Rajoy elude comprometerse con el AVE y la Presa de Rules en la inauguración de la A-7
Fue breve la intervención del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la inauguración de la tercera infraestructura en Andalucía en apenas quince días. Seis minutos y medio en los que destacó la trascendencia de la conclusión de la A-7, para Andalucía y para Granada, pero no se pronunció con respecto a otras infraestructuras pendientes, como la llegada de la Alta Velocidad, que solo citó, o las canalizaciones de la presa de Rules, que ni mencionó.
Del capítulo de reivindicaciones se encargaron el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, que le recordó públicamente a Rajoy "el eslabón más débil" de las infraestructuras, el ferroviario, reclamando el Corredor Mediterráneo; y la alcaldesa de Motril, la socialista Flor Almón, quien al saludar a Rajoy le pidió que no olvidara la Presa de Rules.
Porque Rajoy centró su discurso en alabar la puesta en marcha de la autovía, utilizando frases muy medidas que aludían a los lustros de espera:
- Una obra "de extraordinaria importancia", con la que se completa la Autovía del Mediterráneo, en la que habían trabajado "sucesivos gobiernos de España".
- Una obra "difícil", de "las más complejas que se han llevado a cabo en el país en las últimas décadas", que ha presentado "dificultades técnicas" hasta el último momento.
- "Una excelente labor".
En total, esta legislatura se han abierto 47 kilómetros, con una inversión total de de más de 700 millones, según Rajoy -1.090 precisó en su comunicado el Ministerio de Fomento-. Por ella, transitarán al día 13.000 vehículos que pueden multiplicarse por dos en época estival y que permitirá el desarrollo de una comarca, puntera en la agricultura, y eminentemente turística, como destacó el presidente del Gobierno, que cerró ahí su alusión a la autovía que completa la tan anhelada 'T' invertida.
A partir de ahí, una reflexión general sobre la importancia de las infraestructuras, que cualquier Gobierno -según sus palabras- quiere impulsar por sus efectos en la economía, en el bienestar y en el empleo; la coincidencia con el consejero andaluz en la importancia del Corredor Mediterráneo y una cifra para reivindicar el compromiso con Andalucía: sí, admitió, ha venido de manera más frecuente en las últimas fechas pero su Gobierno ha invertido 5.891 millones en el último cuatrienio en Andalucía. Una apuesta que vuelve a manifestarse en los Presupuestos de 2016, según Rajoy, con "obras de gran trascendencia en marcha", como el AVE a Granada. Y fin de la cita de las infraestructuras de la provincia.
Y turno para la mención a la política puramente nacional -o internacional- con mención a los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ayer hizo público sus previsiones económicas nada favorables, aunque España, resaltó, es el país de la UE “entre los importantes” que más van a crecer.
Todos quieren fotos con el presidente
Finalizado el acto protocolario y tras el saludo a las autoridades, un rompan filas y todos a buscar al presidente para llevarse una foto con Mariano Rajoy. Hasta Carlos Rojas, portavoz parlamentario del PP andaluz y ex alcalde de Motril, tuvo que ponerse manos a la obra y tomar fotos de los asistentes junto al ilustre invitado.
Sin Sebastián Pérez, pero con Ciudadanos
Acompañando a Rajoy, asistieron a la inauguración, entre otros, la ministra de Fomento, Ana Pastor, el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, la alcaldesa de Motril, Flor Almón y de municipios de la comarca, así como el de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador; los presidentes de la Diputación de Granada, José Entrena, y de Almería, Gabriel Amat.
Junto a ellos la delegada de la Junta en Granada, Sandra García, y el subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez.
También diputados nacionales del PP, como Concha de Santa Ana, Rafael Hernando o el senador Antonio Ayllón, o los socialistas Elvira Ramón y José Martínez Olmos. O el portavoz popular en el Parlamento andaluz, Carlos Rojas.
