La Casa Familiar Dr. Juan Segura cumple diez años de atención a personas con discapacidad intelectual y trastornos de conducta
La Casa Familiar Dr. Juan Segura cumple su décimo aniversario y lo celebra con una jornada de puertas abiertas este viernes para dar a conocer la gran labor que realiza en la atención a personas con discapacidad intelectual y trastornos de conducta.
Se trata de un centro con una gran especialización, que atiende a 30 personas en régimen de residencia, cuyas plazas están conveniadas con la Junta, con un mayor ratio de personal de lo habitual en cualquier residencia, y que próximamente se ampliará con un centro de día de ocho plazas más. En Granada tan solo las Hermanas Hospitalarias ofrecen también atención en residencia a personas psicodeficientes y con trastornos de comportamiento.
El centro, ubicado en la calle Periodista Miguel González Pareja, pertenece a los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca y nace de la ilusión del doctor Juan Segura, conocido como el médico de los pobres, y un grupo de personas que vieron la necesidad de que los Hermanos Franciscanos abrieran una casa en Granada para acoger a estas personas que no podían acceder a ninguna residencia debido a que no existía ninguna especializada para atender sus patologías.
En 1999 llegan los primeros hermanos y un año más tarde los primeros usuarios, y con ellos los voluntarios iniciales de la Casa. Poco a poco, el centro va creciendo y se van ejecutando las obras de las diferentes fases. No es hasta mayo de 2008 cuando se realiza la inauguración oficial de la Casa Familiar tal y como se conoce ahora y con las 30 plazas concertadas para este colectivo. "El voluntariado es un soporte de ayuda cuya dedicación y ánimo irradia en la casa todos los días de manera incondicional y sin el cual no podríamos realizar la labor que venimos llevando a cabo desde entonces", explica la directora, Celia Fonfría.
Quienes viven y trabajan o colaboran en la Casa Familiar centran su atención en las personas usuarias, en una labor que promueve y defiende sus derechos y dignidad personal, y con una gran implicación de toda la comunidad. El centro ofrece una atención integral, con un equipo multidisciplinar, que trata a las personas usuarias y también a sus familias, ya que a menudo los pacientes proceden de entornos desestructurados y con problemas de exclusión social. En la residencia encuentran un ambiente familiar, tal y como pretendía el doctor Segura.