Habladurías 11+1 con Gabriel González, periodista y autor de 'Hablemos del suicidio': “Las personas sobrevivientes son las que me han hecho darme cuenta de que podemos evitar mucho daño desde los medios de comunicación"
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“La distancia entre lo que se ha hecho en otros temas con lo que se hace en suicidio, hay un gran abismo. Si hablamos de violencia de género con respecto a lo que se hace en suicidio, un gran abismo. Si hablamos del tema de los accidentes de tráfico con respecto a suicidio, hay un gran abismo”
Habladurías 11+1 con este gran periodista que, desde hace casi diez años, ha roto de alguna forma el silencio alrededor de un tema tabú como es el suicido, un tema sin duda, delicado, complicado, difícil, con muchos factores causales. Nos gustaría hablar sobre su libro y sobre cómo ha evolucionado el tratamiento por parte de los medios de comunicación del abordaje del suicidio, cómo ve la situación actual, qué cree que se debe hacer y no se hace, en una conversación tranquila, abierta. Gabriel es un periodista de sucesos, de tribunales, “que busca su noticia diaria, pero que intenta aportar su gran hito de arena en este enorme reto que nos tiene a muchas personas involucradas como es el suicidio”.
"No tenía absolutamente ni idea de este tema. He tenido la suerte de que no lo he sufrido en mi entorno y no sabía nada, pero dije si puedo aportar algo, encantado, y fue al entrar cuando empiezas a conocer esta realidad y cuando descubres lo que se nos pedía a los medios de comunicación para que rompieramos ese silencio, entonces es cuando debes decidir si estamos con las botas puestas a tope o si no estamos"
Le pregunto de entrada ¿cómo ha surgido la idea de escribir un libro? Y nos cuenta: “Me suelen preguntar más de una vez y es como recuerdo a la metáfora de cuando vas caminando por la playa y sin darte cuenta tienes el agua hasta el pecho. Empecé a trabajar como bien has dicho ya hace 10 años en la comisión que se creó aquí en Navarra que entonces fue pionera y me propusieron formar parte y siempre lo suelo decir. Yo no tenía absolutamente ni idea de este tema. He tenido la suerte de que no lo he sufrido en mi entorno y no sabía nada, pero dije si puedo aportar algo, encantado, y fue al entrar cuando empiezas a conocer esta realidad y cuando descubres lo que se nos pedía a los medios de comunicación para que rompieramos ese silencio, entonces es cuando debes decidir si estamos con las botas puestas a tope o si no estamos. Entonces dije voy a intentarlo, primero aprendiendo, estuve muchos años escuchando y luego intenté aplicar lo que ya conocía de mis 15 años en la redacción en la información de sucesos y tribunales y lo que iba aprendiendo de profesionales y algunas ideas que se me iban ocurriendo. Las emplazé en un libro porque se nos pedía a los periodistas que habláramos pero no se nos daban las herramientas y después de tanto tiempo callados, cuando hablábamos lo hacíamos mal y por lo general estábamos callados para no equivocarnos y pasábamos como se dice del silencio al ruido, de la descripción al espectáculo e intentar explorar esos caminos intermedios de alguna forma no son fáciles de dar”.
Y hablando de lo que se decía que sobre el suicidio ni se habla, porque si no se fomenta, nos cuenta Gabriel: “A mí se ventilaba la información sobre el suicidio con esa frase: No hay que hablar de suicidio porque genera efecto contagio. Y cada vez que llegaba un tema a la redacción, no aplicábamos eso. Pero como bien dice Cecilia Borras (estuvo en nuestras Habladurías (https://www.
"Afortunadamente, poco a poco se ha ido rompiendo, pero hace ocho años me acuerdo cuando íbamos a hablar de este tema, la gente iba con el freno de mano echado"
"Afortunadamente, poco a poco se ha ido rompiendo, pero hace ocho años me acuerdo cuando íbamos a hablar de este tema, la gente iba con el freno de mano echado. A mí me han dejado en alguna entrevista, esperando para entrar, por ejemplo, en una entrevista a raíz de la publicación del libro en una radio y esperar… Bueno, en cinco minutos entras y me dicen, oye, que han comentado ahora mismo que no hagamos la entrevista porque en este tema no hay que hablar. Eso hace ocho años, no hace tanto, hace nada, hace ocho años, es ayer o anteayer y vemos todo lo que queda por hacer. Ahora, como bien sabes, queda un trecho largo por hacer, pero echas la vista atrás y ves que hemos avanzado muchísimo, porque hace cinco o seis años no se hablaba, a pesar de que las normas de la Organización Mundial de la Salud, como bien sabes, son del año 2000, es que tienen 25 años”.
