CCOO y UGT recuerdan a Antonio, Cristóbal y Manuel, asesinados hace 55 años en la Huelga Obrera de 1970

Delegados y delegadas de UGT y CCOO han recordado en Granada a los tres obreros asesinados mientras participaban en una manifestación en defensa de mejoras laborales, durante la huelga en el sector de la Construcción de 1970. Los sindicatos de clase no olvidan el asesinato de Manuel, Antonio y Cristóbal que tuvo lugar en Granada el 21 de julio de 1970, hace 55 años. En el acto de homenaje se ha leído un manifiesto, se han guardado cinco minutos de silencio en memoria de los obreros asesinados y se ha realizado una ofrenda floral, en el monumento que se levanta en La Caleta, en su honor.
Antonio, Manuel y Cristóbal nos enseñaron que "los derechos no se consiguen sin lucha, los derechos se conquistan y se defienden", recuerda CCOO
Tras la ofrenda floral, el secretario general de CCOO del Hábitat de Andalucía, José Miguel Sánchez Cano, ha honrado la memoria de Antonio Cristóbal Ibáñez Encinas, marmolista natural de Granada; Manuel Sánchez Mesa, domiciliado en Armilla y Antonio Huertas Remigio, vecino de Maracena. En su opinión, Antonio, Manuel y Cristóbal nos enseñaron que "los derechos no se consiguen sin lucha, los derechos se conquistan y se defienden".
Sánchez Cano ha destacado además la importancia de la figura de estos tres trabajadores para entender lo que significó la lucha obrera durante la posguerra, el franquismo y también durante la transición, y para la consecución de los derechos y libertades que rigen nuestra sociedad hoy en día. Antonio, Cristóbal y Manuel salieron aquel 21 de julio a la calle para exigir mejoras en las condiciones de trabajo y un salario que permitiera vivir a los trabajadores y sus familias con dignidad. Derechos por los que hoy, continuamos desde CCOO peleando, ha añadido el responsable sindical “en las mesas de negociación y en las calles”. Por último, el secretario general de CCOO del Hábitat de Andalucía ha llamado a la clase trabajadora, que soporta sobre sus espaldas el peso de la inflación, a seguir peleando ahora más que nunca y ha recordado que, en este sentido, el sindicato es un instrumento muy potente para ofrecer vías de cambio social a corto plazo.
"Toda la sociedad ha de ser consciente de que los derechos por los que lucharon son los mismos por los que hoy luchamos los demócratas y que están en peligro", advierte UGT
Francisco Ruiz-Ruano, secretario general de UGT FICA Granada, ha afirmado que, en este día de recuerdo y homenaje, hay que reafirmar más que nunca los valores por los que lucharon y murieron Antonio, Cristóbal y Manuel: la libertad, la democracia y la justicia social. "Toda la sociedad ha de ser consciente de que los derechos por los que lucharon son los mismos por los que hoy luchamos los demócratas y que están en peligro", ha subrayado.
Ruiz-Ruano ha recordado que vivimos momentos "muy difíciles", con "un inexplicable auge de la derecha y de la extrema derecha a nivel europeo y nacional, con un mensaje de odio y confrontación, que tiene su reflejo en los hechos acaecidos en estos días pasados en Torre-Pacheco, poniendo en cuestión un sistema de convivencia pacífica y democrática". El sindicalista ha advertido de que "todos los avances sociales penden de un hilo, si no se protegen a través de medidas que blinden todo lo conseguido; es necesario seguir avanzando hacia mayores niveles de bienestar, de libertad y de igualdad".
Ha añadido que tenemos que seguir avanzando en cuestiones tan relevantes como el incremento del SMI, la reducción de la jornada laboral, o la indemnización por despido y recuerda que "desde FICA UGT venimos exigiendo acciones contundentes, en materia de seguridad y salud en las empresas". Para Ruiz-Ruano, accidentes como los de Alcalá de Guadaira, que han costado la vida a dos trabajadores granadinos, no pueden volver a producirse. Para finalizar ha manifestado que UGT seguirá exigiendo a los poderes públicos la implantación de la figura sindical del Delegado Provincial de Prevención de Riesgos Laborales.
Reproducimos a continuación, en su integridad, el Manifiesto Conmemoración de la Huelga de la Construcción de 1970:
Un año más nos reunimos para homenajear a los tres compañeros de la Construcción que fueron vilmente tiroteados en 1970 por las fuerzas de represión de la Dictadura.
55 años después seguimos recordando a Antonio Cristóbal Ibáñez Encinas, marmolista natural de Granada y de 43 años; Manuel Sánchez Mesa, domiciliado en Armilla, de 27 años y Antonio Huertas Remigio de 21 años y vecino de Maracena, que resultaron mortalmente heridos. Sus cadáveres fueron conducidos desde el Hospital San Cecilio al Depósito del Cementerio Municipal de Granada, donde se les practicó la autopsia. Sus familiares apenas pudieron identificarles. La policía efectuó 113 detenciones de trabajadores que fueron puestos a disposición de la autoridad militar, tras pasar por comisaría.
