Conversamos sobre suicidio en un nuevo Habladurías 11+1, en el que empezamos a hablar de cómo se había acercado al tema del suicidio y nos cuenta Conchi que estaban mirando hacia afuera en ese momento junto a Toni Garrido y habían visto los datos de suicidio con arma de fuego, uno de los métodos más letales en Estados Unidos, que habían crecido sustancialmente y empezaron a hacer una investigación para ver qué podían contar sobre esa realidad.

" Y en algún momento hablando de Toni y yo, dijimos, ¿Y si miramos qué es lo que está pasando en España?”

Y dice Conchi que “la realidad suele ser más tozuda que los periodistas, y nos demostró rápido que intentar hacer este trabajo a distancia, era complicado”. Entonces “empezamos a ver con un montón de gente que sabía de lo que hablaba, voces autorizadas, que era muy difícil llegar a las personas que habían sobrevivido a una tentativa de suicidio, y también a los familiares, a todas las personas que estaban alrededor. Y en algún momento hablando de Toni y yo, dijimos, ¿Y si miramos qué es lo que está pasando en España?”.

Y sigue contando de que “si preguntas a tu alrededor, te das cuenta rápido de que siempre hay alguien, alguna persona cercana que ha tenido una tentativa de suicidio, que ha perdido a alguien que ha muerto por suicidio, es fácil que, en cualquier conversación, tomando una copa de vino en una cena, salga esta conversación si preguntas, ¿no? Y la gente se sincera”. 

"Por cada intento de suicidio se calcula que hay, por cada persona que muere por esta causa hay otras 20 personas que lo han intentado, y entonces las cuentas y dices, hay más de 80 .000 personas al año que han intentado suicidarse, y dices, igual tenemos que mirar este tema con profundidad, con mucho respeto y atrevernos los medios de comunicación a contarlo"

Entonces empezamos a ver qué es lo que estaba pasando aquí, y nos dimos cuenta de que, en realidad, no era necesario mirar tan lejos para intentar entender qué era ese dolor que mucha gente en nuestra sociedad estaba sufriendo y que queríamos entender y queríamos documentar ese dolor, aproximarnos a él, entender cuáles eran las variables que lo rodeaban y, sobre todo, también empezar a romper el tabú que representaba para los medios de comunicación, una realidad que si no se nombra es invisible, pero que cuando miras las cifras dices, “wow, por cada intento de suicidio se calcula que hay, por cada persona que muere por esta causa hay otras 20 personas que lo han intentado, y entonces las cuentas y dices, hay más de 80 .000 personas al año que han intentado suicidarse, y dices, igual tenemos que mirar este tema con profundidad, con mucho respeto y atrevernos los medios de comunicación a contarlo”.

Y, así, se generó esta preciosa conversación donde dice Conchi que encontró “mucho dolor”, no solamente en las personas que tuvieron la valentía y la generosidad de compartir con ellos cómo había sido sobrevivir a una tentativa de suicidio, sino también en todas las personas que rodeaban este tema, incluso en los profesionales y a todas aquellas personas con las que en el día a día se cruzaban en sus consultas, en situaciones de emergencia, en despachos. Y añade: “La sensación era que había un respeto, diría que había un silencio y que se medía cada una de las palabras cada vez que se intentaba explicar que había alrededor del suicidio, como que había mucho pensamiento, muy elegir las palabras, intentar explicarlo de la mejor manera posible, ser muy didácticos y luego en las personas que habían sobrevivido o que tenían algún caso cercano alrededor, una sensación de querer hablar, necesitar hablar”. Y comenta que “encontré mucho valor, muchas ganas de ayudar”.

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La periodista Conchi Cejudo en varios momentos de su conversación con Joan Carles March.

“Cuando vayáis a cubrir algo, si veis que todo el mundo está con el micrófono delante de alguien, porque está queriendo escuchar, paraos un segundo, mirad alrededor de la sala, porque igual hay algunas personas que están en otro lugar de esa sala, que tienen mucho más que contar, mucho más interesante, pero nadie les está escuchando”

Y hablamos de lo que les dice a sus estudiantes, “cuando vayáis a cubrir algo, si veis que todo el mundo está con el micrófono delante de alguien, porque está queriendo escuchar, paraos un segundo, mirad alrededor de la sala, porque igual hay algunas personas que están en otro lugar de esa sala, que tienen mucho más que contar, mucho más interesante, pero nadie les está escuchando”, de que “mi responsabilidad siempre en este trabajo es intentar que esas personas que no hablan hablen”, hablamos mucho y bien de Sergio Tubío, bombero que es el detonante de todo este Proyecto y que su trabajo está relacionado profundamente con entender las emociones de las personas a las que atiende, de Daniel, el presidente de la Asociación Papageno, un psicólogo maravilloso, que sabía de lo que hablaba pero que no tenía gran interés en aparecer en los medios, de la historia de Bea, o de la cantante Zahara, del estigma que genera el suicidio o del miedo y la vergüenza, de que “cuando uno está mal, cuando uno lo está pasando mal, ponerle palabras es ya un desahogo” y de más de mucho más.

“Yo creo que es un problema de salud pública, que es importante que lo redimensionemos con toda la importancia que tiene y que pensemos cuáles son todos los ejes que hay que abordar para tocarlo”

Y hablando del elefante en la habitación, en realidad, dice Conchi:  “Creo que es la mejor manera de expresar qué es lo que sucede con el tema del suicidio: Es que hay un elefante gigantesco al que no queremos mirar. Y eso es un elefante en una sala. Es muy grande, implica mucho dolor a muchas personas y es preciso pensar en soluciones que implican pensar de forma integral en qué se puede hacer, cómo se puede abordar de manera compleja”.

Añade: “Yo creo que es un problema de salud pública, que es importante que lo redimensionemos con toda la importancia que tiene y que pensemos cuáles son todos los ejes que hay que abordar para tocarlo”. Y, apunta, :“Hay que intentar abrir esas grietas y buscar esos márgenes para que un tema que parece tan personal, entendamos que es colectivo y entendamos que ese dolor que está sufriendo una persona en su casa, también me interpela a mí”.

Para esuchar este magnífico podcast, pincha a continuación:

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