmente los que buscan un contacto más íntimo y respetuoso con la naturaleza, no tanto las personas que sólo buscan un día de baño sin importarles el entorno. Esta situación ya ha cambiado el perfil del visitante, la mayoría no lo hace motivado por conocer y valorar el paraje protegido en sí mismo, probablemente ni saben que están en un Parque Natural".

En el Río Dílar, "los visitantes construyen presas para el baño, transformando el lecho del río" y "ya se ha hecho habitual ver tumbonas dentro del agua, sin que estas prácticas se sancionen"

En el Área Recreativa del Río Dílar, tramo de río donde habita la trucha común (Salmo trutta), especie autóctona que enfrenta diversas amenazas como la pérdida de hábitat y catalogada como en peligro de extinción (EN) en el Libro rojo de los vertebrados amenazados de Andalucía, los visitantes construyen presas para el baño transformando el lecho del río y ya se ha hecho habitual ver tumbonas dentro del agua sin que estas prácticas se sancionen. Fuera del agua, la ribera y las márgenes están completamente compactadas y desprovistas de vegetación a consecuencia de las pisadas constantes. Y por si fuera poco, es frecuente ver perros sueltos y  descontrolados dentro y fuera del agua.

El otro foco de masificación es el tramo del río Dúrcal hasta llegar al paraje de “Los Bolos”. "Aquí los visitantes se desplazan en masa siguiendo el río, afectando a la fauna acuática del lecho y a la vegetación de su ribera y márgenes". Este paso constante de personas durante todo el verano ahuyenta a la fauna, principalmente a las aves de ribera, provoca compactación del terreno y calvas de vegetación y, en general, ocasiona alteración de los ciclos biológicos y de reproducción de la flora y la fauna y que la degradación de este tramo de río se precipite, explica el colectivo.

Estas zonas no son las únicas de Sierra Nevada con esta problemática, pero sí son las que requieren una actuación más urgente por parte de la Administración

Estas zonas no son las únicas de Sierra Nevada con esta problemática, también se está popularizando el visitar otros puntos del río Dílar dentro del Parque Nacional, pero sí son las que requieren una actuación más urgente por parte de la Administración. Ecologistas en Acción se pregunta "hasta cuándo va a esperar la dirección del Parque Natural y Parque Nacional de Sierra Nevada para regular el número de visitantes y el baño dentro de estas zonas fluviales. Sin olvidar que tanto la CHG dependiente del Estado, como las Cuencas Mediterráneas dependientes de la Junta de Andalucía y que forman parte de la Junta del PN de Sierra Nevada, son competentes en esta materia". Es decir, añade, "tres instituciones que hacen dejación de funciones en cuanto a gestión de nuestros ríos".

Añade que este fenómeno no se limita al ámbito del Parque Natural y Nacional de Sierra Nevada. Otros enclaves de alto valor ambiental, como el Barranco de Luna (Saleres), Los Callejones (Albuñuelas) o Río Verde, el Río Castril en el PN de la Sierra de Castril o el río Lanjarón también en el Parque de Sierra Nevada y sus "privatizaciones encubiertas", sufren impactos similares. En Río Verde, se ha documentado la desaparición de poblaciones de sapo partero, probablemente por la misma causa, asegura Ecologistas en Acción.

"El pisoteo intensivo amenaza gravemente la salud ecológica del río y su biodiversidad". Entre las afecciones más relevantes se encuentran la alteración del lecho fluvial -incluyendo compactación y remoción de sedimentos-, lo que interfiere en su movilidad natural por efecto de caudales y crecidas. Esto deteriora hábitats clave para macroinvertebrados acuáticos (plecópteros, efemerópteros, odonatos, etc.), sobre todo en periodos críticos de desarrollo. 

También se ha constatado una regresión de la vegetación de ribera, afectada por el pisoteo de brotes y plantones que impide su regeneración. La fauna acuática en general se ve comprometida, incluyendo especies sensibles como el mirlo acuático, la culebra viperina y el sapo partero, así como la posible perturbación de rapaces como el águila real -ya afectada en el río Cacín- o el cernícalo vulgar.

"Los parques naturales y nacionales no son parques urbanos ni piscinas. Son un auténtico patrimonio vivo, donde la fauna y la flora y su biodiversidad constituyen dicho patrimonio expuesto"

La alteración de estos indicadores ecológicos -sedimento, vegetación, fauna y dinámica hidrológica- compromete el equilibrio del ecosistema fluvial y dificulta su conservación a medio y largo plazo.

"Los parques naturales y nacionales no son parques urbanos ni piscinas. Son un auténtico patrimonio vivo, donde la fauna y la flora y su biodiversidad constituyen dicho patrimonio expuesto. Como tal, deben ser gestionados con responsabilidad para que las futuras generaciones puedan disfrutar de su riqueza y belleza tal como lo hemos hecho nosotros", advierte Ecologistas en Acción.

_______________________________________________________________________________________