El PP cuestiona la eficacia de modificar la ordenanza sobre ruidos para actuar ante las fiestas en pisos tras el cierre del botellódromo
El grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Granada ha calificado de "brindis al sol" el anuncio realizado por el equipo de gobierno socialista de que modificará la ordenanza sobre ruidos, introduciendo medidas como las sanciones a los propietarios de pisos en los que los inquilinos hagan botellón.
El concejal Rafael Caracuel ha afirmado que con ese anuncio sólo se pretende "asustar" a los dueños de casas alquiladas a estudiantes, pero que en la práctica no va a tener apenas repercusión. "Por una parte, los propietarios suelen especificar en sus contratos que podrán rescindirlos unilateralmente si se observa que quienes habitan en las casas no están cumpliendo las normas básicas de convivencia", ha resaltado el concejal.
Caracuel ha añadido que en los contratos, además, aparecen los nombres y los datos de los inquilinos, por lo que lo lógico es que, si se imponen multas, vayan a nombre de éstos “y no a los de los dueños como supuestos responsables subsidiarios de una infracción”, una medida que, por añadidura, tendría "difícil encaje legal".
"Se podrán poner muchas multas, pero se van a cobrar muy pocas", ha augurado el concejal popular, que en ese sentido ha argumentado que los estudiantes son mayores de edad, con lo que sus padres no están obligados a satisfacer el importe de una hipotética multa, y por otro rara vez tienen bienes susceptibles de ser embargados. "Tranquilamente se pueden declarar insolventes y sería casi imposible, por no decir imposible, proceder al cobro de esa deuda", ha subrayado.
Por todo lo anterior, el grupo popular sostiene que la posibilidad anunciada por el gobierno local “no va a tener los efectos que dice buscar” y probablemente tampoco va a suponer en la práctica un freno para los estudiantes que quieran hacer botellón en casa.
Críticas al dispositivo policial
Por otra parte, la concejal María Francés ha criticado que, aunque el gobierno local socialista anunció que durante el pasado fin de semana habría 25 policías locales en las calles de la capital tanto el viernes como el sábado para evitar concentraciones de jóvenes bebiendo, "finalmente sólo se destinaron a catorce el viernes y a ocho el sábado para ese cometido. Algo que a buen seguro explica que se hayan detectado al menos quince casos de botellones ilegales en casas y otros diez en diversas calles y plazas de la ciudad". Aunque el grupo municipal conoce ubicaciones concretas, asegura que prefiere no revelarlas "por el momento" para no crear "un efecto llamada", ha alegado Francés.