Grupo del día 21 de octubre asesinado en Víznar. Los ocho anarquistas (II)

"Cuando comenzamos a estudiar este grupo comprobamos, no sin sorpresa, que ocho de sus componentes eran miembros de la CNT. Quizás, la sombra de los conocidos banderilleros cenetistas Galadí y Cabezas, por su relación con Lorca, ha ocultado a un gran número de militantes muy activos de este sindicato, casi una treintena, que fueron también ejecutados entre “Víznar y Alfacar”", añadieron, abordando las historias de Ángel Aguado Robles, Francisco Amigo Pla, José Berruezo Guzmán, José Carmona Jiménez.
Grupo del día 21 de octubre asesinado en Víznar. Los ocho anarquistas (I)
5. JOSÉ CASTRO SÁNCHEZ
José Castro, de 47 años, estaba casado con María Velasco y tenían 9 hijos. El mayor de ellos, José Castro Velasco, de 24 años, mientras el menor tenía cinco.
José, el padre, es alpargatero; su hija Encarnación, modista. Los hijos mayores, José y Antonio, trabajan como mecánicos. Tanto José como su hijo mayor eran militantes de la CNT.
José Castro fue detenido en enero de 1933 por orden del gobernador. Con él detuvieron a Cristóbal Fernández y José Martos García. Se le acusa, entre otras cosas, de participar en la colocación de unas bombas en el Banco Urquijo[1].
Según el Gobernador Civil, “no fue un hecho aislado sino el primer atentado terrorista de una serie que pensaban perpetrar un grupo de insensatos extremistas, con el criminal propósito de deslucir los actos proyectados para las fiestas de otoño”.[2]
Volvió a ser detenido, en septiembre de 1934, en el curso de una reunión de la Federación Libertaria Sindical de la CNT, en la calle del Aire, antigua Casa del pueblo, junto con un grupo de 24 personas, a las que se les calificó de anarcosindicalistas y anarquistas. Entre ellos están Eugenio Ruiz Rueda y Manuel Segura Reyes, posiblemente también asesinados en Víznar.
José Castro Velasco, la calma y la audacia
La historia de José Castro Velasco es propia de una película y nos ayuda a la reconstrucción de la historia de la familia. Han sido indispensables los trabajos de Francisco J. Fernández Andújar y Rolf Dupuy, en las etapas de Granada y Francia. El sumario que localizamos en el Archivo Militar de Almería enmarca, con el relato oral, lo ocurrido los primeros meses del golpe con esta familia.
José Castro Velasco participó activamente en la organización de la CNT de Granada. Será detenido en varias ocasiones durante la República acusado de propagandista, al repartir folletos antimilitaristas, él solo, delante de un cuartel
José Castro Velasco participó activamente en la organización de la CNT de Granada. Será detenido en varias ocasiones durante la República acusado de propagandista, al repartir folletos antimilitaristas, él solo, delante de un cuartel. Por esta acción, repartir folletos, fue condenado a dos años de cárcel. Estas actividades formaban parte del movimiento antimilitarista y contra el servicio militar que creció a partir de los años treinta.
Cuenta Rolf Dupuy, en la web Los de la Sierra, que durante el levantamiento fascista de julio de 1936 organizó el comité revolucionario con Antonio Morales Guzmán.
El 13 de agosto de 1936 logró escapar de Granada. Al año siguiente, ya como capitán, se puso al frente de la 3.ª Compañía del 586.º Batallón de la 147.ª Brigada (antes Columna Maroto). En 1938 alcanzó el grado de comandante.
Sobre su carácter, nada que ver con las descripciones policiales. Tenemos el relato del libro de Vicente Castillo Recuerdos y vivencias, recogido por Francisco Andújar en su tesis doctoral.
“Al primero que recurrí fue al capitán José Castro Velasco. No me hizo ni caso, el carácter de Castro era formidable, valía la pena describirlo, pero no voy a hacer una novela, solo diré que era muy bueno, no se enfadaba, que cuando lo hacía había sobradísimas razones (…). Castro estaba dispuesto al sacrificio personal, era un ácrata hasta la médula y como he dicho, era formidable y las cosas se las tomaba con más paciencia que Job”.
Pero la película comienza al terminar la guerra. Pasa un año en Granada escondido y, gracias a un familiar, consiguió una documentación que le permitió adoptar una nueva identidad y escapar de la ciudad.
