'Primarias para hablar de Política'
No son concebibles para ninguna otra cosa que no sea un leal, sincero y reflexivo debate de argumentos, razones, conveniencias y estrategias. Con el único objetivo de ofrecer a la ciudadanía la mejor opción o la que más se parezca a lo que la militancia detecta, que suele coincidir con lo que la ciudadanía demanda, y basta echar la vista atrás y comprobarlo. Desacreditados y desacreditadas estarán quienes afronten las primarias para cualquier otro fin. De ahí la importancia de abordarlas con plena libertad de conciencia y opinión, sin seguidismos ni imposiciones, y ejerciendo con lealtad el ejercicio democrático.
El PSOE de Andalucía necesita ofrecer una propuesta innovadora, rupturista y diferente a la ofrecida hasta ahora, que se ha demostrada gastada, agotada y sin capacidad de articular nuevas mayorías políticas
Así es como ha de ser. Sin ensimismarnos en nosotros ni nosotras mismos, sino compartiendo un diagnóstico simple. Y es que el PSOE de Andalucía necesita ofrecer una propuesta innovadora, rupturista y diferente a la ofrecida hasta ahora, que se ha demostrada gastada, agotada y sin capacidad de articular nuevas mayorías políticas. Así son las cosas y así hay que decirlas, si no queremos engañarnos. Y las primarias es la ocasión de hacerlo. Otras cuestiones tendrán otros ámbitos para ser analizadas. El derecho que asiste a quien desea presentarse y que es indiscutible. El interés en que los cambios se limiten a un leve maquillaje de rostros, para que todo siga igual. Sólo faltaría, todo es legítimo, pero no es ese el objetivo de las primarias. Quien lo piense así, se equivoca.
La razón mayoritaria fue el agotamiento del discurso, del relato político y de la propuesta socialista en Andalucía. Del liderazgo también, pero antes del discurso, del relato y de la propuesta política. Luego es evidente, que no basta, de ningún modo, un mero cambio de caras
Casi 50.000 personas afiliadas al PSOE es evidente que no representan a la sociedad andaluza. En mi caso, no lo pretendo, además. Pero lo que resulta innegable es que cada una de esas 50.000 personas habla, se rodea, discute y comparte inquietudes con, al menos, 10 personas de su entorno. Estamos hablando ya de medio millón de andaluzas y andaluces, justamente el número de ellas que, habiendo votado al PSOE en las elecciones Generales, dejaron de hacerlo en las elecciones andaluzas. Y todas las razones son poderosas, pero sin duda, la razón mayoritaria fue el agotamiento del discurso, del relato político y de la propuesta socialista en Andalucía. Del liderazgo también, pero antes del discurso, del relato y de la propuesta política. Luego es evidente, que no basta, de ningún modo, un mero cambio de caras, sino que hay que ofrecer ruptura con ese discurso y esas propuestas, innovación en las estrategias y posiciones diferentes. Que las hay dentro del espacio político y social del PSOE.
Es llegada la hora de ofrecer a la ciudadanía ilusión y algo diferente. Lealtad y sinceridad, no marketing ni eslóganes. Y como mucha gente no sólo lo anhela, sino que se merece que se lo ofrezcamos, pues hay que actuar, con rebeldía, inconformismo y contundencia política
Ni a la militancia, ni a nuestros simpatizantes, ni a los votantes, o exvotantes, les vale ya con proclamas o soflamas manidas de tanto uso retórico. Los llamamientos a la "unidad" sobran para quienes sólo tienen el objetivo de la unidad (que no de la uniformidad militarizada) en el seno de su partido y de su opción política. Muchas y muchos sólo deseamos estar unidas y unidos, pero no en torno a nadie en particular, sino en torno a una opción política que satisfaga las aspiraciones de la sociedad a la que queremos representar, y que está deseando que le ofrezcamos esa opción. Aquí se trata de estar motivadas y motivados, para poder motivar. De estar convencidas y convencidos, para poder convencer. Y ello con el único objetivo de gobernar para la gente y desalojar democráticamente a las derechas de dicho gobierno.
Es llegada la hora de ofrecer a la ciudadanía ilusión y algo diferente. Lealtad y sinceridad, no marketing ni eslóganes. Y como mucha gente no sólo lo anhela, sino que se merece que se lo ofrezcamos, pues hay que actuar, con rebeldía, inconformismo y contundencia política. Poniendo en primer lugar el proyecto, el discurso y las propuestas. Y acompañándolo todo de una cara innovadora, diferente, alternativa, creíble y solvente.
En eso estamos muchas y muchos, porque lo esperan otras muchas y muchos.