Consternación en Cártama tras la muerte de una vecina, víctima de la violencia machista en Motril

El municipio malagueño de Cártama ha mostrado este martes su consternación en el transcurso de una concentración de repulsa y un minuto de silencio por la última víctima de violencia de género en Andalucía; una vecina de esta localidad, de 54 años, que el pasado 24 de agosto falleció en Motril presuntamente a manos de su expareja, un hombre que está en prisión por el homicidio y que también es de Cártama.
"Vivir estos hechos, tener que hacer este minuto de silencio, con una sensación de deseo que todo esto no vuelva a ocurrir"
Tras la concentración que ha tenido lugar a las puertas del Consistorio y de la Tenencia de Alcaldía de la Estación de Cártama, el alcalde, Jorge Gallardo, ha mostrado su consternación y la del municipio. "Vivir estos hechos, tener que hacer este minuto de silencio, con una sensación de deseo que todo esto no vuelva a ocurrir", ha dicho tras la confirmación este pasado lunes de que se trató de un caso de violencia machista.
Gallardo ha confirmado que tanto agresor como víctima son vecinos del municipio de Cártama; "familias que conocemos, incluso personalmente, y la verdad es que no te lo crees". "Es algo que tenemos que lamentar y que queremos que no vuelva a ocurrir", ha lamentado el regidor, que ha dicho que este suceso "trunca" la realidad de ambas familias.
Preguntado por los periodistas por si se sabe qué falló para que el presunto agresor quebrara la condena de alejamiento de la víctima, el alcalde ha dicho no tener esos datos, si bien ha agregado que "parecía que había anteriormente quebrado esa orden de alejamiento, y no sé si ellos se buscaban entre ellos. Hay esa relación, al final tóxica, que se crea entre parejas que están sometidas a este tipo de violencia, y que al final tenemos que lamentar".
Por último, Gallardo ha exigido un "basta ya" a la violencia machista y ha abogado por la colaboración entre ciudadanos y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para luchar contra ella. Así, ha apelado a la "obligación de denunciar" este tipo de casos y de "darle voz a esas víctimas que no son capaces de denunciarlos o de hacerse ver o de hacerse oír".