Mariana Pineda desconocida
¿Sabías que el cadáver de la joven ajusticiada fue sacado en procesión callejera durante dos décadas (1836-56), hasta reposar en la cripta de la Catedral?, o que ¿la placa que la recordaba en el Congreso de los Diputados permaneció instalada desde 1838 hasta 1973, se perdió? O cuántos años tardó Granada en erigir la estatua en la plaza que hoy lleva el nombre de la heroína liberal.
Esta es la historia de un hombre ultraconservador y religioso al extremo, que forma parte del pasado triste de esta tierra: el juez Ramón Pedrosa y Andrade, famoso por sentenciar a muerte de Mariana Pineda, pero que, además, en sus seis años en Granada firmó un centenar de ejecuciones, tan solo por el atrevimiento de expresar ideas liberales, cuestionar a la monarquía o practicar la masonería.
Desvelamos el carro fúnebre que construyó el Ayuntamiento de Granada para pasear, por última vez, la urna con los restos de Mariana Pineda. Lo hicieron en el mes de abril de 1856 y fue utilizado una sola ocasión para procesionar la urna por las calles de Granada, con inicio en el Ayuntamiento y final en la Catedral.