'Te esperamos en el último paseo'

Un año más, nos vemos el 18 de agosto en La Colonia de Viznar para iniciar el Último Paseo, hasta el Parque García Lorca de Alfacar. Una marcha popular y reivindicativa, en homenaje a Federico García Lorca y a todas las víctimas del franquismo.
¿Por qué hacemos esta marcha el 18 de agosto?
Esta fecha ha sido motivo de polémica durante muchos años, pero hay dos documentos que confirman que fue, en la madrugada del 18 de agosto, cuando asesinaron a Federico y a sus compañeros de muerte: el maestro Dióscoro Galindo y los anarquistas Galadí y Cabezas.
"...A las dos de la madrugada del 18 de agosto, vinieron a casa cuatro guardias civiles y le dijeron a mi padre que tenía que irse con ellos para prestar una declaración, que volvía enseguida. Y no volvimos a verlo. Yo les rogué que me dejaran ir con ellos, pero alegaron que no había asiento en el coche. Yo les contesté que podía ir en el mío, detrás del suyo, y me dijeron que en cuanto vieran que les seguía, me tirarían con los fusiles"
El primer documento se refiere al maestro Dióscoro Galindo. Así lo cuenta su hijo Antonio, en una carta que ha llegado hasta nosotros y en la que relata cuándo y cómo se produjo la detención de su padre: "...a las dos de la madrugada del 18 de agosto, vinieron a casa cuatro guardias civiles y le dijeron a mi padre que tenía que irse con ellos para prestar una declaración, que volvía enseguida. Y no volvimos a verlo. Yo les rogué que me dejaran ir con ellos, pero alegaron que no había asiento en el coche. Yo les contesté que podía ir en el mío, detrás del suyo, y me dijeron que en cuanto vieran que les seguía, me tirarían con los fusiles. Esperé a que amaneciera y a las 9 de la mañana del 18 de agosto me fui a la Comandancia, donde teníamos un amigo, el capitán Péramo. Le conté lo ocurrido y enseguida se puso al teléfono y, después de hacer varias llamadas, me dijo que lo sentía mucho, pues quería bastante a mí padre, pero que ya no se podía hacer nada, porque lo habían fusilado".
El segundo documento que confirma la fecha del 18 de agosto se refiere a Federico García Lorca. Es la carta que escribió el abogado José Maria Bérriz, secretario de los Rodríguez Acosta y simpatizante de los golpistas, publicada por Titos Martínez en su libro Verano del 36 en Granada. Bérriz escribe, desde su despacho de Gran Vía 14, a las 13 horas y 30 minutos del 18 de agosto de 1936: "Manuel y Bernabé llegan ahora 13:30 de su guardia en la Casa de la Perra Gorda, me dicen que han matado anoche las fuerzas de Falange a Federico García Lorca".
¿Por qué empezamos el Último Paseo en La Colonia de Víznar?
Porque centenares de víctimas de la Escuadra Negra fueron enviadas a La Colonia de Víznar, un antiguo molino que los golpistas convirtieron en prisión. Allí pasaban los detenidos sus ultimas horas de vida. El tristemente conocido como "paseo" era el método utilizado por los franquistas para eliminar a sus víctimas. Según las investigaciones de Agustín Penon e Ian Gibson, hacían sacas de presos y presas en la madrugada, convirtiendo La Colonia en un siniestro corredor de la muerte. Las víctimas preguntaban: ¿Adónde nos lleváis? y los verdugos respondían con sorna: ¡Vamos a dar un paseo!
Y el "paseo" acababa en cualquier cuneta del Barranco de Víznar con un tiro en la nuca. Por todo ello, reivindicamos que La Colonia sea declarada oficialmente Lugar de Memoria Histórica de Andalucía.
¿Por qué subimos al Barranco de Víznar?
