Sueños, sentimientos y realidades
Obras complejas, ricas en detalles, mundos autónomos, surgidos del sentimiento flotante en el monótono trascurrir de momentos íntimos, perdidos en la nada de pensamientos evanescentes
Los días siempre iguales en la reclusión del domicilio familiar, rodeada de un paisaje triste y pesimista, sobre el futuro que aguarda, son el origen de la obra de Elena Laura, pintora de suave acento lírico, que plasma en composiciones de profunda percepción plástica. Obras complejas, ricas en detalles, mundos autónomos, surgidos del sentimiento flotante en el monótono trascurrir de momentos íntimos, perdidos en la nada de pensamientos evanescentes. En esa etereidad informe, de ideas y conceptos, surgían chispazos visuales, impulsos creativos, que llevaban a la artista a desarrollarlos en el lienzo, mostrando las aventuras mentales que le ayudaban a evadirse de aquella gris realidad. En el transcurrir etéreo de impresiones convertidas en imágenes, la pintora concluía cada uno de los rincones desvelados en su aventura, sostenida en la imaginación liberada. Unas veces mostraba su asombro ante el espectáculo de estructuras complejas, dinámicas por la imagen de roturas presentes, signo de vida que se resiste al desánimo, pues un resplandor poderoso sostenía la escena. Traduce estas piezas, belleza en la mirada, belleza sencilla, callada, presentada como gozo íntimo de existir. En algunas el fondo se oscurece, la estructura se enreda, apareciendo amenazante, pesada, reflejando senderos inseguros, sin salida, sumidos los seres allí depositados en la sensación de una presentida caída amenazante, mas en algunas introduce un guiño desenfadado, o acaso evocaciones de tiempos deseados.
Elena Laura, combina dos factores esenciales para conseguir crear un piezas de calidad artística. Una la constituye la sensibilidad inteligente, aquella surgida de los caminos fantásticos de la imaginación, en la que va diseñando escenarios evocadores de las emociones surgidas, como respuesta al mundo que nos rodea. Es acompañada por una sólida estética cromática, incorporando los colores según un ritmo acompasado, con pequeños picos tonales, que incrementan la vibración presentida, envuelta en un conjunto de gamas que encierran un brillo interior, que da vida y pulso a la obra.
Las composiciones propuestas por Elena Laura poseen misterio, pues tras la técnica mostrada, inducen la presencia de los genios que anidan en el subconsciente, los cuales transmiten vitalidad a todo su conjunto.
Elena Laura es una pintora que siempre sorprende, por el trabajo plástico que muestra.
Acompaña esta exposición las palabras presentidas en la instalación de Alfonso Salazar, frases danzantes, sugeridas por títulos literarios, sustentados en los objetos que la conforman. Llenan el espacio circundante de la Sala, con las imágenes evocadas, creando un impulso visual sensitivo sumido en la lírica de la mirada, que ayuda a penetrar en la trama de la exposición.