Conciertos

Bywater Call: El mejor concierto del… ¿año?

Cultura - J.T.G. - Domingo, 9 de Noviembre de 2025
Los canadienses actuaron en Granada por primera vez en la Tren.
La portentosa vocalista, Meghan Parnell.
J.T.G.
La portentosa vocalista, Meghan Parnell.

En un sábado de esos que casi solo se dan en Granada, hubo que elegir  entre ir a escuchar al siempre maravilloso Richard Bona, al entrañable dueto fraternal de Nonete con Tito Alcedo en la Oolyakoo, y optar por acudir a la sala Tren al reclamo de un grupo canadiense no muy conocido, pero con los mejores avales del mundo: Bywater Call. Éstos últimos se llevaron a casa puede que el mejor concierto del día, tal vez del mes, y hasta quizás del año.

Originarios de Toronto, y no es casualidad que de allí fuesen también The Band, BC es un septeto con sección de metales, órgano y una portentosa vocalista, Meghan Parnell, socia fundadora junto con el guitarrista Dave Barnee

Originarios de Toronto, y no es casualidad que de allí fuesen también The Band, BC es un septeto con sección de metales, órgano y una portentosa vocalista, Meghan Parnell, socia fundadora junto con el guitarrista Dave Barnee. Paseaban por Europa, en su segunda gira creo, un disco grabado en directo el año pasado; no es de extrañar, ya que en el escenario son una auténtica apisonadora de impecable factura y presentación donde sus canciones se agigantan. Gastando una puesta en escena formidable, con un empaque tan poderoso como nítido y clarísimo al oído, BC se mueven en las coordenadas de la Tedeschi Trucks Band; hablamos pues de esa zona entre el sudoroso soul del sur, el más rotundo blues rock, y diversas músicas de raíz norteamericana, country, góspel, funk… Con recuerdos también, por qué no, a los Allman Brothers, el sonido Atlantic de los MGS… ¡y el tronío de aquellos Mad Dogs que hicieron gigante a Joe Cocker en los USA.

Suelen hacer temas de considerable duración y generosos desarrollos donde cabe de todo, un dominio absoluto de las dinámicas, con remontes  conjuntas, derrumbes decibélicos de vértigo, y una riqueza de detalle que despista las entendederas, porque los vientos además tocan pequeñas percusiones, efectos, y ya puestos también hacen voces, como los otros tres miembros más, ¡en total seis voces! Memorables fueron las aportaciones individuales, de todos, pero en especial del guitarrista solista, sin púa y siempre con el slide en el dedo; a destacar también los ambientes de terciopelo rojo del organista o su pianismo honky tonk, el burbujeo gomoso del bajista y la solidez pétrea (¡qué poderío de caja!) del baterista.  

 El septeto, en la Tren. Foto: J.T.G.

Y por delante la espectacular Meghan Parnell, golosa y seductora en gestos, y con una voz de las que derriban las murallas de Jericó, incluso sin micro (¡lo hizo!). Un prodigio de empuje, registros y feeling, que en algún giro pudiera recordarnos al dramatismo de la Janis Joplin menos afectada, los climas de una pletórica Maggie Bell, como se dirige camino del rajo de fondo de una Beth Hart mozuela. Una barbaridad de vocalista en una barbaridad de grupo.

Y aunque son especialistas en versiones ‘a su manera’, veamos, desde Stephen Stills y compinches, a sus paisanos The Band o a Led Zeppelin, y suelen salpicar sus conciertos con alguna, aquí no nos tocó ninguna de las habituales (‘Love The One You're With’, ‘The Weight’ o ‘Kashmire’), sino mayormente impecables piezas propias como ‘Sweet María’ (un single perfecto), ‘Everybody Knows’, Josephine, o ‘Colours’ de su disco del año pasado ‘Shepherd’, el tercero, y como los otros anteriores, más que recomendable.

Si vuelven a tropezarse con este nombre: Bywater Call, no lo duden y ¡háganse un regalo!