Una de las fosas que más nos ha impresionado fue en la que encontraron los restos de 12 mujeres. Su grave delito, pertenecer a un sindicato de costureras. Y en otra fosa, la víctima más joven: un chaval de 11 a 14 años, casi un niño, que demuestra la brutalidad de la represión
Porque el Barranco se convirtió en un territorio sembrado de fosas comunes, que forma parte de la geografía del terror. Allí nos espera Fran Carrión, portavoz del equipo de la UGR, que en cinco campañas de excavación han localizado 28 fosas y exhumado a 161 desaparecidos del franquismo. Una de las fosas que más nos ha impresionado fue en la que encontraron los restos de 12 mujeres. Su grave delito, pertenecer a un sindicato de costureras. Y en otra fosa, la víctima más joven: un chaval de 11 a 14 años, casi un niño, que demuestra la brutalidad de la represión. Laura Gutiérrez, antropóloga forense, afirma: "Prácticamente todos los cuerpos tenían tres o cuatro tiros en la cabeza, como si les siguieran disparando, ya una vez en el suelo. La mayoría son disparos con pistola, a corta distancia, no fusilados". Y Laura muestra los orificios de bala en los cráneos exhumados. Más tarde, arrojaban los cuerpos unos encima de otros. Una imagen espeluznante. En nuestra visita guiada a las fosas de Víznar, estaremos acompañados por Nadege Palma, sobrina-nieta de Brígida Pardo López, que busca los restos de su abuela asesinada en el Barranco y está reconstruyendo su memoria familiar.
¿Y por qué acaba el Último Paseo en el Parque García Lorca de Alfacar?
En este Parque está el monolito que recuerda a Federico García Lorca. Durante muchos años creímos que bajo ese monolito yacían los restos del poeta y sus compañeros de muerte. Hasta que en 2009, la AGRMH hizo la primera búsqueda arqueológica de la Fosa de Lorca, dirigida por Francisco Carrión y en la que tuve el privilegio de participar. Después de meses de trabajo, no encontramos "ni una esquirla de hueso". Un fracaso dijeron algunos. No es cierto, pues buscar la verdad es el mayor éxito de una sociedad democrática
Desde entonces, se dispararon las más disparatadas teorías sobre los restos de Lorca. Que la familia del poeta se los llevó y están enterrados junto a la tumba de su padre en Nueva York; o que están en el Valle de los Caídos, o incluso, en la Huerta de San Vicente. La familia Lorca guarda un silencio sospechoso, que favorece el misterio.
¿Y por qué los arqueólogos no encontraron nada en 2009?
Todo parece indicar que la Diputación encontró restos óseos en 1986 y volvió a ocultarlos en algún lugar secreto. Ian Gibson nos recuerda que unos obreros encontraron dichos restos, cuando hacían las obras del Parque García Lorca de Alfacar. Y al parecer, la Diputación ordenó meterlos en un saco y volver a ocultarlos bajo tierra para que la autoridad judicial no detuviera las obras. Una polémica orden que, de ser cierta, sería ilegal. Así llegó a reconocerlo, ante la prensa, el propio Ernesto Molina, entonces vicepresidente de la Diputación, pero ahora se niega a confirmarlo. Y la Diputación no sabe, no contesta, parece que ha impuesto la ley del silencio. Ya lo decía Federico: "Granada, ciudad pobre y acobardada".
Y Gibson denuncia: "Casi cien años después del crimen, todavía estamos sin saber dónde están tus restos Federico, porque no han querido decirnos la verdad. Es una vergüenza. Lo que sí sabemos es que en 1986 aparecieron huesos cerca del olivo del Parque de Alfacar, cuando se vallaba el recinto, y que fueron enterrados de nuevo, ilegalmente, dentro del mismo, probablemente donde hoy se extiende la desmesurada fuente ornamental. Durante veinte años se impuso el más riguroso e ilegal silencio al respecto".
Efectivamente Ian, han pasado 89 años desde que Federico García Lorca fue asesinado y el panorama es inquietante. El poeta sigue desaparecido y en Granada vuelve a agitarse la peor burguesía de España.