Granada se sitúa entre las 11 ciudades españolas con el billete de bus más caro
La subida de las tarifas del autobús urbano ha situado a Granada entre las 11 ciudades con el precio del billete de autobús más caro, según un estudio de FACUA que constata también que los granadinos y granadinas pagan más de la media si utilizan el bonobús.
Desde el pasado 1 de agosto el precio del billete único es de 1,40 euros en Granada, similar a ciudades como Sevilla y diez céntimos más caro que el billete de Málaga, según ese estudio comparativo entre las tarifas de 38 ciudades elaborado por la asociación de consumidores. En lo que respecta al uso del bonobús, la subida ha hecho que en Granada sea más caro que la media. Un viaje con bono cuesta a los usuarios del transporte en la capital 0,85 céntimos -con un bono de 10 euros-, frente a los 0,79 euros de media.
Consulta en el siguiente enlace el informe elaborado por FACUA:
Según el estudio, viajar en autobús cuesta actualmente una media de 0,79 euros si se utiliza un bonobús o tarjeta recargable con trasbordo, sólo un céntimo por encima de la tarifa media registrada por la asociación en su análisis de 2016, informa Europa Press.
Los cuatro viajes de bono con trasbordo que han experimentado subidas han sido el de Granada, que ha pasado de 0,79 a 0,85 euros (7,6%), el de Cuenca, de 0,58 a 0,63 euros (8,6% más caro); el de Valencia, de 0,80 a 0,85 euros (sube un 6,2%) y el de Valladolid, de 0,70 a 0,75 euros (sube un 7,1%).
El trayecto con esta tarjeta más caro es el de Madrid (1,83 euros), seguido por el de Gerona (1,07) y Barcelona (1,00 euro). Por contra, los viajes más baratos son el de Logroño (0,53 euros), Salamanca (0,59) y Toledo (0,60). La diferencia en las tarifas usando el bono con trasbordo alcanza el 245%.
Por otro lado, los trayectos pagados con bonos sin trasbordo, ofrecidos en nueve de las ciudades analizadas, cuestan de media 0,80 euros. El precio de cada viaje con este tipo de bono más caro sigue siendo el de Madrid (1,22 euros) y el más económico el de Lugo (0,45), igual que el año pasado. La diferencia en este caso llega hasta el 171%.
Por otro lado, el billete sencillo cuesta hoy una media de 1,25 euros, prácticamente el mismo dato que el año pasado, cuando la cifra era de 1,23 euros. El precio más alto se localiza de nuevo en Barcelona (2,15 euros) frente al más bajo, ofrecido en Lugo (0,64). La diferencia es del 236%.
Respecto al año anterior, el univiaje ha subido en Valladolid (de 1,40 a 1,50, un 7,1%), Cuenca (de 1,05 a 1,20 euros, un 14,3%) y Granada, que experimenta la subida más alta: de 1,20 a 1,40 euros, un 16,7%.
Al ser el billete sencillo una modalidad que utilizan normalmente usuarios no habituales, la asociación considera razonable que su precio sea disuasorio, ya que debe primarse a quienes apuesten por el transporte público. FACUA entiende que estos títulos de viaje deben servir para ayudar a sufragar el conjunto del sistema.
En cuanto al precio de la tarjeta mensual (en la mayoría de casos ilimitada), ésta es ofertada por 26 de las ciudades encuestadas y su valor oscila entre los 54,60 euros de Madrid y los 22,05 euros de Salamanca. El precio medio extraído teniendo en cuenta todas ellas es de 37,97 euros, un 1,9% superior a los 37,27 euros de 2016 (cuando lo ofrecían 26 ciudades también).
Sevilla va a poner en marcha en septiembre una nueva tarjeta para estudiantes con unprecio de 19 euros mensuales, o 190 si se saca para todo el curso académico. Este nuevo bono sustituye a la antigua tarjeta universitaria y ahora podrá beneficiarse de ella cualquier estudiante, ya sea de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Bachillerato, Educación para Adultos, Educación Especial, quitándose así el requisito de ser universitario.
Otra ciudad que estrena bono mensual es Alicante. Por un precio de 15 euros, esta tarjeta ofrece viajes ilimitados durante 30 días naturales para todos aquellos empadronados en ella de manera ininterrumpida por un periodo superior a un año, y cuya edad esté comprendida entre los 5 y los 30 años.
La asociación critica que haya ciudades donde no existan bonos, tarjetas monederos o recargables sólo para la zona urbana, teniendo que soportar los consumidores precios más elevados al permitir un transporte interurbano y/o comarcal.