Espárragos de Huétor Tájar, campaña IGP 2025.
artículo por gabriel pozo

'Pedro Sánchez (a) el Cenizo'

Ciudadanía - Gabriel Pozo - Miércoles, 7 de Mayo de 2025
Gabriel Pozo nos ofrece una deliciosa historia, heredada de su familia, para que cada uno saque sus propias conclusiones y pueda encontrar similitudes donde mejor le encaje.
Foto de David Bartus.
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Foto de David Bartus.

En el pueblo de mis abuelos se estuvo celebrando unos años el Miércoles del Cenizo. Allá por principios del siglo XX. Me lo contaba mi Tata.

Ha mucho tiempo que vivía por allí un paisano del que no trascendió su nombre y apellidos. Debieron aplicarle una damnatio tácita. El acervo popular sólo le recordaba como el Cenizo. Se hizo famoso porque nació rodeado de un halo de mala suerte. Su madre murió en su parto, el bebé no quería salir, tras varios días empujando. Los niños lo esquivaban en sus juegos porque atraía la desgracia; partió la columna a un amigo saltando al borriquillo cortado y clavó el rejo de un trompo en la nuca de otro cuando se agachó a recogerlo al rondo. Los dos quedaron inútiles para el resto de sus días.

Se contaba que lo licenciaron prematuramente de la mili. Le enviaron para el pueblo con el certificado oficial de aguafiestas. Fusil que cogía, se atascaba. Hasta que le estalló un mortero cargado al revés y se llevó por delante la vida de cuatro reclutas

Se contaba que lo licenciaron prematuramente de la mili. Le enviaron para el pueblo con el certificado oficial de aguafiestas. Fusil que cogía, se atascaba. Hasta que le estalló un mortero cargado al revés y se llevó por delante la vida de cuatro reclutas.

A su regreso del cuartel de Aranjuez, el tren expreso de Andalucía descarriló en Alcázar de San Juan, también con alguna desgracia personal. La prensa publicó que habían robado un trozo de vía para venderla como chatarra.

Las primeras fiestas patronales tras su licenciamiento fueron inolvidables para la villa. Le confiaron el montaje de una talanquera taponando una calle. Y por allí se escaparon las vaquillas del encierro. No cornearon a ningún mozo, pero en su huida se toparon con la Tía Pascuala, sentada a la puerta tejiendo ganchillo, y hubo que enterrarla tras el topetazo de una novilla. Dos veces que ennovió, murieron las muchachas pocas semanas antes de llegar al altar. En la Harinera se le ocurrió conectar la luz mientras arreglaban un molino y murió achicharrado el capataz.

Pero el gozo cayó en el pozo: un listillo madrileño le había timado con billetes falsos en la Puerta del Sol

Ya apodado por entonces el Cenizo, era objeto de lo que hoy llamamos bulling. Todos procuraban circunvalarlo o cambiarse de acera si lo divisaban a tiempo. El colmo de aquel astroso llegó cuando ya, a sus cuarenta y pico años, le encargaron comprar lotería de Madrid. Por fin pareció que la fama de gafe le había abandonado; la suerte le sonreía y se había tornado en baraka. Tocó el gordo en ese número, medio pueblo iba a ser rico con los décimos que había traído. Pero el gozo cayó en el pozo: un listillo madrileño le había timado con billetes falsos en la Puerta del Sol.

Debatieron matarlo. Pero optaron por tirarlo de cabeza al río, como solía hacerse históricamente con el Cristo cuando las rogativas para la lluvia no surtían efecto. Lo malo fue que bajaba seco y le abrieron la cabeza del porrazo. A partir de entonces se le avinagró el carácter y no paraba de hablar mal de todo el vecindario.

Optaron por reunir dinero y convencerlo para que emigrara en busca de nueva vida. En pos de una buena mujer que no supiera de su trayectoria. El solterón aceptó y, misteriosamente, cogió el tren y nunca más regresó. Dicen que embarcó para Suramérica

El pueblo, harto del Cenizo y de la mala suerte que les traía, no conseguía quitárselo de en medio. Optaron por reunir dinero y convencerlo para que emigrara en busca de nueva vida. En pos de una buena mujer que no supiera de su trayectoria. El solterón aceptó y, misteriosamente, cogió el tren y nunca más regresó. Dicen que embarcó para Suramérica.

