Te ofrecemos un documental inédito que detalla qué es y para que sirvió

¿Sabes lo que era la Naumaquia de la estación de metro Alcázar Genil?

Cultura - Gabriel Pozo Felguera - Sábado, 2 de Diciembre de 2017
En este excelente reportaje del periodista y escritor Gabriel Pozo Felguera te explicamos con detalle qué son los restos que se exhiben en la estación del Metro de Alcázar de Genil y que si lo desconocías te sorprenderá. No dejes de leerlo.
Estación el metro de Alcázar de Genil, en cuyas obras descubrió un tesoro oculto.
J.M.Grimaldi
Estación el metro de Alcázar de Genil, en cuyas obras descubrió un tesoro oculto.

Documental inédito rodado en 2010, cuando aparecieron los restos de la Naumaquia del Alcázar Genil. Con guión de Gabriel Pozo Felguera y editado por PRODISA TV, Lauren Sánchez, realizador y montador. Este documental se iba a proyectar en la estación del metro, pero con los cambios políticos se descartó. Un excelente trabajo que explica qué era la Naumaquia y para que sirvió desde el siglo XIII.

  • Las obras del tranvía descubrieron en 2010 el tramo central, enterrado desde 1931 bajo el Camino de Ronda

  • Te explicamos en un interesante documental qué era la Naumaquia y para que sirvió desde el siglo XIII

El Alcázar Genil no es hoy ni la sombra de lo que fue. El palacete permanece encajonado y empequeñecido entre una impersonal urbanización de bloques levantada en medio de una polémica que coleaba en los años ochenta del pasado siglo. En sus momentos de esplendor, entre comienzos del los siglos XIII y el XVI, lució una qubba y pabellones cercanos. Además, fue famoso por sus dos grandes estanques, uno circular y otro rectangular, enorme, que es el que apareció en 2010 cuando se construía el túnel para la línea del metro que horada el Camino de Ronda. Ya se puede admirar, ya que ha sido respectado e incorporado a la estación de Alcázar Genil.

¿Qué es lo que ha apareció y se ha conservado? Las excavadoras se toparon con un muro de argamasa similar al calicanto (arena y cal grasa) de un metro y medio de altura por todo el ancho de la zanja del metropolitano. Es un segmento del estanque almohade en forma de U casi perpendicular a la calle. Está situado a tres metros y medio bajo el Camino de Ronda. La porción de estanque tiene una anchura de 28 metros y está cortado por los pilotes de la propia obra; se supone que entre los pilotes y los cimientos de los edificios de ambos lados, bajo las aceras, permanecen otros dos segmentos. El interior del estanque estab relleno de escombros y tierra; lo más lógico es pensar que fue desmochado en su parte alta y rellenado al pasarle por encima el Camino de Ronda.

El estanque original del siglo XIII medía 121,4 por 28 metros hasta la década de los años treinta del siglo XX

El estanque original del siglo XIII medía 121,4 por 28 metros hasta la década de los años treinta del siglo XX. Estaba orientado en dirección suroeste de modo perpendicular a la qubba del Alcázar Genil; no era el único que había, pues al oriente  se ubicaba otro albercón circular. Así lo aseguró el arquitecto Rafael Contreras, que en 1878 dirigió obras de reforma de la zona. Por aquella fecha estaba casi intacto.

Abandono y voracidad urbanística

Después vinieron años de decadencia y abandono hasta que a partir de 1931 comenzaron las obras del Camino de Ronda. La nueva ronda de circunvalación de la ciudad “pasó por encima” del estanque, partiéndolo a una altura que no se conoce con exactitud. Durante la II República fueron enterrados 25 metros (15 de calzadas más dos aceras de 5), que es lo que mide la calle. A ambos lados quedaron bien visibles sus extremos junto a los taludes de la carretera N-323. Hasta que llegó la expansión demográfica en la zona y acabó con ellos. En los años setenta, el Ayuntamiento dio licencia para levantar la urbanización Alcázar Genil, que acabó por esconder y empequeñecer para siempre el edificio almohade; se trata de diez bloques de pisos: los bloques 1 y 2 los construyó la empresa de Bernardo Espín Sánchez; los inmuebles 6, 7, 8 y 9, José María Palmer Mirasol, ya en 1984. Hasta 1988 no fueron entregados los cuatro restantes (Zulema, Zoraida, Zaida y Fátima), a cargo de la Cooperativa Generalife. Durante muchos años resonaron en los periódicos y en los juzgados los problemas de cimentación y económicos de aquellas obras. La diputada socialista María Izquierdo Rojo fue de las pocas voces políticas que se levantaron contra aquella tropelía que se llevó por delante importantes restos históricos; incluso llevó el tema al Parlamento.

