El legado de Lorca se quedará para siempre en Granada
El alcalde y Laura García Lorca, en la cámara acorazada donde se custodia el legado. p.v.m.
Aunque el idilio que ahora mantienen las instituciones que gestionan el Centro Lorca y la familia del poeta se rompiera, el legado quedaría depositado de manera indefinida en Granada. Así se desprende de un informe de la Abogacía del Estado al que ha tenido acceso El Independiente de Granada y que zanja las dudas respecto al futuro de los fondos una vez que finalice el usufructo acordado el pasado diciembre.
Las administraciones y la familia se dieron tres años para darle forma a la fundación pública que debe gestionar los fondos y el centro. