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Los nuevos estatutos del Centro Lorca le restan protagonismo

Las instituciones relegan a la Fundación que preside la sobrina de García Lorca

Cultura - María Andrade - Jueves, 18 de Junio de 2015
Despojada de responsabilidades de gobierno, su papel queda limitado al Instituto de Estudios Lorquianos, que se centrará en la investigación de la obra y su difusión y en la programación de actividades culturales y pedagógicas. Será la Fundación la que proponga a su coordinador, que tendrá voz pero no voto en las reuniones del Consejo Rector del Centro. Este nuevo papel contrasta con el que se le asignó en los inicios del proyecto, cuando no solo se le encomendó la gestión de la obra, sino la del propio Centro, a cuyo director le correspondía designar. En los nuevos estatutos, que fueron aprobados con el voto en contra de la Fundación, se establece que el director-gerente será elegido mediante un procedimiento que garantice la igualdad, el mérito y la capacidad.
La Fundación Lorca votó en contra de los estatutos, que se aprobaron con los votos de todas las administraciones.
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La Fundación Lorca votó en contra de los estatutos, que se aprobaron con los votos de todas las administraciones.

La Fundación Lorca no tendrá peso en los órganos de gobierno que tomarán las decisiones económicas

Su papel se limitará al Instituto de Estudios Lorquianos, centrado en la investigación y las actividades culturales

Laura García Lorca votó en contra de los estatutos, aprobados por todas las administraciones

El director-gerente del Centro Lorca se elegirá garantizando "la igualdad, el mérito y la capacidad"

Los nuevos estatutos del Centro Federico García Lorca, a los que ha tenido acceso El Independiente de Granada, relegan a la Fundación que preside la sobrina del poeta, Laura, que no tendrá capacidad de gestión económica ni administrativa, y tampoco potestad para nombrar a su director. El papel de la Fundación se limitará al Instituto de Estudios Lorquianos, el área centrada en la investigación de la obra y su difusión, así como en la organización de actividades culturales y pedagógicas. 

Los estatutos fueron aprobados en una reunión del Consorcio celebrada en febrero con el voto en contra de Laura García Lorca, molesta con el papel secundario que le otorgan, muy distinto al que tuvo al arrancar el proyecto.

En el convenio de colaboración entre las admistraciones firmado el 5 de junio de 2007 [previamente hubo otros protocolos en 2004 y 2005], se le encomendó la gestión del Centro a la Fundación y los estatutos le reservaban, incluso, el nombramiento de la dirección. En ambos documentos las alusiones al papel de la Fundación eran frecuentes. En los nuevos estatutos quedan circunscritos al Instituto de Estudios Lorquianos.

Aquel convenio de 2007 fue rubricado por el entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves; la que era ministra de Cultura, Carmen Calvo; el alcalde, José Torres Hurtado; el entonces presidente de la Diputación, Antonio Martínez Caler; y las representantes de la Residencia de Estudiantes y la propia Fundación Lorca. 

Algunas fuentes consultadas por El Independiente de Granada dan por hecho que esta pérdida de protagonismo refleja la falta de confianza en la Fundación. La entidad debe responder a distintos expedientes abiertos por no haber justificado debidamente el dinero público recibido para la construcción del Centro Lorca, tanto por el Ministerio como por la Junta. Si no lo hace, podría enfrentarse a la devolución de hasta 5 millones de euros, los 4 pendientes de aclarar ante la Junta de Andalucía y el millón que le reclama el Ministerio, como ha desvelado este diario. 

Nuevo papel

Según los nuevos estatutos a los que ha tenido acceso El Independiente de Granada, la Fundación queda fuera del Consejo Rector, que es el máximo órgano de gobierno, y también de la Comisión Ejecutiva. La presidencia de ambos se alternará, con carácter rotatorio, entre la persona que dirija la Consejería de Cultura y la Alcaldía de Granada, por periodos de dos años. 

Las vocalías serán ocupadas por los representantes de las administraciones implicadas en el proyecto, que son las que toman el mando económico y administrativo del Centro. Dos vocales le corresponden al Ministerio de Cultura; dos a la Junta de Andalucía; otros dos al Ayuntamiento de Granada; y uno a la Diputación Provincial.

Los estatutos otorgan a la presidencia del Consejo Rector la potestad de "invitar" a las reuniones a personas físicas o jurídicas que colaboren con el Consorcio, y también a expertos. En estos casos, con voz y sin voto. De la misma manera que participará el coordinador del Instituto de Estudios Lorquianos nombrado a propuesta de la Fundación. Asistirá "con voz pero sin voto" a las reuniones del Consejo Rector y de la Comisión Ejecutiva, como especifican los estatutos en su capítulo primero, dedicado a la organización del Centro Lorca. Los artículos 17 y 21, lo detallan.

El director, con publicidad, mérito y capacidad

Tampoco tendrá voto en los órganos de gobierno el director-gerente del Centro Lorca. Su elección se hará "con respeto a los principios legales de publicidad, mérito y capacidad" (artículo 24.1). Las condiciones y retribuciones de su contrato, "de alta dirección", las determinará el Consejo Rector. Asumirá la representacón ordinaria del Consorcio y dirigirá la gestión y administración "de acuerdo con las directrices establecidas en cada momento por el Consejo Rector y la Comisión Ejecutiva" (artículo 24.3). 

De esta manera, se descarta que ese puesto esté ligado a la persona que ocupe la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento. En este momento y con carácter provisional, es precisamente su titular, Juan García Montero, quien está ejerciendo las labores de gerencia del Centro Lorca. 

Desde el Ministerio se insiste en señalar a Ferrovial. Un portavoz del departamento dijo a este diario que fue la constructora, pasadas las elecciones municipales y a diez días de la inauguración, la que "unilateralmente" decidió no entregar la obra, pese a que tenía el "compromiso de pago" de la deuda restante por parte de las admistraciones. Una línea que coincide con la postura defendida por la Junta de Andalucía y que fue la señalada en su día por el Consorcio.  La fuente consultada expresó su deseo de que, como aseguró García Montero, la solución esté próxima; aunque dijo desconocer los contactos llevados a cabo desde el Ayuntamiento. Respecto al expediente de reintegro de un millón de euros a la Fundación, esta fuente aseguró que hay "una línea de diálogo abierta" y puso el acento en que las ayudas no fueron justificadas "de la manera adecuada". Los fondos públicos que deben aclararse iban dirigidos a la construcción. El destinatario era el Consorcio pero, en aquel momento, la encomienda de gestión la tenía la Fundación, confirmaron desde el Ministerio. La fuente no supo precisar si hay más expedientes de reintegro abiertos.