Helena Montufo: "La literatura fue mi refugio en la adolescencia, es un pilar fundamental en mi vida"
A Helena Montufo Gámez (Granada 1998) la conocimos públicamente en 2020 cuando la cuenta que había creado en Twitter dedicada a la época victoriana, @WikiVictorian, se había viralizado con más de 40.000 seguidores. Hoy tiene más de 218.000. Su cuidado contenido y su valor divulgativo no pasaron desapercibidos. Tres años después, cumple uno de sus sueños y presenta su primera novela, 'El sanatorio de las almas perdidas', editada por Espasa. Este jueves 11 de mayo presenta en la sala Val del Omar de la Biblioteca de Andalucía, en Granada, a las 19.00 horas.
─ La conocimos en Twitter, donde los mensajes tienen limitados los caracteres, y esa semana presenta una novela de 600 páginas. ¿Cómo ha sido ese proceso creativo?
─ Lo de escribir una novela es un sueño, algo que siempre he querido hacer, pero nunca me había puesto, aunque siempre me ha gustado escribir y ha sido una vía de expresión. Contaba con la limitación que nunca había escrito a ordenador, siempre había escrito a mano. A través de la cuenta digamos que, no es que conseguí la oportunidad como tal, pero llamé un poco la atención. Tiempo antes de que esto pasase tenía una idea, se me ocurrió leyendo un libro sobre sanatorios victorianos y cuando me contactó la editorial les conté la idea que había tenido. Les gustó, pero tampoco fue tan fácil de llegar y tocar el cielo. Tuve, no que venderles, sino que ellos vieran que la idea estaba bien y que podía escribir la novela.
─ ¿Qué es lo que nos vamos a encontrar en 'El sanatorio de las almas perdidas?'
"No es una novela romática ni por asomo, pero el amor aparece representado de formas muy diversas y eso me gustaba mucho"
─ Pues os vais a encontrar una historia un poco... no tétrica, pero sí bastante oscura; personajes con luces y muchas sombras, algunos más que otros; reminiscencias quizá como me han dicho de las hermanas Brontë; elementos como por ejemplo el amor. No es una novela romática ni por asomo, pero el amor aparece representado de formas muy diversas y eso me gustaba mucho. Y tampoco puedo decir mucho más que voy a montar un spoiler.
─ ¿Por qué esa fascinación por la Inglaterra victoriana?
─ Después de tanto tiempo no sabría decir. Al principio sentía esa fascinación y no es que haya dejado de sentirla, pero se ha convertido en un elemento tan presente en mi vida que está ahí. Y al final lo tengo un poco que agradecer porque, si hace casi dos años no hubiera estado leyendo un libro sobre los asilos, quizás esta historia no se me habría ocurrido.
─ Se puede decir que ha entrado por la puerta grande en el mundo editorial.
─ Sí, sí, sí... Y todavía no me lo creo. No me lo creía durante casi el año que tardé en escribir el libro. Sé que soy una privilegiada en ese sentido, así que estoy muy agradecida de haber tenido esta oportunidad.
─ ¿Qué significado tiene la literatura para usted?
"Desde muy pequeña empecé a escribir diario. Fue un hábito que se ha mantenido hasta el día de hoy. Y de hecho tiene relación con la novela porque está escrita en primera persona, desde el punto de vista de la protagonista"
─ La literatura ha estado presente en mi vida desde prácticamente siempre. Aprendí a leer muy pequeñita, cuando era niña siempre estaba leyendo y luego, en la adolescencia, que al final son años muy difíciles, la literatura se convirtió en un refugio, y sigo leyendo muchísimo. La literatura es un pilar fundamental en mi vida. A raíz de haber leído tanto, de pequeña empecé a escribir mis cuentecillos y mis historias. También una cosa muy importante ha sido el hecho de que, desde muy pequeña, empecé a escribir diario. Fue un hábito que tomé y que se ha mantenido hasta el día de hoy. Y de hecho tiene relación con la novela porque está escrita en primera persona, desde el punto de vista de la protagonista. Entonces, si no tuviese ese hábito y la costumbre de expresarme en primera persona, de escribir personas, lugares, sitios e incluso de expresar mis emociones en primera persona, quizá el narrador estaría en tercera en lugar de primera.
─ ¿Hay esperanza en que las redes sociales no sean un intercambio de insultos y que pueden aportar cosas interesantes?
─ Sí, yo creo que sí, pero tienes que buscar un poco los espacios en internet donde eso no pase. En todo el mundo de divulgación cultural e histórica hay gente muy buena tanto en lo que hace como en el buen rollo que hay. Al final internet es un reflejo de la sociedad e igual que hay gente muy buena, muy amable y simpática con la que te puedes sentir muy a gusto también hay gente más antipática. Yo tengo la esperanza de que sí, hay partes de internet donde la gente no es tan antipática.
─ Qué pena que la presentación de su libro no haya llegado a tiempo para la Feria del Libro de Granada.
─ Me dio muchísima pena. El año pasado, en la Feria del Libro, que fue en mayo, cuando ya estaba muy inmersa en toda la escritura y en el proceso de documentación que tuve que hacer, recuerdo que fui y pensaba: no sé cuándo va a salir el mío pero ojalá esté aquí o en alguna caseta firmando.
"Una auténtica novela gótica victoriana tan fascinante como terrorífica", así describe la editorial Espasa la novela de Helena Montufo, con esta sinopsis, que reproducimos como adelanto:
"Pronto percibí algo que no pude pasar por alto: el ambiente estaba cargado, era extraño, como si flotase en el aire una fuerza que danzase entre los presentes y envenenara sus corazones. Yo me negaba a escuchar a mi intuición, poniéndome excusas y ocupando mi tiempo en la inagotable lista de quehaceres, para no oír lo que mis presentimientos trataban de decir: el peligro acechaba, caminaba sigilosamente siguiendo nuestros pasos".
Es hora de extender las alas y buscar nuevas experiencias tras un año de luto. Eso es lo que piensa la inquieta Charlotte Hayhurst, a quien Berkhamsted se le ha quedado pequeño, más aún desde que fue a visitar a sus acaudalados tíos a Watlington Manor, donde conoció a un reputado alienista con el que conversó de los nuevos y fascinantes métodos de la terapia moral para tratar a los lunáticos.
Tras la muerte de su madrastra, es ella quien se ha ocupado de la hospedería que regentaba, de su padre y de su hermanastra Heather. Su padre no se opondrá, pues, a pesar de las rígidas normas que encorsetan a las mujeres aún más que la prenda opresiva que se ven obligadas a usar, ha educado a sus hijas como mujeres fuertes e independientes.
Está decidido, pues: emprenderá su camino, ya es hora. Pero cuando se lo cuenta a Heather, una muchacha tranquila, cariñosa y religiosa, esta reacciona de una manera inesperada: no puede prescindir de su hermana, así que irá con ella al Hospital Fairfield, en Bedforshire, donde les espera un duro trabajo como asistentes… y un destino terrible.
Los primeros psiquiátricos modernos, bonetes y faldas sobre crinolinas, fantasmas silenciosos, fraternidad, amor, muerte y ecos de las hermanas Brontë en la primera novela de Helena Montufo, una joven antropóloga que ha sido capaz de contagiar su fascinación por todos los aspectos de la Inglaterra victoriana en su elegante @wikivictorian.