'En el límite del instante sentido'

Fluye el ritmo del azar, liberado de la intención previa de la planificación lógica, para evadirse del orden racional y deslizarse de acuerdo a su pulso propio, vida interna que escapa por las grietas que la realidad posee, invisibles a la mirada cotidiana, pero perceptibles, cuando el artista se deja llevar por la corriente natural del tiempo inmutable, decantado hacia el mar de la eternidad. Allí permanecerá en su vibración permanente, eco resonante que no se extingue, rumor del pasado expuesto hacia el futuro, siempre presente.
Utiliza técnicas que liberan el pensamiento creativo, uniéndose al curso del azar
El pintor lo sabe, y por ello utiliza técnicas que liberan el pensamiento creativo, uniéndose al curso del azar, el cual lo llevará por derroteros propios, mas el creador plástico, puede sumergirse en el seno de la corriente, induciendo nuevas posibilidades en su trayectoria, sin forzar, abriendo la suerte a otros horizontes. Facilitan el proceso, funden su idea plástica con la naturaleza del impulso del flujo de la realidad percibido, consiguiendo obtener escenas ofrecidas en su estado primigenio, a partir del cual conoce la mirada el camino a seguir.
Trabaja el artista, investiga nuevas proyecciones, aventurándose en cada una de sus odiseas, de naufragios frecuentes, descubrimientos exultantes gozosos, cuya riqueza colma de placer sensitivo, y visual, el tiempo pasado
Antonio José Mezcua López es conocedor de estas técnicas, y gracias al conocimiento sólido que posee de los lenguajes expresivos orientales, basados en sus filosofías, indaga en las variables propuestas surgidas de sus destellos, nacidos de la fortuna del instante, de la oportunidad que la situación presenta. Planifica el artista el inicio de su obra, el guiño que hace al juego azaroso de la suerte creativa, cuan constructor de navíos, para surcar su recorrido hacia el mar del tiempo detenido, jugando con sus remolinos, obstáculos, trampas y cauces serenos, explorando nuevos ramales, aquellos ocultos a la mirada, luminosidades psíquicas desveladoras de la escena auténtica, definición última de la luz. Trabaja el artista, investiga nuevas proyecciones, aventurándose en cada una de sus odiseas, de naufragios frecuentes, descubrimientos exultantes gozosos, cuya riqueza colma de placer sensitivo, y visual, el tiempo pasado.
Quedan estas experiencias impresas en sus piezas, plasmadas sobre papel, reflejando protopaisajes, juegos de cromatismo fluido, concentraciones densas, de las cuales explotan coloridos de imágenes inducidas.
Antonio José Mezcua López es conocedor de estos modos de expresión indeterminados, consiguiendo un estilo personal, subyugante y pleno de elegancia compositiva, serenos en su observación, ricos en su interpretación, elegantes y vivificadores de fantasías contemplativas. Excelente exposición.