"Estamos empezando a hablar cada vez mejor, pero ahora nos queda también cómo trasladamos toda esta responsabilidad a las redes sociales, que nos están pasando por encima”
Y sigue comentando donde aparecen también las redes sociales: “Es muy llamativo, cuando empezábamos a hablar de este tema, unos cuantos, en el año 2018, para llegar, estábamos rompiendo algo. La OMS lleva pidiéndolo desde el año 2000 y no le hemos hecho caso. Y ahora es cuando empezamos a hacerle caso, lo que ocurre es que ya también es verdad que los medios de comunicación tradicionales hemos perdido cierto impacto con la sociedad y ahora están las redes sociales y es otro de los retos que tenemos. Estamos empezando a hablar cada vez mejor, pero ahora nos queda también cómo trasladamos toda esta responsabilidad a las redes sociales, que nos están pasando por encima”.
Y en la conversación aparecen errores, cosas que le han hecho echarse las manos a la cabeza, decir cómo se puede poner eso, o también cosas muy bien hechas y cosas que realmente necesitaban francamente mejorar. Y le pregunto: ¿Qué es lo que te ha chocado más en todos estos años de cosas que dices cómo se puede escribir esto, cómo se puede poner estos detalles de una persona que acaba de morir, contando hasta todo y un poquito más?
Y la respuesta de Gabriel es: “No solo he visto errores, sino que los he cometido. Yo también, cuando empezaba con esto y me hago un tema y recuerdo, y lo hablo en el prólogo del libro, yo también me he equivocado"
Y la respuesta de Gabriel es: “No solo he visto errores, sino que los he cometido. Yo también, cuando empezaba con esto y me hago un tema y recuerdo, y lo hablo en el prólogo del libro, yo también me he equivocado (y lo repite). Hemos ido todos aprendiendo en no meter la pata. Los errores que más me llaman la atención son cuando tenemos tan poca empatía. Es cierto que no se nos ha formado y hemos estado tanto tiempo callados que nos falta esa formación y esa concienciación de que nosotros podemos jugar un papel importante en la prevención del suicidio. Pero cuando ves los excesos en los tratamientos que pueden hacer tanto daño a las personas que han perdido un ser querido por suicidio, y no solo para la prevención del suicidio, para cualquier tema, hay que acercarse al dolor ajeno con mucha más empatía, con mucho más respeto. Y eso es a mí lo que más me duele, como periodista. Lo que más me sorprende, es la redundancia con la que caemos la misma piedra. Publicamos excesos con la cobertura de Robin Williams. A los años publicamos que esa mala cobertura ha podido provocar un incremento del 10% de los suicidios y un 30% en el método empleado.
"Conocemos las consecuencias de una mala cobertura, pero luego ocurre un nuevo caso y volvemos a cometer los mismos errores. Y cuando nos dejamos llevar por la búsqueda del clic fácil o por tratar este tema como un suceso, lo dice la OMS, uno de los principales barreras que tiene la prevención del suicidio es que la información del suicidio vende como un suceso"
"Conocemos las consecuencias de una mala cobertura, pero luego ocurre un nuevo caso y volvemos a cometer los mismos errores. Y cuando nos dejamos llevar por la búsqueda del clic fácil o por tratar este tema como un suceso, lo dice la OMS, uno de los principales barreras que tiene la prevención del suicidio es que la información del suicidio vende como un suceso. Entonces, debemos adoptar muchas cautelas y no todo lo que sabemos hay que decirlo. Debemos actuar con ciertas reservas para no provocar ese efecto contagio. Lo pensé justo el otro día. Estaba viendo un partido de fútbol, y recuerdo que entró un espontáneo al campo de fútbol, y las cámaras no lo enfocaron. Es algo con lo que hay unanimidad. Por ejemplo, si entra un espontáneo en un espectáculo deportivo, las cámaras no enfocan para evitar ese efecto de invitación. Entonces, tenemos una unanimidad en un tema tan trivial, como puede ser ese, y me pregunto ¿por qué cuesta tanto conseguir una unanimidad con un tema que puede salvar vidas?. Vamos a intentar evitar el método, vamos a intentar no simplificar las causas, vamos a reducir los detalles al mínimo, siempre cuando se pueda, porque muchas veces los intereses informativos y los intereses de la prevención del suicidio, puede que no casen, pero en la mayoría de los casos, sí. Entonces, ¿por qué no? ¿Por qué no nos lanzamos de una vez a tener este cierto cuidado dentro de la profesión? Yo creo que se están dando muchos pasos, y creo que van a cristalizar a la mayor brevedad, y que vamos a ver pasos muy importantes”.