Se trasladó a Madrid bajo el nombre de Diego Moreno Carranza. Allí colaboró en la reconstrucción de la CNT. En 1945 fue descubierto y detenido; pasó varios días incomunicado en la prisión de Carabanchel, desde donde lo trasladaron a Granada para ser juzgado y condenado a treinta años de prisión.
La familia Castro Velasco durante los primeros días del golpe
En la causa 295 de 1945[3] que hemos hallado en el Archivo Militar de Almería se encuentra la declaración de José Castro Velasco en la que narra lo ocurrido con la familia el día del golpe en Granada y los días posteriores. Este texto confirma la muerte del padre, José Castro Sánchez.
“Que el día de iniciación del movimiento en esta capital estuvo trabajando hasta las cinco de la tarde en los talleres de D. José García Tejada, sitos en la Plaza de los Campos nº2. Cuando se dirigía a su casa y notar el revuelo y los disparos que se sentían se encontró a dos hermanos pequeños que salían del colegio y los cogió de la mano para llevarlos a casa de sus padres en donde de acuerdo con estos y en vista de que estaba reunida toda la familia determinaron no salir del domicilio no tomando parte en acto alguno por voluntad propia. En su domicilio estuvo tres o cuatro días y teniendo que por sus antecedentes pudiera ocurrirle algo optó por huir e internarse en zona roja.
En ella por unos paisanos se enteró de la muerte de su padre y como ya se hallaba encuadrado en una unidad del frente, considerándolo fácil y pensando como en efecto ocurría, que su madre, hermanos, esposa e hijos estuvieran pasando faltas, pensó y llevó a cabo el paso de todos sus familiares a aquella zona para poder atenderles personalmente”.
Estos hechos, el paso de veinte de sus familiares a zona republicana, ocurren en diciembre de 1936.
Durante su estancia en la cárcel formó parte del comité interno y, tras su liberación en 1946, participó en la fuga de varios presos mediante órdenes de libertad falsificadas.
Finalmente, tras muchas peripecias, pasó a Francia donde viviría con su familia, sin renunciar a su actividad política y sindical. Falleció el 22 de agosto de 1987.
6. RAFAEL DÍAZ ENRÍQUEZ
Rafael Díaz, de 23 años, vivía con sus padres, Antonio Díaz Bueno y Patrocinio Enríquez García, en Horno de San Matías, sus siete hermanos y una cuñada. Trabaja como chófer.
Se da la circunstancia de que son dos los hermanos Díaz Enríquez que se llaman Rafael, siendo el primero dos años mayor y de profesión cerrajero.
Son varios los hermanos implicados en actividad política o sindical en esta familia.
El atentado contra Azaña en Granada y al Cuartel de Asalto
Ángel Díaz Enríquez es detenido después de un atentado en la puerta del cuartel de la Guardia de Asalto, en septiembre de 1933, por tratarse de “un individuo implicado en varios hechos terroristas”.
El gobernador explicará a la prensa que Ángel Díaz preparó un atentado contra el jefe del Gobierno, Manuel Azaña, en su viaje a Granada en 1931. Estaba también implicado Antonio Camarero Robles, que muere tras resultar herido al manipular una bomba en la calle del Pino.
Desistieron ante la proximidad del congreso regional anarquista, celebrado en Sevilla, y por temor a que perjudicara a organizaciones obreras. El atentado habría de cometerse en la cuesta de Gomérez, en la subida a la Alhambra.
Ángel confesará que la muerte de Camarero hizo que “dejara de actuar como elemento de acción”.
Entendemos que este intento de magnicidio no debió tomarse muy en serio por las autoridades.
Es su hermano Rafael el que se autoinculpa del lanzamiento del petardo en el Cuartel de Asalto. Se sortea entre los compañeros a quién le corresponderá hacerlo. Y le correspondió a él
Es su hermano Rafael el que se autoinculpa del lanzamiento del petardo en el Cuartel de Asalto. Se sortea entre los compañeros a quién le corresponderá hacerlo. Y le correspondió a él. El día 4 de abril de 1934 fue juzgado ante un tribunal de jurado en el que había 14 testigos. Tras el juicio, el 5 de abril, El Defensor de Granada publicó una crónica detallando que se le pidieron 23 años, 4 meses y un día de prisión, además de “indemnizaciones por daños, por lanzar explosivos en la Gran Vía desde un tranvía y frente al cuartelillo de los guardias de asalto”. Finalmente, Rafael fue absuelto por el jurado.
