Las personas pensionistas de Granada cada vez tienen más difícil vivir con sus prestaciones. Suben los precios de los servicios básicos como la luz, butano y gas natural, de los alimentos, el transporte, pero sus ingresos apenas aumentan. 

El IPC de 2017 fue del 1,3% en Granada, pero las pensiones subieron un raquítico 0,25%, como el aprobado para 2018, por lo que han perdido poder adquisitivo. En conjunto, para las 183.435 pensiones contributivas que había a inicios de 2017 en la provincia, la diferencia entre la subida de precios de consumo y el aumento de sus prestaciones ha supuesto una pérdida de 1.483.380 euros, es decir, casi 1,5 millones de euros menos de poder adquisitivo. 

Se trata del segundo año consecutivo en el que las pensiones pierden capacidad de compra. En 2016 el IPC de Granada fue del 1,4%, y como las pensiones también subieron ese vergonzante 0,25% (un porcentaje lineal para todas las prestaciones, por lo que perjudica especialmente a las más bajas, como es el caso de Granada), las pensiones de la provincia perdieron 1,58 millones de euros. 

Este año, menos capacidad de compra

Y en 2018 volverá a suceder, porque el Gobierno también aprobó el mismo incremento, 0,25%, y la previsión del IPC para este año se sitúa entre el 1,5-1,6%, aún mayor que en 2017, por lo que las personas pensionistas, entre las que hay muchas que tras la crisis no sólo tienen que costear su propia vida y la de su cónyuge, sino también ayudar a hijos o nietos, tendrán más difícil llegar a fin de mes y obtener los productos y servicios más básicos. 

Porque, por lo pronto, el nuevo año ha llegado con una subida del 6,2% en el gas. A finales de 2017 aumentó el precio del butano, y durante el año pasado la luz se encareció más de un 10% y previsiblemente volverá a subir en este 2018. También ha subido el transporte en autobús metropolitano. 

Según los datos del IPC anual de 2017 de la provincia de Granada, los alimentos y bebidas no alcohólicas fueron lo que más se incrementó, un 2,5%. El coste de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles creció en conjunto un 1,8%. Y el transporte un 2,2%. Es decir, el coste de los productos y servicios que más afectan a las personas que viven de pensiones aumentaron mucho más de lo que lo hicieron sus exiguas prestaciones. 

Y esas diferencias, en una provincia como Granada, causan un perjuicio aún mayor porque las pensiones están entre las más bajas de España. Granada cerró el año 2017 con 185.088 prestaciones contributivas. La pensión media es de 780,42 euros, la novena más baja del país, y muy lejos del promedio español, que se sitúa en 926,87 euros. Una persona pensionista de Granada cobra el 84,2% de lo que se percibe en España por término medio. 

Fuente: Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Datos a 1 de diciembre de cada año

Como se ve en la tabla, la pensión media en Granada se ha ido alejando cada vez más del promedio español. En 2008, cuando se iniciaba la crisis, la diferencia no llegaba a los 100 euros y ahora supera los 146 euros. Hace diez años, la pensión media en Granada era el 86% de la española y ahora es el 84%. 

Mientras la subida de las pensiones sean la misma para todas, sin bonificar las más bajas, las diferencias se irán aumentando aún más, ya que además la incorporación de nuevos pensionistas incide en ese desfase, puesto que los sueldos (y, por lo tanto, las cotizaciones que dan derecho a la prestación) son mayores en en el conjunto de España que en Granada. 

De las 185.088 personas con pensión contributiva en la provincia, la mayoría, 107.951, cobra la pensión de jubilación. La media mensual por persona es de 895,1 euros, la novena más baja de España, cuyo promedio es de 1.071 euros. 

Viudedad, la cuarta más baja de España

Las diferencias entre pensiones continúan en el resto de modalidades. En Granada hay 45.771 personas que perciben la pensión de viudedad. Tienen que vivir con una media de 559,80 euros al mes, la cuarta cifra más baja de España, mientras que a nivel nacional el promedio es de 649,19 euros. 

La de orfandad, por su parte, que reciben cerca de 8.000 personas en la provincia, asciende a un promedio de 346,25 euros, la quinta más exigua de España, cuya media es de 381,06 euros.