Y me voy a seguir preguntando: Antes hablabas de Cecilia Borras, una de las personas claves en el movimiento de supervivientes en el ámbito del suicidio y hablabas de lo que has aprendido de otra gente. ¿Qué has aprendido de otra gente y de quiénes has aprendido? Porque realmente es evidente que ir a la fuente ir a personas que han vivido un suicidio es una manera fantástica de aprender que está pasando ahí, cómo lo viven, cómo lo sienten, cómo les afecta esa dura realidad. ¿Cómo ha sido esta experiencia de aprendizaje hablando con gente?
Pero sobre todo a mí las personas supervivientes y sobrevivientes, las que más me han empujado y me han hecho darme cuenta de que, si hacemos las cosas bien, podemos evitar mucho, mucho, mucho daño”
Y me contesta Gabriel: "Ha sido muy enriquecedora, no solo como periodista, sino como persona. Porque aquí, cuando yo entré en la comisión de Navarra, la comisión de Navarra, lo que tenía en su origen como pionero era que sacaba la prevención del suicidio del ámbito de la salud. Y había un representante de la policía floral, había un representante de educación, había alguien de supervivientes, había alguien del 112. Había un enfoque muy variado, muy enriquecedor. Entonces los perfiles eran tan distintos que de todos ibas aprendiendo algo. Y eso a mí es lo que me ayudó al escuchar a estas personas con las que compartí los primeros años en la comisión de la prevención del suicidio. Y luego, conforme me iba adentrando más, ibas conociendo a otros profesionales en España, que estaban en primera línea de la prevención del suicidio. Y un empujón, para mí determinante, fue empezar a conocer a supervivientes. Cuando una madre que ha perdido un hijo por suicidio te dice, por favor, los medios de comunicación tenéis que hablar, tenéis que hacerlo bien. Tienes que ser de piedra, para mirar para otro lado y para decirle, sí, tenes razón, habría que hacer algo, pero, menudo jardín es este. Entonces, a mí, cuando conocí a Cecilia, aquí en Navarra, Elena Aisa, que ha sido una de las personas que más ha empujado, las personas supervivientes de Euskadi, el libro “La perdida inesperada”, a mí me marcó muchísimo. Entonces, cuando vas conociendo qué ocurre al otro lado en el suicidio, cuando conoces a personas sobrevivientes que han sobrevivido a una tentativa y te cuentan cómo les influyen los mensajes que les llegan, desde el exterior. Y ahí los medios de comunicación teníamos un papel muy importante, tanto en los mensajes que les llegan directamente como los que llegan al entorno. Entonces, he aprendido de todas las personas que están en primera línea, que demuestran no solo una talla profesional, sino personal, que para involucrarte en este reto tiene que haber algo ahí como persona que te pinche. Nadie está aquí solo por trabajo. De hecho, las personas que conozco se dedican a la prevención del suicidio, además de su quehacer, de su día a día. Pero sobre todo a mí las personas supervivientes y sobrevivientes, las que más me han empujado y me han hecho darme cuenta de que, si hacemos las cosas bien, podemos evitar mucho, mucho, mucho daño”.