Las bombas en el Cerro de San Miguel
El segundo incidente lo relata Francisco J. Fernández Andújar. El 5 de octubre de1935, la fuerza pública registró unas cuevas del Cerro de San Miguel Alto, en Granada capital, donde sorprendieron a dos individuos, Ramón Musulen Castillo y Francisco Corral García, sacando explosivos y metralla de las cuevas que utilizaban como escondite. Consideraron que los artefactos los iban a usar para “perturbar el orden público, atemorizar a la población” y otros fines “delictivos”. Hay un tercer sospechoso, Rafael Díaz.
Rafael se presentó "voluntariamente por haberse enterado de que se le acusaba de la fabricación de bombas y de tenencia de artefactos explosivos, y que la Policía le buscaba. Negó su participación en la fabricación de bombas y en su colocación"
Ideal titula “El ‘Candongo’ se presentó el domingo a la policía”. Rafael “manifestó que se presentaba voluntariamente por haberse enterado de que se le acusaba de la fabricación de bombas y de tenencia de artefactos explosivos, así como de que la Policía le busca. Negó su participación en la fabricación de bombas y en los proyectos de colocación, y dijo que jamás había intervenido en estos asuntos”. De hecho, fue absuelto.
Tanto Ángel como Rafael habían renunciado a algunos aspectos de la lucha.
La tragedia familiar
Antonio Díaz Enríquez, otro de los hermanos, era conocido por la policía y en 1935 estaba detenido en la Cárcel Provincial. Lo fusilaron el 29 de agosto, en el cementerio de Granada.
Pero las tragedias familiares no terminarían con la guerra. José Díaz Enríquez, el mayor de los hermanos, también pasó por la cárcel de Granada al estallar el golpe. Liberado en diciembre de 1936 escapa, en enero de 1937, a zona roja, uniéndose al Ejército Republicano.
Su mujer, Carmen Montoro, presenta varias peticiones de indulto, pero, aunque le reducen la pena, de 20 años a 10, pasará por las cárceles de San Miguel, Cuenca y por último en Yeserías, en Madrid
Lo detuvieron de nuevo en 1949 y lo llevaron al Cuartel de Las Palmas. Fue acusado de colaborar en la fabricación de documentación falsa, ya que había realizado una serie de fotografías a personas perseguidas, entre ellas Ollafría y Moreno Chavico.
Su mujer, Carmen Montoro, presenta varias peticiones de indulto, pero, aunque le reducen la pena, de 20 años a 10, pasará por las cárceles de San Miguel, Cuenca y por último en Yeserías, en Madrid. No saldrá de la cárcel hasta 1954.
Finalmente, tanto José como su hermano Ángel acabaron emigrando a Barcelona, donde fijaron su residencia y acabaron muriendo, el primero en Hospitalet de Llobregat y el segundo en Badalona.
7. MANUEL FERNÁNDEZ VÍLCHEZ
Es un joven de 19 años soltero que vive con sus padres, José y Angustias, y su hermano José. Trabaja como ebanista. En 1934 participa en un atraco, junto con otros jóvenes cenetistas, que será determinante para la vida de todos ellos. Sin recursos económicos para realizar sus actividades, toman una decisión muy arriesgada.
El atraco a la zapatería Garach
El 29 de mayo de 1934[4], entre las diez y las once de la mañana, en la esquina de la placeta de Villamena con la calle De la Cárcel, el dependiente de la Zapatería Garach es interceptado por dos muchachos.
Gregorio Maroto es retenido y se le ordena acompañar a sus asaltantes. Al negarse, le enseñan las pistolas que portan en los bolsillos de las chaquetas. En un portal de la calle Cetti Merien, los jóvenes le sustraen el dinero que trasladaba desde la casa central de Calzados Garach, dándose posteriormente a la fuga.
En relación con este atraco, la policía detiene a un empleado de la zapatería. Se trata de Antonio Ruiz Olmedo quien, al parecer, organiza el golpe.
El primero en ser detenido fue Miguel Fernández Vílchez. Más tarde, la policía localizó en una taberna de la calle Elvira 118 a Antonio Márquez Fernández, de 18 años, y a Antonio Zabalgo Calvente, de 19.
