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El camuflaje nocturno de la lechuza común: se vuelve 'invisible' a la luz de la luna

E+I+D+i - IndeGranada - Martes, 17 de Diciembre de 2024
Dos investigadores de la UGR participan en una investigación que ha abordado la paradoja de la coloración de esta singular ave.
Pruebas en el estudio sobre el camuflaje nocturno de la lechuza común.
juan j. negro
Pruebas en el estudio sobre el camuflaje nocturno de la lechuza común.

Los investigadores de la Universidad de Granada Juan Luis Nieves y Miguel Ángel Martínez Domingo, ambos del Departamento de Óptica, han participado en la investigación que ha dado lugar a la publicación en la prestigiosa revista científica PNAS del artículo 'Nocturnal camouflage through background matching against moonlight' (Camuflaje nocturno mediante la adaptación a un fondo contra la luz de la luna, en español), en el que se ha descubierto un método hasta ahora desconocido de camuflaje nocturno de la lechuza común y que lo hace invisible al volar de noche, a la luz de la luna, condición imprescindible para esa invisibilidad.

El estudio, liderado por la Estación Biológica de Doñana – CSIC, aborda la paradoja de la coloración de la lechuza común. Se trata de un búho de un blanco llamativo y diferente al resto de búhos rapaces nocturnas, que presenta plumajes con diseños complejos que claramente los ocultan en su entorno. El vuelo de la lechuza es tan silencioso como el de cualquier otro búho, pero su blanco plumaje ventral, lejos de ser discreto, podría alertar a sus presas.

Vuelo de la lechuza común. j.j.n.

Según el nuevo estudio, esto no es necesariamente así. “Nosotros trabajamos con la hipótesis de que el plumaje de la lechuza podría representar un tipo de camuflaje nocturno novedoso”, explica Juan J. Negro, especialista en ecología del comportamiento e investigador de la Estación Biológica de Doñana – CSIC. “La ocultación de la lechuza en vuelo de caza se lograría cuando el contraste entre el depredador y el cielo está por debajo del umbral de detección visual de sus presas, típicamente roedores que buscan su alimento en el suelo”, añade.

Se vuelve casi indetectable con luna llena

La condición de práctica “invisibilidad” para el desprevenido ratón que propone el equipo científico generalmente no se cumple en noches completamente nubladas o sin luna, lo que se conoce como cielos isotrópicos. Sin embargo, en noches despejadas, la isotropía del resplandor del cielo se ve alterada si está presente la luna, lo que permite una compensación entre la luz de la bóveda celeste detrás de la lechuza y la luz reflejada por ella hacia el suelo donde está la presa.  De este modo, la lechuza puede llegar a volverse casi indetectable para el ratón que, cuando alcanza a ver la lechuza, suele ser demasiado tarde y no tiene escapatoria. 

Estos resultados concuerdan con observaciones previas que indican que, en noches de luna llena, las lechuzas más blancas consiguen atrapar más presas que las lechuzas más oscuras. Y es que la coloración del plumaje ventral de las lechuzas varía naturalmente desde el blanco níveo al anaranjado. 

Para realizar el estudio, se ha contado con participación tanto de biológos de la Estación Biológica de Doñana como de personal científico especializado en física de otras instituciones. En el caso de los estudios radiométricos del plumaje blanco de la lechuza se han utilizado sofisticados sistemas de medición en laboratorios de la Universidad de Granada y del CSIC en Madrid.

Enlace a la publicación original en PNAS

Crédito de las Fotos: Juan J. Negro

Contacto:

Juan Luis Nieves – jnieves@ugr.es

Miguel Ángel Martínez Domingo – martinezm@ugr.es