No fueron muertes casuales, sino que respondieron a la necesidad de la Dictadura de atajar unas movilizaciones en las que se estaba exigiendo dignidad, en las condiciones de trabajo y en el salario que permitieran vivir a los trabajadores y sus familias sin miseria. Pero además, con esas muertes se quería escarmentar a quienes se habían atrevido a organizarse y a convocar una Huelga que claramente ponía en cuestión el marco de relaciones laborales impuesto por la autoridad de la fuerza.
Las luchas obreras de los años 60 y 70 en Granada y en España fueron una ofensiva contra la miseria moral y material que imponía la dictadura. Los sindicalistas y trabajadores de aquellos años conocían los riesgos que corrían. Sabían que ser arrestado o sufrir agresiones violentas, era el único modo de llamar la atención al mundo, ante lo que era injusto o represivo en su lugar de trabajo.
Estas muertes no fueron inútiles, sino que fueron la contribución de la clase trabajadora para la venida de la Democracia en la que convivimos, sin que a veces seamos del todo conscientes de lo que costó traerla.
Esta lucha obrera, cimentó los derechos que actualmente disfrutamos en nuestros puestos de trabajo. Es, por tanto, nuestra obligación reconocer el papel de los asesinados y de los compañeros que, en unas condiciones de miseria y represión, levantaron su voz contra la injusticia y el abuso
Esta lucha obrera, cimentó los derechos que actualmente disfrutamos en nuestros puestos de trabajo. Es, por tanto, nuestra obligación reconocer el papel de los asesinados y de los compañeros que, en unas condiciones de miseria y represión, levantaron su voz contra la injusticia y el abuso.
Esa es una de las esencias del trabajo sindical, un esfuerzo colectivo cuyos resultados se acumulan para que hoy tengamos mejores condiciones que ayer, pero esas mejoras se lograron gracias también al esfuerzo de los que nos han precedido. Porque los derechos no se consiguen sin lucha, se conquistan y se defienden.
La huelga del 70 y las dramáticas muertes de nuestros compañeros deben inspirarnos en estos momentos en que los poderes fácticos de la derecha pretenden arrebatar nuestros derechos como ciudadanos/as y como personas trabajadoras. La codicia de todo tipo de especuladores, de empresarios codiciosos y la voracidad de los mercados, pretenden hacernos callar y que no salgamos a la calle a defender nuestros derechos.
El movimiento sindical, en un momento de recuerdo como éste en el que se vivieron sucesos trágicos que conmocionaron a la inmensa mayoría de la sociedad granadina, recuerda y apela a su naturaleza contraria a la violencia y partidaria firme de la solidaridad y la defensa de los derechos y libertades de todos los ciudadanos/as.
El repaso a nuestra historia es una más de nuestras continuas reivindicaciones, en contra de una filosofía que alienta un progresivo y contumaz desmantelamiento de los pilares que sustentan el modelo social, que se basa en un conjunto de derechos irrenunciables para la ciudadanía, que han de ser protegidos y eficientemente gestionados.
Los trabajadores y trabajadoras salimos a la calle todos los años en nuestra lucha contra los intentos de recortar nuestros derechos, hacemos sentir nuestras voces cuando la derecha económica y política pone en peligro nuestro sustento y exigimos que las fuerzas de la globalización sean dominadas y controladas.
Cuesta mucho que se reconozca el papel de los trabajadores y trabajadoras, de la gente que necesitó conquistar sus derechos uno por uno, de aquellas personas que vivían sumergidas en la miseria, en el paro y en unas condiciones económicas herederas de la época medieval.
Conviene mantener nuestras voces, encargadas de propagar que los sindicatos de clase no sólo hemos contribuido a la estabilidad institucional y democrática, sino que continuamos siendo elementos vertebradores del Estado y de la sociedad, a través de los cuales los ciudadanos y ciudadanas ejercen su libertad individual, configurándonos como un factor esencial de integración y cohesión social
Nuestros conflictos y nuestras exigencias suponen una negociación cotidiana con la realidad. Conviene mantener nuestras voces, encargadas de propagar que los sindicatos de clase no sólo hemos contribuido a la estabilidad institucional y democrática, sino que continuamos siendo elementos vertebradores del Estado y de la sociedad, a través de los cuales los ciudadanos y ciudadanas ejercen su libertad individual, configurándonos como un factor esencial de integración y cohesión social.
Hoy saludamos a todos aquellos hombres y mujeres, guardianes de los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras, por defender una vida de trabajo mejor para todos y todas, mejor sociedad y un mundo mejor.
Hoy sabemos que los trabajadores y trabajadoras, en especial los de la Construcción, estamos padeciendo una ofensiva con el objetivo de desmantelar los derechos conseguidos en la negociación colectiva, abaratar aún más los despidos y reducir los salarios.
Por eso, hoy igual que hace 55 años, los trabajadores y las trabajadoras siguen exigiendo un reparto de la riqueza más justa y que se mantengan los impuestos a las grandes fortunas, a las multinacionales y oligopolios, a la banca y al gran empresariado de nuestro país. No cesaremos en nuestro objetivo de conseguir una sociedad más justa y equitativa. Lo haremos por Manuel, Cristóbal y Antonio y por todos los que han dado lo más preciado que tiene el ser humano, su vida, por defender los derechos de los trabajadores y trabajadoras, a lo largo de la Historia.
¡VIVA LA HUELGA DEL 70!