'Habladurías' con Teresa Jerez, médica de familia del Centro de Salud de Cartuja, símbolo de resistencia activa frente al olvido institucional: "La Atención Primaria es la joya de la corona del sistema sanitario. Si cae, lo público se viene abajo"

“Sin luz, no hay salud”. Así lo dice el cartel que cuelga en la entrada del centro. Una frase que en Cartuja no es metáfora, sino evidencia"
“Sin luz, no hay salud”. Así lo dice el cartel que cuelga en la entrada del centro. Una frase que en Cartuja no es metáfora, sino evidencia. Teresa lo relata con serenidad, pero con una rabia tranquila acumulada tras años de lucha. Ancianos que no pueden enchufar su oxígeno, personas dependientes atrapadas sin ascensor, familias que pierden sus alimentos o que no pueden calentar la casa en invierno. Y aún así, poco cambia. “Lo hemos denunciado, lo hemos llevado a juicio, pero seguimos igual”, lamenta.
Un centro con historia, un barrio con memoria
El Centro de Salud de Cartuja nació en 1981 y, desde entonces, no ha dejado de formar a médicos y atender con una mirada humana. “En 2021 celebramos 40 años, pero ya llevamos 44”, recuerda Teresa. Ella misma se formó allí. Fue directora. Y ahora sigue trabajando en su consulta, con la misma implicación de siempre: “La gente del barrio nos respeta. Es un centro complicado, sí, pero lo hemos elegido. Y lo llevamos con orgullo”.
El centro ha sido, además, una referencia en formación MIR a nivel estatal e internacional. Médicos residentes de toda España —y más allá, desde Chile hasta Brasil— pasan por Cartuja para aprender no solo medicina, sino una forma de estar y de mirar a la comunidad. Porque Cartuja, nos dice Teresa, “no ha perdido su esencia”
El centro ha sido, además, una referencia en formación MIR a nivel estatal e internacional. Médicos residentes de toda España —y más allá, desde Chile hasta Brasil— pasan por Cartuja para aprender no solo medicina, sino una forma de estar y de mirar a la comunidad. Porque Cartuja, nos dice Teresa, “no ha perdido su esencia”.
Un sistema que no escucha a la Atención Primaria
Pero la preocupación es profunda. La médica lo dice claro: “El sistema va por un camino equivocado”. Se prioriza la inmediatez frente a la continuidad. Se generalizan modelos de gestión que no tienen en cuenta las desigualdades territoriales. “No podemos aplicar el mismo formato de agenda en Cartuja que en el centro de Granada. La gente no es igual, los problemas no son iguales”.
Y sobre todo, se pierde la longitudinalidad: esa atención continuada, cercana, que permite a un médico saber cuándo un paciente está “raro” y detectar a tiempo una hemorragia cerebral. “Eso solo lo sabes si conoces a la persona, si la ves, si has caminado su historia”.
El modelo, dice Teresa, se está debilitando por la falta de inversión, por la precariedad y por un relato que solo habla de listas de espera. “Si todo lo que contamos de la primaria es negativo, la gente acabará pensando que es prescindible”
El modelo, dice Teresa, se está debilitando por la falta de inversión, por la precariedad y por un relato que solo habla de listas de espera. “Si todo lo que contamos de la primaria es negativo, la gente acabará pensando que es prescindible”.
El futuro: entre la esperanza y la incertidumbre
A pesar del desencanto, Teresa no renuncia a la esperanza. Se declara “optimista nata”. Pero advierte: “Si no peleamos por esto, lo perderemos”. El modelo de atención primaria pública, universal, longitudinal y comunitaria —único en Europa— está en peligro real. “Lo que ha pasado en Inglaterra puede pasarnos aquí”.
“Yo les enseño a hacer genogramas, a conocer las familias del barrio. Porque eso es medicina de familia”
Los médicos jóvenes que llegan a Cartuja traen ideas nuevas. Rechazan guardias interminables, buscan calidad de vida. Pero muchos comparten también el respeto por el enfoque comunitario y familiar. “Yo les enseño a hacer genogramas, a conocer las familias del barrio. Porque eso es medicina de familia”.
Cartuja como símbolo
En esta conversación, Cartuja no es solo un lugar. Es una forma de hacer medicina. Una resistencia activa frente al olvido institucional. Una comunidad que exige dignidad y una sanidad que no discrimine por el código postal.
En esta conversación, Cartuja no es solo un lugar. Es una forma de hacer medicina. Una resistencia activa frente al olvido institucional. Una comunidad que exige dignidad y una sanidad que no discrimine por el código postal.
Y Teresa, con su voz tranquila pero firme, nos recuerda algo esencial: “La atención primaria es la joya de la corona del sistema sanitario. Si cae, lo público se viene abajo”.
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