Lleva tiempo sin que el cartel anunciador atacado haya sido reparado o sustituido, lo que exige que la Junta de Andalucía, y su Dirección General de Memoria Democrática; la Diputación de Granada, y su área de Memoria, y el Ayuntamiento de Víznar, intervengan.

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Tampoco se conocen actuaciones de la Guardia Civil o de las policías contra los actos vandálicos que se cometen en lugares de la Memoria.

Y no es la primera vez que estos símbolos son objeto de ataques, alimentados por los mensajes que avivan partidos y organizaciones de derecha, más visibles, desde que el Gobierno decidiera exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos.

Merece respeto la Memoria Histórica y Democrática. No solo amparada por Ley. En nombre de todas y todos los que fueron asesinados por defender la Democracia y los valores republicanos, de los miles de mujeres y hombres que aún yacen en las cunetas. El respeto es una exigencia.

Y ese respeto debe de plasmarse en el cuidado y la vigilancia, aparte de la difusión, de estos lugares.

Asociaciones memorialistas tienen también entre sus reivindicaciones, a las que se suman partidos políticos, el cuidado de los enclaves declarados Lugares de la Memoria. El pasado julio Verdad, Justicia y Reparación y 14 de Abril Costa, junto a otros colectivos, reclamaron dignificar el arco de entrada a la antigua prisión provincial