Poemas de Luis García Montero en la inauguración de la biblioteca que Granada dedica a Almudena Grandes
La Biblioteca de la Plaza de las Palomas del Zaidín lleva desde esta semana el nombre de Almudena Grandes. La iniciativa partió de la asociación de vecinos y de colectivos de mujeres del barrio, como homenaje a la escritora fallecida a finales del pasado año, como ha recordado Luis García Montero, que ha agradecido el gesto de "generosidad" del barrio y que haya partido de las asociaciones vinculadas al barrio, aprobada por unanimidad por el Ayuntamiento, y a una biblioteca, la de las Palomas, que el vecindario defendió para que no se cerrara.
"El trato de mi ciudad a Almudena me emociona. Del mismo modo que me hizo madrileño por Almudena, ella se hizo muy granadina de mi mano", ha recordado García Montero, quien ha leído dos poemas inéditos que escribió durante la enfermedad de la escritora y tras su muerte, y que ha dejado manuscritos en la última página de dos ejemplares de ‘Completamente viernes’ que el autor ha cedido a la biblioteca, "en recuerdo de las emociones de este día".
Al explicarlo ha recordado que, cuando comenzó su relación con Almudena Grandes se intercambiaban libros y, en la última página, escribían un poema. De hecho, ha recordado que todos los poemas de su libro 'Completamente viernes' quedaron plasmados, uno a uno, en la última página de libros que le enviaba.
Sobre Almudena Grandes, y antes de leer los poemas inéditos que ha ofrecido a la biblioteca del Zaidín en agradecimiento por el bonito homenaje, ha resaltado que "hizo siempre una literatura de mucha calidad sin separarse de la realidad" y que trató "las experiencias de todos de forma personal, huyendo de la imagen del escritor que se siente elegido por los dioses o profeta iluminado, porque ella era una vecina, alguien que vivía la realidad, y de ahí su capacidad de conectar con la gente, siempre comprometida con la vida cotidiana".
Reproducimos a continuación los dos poemas que ha leído, emocionado, Luis García Montero durante el acto, y que ha dejado escritos a mano en los libros que ha donado a la biblioteca:
También es el amor una luz negociada,
Somos barcos nocturnos que fondean en esta habitación
junto a una cama que parece un puerto.
No me importa que tardes en apagar la luz
si me quedo dormido en tu lectura.
Un faro parpadea muy pegado a tu cuerpo
para que Ulises pueda hacer justicia
mientras que Fortunata naufraga por las calles de Madrid
y la esperanza se defiende con uñas y alegrías
en la ciencia ficción de cualquier mundo.
Tampoco tú protestas si enciendo la luz antes de hora.
Duermo poco.
Digamos que a las cinco,
mi mesita de noche es una dársena
donde hay carga y descarga de palabras que pasan a tu sueño.
Por Nueva York camina Baudelaire,
Federico en París,
mientras Machado cruza la frontera
y Cernuda nos habla de Galdós bajo el cielo de México.
El amor es también una luz negociada.
Me das tus sueños al vivir los míos,
te doy mis sueños al guardar los tuyos.
Historias que se enlazan como puertos.
Luis García Montero durante su intervención.
Cuando se retiraban las bandejas y el avión era calma,
solías tú ponerme la cabeza en el hombro,
cerrábamos los párpados
y nos dejábamos llevar por un viaje de largo recorrido.
Así me gusta imaginar la muerte
ahora que estoy solo.
Es condición del ser humano
la despedida y el encuentro con lo desconocido.
Reconocer la casa que se deja,
la habitación que nos espera entre las fechas de los calendarios.
La conciencia del tiempo no responde al dolor animal
ni siquiera al esfuerzo de vivir,
sino al destino de saberse vivo.
Hablo de una experiencia de la muerte
de la que no querría despertarme.
Al final era esto,
después de tantas vueltas me dijiste
todo resulta simple.
Nunca tuvimos fe,
pero teníamos palabras para decir adiós,
para ponerle nombre al no saber,
para observar las alas en la caída de la noche,
para darnos las gracias,
para cerrar los ojos,
tu cabeza en mi hombro
en un viaje infinito en el que sigo todavía.
Durante el acto, el director del Festival Internacional de Tango de Granada, Horacio Rébora, ha leído un texto escrito por Cristino Pérez, catedrático de Psicología cuya infancia fue novelada por Almudena Grandes en su libro 'El lector de Julio Verne'. Junto a él, la poeta Teresa Gómez ha leído un poema y un texto breve perteneciente a la obra 'La madre de Frankenstein' de Grandes, mientras que el pintor Juan Vida ha leído un texto inédito de la autora y la poeta Ángeles Mora ha recordado un fragmento escogido de la novela 'El corazón helado'.
Por su parte, la concejala de Presidencia y presidenta de la Comisión de Honores y Distinciones, Ana Muñoz, ha recordado que el Ayuntamiento acordó nombrar un espacio público para Almudena Grandes también haciéndose eco de la propuesta de diferentes colectivos y organizaciones del barrio. "Es un homenaje que supone un enorme motivo de orgullo para toda la sociedad granadina. No se me ocurre mejor lugar, un espacio de lectura, público, que durante años lleva dinamizando la vida cultual del barrio del Zaidín y conectando a sus vecinos, para que pase a llevar el nombre de Almudena Grandes y, con ello, permanecer en la memoria de la ciudad para siempre".
Se trata, ha resaltado el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, de una "muestra humilde y sincera de cariño hecha con el corazón y de devoción de la ciudad a quien no solo ha sido un auténtico referente de las letras, sino también a una mujer comprometida con la paz y la libertad".
"Granada homenajea a Almudena Grandes con un espacio público que tiene la palabra leída, la conciencia social y la reivindicación de los derechos fundamentales como la educación o la igualdad, como valor esencial", ha afirmado Francisco Cuenca.
"Ningún espacio podría custodiar mejor el nombre de Almudena Grandes en la ciudad de Granada como esta biblioteca, que ha ayudado a construir un barrio y a defender su identidad"
El alcalde ha hecho referencia al "símbolo de la conciencia plural" que es la Biblioteca Municipal del Zaidín, "metáfora de la voluntad de vecinas y vecinos por la supervivencia de los espacios públicos y culturales, de reclamo de la igualdad entre los barrios y de la palabra como herramienta para el respeto". Por ello, ha apuntado Cuenca, "ningún espacio podría custodiar mejor el nombre de Almudena Grandes en la ciudad de Granada como esta biblioteca, que ha ayudado a construir un barrio y a defender su identidad".
Cuenca también ha remarcado que este se trata de “un homenaje necesario” de la que siempre ha sido la segunda casa de Almudena a través de “un espacio donde la autora siempre podrá permanecer en contacto con sus lectores” y con todos los niños y niñas del barrio, que van a poder descubrir en los libros las mejores herramientas para aprender a vivir y ser mejores personas.