Inagra en Navidad

Quienes beben alcohol pero por debajo del límite legal conducen más rápido que con una tasa de alcohol superior a la máxima

E+I+D+i - IndeGranada - Jueves, 26 de Diciembre de 2024
Un estudio de la UGR muestra que los conductores se muestran más confiados al volante que con una tasa de alcoholemia por encima de la legal.
Simulador de la conducción empleado en el estudio.
ugr
Simulador de la conducción empleado en el estudio.

Un estudio de investigación del Laboratorio de Ciencias de la Visión y Aplicaciones (LabVisGra) del departamento de Óptica de la Universidad de Granada (UGR) ha analizado cómo afecta la ingesta de alcohol a la gestión de la velocidad al volante.

Según los resultados, publicados en Journal of Studies on Alcohol and Drugs, cuando los conductores están bajo la influencia del alcohol, pero por debajo del límite legal de alcoholemia para conducir, se sienten más confiados y conducen más deprisa que cuando lo hacen por encima del límite legal.

La ingesta de alcohol es una de las principales causas de accidentabilidad en carretera. Conducir en un entorno dinámico es una tarea compleja que requiere de una correcta integración a nivel motor, cognitivo y perceptual, siendo la visión la función perceptual que mayor peso tiene en la conducción. Sin embargo, el alcohol es una sustancia psicoactiva que actúa como depresora del sistema nervioso y, como tal, afecta de manera negativa al procesamiento visual, como han demostrado los investigadores en estudios previos.

Autorregulación de la conducción

Cuando se conduce en circunstancias en las que las capacidades del conductor se ven impedidas, los conductores adoptan ciertos comportamientos o actitudes que les ayudan a contrarrestar el peligro percibido o la inseguridad que genera la dificultad de esta tarea. Estos mecanismos son conocidos como autorregulación de la conducción, y suelen ser acciones tales como evitar conducir, mirar más los retrovisores y el entorno, seleccionar una ruta alternativa más sencilla, o disminuir la velocidad de la conducción. En concreto, este último es uno de los mecanismos adoptados con más frecuencia por los conductores.

Los resultados de este estudio mostraron que la ingesta de alcohol afecta de manera negativa a la visión, concretamente a capacidad para distinguir detalles (agudeza visual) y a la capacidad para distinguir contrastes claro-oscuro (sensibilidad al contraste). Además, se pudo comprobar que, cuando se conduce bajo nivel de alcohol inferior al límite legal para conducir en España (0,25 mg/l), aumenta la velocidad con respecto al consumo de dosis más altas de alcohol (conducción por encima del límite legal), en cuyo caso disminuye la velocidad como mecanismo de autorregulación de la conducción. Esto puede indicar que, bajo una dosis baja-moderada del alcohol, los conductores se sienten más confiados al volante.

Además, los investigadores de la UGR demostraron que otros factores aparte de la ingesta de alcohol también influyeron en la forma en que los conductores gestionan su velocidad. Uno de ellos fue la complejidad de la vía, de tal manera que la velocidad límite y otras características como el trazado de la carretera, el flujo de tráfico o la presencia de coches aparcados, tuvieron un impacto en la elección de la velocidad. La calidad visual de los conductores fue otro factor influyente, de forma que aquellos conductores con mejor sensibilidad al contraste conducían más rápido, lo que puede indicar que se sienten más seguros.

Las mujeres ajustan mejor la velocidad

Otras características propias de los conductores también fueron importantes en la elección de la velocidad. En este sentido, las mujeres y los conductores más experimentados ajustaron mejor su velocidad al límite de la vía, y aquellos que pensaban que el alcohol les había afectado más, redujeron más su velocidad.

Si bien las diferencias en la velocidad de conducción tras consumo de alcohol no eran, en general, tan importantes como para poner en riesgo la seguridad de la conducción, en algunos casos y en algunos tramos del recorrido esas diferencias rebasaban el 10% de la velocidad límite de la vía.

Estos resultados arrojan luz sobre la implicación que tiene el alcohol en la actitud de los conductores, y ponen de relieve la importancia que tiene la visión, concretamente la sensibilidad al contraste, a la hora de conducir. No obstante, los investigadores afirman que es necesario seguir investigando en esta línea para proporcionar información relevante que contribuya a la mejora de la seguridad vial.