El último del grupo en caer será Manuel Terrón Ballesteros detenido en el mercado de abastos
El último del grupo en caer será Manuel Terrón Ballesteros detenido en el mercado de abastos. A este se le interviene una libreta en la que, según el detallado artículo que publica Ideal[5], figura, escrito a mano: “Fórmula para fabricar una bomba”. Y es a Terrón al que le ocupan una carta a su nombre en la que se le reclama una cantidad como deuda a la Federación de Juventudes Libertarias. La policía supone que es para saldar esta cantidad para lo que se realiza el atraco.
De los cinco implicados, dos terminarían asesinados: uno en el cementerio, Antonio Ruiz, en agosto de 1936; y otro en Víznar, Miguel Fernández.
Manuel Terrón morirá en un enfrentamiento con la policía en un prostíbulo de la calle Piedra Santa. En este enfrentamiento muere el comisario Julio Romero Funes. Él era el encargado de telefonear al puesto de mando de Víznar desde el Gobierno Civil comunicando las personas que enviaban para fusilar ese día.
8. JOSÉ OCÓN MADRID
Había quedado huérfano de padre muy pronto, con apenas uno o dos años, y había perdido a una hermana, Elena, recién nacida. De 38 años, soltero, vivía en la calle Molinos con su padrastro y un hermano, fruto del segundo matrimonio de su madre, fallecida apenas unos años antes.
Era maestro carpintero y estaba vinculado al Sindicato de la Madera de la CNT. Había trabajado en las labores de carpintería de la Escuela Normal de Maestros, junto al líder cenetista Evaristo Torralba. Representó al Sindicato de la Madera en algunos concursos públicos, como el de la construcción de mesas electorales de 1933.
Detenido el 24 de septiembre de 1934. “Será uno de los anarcosindicalistas que las autoridades detengan y encarcelen con el objetivo de abortar cualquier movimiento huelguístico, declarándose el Estado de Alarma en toda España[6]”.
Es el único de este grupo al que se le abre un Expediente de Responsabilidades Políticas[7], muy probablemente por ser soltero y tener una buena situación económica.
José Ocón había sido interventor del Frente Popular en la repetición de las elecciones de abril de 1936
Según informa de la Comisaria de Investigación y Vigilancia de abril de 1941: “Este individuo es persona de mala conducta político social, siendo elemento de ideas exaltadas y propagandista de las mismas, habiendo pertenecido a la CNT donde estaba conceptuado como elemento de acción o incitador a la Revolución Social y se le considera desafecto a la Causa Nacional. Carece de bienes”.
José Ocón había sido interventor del Frente Popular en la repetición de las elecciones de abril de 1936. En el documento que consta en su expediente de responsabilidades políticas figura el Distrito, el 4, y la Sección, la 9, donde ejerció como tal.
“Actuó de apoderado del Frente Popular en las últimas elecciones habiendo sido pasado por las armas por su actuación contraria al G.M.N.”
En esta misma documentación figura la confirmación de la fecha de su asesinato.
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A Tomás Andreo Sánchez, que nos posibilitó la documentación sobre el nacimiento de Ángel Aguado que fue clave para verificar la edad en un caso tan importante.
A Francisco J. Fernández Andújar por sus consejos, su paciencia y sobre todo por la generosidad con su trabajo sobre el anarquismo granadino.
A Alfonso Martínez Foronda y a Pedro Sánchez Rodrigo por su aportaciones, mil gracias.
A Victoriano Alcantud por todo.
Para que nunca se olvide. Para que nunca se repita.
[1] El Defensor de Granada, 21 de septiembre de 1934
[2] El Defensor de Granada, 25 de septiembre de 1934. Recogido por Alfonso Martínez Foronda y Pedro Sánchez Rodrigo en su Diccionario de la represión en granada (1931-1981)
[3] Tribunal Militar Territorial Tercero (JUTOTER 23), Sumario 295 de 1945. El Testimonio de Condena se encuentra en el Expediente de responsabilidades políticas de José Castro Velasco en el Archivo de la Real Chancillería de Granada.
[4] El Defensor de Granada, 30 de mayo de 1934
[5] Ideal Granada, 30 de mayo de 1934.
[6] Alfonso Martínez Foronda y Pedro Sánchez Rodrigo. Diccionario de la represión en granada (1931-1981), en elaboración.
[7]Archivo de la Real Chancillería de Granada, Expediente de responsabilidades políticas de José Ocón Madrid, 1941 en el que se constata que carecía de bienes.