Para el relleno de la fosa situada en la zona conocida como Peñón del Colorado, las máquinas toman tierra de los extremos, donde fueron depositadas las tierras, y la vierten al cráter abierto. De continuar el ritmo, las labores se prologarán durante unos tres días.

 

Estos trabajos se producen después de que el Ayuntamiento de Alfacar remitiera a los promotores de la investigación, dirigidos por Miguel Caballero, una notificación municipal fechada el 27 de octubre en la que se les da "un plazo no superior de quince días" para "reintegrar la tierra y compactar el terreno afectado a su estado inicial de la actuación".

 

La alcaldesa de Alfacar, Fátima Gómez Abad, señaló el pasado miércoles, según recogió Europa Press, que esta premisa era "condición indispensable" para conceder esa licencia de remoción de tierras y, en este sentido, el Ayuntamiento que preside actúa "como con todo el mundo".

 

El terreno "ha de quedar igual que se lo habían encontrado", especificó la también diputada provincial de Cultura y Memoria Histórica y Democrática, quien dijo no entender si los investigadores "pretenden un trato de favor que nosotros no vamos a tener con nadie".

 

"Aquello está peligroso, temerario", señaló Fátima Gómez incidiendo en que hay un "hoyo" que puede provocar la caída de personas o problemas de seguridad en caso de lluvias, ante lo cual la "responsabilidad" municipal es que se cumpla con el procedimiento para "restaurar" el

terreno "a su estado natural".

 

"Si no hubieran terminado los trabajos que estaban contemplados en la licencia no estaríamos diciendo nada, pero los trabajos de la licencia se han hecho y se han cumplido con creces", subrayó. 

 

En declaraciones a Europa Press, el investigador Miguel Caballero, coordinador de los trabajos junto con el arqueólogo y presidente de la asociación, Javier Navarro, lamentó que el Ayuntamiento de Alfacar, "en vez de preguntarle al interesado si hemos terminado, haya sacado la conclusión" de que los trabajos están "finiquitados".

 

"El estado actual de la obra indica que las excavaciones han finalizado, no habiendo maquinarias ni personal, asimismo la superficie excavada según lo indicado por el solicitante ha duplicado el volumen previsto inicial, si bien y a simple vista se aprecia que lo ha superado", resalta la notificación enviada a los investigadores que añade que "los medios de comunicación publican que los trabajos han concluido".

 

Según explicó Miguel Caballero, el equipo de arqueólogos, que va a iniciar una nueva campaña de micromecenazgo para conseguir financiación de particulares al objeto de finalizar la investigación con el cribado y análisis químico de la tierra removida en el área del Peñón del Colorado, tiene también la intención de presentar un recurso a esta notificación municipal.

 

Aún así, taparán los terrenos, que ahora mismo se encuentran vallados y en su opinión no suponen peligro para la seguridad, si persiste la petición municipal porque "nosotros no queremos ir en contra de la ley".

 

En ese caso, "iniciaremos un contencioso-administrativo con ellos para que nos paguen la apertura" si continúan con la investigación en una próxima fase dentro del plazo de seis meses para el que tenían permiso, detalló Caballero.

 

El Ayuntamiento de Alfacar dio en julio su visto bueno a los trabajos de la asociación Regreso con Honor para buscar la posible fosa común del poeta Federico García Lorca, fusilado en agosto de 1936 junto al maestro republicano Dióscoro Galindo y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas.

 

Tras trabajar durante un mes en el paraje del Peñón del Colorado, el equipo multidisciplinar concluyó sin éxito el que era su tercer intento de buscar sus restos mortales en el paraje del Peñón del Colorado, no se pudieron confirmar la existencia de los tres pozos que, según las fuentes que manejaban, habían podido ser usados como fosas comunes en aquellos días de la Guerra Civil.

 

Los restos de los cuatro fusilados por el franquismo "no están aquí" lo que no significa que "no estuvieran", explicó el arqueólogo Javier Navarro al finalizar la última búsqueda.