La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 62 años y a su hijo de 31 como supuestos responsables de una plantación de marihuana de Iznalloz, en la que recibieron con un tiro de escopeta a los agentes, al confundirlos, según dijeron, con ladrones.

Según ha informado la Guardia Civil en una nota de prensa, los hechos ocurrieron durante la madrugada del día 5 de agosto, cuando dos patrullas de la Benemérita acudieron a un cortijo de Iznalloz porque había saltado la alarma de robo.

Tras revisar exteriormente el edificio, los agentes no encontraron nada que indicara que la vivienda había sido asaltada, y decidieron revisar también los anexos, y, en una nave cercana, descubrieron "un fuerte olor a marihuana y observaron que las ventanas de este edificio estaban tapadas con cartones".

Los agentes se acercaron hasta la nave, movieron uno de los cartones para ver el interior y de repente sonó un disparo. Ante esta situación, tomaron todas las medidas de seguridad oportunas, con lo que "consiguieron convencer a las personas que había dentro de la nave para que salieran y se entregaran". En el interior estaban un matrimonio y sus tres hijos, uno de ellos menor de edad.

Cuando eso ocurrió y una vez asegurada la zona, la Guardia Civil registró la nave y descubrió que dentro había una plantación de marihuana en avanzado estado de floración, con plantas de entre dos y tres metros de altura.

También descubrió la escopeta de caza con la que supuestamente habían disparado, tipo canana, con 25 cartuchos. El padre de familia tenía en uno de sus bolsillos dos cartuchos más, uno de ellos disparado, y dos navajas.

La Guardia Civil detuvo al cabeza de familia y a su hijo mayor. En un primer momento, los detenidos manifestaron a los agentes que los habían confundido con ladrones y que temían que quisieran robarles las plantas de cannabis. Posteriormente se han negado a declarar.