Convocados por el Ateneo, profesores y profesoras de Historia y estudiantes debatieron sobre cómo se aborda la enseñanza de la Historia de España del último siglo en las aulas y cómo es hoy el proceso de aprendizaje de esa etapa, que incluye la Memoria Democrática, en los jóvenes. En esa charla, celebrada en la Subdelegación del Gobierno de Granada y que se enmarca en las actividades del programa España en Libertad. 50 años, quedó claro que hay docentes cuyo compromiso les hace 'pringarse' y 'dar la batalla' en un momento en el que nos estamos jugando la democracia, en el que las redes sociales están bombardeando a adolescentes y jóvenes con mensajes que idealizan modelos fascistas y a dictadores. 

También, que estudiantes universitarios que tomarán el testigo en el futuro son conscientes de esos desafíos y entienden la historia, como resaltó Beatriz Velasco, una de esas jóvenes, como "una herramienta para la democracia", para generar "capacidad crítica".

Moderado por el presidente del Ateneo, Antonio Lara, en la mesa participaron Paqui Ruiz, profesora del IES Nazarí de Salobreña; Juanfran Arenas y Silvia Canalejo, del IES Aricel de Albolote; y Javier García, del IES Ganivet de Granada. Junto a ellos, estudiantes del Grado de Historia de último año: Beatriz Velasco, Alicia Goyanes, Aida Navarro, Aparicio Ramos, Julio Aijón y Cristina Buendía. 

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¿Saben más o menos de historia los jóvenes? Para esta pregunta, Arenas de Soria señaló la necesidad de tener en cuenta que las realidades sociales son diferentes; que los jóvenes forman parte ahora de una sociedad globalizada y que ven el mundo lejos de los espacios de socialización.

Como agregó Paqui Ruiz, como docente percibe en los jóvenes "el deseo de aprender" y abogó por "fomentar el pensamiento crítico".  Tras considerar necesario que se actualice la formación de los docentes, "para trabajar de otra manera", enfatizó que, "más que nunca, es necesario hablar de historia".

Lo que sí muestra hoy el alumnado es "más intereses políticos", están "más politizados y polarizados" por la repercusión del uso de las redes sociales, reflexionó Silvia Canalejo, que abogó por buscar fórmulas que hagan más atractivo al alumnado ese aprendizaje. Fuentes orales, cartas, documentos históricos que hagan "más atractivo" el aprendizaje y que ayude a contrarrestar los bulos. 

Los y las estudiantes tienen hoy, como nunca antes, facilidad de acceso a la información. Los archivos, por ejemplo, están digitalizados y pueden llegar hasta esos documentos "a golpe de clic". Pero también, con la misma facilidad, les llega las fake news

Porque, como alertó el profesor Javier Ruiz, los y las estudiantes tienen hoy, como nunca antes, facilidad de acceso a la información. Los archivos, por ejemplo, están digitalizados y pueden llegar hasta esos documentos "a golpe de clic". Pero también, con la misma facilidad, les llega las fake news. Y no es difícil encontrar a jóvenes tarareando el Cara al Sol o elogiando al dictador Franco. 

Estas reflexiones de los docentes entroncaron con las aportaciones de quienes están estudiando el Grado de Historia. Ellos y ellas recordaron que, en un momento de la etapa de la enseñanaza obligatoria, en ESO, la Historia era "una sucesión de fechas y nombres para aprender", como trasladó Aida Navarro, para poner el énfasis en lo necesario que es hacer más atractivo para el alumnado la enseñanza. 

O el mayor compromiso de las mujeres. "No es casualidad", apuntó Beatriz Velasco. "Somos más conscientes de lo que cuesta y de lo importante que ha sido llegar hasta aquí".

Y, al hilo de la desinformación, estos estudiantes advirtieron que el temario es tan extenso que, por la historia más reciente, a veces se pasa de puntillas. "Apenas llegué a saber quién era Franco", admitió Aparicio. Un problema que se amplía cuando muchos docentes optan por 'evitar problemas' y tratar superficialmente la Segunda República, la guerra civil, la dictadura o la Transición. 

Y por qué no ser valientes y hacerlo al revés. Por qué no empezar por el final para volar por la historia, planteó Paqui Ruiz para reivindicar que "saber de dónde venimos es importante, es fundamental". 

Con leyes de Memoria Democrática aprobadas, la más reciente la estatal de 2022, que avala la introducción de estos contenidos en el currículum, hay otro elemento necesario para lograrlo: poner a disposición del profesorado materiales didácticos, ofrecerle formación. Y que las mejores experiencias, las que ya están llevando a cabo con valentía y extraordinario compromiso docentes como los que reunió el Ateneo, se extiendan. ¿Puede haber una clase más impactante que visitar las fosas donde yacen víctimas del franquismo? Lo hacen ya estudiantes de ESO, Bachillerato y universitarios de la mano de profesores y profesoras que, como Paqui Ruiz, Juanfran Arenas de Soria, Silvia Canalejo o Javier García han decidido dar la batalla.