El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento este martes del inicio de la tramitación del decreto de aprobación, por parte de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, del Plan de Mejora de la Calidad del Aire de Granada y su área metropolitana y de Villanueva del Arzobispo y su entorno, en la provincia de Jaén.

Los objetivos de esta herramienta, de acuerdo con la Estrategia Andaluza de Calidad del Aire y según ha informado la Junta, son "prevenir y eliminar la contaminación atmosférica de la zona, adoptando las medidas necesarias, coordinadamente entre las administraciones competentes, entre las que destacan, por supuesto, los ayuntamientos, y los agentes económicos implicados con el fin de proteger el medio ambiente contra los efectos adversos de las actividades humanas, así como mantener niveles admisibles de calidad del aire para salvaguardar las condiciones de salubridad".

En concreto, el plan dispuesto para Granada y su área metropolitana afecta, además de a la capital, a 21 municipios: Albolote, Alhendín, Armilla, Atarfe, Cájar, Cenes de la Vega, Cúllar Vega, Churriana de la Vega, Gójar, Huértor Vega, Jun, La Zubia, Las Gabias, Maracena, Monachil, Ogíjares, Otura, Peligros, Pulianas, Santa Fe y Vegas del Genil.

Mientras que el de Villanueva del Arzobispo, en la provincia de Jaén, cubre, además de este municipio, a los de Castellar, Iznatoraf y Villacarrillo. 

El plan se aprobará "con la máxima participación, publicidad y transparencia", según la Junta

Su aplicación se traducirá en "una mejora cuantificable de la calidad del aire que beneficiará al conjunto de la población afectada, con el objetivo de no superar los valores límite de obligado cumplimiento según la normativa, en el marco de las medidas impulsadas por el Gobierno andaluz en su compromiso de lucha contra el cambio climático". Ambos planes se aprobarán, según ha indicado la Junta, "con la máxima participación, publicidad y transparencia".

El problema de la contaminación del aire es "motivo de seria preocupación por sus efectos nocivos sobre la población humana y el medio ambiente, principalmente por la presencia, en algunos casos, de elevados niveles de partículas, óxidos de nitrógeno y ozono, aunque la evolución de los últimos años indica que dichos niveles van descendiendo". Esta situación es "similar a la de otros países europeos, si bien Andalucía se ve afectada por las circunstancias climatológicas existentes de alta insolación, estabilidad atmosférica, bajas precipitaciones y proximidad al continente africano", ha explicado el Gobierno andaluz en la referencia informativa que recoge los asuntos tratados en Consejo de Gobierno.

En las grandes aglomeraciones urbanas, como Sevilla y Granada, con sus áreas metropolitanas, Málaga y la Costa del Sol, Córdoba, Bahía de Cádiz y los núcleos de 50.000 a 250.000 habitantes, el tráfico rodado se sitúa como la principal fuente de emisión de óxidos de nitrógeno y partículas, mientras que en el ámbito rural las emisiones contaminantes son más heterogéneas debido a la extensión territorial y poblacional que caracteriza a las zonas urbanas.