Desde aquella fecha no volvió a ocurrir ninguna desgracia de bulto en el pueblo. Aunque el ramalazo siempre quedó latente. Se decía que un halo sobrevolaba como alma en busca de cuerpo sobre el que posarse. La marcha del Cenizo coincidió con un Miércoles de Ceniza; por eso le cambiaron el nombre durante los años siguientes, de II República anticlerical.

La fama de aquel agorero se extendió por toda la comarca. Muchos años duró la expresión “cenizo accitano”. Se referían al rastro dejado por aquel malafollá redomado que atraía el mal fario allá por donde iba. Por esa tierra se aplica todavía la expresión a las personas malcaradas, refunfuñonas, mentirosas, mierdecillas, casquivanas, aguafiestas, chafaplanes, que convierten lo blanco en negro, que enlodan, enfangan, son charlatanes de barraca, casquivanos… Por extensión, los que ponen tan mala baba en las cosas que la mayoría de los lunes acaba sucediendo la desgracia que el domingo han negado. El diccionario de Pancracio Celdrán dice que Cenizo viene de Ceñiglo, una planta silvestre, una mala hierba. Aunque en el pueblo de mis abuelos contaban que era una enfermedad que dejaba ciego al ganado, los animales acaban despeñados.

Hace pocos años curioseé para saber nombres de famosos cenizos de la Historia

Hace pocos años curioseé para saber nombres de famosos cenizos de la Historia. Leí a un filósofo que explicaba la fina línea que separa la baraka del gafe. O sea, que la vida se mueve en espiral y los extremos de la buena y mala suerte se tocan. Se puede pasar de la fortuna inmensa a la ceniza en un santiamén. A perder el respeto de tuyos y extraños en un instante. Por mucho que lo nieguen las encuestas. Eso parece que le pasó a Violet Jessop, una tripulante de navío que hundía todo barco en el que navegaba, incluido el Titanic. El libro Guinness está repleto de esa gente extraña.

Se cuenta de la existencia de personajes gafes a más no poder: Robert Todd Lincoln, hijo del presidente americano del mismo apellido, que estuvo presente en el asesinato de su padre y de otros dos posteriores. También se dice del rey Amadeo de Saboya, a cuyo paso iba muriendo la gente o se suicidaba; acabó renunciado al trono español y dejó un caos tras de sí. El más reciente gafe en nómina se apunta al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. También se dice de un reciente aspirante a político granadino que, lista en la que le incluyen, se estrella en las elecciones.

Y aquí viene la sorpresa del famoso Cenizo del pueblo de mis ancestros. Mi curiosidad me impulsó el pasado verano a investigar qué hubo de realidad y qué parte de leyenda sobre aquel misterioso personaje. Su rastro se había perdido, los archivos municipales y del juzgado desaparecieron en la guerra

Y aquí viene la sorpresa del famoso Cenizo del pueblo de mis ancestros. Mi curiosidad me impulsó el pasado verano a investigar qué hubo de realidad y qué parte de leyenda sobre aquel misterioso personaje. Su rastro se había perdido, los archivos municipales y del juzgado desaparecieron en la guerra. Pero mi buena baraka con los legajos encaminó mis ojos a los libros parroquiales, los únicos que se habían salvado de la quema. Allí estaba el Cenizo: había pedido certificado para contraer matrimonio en Uruguay el 10 de abril de 1931. No eran cuentos de los abuelos ni un mal sueño, había existido en realidad. Se llamó Pedro Sánchez Rubia (a) el Cenizo. Así está añadido a lápiz por el párroco de entonces.

Desde que al Cenizo le pusieron la maleta en la estación, hacia 1929, no se tienen noticias de que se hayan escapado ningún año las vaquillas en las fiestas, ningún niño se ha partido la espalda jugando, no ha estallado la escopeta a ningún cazador y no ha vuelto a descarrilar ningún tren (En parte, porque desmontaron toda la vía hace cuarenta años). Y de vez en cuando toca algún premio mediano en la lotería. Eso sí, la luz se corta mucho por tanto enganche ilegal para criar marijuana.