La Guardia Civil requisó en febrero cerca de 13.000 plantas de marihuana, con 66 personas implicadas
La Guardia Civil ha intervenido 12.865 plantas de cannabis sativa en la provincia de Granada durante el pasado mes de febrero y ha puesto a disposición judicial a 66 personas por la presunta comisión de delitos contra la salud pública por cultivo de droga y de defraudación de fluido eléctrico.
Según ha informado la Guardia Civil en una nota, sus agentes llevaron a cabo 42 actuaciones contra el cultivo ilegal de marihuana en los municipios de Albolote, Alfacar, Atarfe, Chimeneas, Cijuela, Cogollos Vega, Huétor Tájar, La Zubia, Loja Maracena, Moclín, Montefrío, Pinos Puente, Píñar, Pulianas y Santa Fe.
En el mismo periodo del año pasado, en febrero de 2018, la Guardia Civil realizó 33 actuaciones en las que intervino 9.835 plantas y puso a disposición judicial a 45 personas por delitos de cultivo de droga.
Merecen especial atención las 19 actuaciones realizadas en la barriada de Las Flores de Pinos Puente, donde la Guardia Civil intervino 6.235 plantas y puso a disposición judicial a 39 personas este pasado mes de febrero.
En una de estas intervenciones, la Guardia Civil descubrió, junto a una de las plantaciones de marihuana, una pistola de calibre de nueve milímetros que había sido robada en Bélgica. La propietaria de la plantación fue detenida también por un supuesto delito de tenencia ilícita de armas.
Asimismo, en Albolote tuvo lugar una operación contra el cultivo ilegal de cannabis sativa en la que destacó no sólo "el importante número de plantas intervenidas, casi 1.200", sino porque fue la primera vez que en Granada una persona era investigada por un delito de riesgo de incendio en este contexto.
En esta operación, la Guardia Civil intervino 1.180 plantas de cannabis sativa en un local comercial de la localidad de Albolote y los agentes descubrieron que la plantación tenía "una doble acometida irregular a la red eléctrica que estaba consumiendo la electricidad equivalente a 100 viviendas unifamiliares".
Ello aumentaba notablemente "el riesgo de que esta potencia pudiera provocar un incendio era muy grande", según certificaron los técnicos de Endesa, compañía suministradora con la que la Benemérita colabora en estas operaciones.