La inflación se dispara y roza el 10% en Granada en un año, con la luz, gas y combustibles un 88% más caros
Los precios volvieron a aumentar notablemente en marzo y la inflación se ha disparado hasta casi un 10% en los últimos doce meses, lo que está asfixiando a muchas familias de Granada, una provincia con peor renta y capacidad económica que la media española.
Según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los precios crecieron en marzo un 3,3% sobre el mes pasado, y la subida se va acumulando. La inflación es ya del 9,8% en los últimos doce meses, el mismo porcentaje que a nivel nacional, pero en Granada los precios de los productos básicos están subiendo más que en el conjunto de España.
Y la situación no parece que vaya a mejorar, a tenos de la crisis energética en la que estamos inmersos, no solo por la guerra de Ucrania, sino por haberse ya alcanzado la producción máxima mundial de petróleo, con el diésel en descenso, lo que repercute sobre el resto de bienes y servicios, puesto que se trata de la sangre que riega todo el sistema económico.
El peor varapalo para las familias está en la electricidad, gas y resto de combustibles, que se han encarecido nada menos que un 87,9% en Granada en marzo respecto al mismo mes del año pasado, una subida superior al 80,0% registrado a nivel nacional.
También los alimentos, el producto más básico e imprescindible de la cesta de la compra, crecen más en Granada, un 7,1% de media en doce meses (6,9% en España).
Granada | España | |
Electricidad, gas y otros combustibles | 87,9% | 80,0% |
Alimentos | 7,1% | 6,9% |
Conservación y reparación de la vivienda | 6,6% | 4,8% |
Cristalería, vajilla y utensilios para el hogar | 11,9% | 6,1% |
Calzado y reparaciones | 3,7% | 2,6% |
Fuente: INE
La cristalería, vajilla y utensilios del hogar ha subido un 11,9% en Granada, casi el doble que en España, y el calzado también crece más que a nivel nacional.
Otros bienes que también se han disparado son la utilización de vehículos personales, un 23% más que hace un año, los servicios de alojamiento (17,6%) y los servicios financieros (10,6%).
A nivel andaluz, según los datos oficiales publicados por el INE, la economía regional finaliza el primer trimestre del año con un nuevo repunte de precios de 3,1 puntos con respecto al nivel alcanzado en febrero, una décima por encima del incremento experimentado en el conjunto del Estado (3,0%). Así, Andalucía eleva su tasa interanual hasta el 9,9%, una décima más que la estatal (9,8%) y lo que es más alarmante, 2,1 puntos superior a la que se registrara el mes pasado (7,8%), comprometiendo gravemente la capacidad de compra de las economías domésticas, según señala UGT.
UGT Andalucía destaca también que el recibo de la luz registró en marzo el valor más alto de la historia (131,54 €), cifra que eleva 32 puntos el alcanzado en febrero (99,70 €). Más desorbitado resulta todavía el incremento de la factura eléctrica si la comparativa la llevamos a cabo en términos interanuales. De esta forma, el precio pagado este pasado mes de marzo resultó ser un 130% superior al registrado en marzo del pasado ejercicio económico (56,35 €).
Un repunte insostenible
En definitiva, la inflación continúa descontrolada e incluso acelerando el ritmo de encarecimiento de los precios. Un nuevo repunte de tres puntos es insostenible para unas economías domésticas que todavía no están sufriendo los efectos negativos de la dos últimas crisis económicas. El problema es de tal dimensión que estamos haciendo frente a la mayor tasa interanual en casi cuatro décadas.
Para Juan Fco. Martín, secretario general de UGT Granada, los datos agravan una inflación que ya de por sí era preocupante, presionando al alza los precios de los productos energéticos y afectando también al precio de algunas materias primas claves para el sector industrial y agrícola. Las consecuencias, opina el ugetista, son evidentes: el contexto actual supone una merma notable de las posibilidades de crecimiento de nuestra provincia, mientras que la continua alta inflación implica un riesgo extremo de intensificar el empobrecimiento de la clase trabajadora de Granada.
Para contrarrestarlo, el representante del sindicato reclama una política salarial fuerte y consensuada, que refuerce la creación de empleo de calidad, sostenga el consumo, y evite echar al traste todo el camino andando en la senda de recuperación económica y social.
Un pacto de rentas, dice, que debe partir de la base de que los salarios no suponen el origen de los problemas inflacionistas, por lo que no existe ningún razonamiento lógico que justifique una devaluación de los mismos. De esta forma, señala Martín, la protección del poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras se erige como la principal garantía para evitar un reparto asimétrico de los costes de la guerra, esencial para no debilitar, aún más, la condición de vulnerabilidad de los colectivos más golpeados por la pandemia.
Medidas insuficientes
Para UGT Andalucía, las medidas implementadas por el Ejecutivo Central, aunque parecen ir en buen camino, no son suficientes ni en cuantía, ni en duración, por lo que tendrá una repercusión limitada. Es necesario llevar a cabo todo un Plan de Choque que evite que las personas más vulnerables, las que menos recursos económicos tienen, no puedan llegar a final de mes de manera digna.
Por ello, el representante de UGT considera que imprescindible que el nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva pivote sobre la inclusión de cláusulas de revisión salarial en los convenios, protegiendo así a los trabajadores y trabajadores de posibles desviaciones en las previsiones del IPC. El blindaje del poder de compra de cientos de miles de personas trabajadoras en la provincia de Granada, supone una demanda irrenunciable para poder asegurar un futuro digno a todas ellas.
Por último, valora las medidas aprobadas para luchar contra los efectos de la inflación y el impacto de la guerra en Ucrania, y reclama diálogo y concertación a la hora de adecuar las mismas a las necesidades de los sectores productivos más vulnerables a esta crisis
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