Fred Hersch inaugura el Festival de Jazz con un concierto exquisito
El primero de los conciertos del programa central del Festival de Jazz de Granada se celebró la noche del viernes en el Centro Lorca contando con la presencia del trío del pianista de Cincinnati Fred Hersch. La prensa especializada ha dicho de él, maestro de maestros como Mehldau o Jason Moran, que en ese formato forma el mejor equipo actual del jazz mundial.
Fred Hersch es un músico situado entre los más grandes, una leyenda, y estaría más arriba si su vida no le hubiera entretenido con serios reveses a su salud. Diagnosticado VIH positivo desde 1984, tras un cuadro de demencia (provocado por las complicaciones de una neumonía) en 2008, permaneció en coma durante dos meses y cuando despertó tuvo que aprender a hacer todo de nuevo, desde comer a tocar el piano.
El pianista mostró un estilo sumamente personal e innovador a partir de evidentes influencias de la tradición más intimista del jazz. Pero no todo fue introspectivo en su actuación, que hubo momentos para la calidez brasileña, el swing, el blues y hasta el humor, con una visión muy contemporánea. Los diez años que llevan juntos en este trío se tradujeron en una comunión absoluta: mientras cada miembro es un músico virtuoso, sus decisiones personales siempre están subordinadas a la interacción grupal, de forma que un trío llega a ser algo más que tres. El lirismo, la interacción y el respeto por el espacio de los compañeros son componentes valiosos de la identidad de este equipo.
El piano sonó nítido como un amanecer, relajado y a veces entrado en una suerte de trance casi místico; cada matiz de la percusión (Eric McPherson), por más intricada que fuera se transparentaba con una gran sutileza, y el tercero en concordia (John Hébert) se añadió con precisión y con un poder adhesivo a sus compañeros haciendo que su bajo respirara dando aire al conjunto.
Una auténtica delicatessen para empezar un festival que es actualmente el tercero más antiguo del país.
Celia Mur en el recuerdo
Este sábado la muestra ofrecerá un homenaje a la cantante Celia Mur, recientemente fallecida, con un concierto coral y el domingo por la mañana se celebrará el tradicional concierto infantil gratuito ('El funktástico viaje de Pepo') en el Teatro Isabel la Católica (12h) patrocinado por la Obra Social de La Caixa.
La música en Celia Mur fue una confluencia de distintos géneros: el jazz, la bossa nova y el flamenco. Su procedencia granadina y sus lazos familiares ayudan a ilustrar su acertado empeño en reivindicar que el flamenco no estaba tan alejado del jazz. Además, Celia fue audaz en versionar con tintes jazzísticos, canciones de siempre y de aportar, con su particular acento, una dimensión infinitamente elegante a clásicos standares de la bossa nova. El resultado fueron magníficas interpretaciones que la avalan como una de las mejores voces de la historia de la música en España.
Cantante, compositora, hija del compositor y guitarrista flamenco, Antonio Fernández de Moya Gálvez, Celia recibió en sus principios una formación clásica pero posteriormente y debido a su inclinación más jazzística, completó su aprendizaje con maestros de la talla de Sheila Jordan, Paolo Fresu o Barry Harris, para lo que no dudó en desplazarse a Barcelona o Nueva York.
Su personalidad alegre imprimía color a todos sus conciertos, con sus scats se sentía una instrumentista más. Lo hacía a su modo, aunque teniendo siempre presente a su admirada Ella Fitgerald. Su voz sonaba junto a maestros como Uri Cane, Benny Golson, Kenny Barron, Jorge Rossy, Arturo Serra, Pedro Cortejosa, Carmen Linares, Joshua Edelman, Kevin Mahoghany, Greg Hutchinson, Reuben Rodgers, Aaron Goldberg, Antonio Sánchez, Mark Turner, Ben Street o Antonio Hart, entre muchos otros.
Pero además de la interpretación, la docencia era su otra gran pasión. Dirigió numerosas masterclass. Instituciones tan prestigiosas como la Berklee School de Valencia o el Auditorio Alfredo Kraus de las Palmas de Gran Canaria la incorporaron en su exclusiva nómina de docentes. Celia estaba convencida de que la música podía ser un gran remedio para la enfermedad y por qué no, curar hasta el alma. Lo puso en práctica impartiendo talleres de manera altruista a pacientes y familiares afectados por el cáncer.
Celia se convirtió en miembro clave de la Granada Big Band y fue una artista asidua del Festival Internacional de Jazz de Granada y de Jazz en la Costa en Almuñécar. Aún queda en nuestra memoria sus interpretaciones con Kevin Mahogany, Bob Mintzer, Antonio Hart o el mismísimo Kurt Elling.
Hace poco que Celia se fue para siempre y el Festival no podía sustraerse a celebrar un merecido tributo. Kiko Aguado, director y fundador de la Granada Big Band y con quien Celia mantenía no solo una maravillosa complicidad en el escenario sino una sincera amistad, será el encargado de dirigir este homenaje. Para ello ha contado con una cuidada selección de extraordinarias cantantes y maestros con los que la artista granadina compartió tantos conciertos y experiencias. Sus familiares recibirán la Granada del Festival de Jazz. Sin duda, será un concierto muy emotivo.
Elenco de artistas que participarán en el concierto homenaje:
Kiko Aguado, guitarra y dirección
Victoria Cruz, voz
Rosa Lazar, voz
Nicolás Medina, bajo
Angela Muro, voz
Pepa Niebla, voz
Julio Pérez, bateria
María Romero, voz
Arturo Serra, vibráfono
Músicos invitados:
Pedro Andrade, guitarra; Amalia Chueca, violoncello; Miguel Angel Corral, guitarra; Rogelio Gil, saxo alto, y Guillermo Morente, contrabajo.
La recaudación de taquilla, descontados los gastos de músicos y técnicos, será destinada a una causa solidaria.