Greenpeace pide que la nueva PAC ayude a frenar la producción en macrogranjas como la que se proyecta en Granada
Rambla de la Matanza. ecologistas en acción
Greenpeace ha reclamado a los Veintiocho que el nuevo periodo de la Política Agrícola Común (PAC), que se votará este jueves en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, ponga freno a la producción en macrogranjas que se llevan hasta el 79 por ciento de las subvenciones -han crecido un 96% solo en España-, frente a las pequeñas granjas que casi "han desaparecido" en poco más de una década.
En la provincia de Granada, en el último mes, instituciones, partidos y colectivos sociales han mostrado su rechazo a un proyecto de macrogranja de cerdos en Dehesas de Guadix. Así, hace diez días, manifestantes cortaron la carretera A-315, en el municipio de Cuevas del Campo, al grito de 'El negocio del marrano mata al Altiplano'.
La Plataforma por la Protección del Guadiana Menor, junto con Ecologistas en Acción, ya denunciaron "las graves consecuencias" que conllevaría en el norte de la provincia esta explotación para la cría de 125.000 marranos al año, ubicada a tres kilómetros a una zona de viviendas en Cuevas del Campo, para "la salud, el medio ambiente y la población".
Este martes, la ONG ha publicado en Madrid el informe 'Alimentando el Problema: La peligrosa intensificación de la ganadería en Europa' en el que denuncia que el 71 por ciento de las tierras agrícolas de la UE y alrededor de un 63 por ciento de las tierras cultivadas de la UE no se destinan a la alimentación humana sino a la alimentación del ganado. En concreto, señala que en España casi el 80 por ciento de la carne y lácteos se produce en macrogranjas, que presentan mayor impacto ambiental y socioeconómico.
En cuanto a los pagos directos de la PAC, la ONG valora que entre 28.000 millones y 32.000 millones de euros (entre el 69 y el 79 por ciento del total) se destina a las tierras que alimentan ganado, contra las recomendaciones de reducción del consumo de carne por su enorme impacto en el planeta y en la salud. Esta cuantía supone alrededor del 20 por ciento del presupuesto total para el conjunto de la UE.
La ONG lamenta que el "simple hecho de que considerablemente más de la mitad del presupuesto total de la PAC esté vinculado al sector ganadero va en contra de la advertencia urgente de la comunidad científica".
El director de política agrícola de Greenpeace UE, Marco Contiero, considera que mientras la ciencia advierte de que es preciso reducir la producción y el consumo de carne para evitar un desastre ambiental es "una locura seguir invirtiendo dinero público en la ganadería industrial".
"La UE tiene la responsabilidad de utilizar la PAC para ayudar al sector agrícola a hacer la transición hacia la agricultura ecológica, criando menos y mejor a los animales, protegiendo nuestro medio ambiente, clima y salud. Mientras que las granjas pequeñas están desapareciendo a pasos alarmantes, el dinero público alienta a las granjas más grandes a crecer, esto tiene que parar", ha denunciado.
El pasado mes de enero, la revista médica The Lancet recomendó reducir el consumo de carne roja en Europa en un 77 por ciento.
Respecto a España, Greenpeace muestra que el 62 por ciento de las tierras agrícolas y el 66 por ciento de las tierras cultivadas se utilizan para alimentar el ganado y que casi el 80 por ciento de los productos ganaderos son producidos en macrogranjas. Además, España es uno de los cuatro mayores productores de carne de porcino, ovino y caprino, y entre los tres mayores de carne de ternera de la UE.
La ONG expone que entre 2004 y 2016 se redujeron en España el número de granjas agrícolas en un 27 por ciento, que las granjas más pequeñas desaparecieron "totalmente" y se incrementaron un 96 por ciento el número de las granjas más grandes, las que tienen una producción económica de 500.000 euros o más.
De hecho, el 93,7 por ciento de la producción de carne de cerdo, el 94,2 por ciento de la carne de aves de corral y el 80,6 por ciento de la leche y otros productos lácteos se concentra en granjas grandes y muy grandes.
Para el responsable de agricultura de Greenpeace España, Luis Ferreirim, es "urgente" frenar el incremento exponencial de macrogranjas en España y una de las formas es no seguir financiando este destructivo modelo de ganadería. "Es una responsabilidad política y una cuestión de salud ambiental, pública y de garantizar el bienestar animal", ha sentenciado.
Este jueves la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo votará la propuesta de la Comisión Europea; el 6 o 7 de marzo se votará en la Comisión de Agricultura y se espera una votación en la sesión plenaria del Parlamento de abril.