Los precios han subido un 7,6% en el último año en Granada
Una peluquera corta el pelo a una clienta. María José López/EP archivo
El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha subido durante el mes de febrero un 1 por ciento en Granada, mientras que la tasa interanual se ha disparado hasta el 7,6 por ciento. En Andalucía la subida de febrero fue del 0,9 por ciento, y la tasa interanual se situó en el 7,8 por ciento, 1,6 puntos por encima del dato de enero y dos décimas más de la tasa nacional, según ha informado este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE), que detalla que el dato acumulado en lo que va de año se cifra en un 0,3 por ciento.
A nivel nacional, el IPC subió un 0,8% en febrero en relación al mes anterior y elevó su tasa interanual 1,5 puntos, hasta el 7,6%, su tasa más alta en casi 36 años, concretamente desde diciembre de 1986, según los datos del INE.
La tasa interanual del IPC registrada en febrero (7,6%) es dos décimas superior a la avanzada a finales del mes pasado por el INE (7,4%). En el caso de la tasa mensual (+0,8%), el dato definitivo también es dos décimas superior al que adelantó Estadística (+0,6%).
Con el dato de febrero, el IPC interanual encadena su decimoquinta tasa positiva consecutiva y suma tres meses seguidos en tasas superiores al 6%, niveles que no se veían en tres décadas.
En términos interanuales, la tasa del 7,8% andaluza es idéntica a la de Comunitat Valenciana y Melilla y superior a la de Asturias (7,5%), Baleares (7,5%), Canarias (6,8%), Madrid (6,9%), Cantabria (7,7%), Cataluña (7,4%), Murcia (7,7%), Navarra (7,7%), País Vasco (7,4%) y Ceuta (6,8%).
En el otro extremo están Aragón (8,5%) y este mismo índice marca Castilla y León, mientras que en Castilla-La Mancha la subida es del 9%, en Extremadura del 8,1%, en Galicia del 8% y en La Rioja del 8,1%.
Por sectores, en Andalucía durante el mes de febrero los precios han subido en todos los parámetros en relación con el mes anterior excepto comunicaciones (-0,1%) y vestido y calzado (-1,3%). La mayor subida se ha producido en transporte (2,7%), seguida de alimentos y bebidas no alcohólicas (1,1%), restaurantes y hoteles un 0,8%, bebidas alcohólicas y tabaco (0,7%), otros bienes y servicios (0,7%), ocio y cultura (0,6%), muebles y menaje (0,5%), vivienda (0,3%), y sanidad (0,2%). Se mantuvieron sin cambios en enseñanza.
Datos nacionales
En España, según Estadística, la subida interanual del IPC hasta el 7,6% se debe a los precios de la electricidad, que disminuyeron menos que en febrero de 2021; al incremento de los precios de la restauración, y al encarecimiento del gasóleo para calefacción, de los carburantes, de los automóviles y de algunos alimentos, como legumbres y hortalizas; leche, queso y huevos, y pan y cereales.
Sin tener en cuenta la rebaja del impuesto especial sobre la electricidad y las variaciones sobre otros impuestos, el IPC interanual alcanzó en febrero el 8,5%, nueve décimas más que la tasa general del 7,6%. Así lo refleja el IPC a impuestos constantes que el INE también publica en el marco de esta estadística.
La inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó en febrero seis décimas, hasta el 3%, con lo que se sitúa más de 4,5 puntos por debajo de la tasa del IPC general. Es la tasa más elevada de la subyacente desde septiembre de 2008.
En tasa mensual, el IPC aumentó un 0,8% respecto al mes anterior, en contraste con el retroceso del 0,4% que experimentó en enero, por la subida de los precios de los carburantes, de los combustibles para calefacción, de las frutas y otros productos alimenticios, y de la restauración.
Para UGT la situación es "insostenible"
El sindicato UGT advierte de otros aspectos que afectan al poder adquisitivo, como los carburantes. Estos, en sus distintas modalidades, continúan incrementando sus precios de manera de manera desorbitada a lo largo de todo el mes de febrero, registrando los valores más altos en la parte final del mes. El diésel, por ejemplo, finalizó enero en 1,434 € para acabar febrero con un precio medio de 1,513 euros. Esta tendencia continuada al alza se ha dado también en otros combustibles como el gasóleo A+ o las gasolinas sin plomo 95 y 98.
El Euríbor a un año, como ya ocurriera el mes pasado, vuelve a subir por segundo mes consecutivo y se sitúa en -0,335, casi una décima superior al del mes anterior. A pesar de ello, continúa por debajo del que se registrara en febrero del pasado 2021, cuando era del -0,501, volviendo a reducir las cuotas de las hipotecas que toquen ser revisadas en los próximos días.
El recibo de la luz, registró en febrero la mayor subida de la historia, alcanzando un importe medio de 131,29 euros, más del doble de que pagábamos en febrero del pasado año. Hemos pagado la tercera factura más alta de siempre lo que pone de manifiesto que, "los esfuerzos y las medidas implantadas por el Ejecutivo Central no han sido suficientes".
Los precios se sitúan en los valores más altos de los últimos casi cuarenta años
En definitiva, los precios, resalta UGT, "lejos de corroborar el descenso del mes pasado, han vuelto a verse incrementados e incluso elevando el ritmo de crecimiento de los mismos. Una interanual como la alcanzada en este inicio de 2022 no se registraba desde diciembre de 1986. Es decir, nos situamos en los valores más altos de los últimos casi cuarenta años".
La situación de incertidumbre generada por la guerra en Ucrania viene a "complicar un panorama ya de por sí tempestuoso en lo que al establecimiento de los precios se refiere. El efecto directo del conflicto bélico sobre el mercado internacional de crudo, las restricciones del gas o incluso sobre el grano para la ganadería andaluza está generando una nueva tensión inflacionista que añadir a la ya generada por el coste de la electricidad".
El Ejecutivo Central y la Unión Europea, apunta el sindicato, "tienen que pasar a la acción de manera decidida y contundente e intervenir, desde lo público, contra la actual espiral inflacionista. No se trata de escoger entre intervencionismo o neoliberalismo, no es una cuestión de nombres sino de justicia social. Lo que tienen que decidir las autoridades públicas es si ayudan a las economías domésticas o continúan permitiendo el empobrecimiento masivo y la pérdida de poder adquisitivo de la clase trabajadora".
Por todo ello, desde UGT-A, apuesta por "Gobiernos fuertes capaces de acabar contra la opacidad del mercado eléctrico, de reducir la dependencia energética de nuestra economía y de asegurar un precio de los alimentos asequible para el conjunto de la ciudadanía. A su vez, abogamos por incrementar los salarios; por salvaguardar el poder de compra de las retribuciones de los trabajadores; por mejorar la cuantía de las prestaciones por desempleo y de las pensiones no contributivas; así como por continuar elevando el SMI hasta lo firmado en la Carta Social Europea, es decir, el 60% del Salario Medio Estatal".