Y le pregunto sobre ¿Cómo ve el papel de las redes sociales?. Digo que seguramente tienen un papel en la prevención muy importante, pero es verdad que también alrededor de ello, esta el tema del cyberbullying y todas las historias ligadas a elementos que internet que generan entornos no fáciles o, mejor dicho, difíciles para determinadas personas, ¿Cómo lo ves, Gabriel?
“Cada vez hay más estudios, que hablan de que las redes sociales exponen sobre todo a las personas más jóvenes, o a las personas que están en una situación vulnerable, a exponerse a un riesgo, a riesgos como adicciones, a unos contenidos para los que quizás no están preparados, fomentan el ciberbullying, también las violencias, con la obligación por la felicidad y las personas que se sienten desdichadas"
Gabriel comenta: “Cada vez hay más estudios, que hablan de que las redes sociales exponen sobre todo a las personas más jóvenes, o a las personas que están en una situación vulnerable, a exponerse a un riesgo, a riesgos como adicciones, a unos contenidos para los que quizás no están preparados, fomentan el ciberbullying, también las violencias, con la obligación por la felicidad y las personas que se sienten desdichadas quizás entran a una red social en la que todo es felicidad, pueden pensar que son la excepción. Hay muchos riesgos en las redes sociales si se utilizan mal y todas las personas deberíamos tener una formación muchísimo mayor en redes sociales. Veo que se está esto poco a poco trabajando muchísimo en los centros escolares, pero hay que hacerlo con las familias y debemos ir trabajando mucho en los contenidos de prevención porque es lo que falta un poco en la prevención del suicidio, mayor concienciación y mayor formación, de que todas las personas en nuestro ámbito podemos jugar un papel muy importante, debemos también ir llenando poco a poco de contenidos responsables las redes sociales para equilibrar la cantidad de peligros que hay en las redes sociales, pero es algo que es muy difícil de controlar, ya que hay cantidades ingentes de personas y de contenidos y es muy difícil tener un control, pero es el reto que nos ha tocado y tenemos que ir a por ello desde todos los ámbitos.
Eso me lleva a la idea de que todos podemos ser agentes de prevención, y conversamos sobre ello sobre cómo se puede hacer para que la gente se sume a esta historia y no se eche de lado.
Gabriel sigue contando: “Los medios de comunicación, lo que debemos hacer, primero, cuando hay casos concretos, la inmensa mayoría no deberían ser noticias. Entonces, cuando lo abordemos, hay que intentar evitar ese posible efecto contagio, como decía antes. No difundir el método, no simplificar las causas, no entrar en excesos de detalles, nada de tratamientos románticos y luego intentar no agrandar, en la medida que podamos, el dolor que hay alrededor de ese suicidio, concreto. Y más aquí, por ejemplo, en los periódicos regionales tenemos un mayor impacto sobre la sociedad, porque son sociedades más pequeñas. Y lo que debemos hacer es fomentar mucho más el hablar del fenómeno del suicidio, difundir las señales de alarma ante las que hay que levantar las antenas y actuar. Podemos formar a la población a través de los medios de comunicación, a través de las redes sociales, con profesionales. Podemos difundir la realidad para que la gente conozca la realidad del suicidio, que son más de 4.000 personas las que se suicidan cada año en España. Y podemos interpelar. Recuerdo hace un par de años, invitamos desde la Comisión, a todas las personas a jugar un papel activo en torno al día internacional de la prevención del suicidio y promovimos una campaña en la que invitábamos a hablar del suicidio durante ese día a todas las instituciones públicas y privadas de Navarra y les invitábamos a que colocaran en su perfil de redes sociales dos sillas, dos sillas juntas, de modo de conversación. Hablamos, hablamos de cómo estás. Vamos a hablar de este tema, no solo hablar del suicidio, sino hablar de cómo estás. Esa invitación que hicimos, que tuvo éxito, que involucró a partidos políticos, instituciones públicas, empresas, que subieron a sus redes sociales, dos sillas, para invitar a hablar de este tema. Solo el hecho de hablar, creo que para las personas que están pasándolo mal, es una invitación a decir, si estás mal, se puede hablar. Estamos en una sociedad en la que se puede hablar de estos temas y si lo estás pasando mal, te vamos a ayudar. Sin embargo, si no hablamos de este tema, las personas que lo están pasando mal, obviamente, lo van a tener más complicado”.
