“La pandemia está afectando a toda la sociedad, pero sin duda las personas en situaciones más vulnerables la están sufriendo de manera más especial”. Así resume Francisco González, coordinador de Cruz Roja en Granada, la situación de las  personas que se encuentran actualmente sin un techo bajo el que cobijarse y, ahora, expuestas al doble filo de la pandemia y del frío.

Por este motivo, tras la declaración del estado de alarma, Cruz Roja y el Ayuntamiento de Granada reforzaron y dotaron de más recursos a la Unidad de Emergencia Social que gestionan de manera conjunta en la ciudad. En total, durante este año, la organización humanitaria ha llevado a cabo más de 5.000 intervenciones a más de un centenar de personas sin hogar en Granada, gracias al papel fundamental de más de 50 personas voluntarias.

En esta época se presentan fechas muy señaladas, marcadas por los reencuentros y las reuniones familiares, aunque este año deban hacerse de acuerdo a las medidas de prevención del coronavirus. Así, y con el objetivo de intentar acercar ese carácter especial a todas las personas sin hogar, la Liga profesional de Fútbol está haciendo posible la entrega durante estos días de 300 mantas así como de alimentos navideños, mientras que la granadina Churrería Desi ofrece chocolate caliente y churros, que hace llegar a estas personas a través de los voluntarios de Cruz Roja.

La situación del sinhogarismo es la expresión más grave de la exclusión residencial en la que puede encontrarse una persona. A través de este Programa de Atención a Personas Sin Hogar, Cruz Roja trata de detectar estas situaciones y dar atención directa e inmediata a las personas que están en situación de calle.

Las Unidad de Emergencia Social del Ayuntamiento que gestiona Cruz Roja está conformadas por un equipo que integra distintas disciplinas como el trabajo social, la asistencia sanitaria, la psicología, etc. La clave es ofrecer a las personas sin hogar un servicio de proximidad que garantice una respuesta rápida 'in situ', frente a situaciones de emergencia social, actuando como puente entre la calle y la red de atención.

Café, comida, abrigo, materiales de aseo e higiene, atención sanitaria y escucha, mucha escucha. Estas son pautas que siguen los integrantes de la Unidad de Emergencia Social en sus labores de apoyo a las personas que viven en la calle, en número creciente.