Más viejo que la Alhambra

El llamado Alcázar Genil no era sólo la qubba y la naumaquia. Es un monumento de origen almohade, inmediatamente anterior a la construcción de la Alhambra. Fue ordenado levantar en 1218 por el gobernador almohade Sayyid Ishaq (al principio se llamó Alcazar Sayyid en su honor). La intención del jerife norteafricano fue construir un jardín de las delicias en forma de almunia parecida a la Buhayra de Sevilla, en lo que entonces era el corazón de la vega de Granada, a poco más de un kilómetro del centro de la medina. Su traza está inspirada en edificaciones similares persas; se adornó con elementos geométricos, lacería y atauriques magrebíes. La luz le entra por veinte ventanas con celosías en la parte superior de la torre. Se trata de qubbas muy repetidas en la arquitectura islámica (Alhambra, Cuarto Real, etc). Se destinó a recreo y residencia de invitados ilustres; estaba rodeado de frondosos jardines, fuentes y estanques. Tomaba el agua de la acequia Arabuleila que riega la margen izquierda del Genil.

La intención del jerife norteafricano fue construir un jardín de las delicias en forma de almunia parecida a la Buhayra de Sevilla, en lo que entonces era el corazón de la vega de Granada, a poco más de un kilómetro del centro de la medina. Su traza está inspirada en edificaciones similares persas; se adornó con elementos geométricos, lacería y atauriques magrebíes

El primer rey nazarí, Alhamar, tuvo alojado aquí al infante Don Felipe, huido de la corte sevillana de su hermano Alfonso X el Sabio en 1273. Existen referencias de las recepciones y fiestas de tipo naval (naumaquias) que se celebraron en este estanque, el más grande de Granada. Una tradición que enlazaba con la costumbre romana, aunque a menor escala. El lugar inspiró un poema a Ibn Zamrak: Qué bella es tu alberca!/El céfiro teje en ella/Cotas de malla, bajo los gallardetes de los árboles./La murta la rodea con su oscuro bozo,/y todo el que ama el bozo la excusará./Besa con la boca de las flores la mano de un califa,/Con cuya fluyente generosidad no le hará falta lluvia (...)/

Don Álvaro de Luna estuvo en él con motivo de la batalla de la Higueruela (Atarfe, 1431) y el Condestable Iranzo fue alojado durante su visita a Granada. También lo menciona el embajador veneciano Andrea Navagiero, que lo visitó en 1526. Ciertamente a finales del siglo XV su uso, en plena ofensiva cristiana, había decaído bastante debido a dos motivos: problemas de seguridad de la familia real y porque estaba a pleno rendimiento la residencia veraniega del Generalife. Había menos victorias que celebrar que en tiempos de Alhamar y Mohammad V.        

En su origen, el complejo constaba de los dos estanques mencionados, jardines y extensas huertas. El edificio principal era la qubba (5 metros de lado por 10 de alto) y dos pequeñas habitaciones (alhanías) anexas, de planta baja, hoy bien conservadas; y próximo existía al menos un pabellón de 35 por 5 metros, en la parte este del estanque. Los cimientos de este pabellón estaban bien visibles en los años setenta del pasado siglo, cuando comenzaron a levantarse los bloques de pisos.

La primera obra de reforma de que tenemos referencia data de tiempos del emir Yusuf I, a mediados del siglo XV, que le dio un aspecto alhambreño. En las Capitulaciones de 1491, figura como propiedad de la madre de Boabdil, Aixa la Horra; aunque una parte de las huertas habían sido enajenadas a un banquero judío. Toda la almunia pasó a propiedad de los Reyes Católicos y de ellos, a la nobleza cristiana. Al  siglo XIX llega en propiedad de los Duques de Gor. A partir de 1878 se iniciaron unas obras de reforma para hacerla casa de verano de esta familia, que se repetirían en 1889; de esa época son las dos “casetas” anexas a la qubba que existen en la actualidad y el pórtico. También fue eliminada una original solería vidriada en tonos azules y blancos, con losas triangulares y cuadradas, y sustituida por el mármol blanco actual. Luego adquiriría la propiedad la familia Sánchez Montes hasta que, ya desprovista la finca de terreno, el edifico pasó a propiedad pública (1984).



En fotografías aéreas de los años 40 y 50 se insinúan los tramos de la naumaquia que no fueron enterrados bajo el Camino de Ronda. En suma, la almunia ha sufrido un cúmulo de despropósitos desde finales del XIX hasta finales del XX: en el cuarto final de este siglo fueron saqueados los zócalos y las yeserías hasta donde alcanzaba la mano del hombre.

Existen discrepancias en cuanto a la distancia que separaba esta alberca de la qubba: unos textos la sitúan muy próxima y otros llegan a decir que a partir de 145 metros; en las recientes excavaciones de Antonio Malpica apareció una cimentación a unos 8-10 metros del pabellón, cuyo origen no se ha podido precisar.

En el primer tercio del siglo  XX se produjo la declaración de Monumento Histórico Artístico (Real Orden de Alfonso XIII de 6 de julio de 1922).  La declaración de Bien de Interés Cultural no llegaría hasta 1994, fecha en que fue restaurado por la Junta y destinado a sede del Gabinete Pedagógico de Bellas Artes. Hace muy pocos años su destino ha sido ubicar la Fundación Francisco Ayala.







Imágenes de la estación del Metro de Alcázar de Genil,de J.M. Grimaldi (@JuntaGranada) con los restos que se conservan y que se pueden visitar.