un gran espectáculo

Manuel Mateo y el maletero de Lorca

Cultura - JTG - Domingo, 16 de Marzo de 2025
Una crónica del gran espectáculo del inmenso artista y creador.
Manuel Mateo en un momento del espectáculo.
JTG
Manuel Mateo en un momento del espectáculo.
Manuel Mateo, ‘Mateo’ para el mundo, es un poliédrico creador que igual hace música que publica libros (es un especialista en adivinanzas:su texto sobre La Alhambra adivinada es un best seller), como convertirse en Chorrojumo, recoger canciones tradicionales por nuestros pueblos o pasear su inmensa colección de instrumentos del mundo. Fundador del grupo Lombarda en los años ochenta, desde entonces no ha parado de crear proyectos distintos y siempre muy interesantes.
 

Con ‘La maleta de Federico’, un erudito monólogo (compartido) y cantado, Mateo ha encontrado un ángulo inexplorado (que ya es difícil) del poeta de Fuente Vaqueros

Con ‘La maleta de Federico’, un erudito monólogo (compartido) y cantado, Mateo ha encontrado un ángulo inexplorado (que ya es difícil) del poeta de Fuentevaqueros. En esta propuesta se basa en las canciones que García Lorca escuchó y que probablemente cantara, pero que no dejó grabadas al piano con la voz de la Argentinita. Piezas comentadas por un supuesto coetáneo como "Hermenegildo Lanz, Adolfo Salazar, Dalí, Falla, Dulce María Loynaz…", como dijo, ataviado de época y con un arsenal de vetustos trastos del momento como mapas ajados, caballetes, libros, periódicos amarilleados, discos de pizarra y hasta el sombrero de yarey que seguramente el poeta se puso camino de Santiago en su coche de agua negra. Todo eso y más cabe en el maletón de cuero envejecido que hipotéticamente fuera del escritor, según el guión.
 

Sobre la mesa es un intenso trabajo de investigación que recupera un repertorio basado en los cancioneros y recopilaciones de folclore que se sabe que Federico consultó para musicalizar su obra

Sobre la mesa es un intenso trabajo de investigación que recupera un repertorio basado en los cancioneros y recopilaciones de folclore que se sabe que Federico consultó para musicalizar su obra. Romances, canciones y coplas de todo el país que se solían cantar no solo en castellano, sino también en gallego o catalán. También recuerdos sonoros de sus viajes estadounidenses, cubanos y argentinos, porque el eje del recital son los viajes de Lorca por España y América. Material al que Mateo ha dado una primorosa y cautivadora forma, muy didáctica para los ajenos, y deliciosa para los conocedores; anciano material entonado con su cálida personalidad escénica sobre la base de la guitarra, el dulcimer, la clave, el kazzo (simpatiquísimo escucharlo emulando una sección de vientos de jazz, su cometido original por cierto) o la zanfona. 
 
Un espectáculo de cercanía, puesto en escena en la Librería Sostiene Pereira, en el que Mateo encuentra y nos hace participes de las que, con casi seguridad, fueron algunas experiencias musicales, y muy nutritivas para el poeta. Un concierto monologado necesario y que hay que ver, o vivir, como una pausa atemporal entre el bronco ruido cotidiano.