"Los medios de comunicación, lo que debemos hacer, primero, cuando hay casos concretos, la inmensa mayoría no deberían ser noticias. Entonces, cuando lo abordemos, hay que intentar evitar ese posible efecto contagio"
Y añado, a esa invitación a hablar que tú dices, ¿tu notas a faltar también más papel institucional?
Y Gabriel explica: “La distancia entre lo que se ha hecho en otros temas con lo que se hace en suicidio, hay un gran abismo. Si hablamos de violencia de género con respecto a lo que se hace en suicidio, un gran abismo. Si hablamos del tema de los accidentes de tráfico con respecto a suicidio, hay un gran abismo. Se podría hacer alguna campaña para trabajar que esas dos sillas aparecieran todos los años para que se abordara el tema de poder hablar, como un elemento que permitiera avanzar y que en diversos sectores no fuera tan raro sacar el tema”.
Y aparece un recuerdo: “Recuerdo que una jornada en el Congreso de los Diputados, que fue la primera que se celebró allí. Y recuerdo que estábamos en vísperas de elecciones, y publicó un periódico al día siguiente, que buscando en todos los programas electorales sobre qué decían los partidos políticos en torno a la prevención del suicidio. Y el título era muy llamativo: Una línea y un paréntesis. Era todo lo que aparecían en todos los programas de todos los partidos políticos. Y llamaba la atención, esa unanimidad, en un mundo tan polarizado como está la política; llamaba la atención que hubiera una unanimidad en torno a un tema, que es la principal causa de muerte, por causas externas que hay en España, y que no hubiera ningún partido político, aunque sólo fuera por diferenciarte del contrario, vamos a hacer algo y que nadie lo hiciera”
"Cuando ya la salud mental y el bienestar emocional de la población ha cobrado una preponderancia que antes no tenía, yo creo que sí que está llevando a que todas las administraciones en general vayan dando pasos en torno a intentar prevenir el suicidio"
Y nos vamos a la pandemia, y dice Gabriel: "Cuando ya la salud mental y el bienestar emocional de la población ha cobrado una preponderancia que antes no tenía, yo creo que sí que está llevando a que todas las administraciones en general vayan dando pasos en torno a intentar prevenir el suicidio. Ojalá que estos pasos que se están empezando a dar cristalicen, vayan a más, ojalá también hubiera una mayor demanda social, como hay en violencia de género, como la hay en tráfico. Me gustaría también que también lo hubiera en torno a la prevención del suicidio, que no hacer nada costará votos. Yo creo que estamos ahora mismo en este punto y que si no se hace nada en torno a este tema, creo que la ciudadanía va a reprocharlo. Y sí que veo que desde hace unos años, se están dando unos pasos que se tenían que haber dado hace mucho, pero como en todos los ámbitos y el periodístico es uno de ellos, creo que se empiezan a dar y que se verán progresivamente”.
Y seguimos hablando de política, de encontrar un equilibrio en un entorno de política del término medio, del estigma, de que “en los últimos 25 años, desde que lo demandó la Organización Mundial de la Salud, en España han muerto 70.000 personas por suicidio. Y si multiplicamos por 20 (se dice que por cada suicidio consumado hay 20 intentos), es evidente que no podemos permitir que los siguientes pasos sean huecos, porque hay mucho sufrimiento que podemos evitar”. Y desea que haya ya un plan nacional de prevención del suicidio, “creo que la duda ahora mismo ya no está en si se va a hacer o no se va a hacer, sino cuando. Yo soy optimista”. Y añade: “Solo espero que estas nuevas acciones que llegarán, lleguen acompañadas de recursos”. Y termina con un deseo: “Mi deseo es eso, que ojalá dentro de una década, se estén publicando reportajes que se refieran a esta época, como los años en los que cambió todo, como ocurrió en violencia de género, como ocurrió en accidentes de tráfico dentro de una década se vean resultados de mejora en general y que se hable, que aquí empezó, que todo lo que hemos estado dando sirvió para algo, y cuando elegimos entre ser optimistas y ser pesimistas, vamos a creer que sí y yo creo que sí, que algo está cambiando y que poco a poco va a haber más, más empuje y más demanda”.
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