No hubo presencia del gobierno local de Granada, aunque sí representación de su Ayuntamiento, con Luis Salvador, que acudió junto a los dos diputados provinciales de su formación, Ciudadanos.
Y llamó particularmente la atención la ausencia del presidente provincial del PP, Sebastián Pérez. Tampoco estuvo el presidente de la Autoridad Portuaria de Motril, Francisco Álvarez de la Chica, a quien Fomento no invitó al acto, pese a ser responsable de una infraestructura, el Puerto, que depende de este Ministerio.
Hasta 99 periodistas acreditados para el breve acto, trasladados en dos autobuses. Los invitados fueron desplazados en cinco autobuses, además de un microbús para los VIP.
Reivindicación histórica
De 10,5 kilómetros de longitud, el tramo entre Carchuna y Castell de Ferro ha precisado de una inversión total -incluidas las expropiaciones- de 164 millones de euros, a razón de 15,6 millones por kilómetro de autovía, 15.600 euros por metro.
El tramo inagurado hoy por Rajoy, entre Carchuna y Castell, era el único pendiente de esta autovía, cuya primera piedra se puso en el año 2002. Con su inauguración, este año se habrán puesto en servicio los últimos 16 kilómetros pendientes de la carretera, después de que el pasado mes de marzo se abriera el comprendido entre La Gorgoracha y El Puntalón, de seis kilómetros de longitud, que permite la conexión entre Granada y Motril y el acceso al Puerto de Motril.
El año pasado se inauguraron cuatro tramos granadinos de la vía, en diciembre se abrió el Polopos-Albuñol, de 15 kilómetros de longitud y un total de 354 millones de euros de inversión, y anteriormente se pusieron en servicio los de Puntalón-Carchuna, Taramay-Lobres y Lobres-Guadalfeo.
Al final fue un gobierno del PP el que concluyó una obra que llega con tanta demora que, pese a la fiesta política popular en la que se ha convertido la inauguración, debería sonrojar a los partidos con responsabilidad en el Gobierno.
Características técnicas
El tramo de autovía abierto este jueves, 7 de octubre al tráfico cuenta con una longitud de 10,5 kilómetros y atraviesa los términos municipales de Motril, Lújar y Gualchos-Castell de Ferro.
Está compuesto por dos carriles de circulación por sentido de 3,50 m, arcenes exteriores de 2,50 m e interiores de 1,50 m, separadas por una mediana de anchura variable.
Algunas de sus características técnicas arrojan datos tales como 7 millones de metros cúbicos en excavaciones y 6 millones de metros cúbicos en terraplenes.
Asimismo, como consecuencia del terreno tan accidentado por donde discurre el trazado de la autovía, ha sido precisa la construcción de:
1 enlace.
Túnel de Gualchos: con una longitud de 339 metros en calzada izquierda y 250 metros en calzada derecha.
Viaductos: Torilejo, 184 metros de longitud; Zacatín, 261 metros de longitud; y Rambla de Lújar, 362 metros de longitud.
1 paso superior y 5 pasos inferiores, para asegurar la permeabilidad de todo el territorio a través de la Infraestructura.
39 obras de drenaje transversal.
Entre las medidas de prevención y corrección del impacto ambiental que se han llevado a cabo, destacan:
La protección y adecuación de las siguientes vías pecuarias: Cañada Real de Gualchos, Cañada Real de Málaga a Almería, Colada del Camino Viejo y Cañada Real de la Rambla de Gualchos.
La revegetación de los taludes de terraplén y desmonte, así como otras superficies de las márgenes de la autovía con un total de 366.000 m2 de superficie.
Se han plantado 3.000 árboles y más de 40.000 arbustos, siendo una parte de las mismas especies vegetales protegidas (Maytenus Senegalensis).
Se han ejecutado 2 pasos de fauna y se han instalado más de 30.000 m2 de unidades destinadas a consolidación y protección de laderas.
La inversión en medidas de integración ambiental alcanza 1,8 millones de euros.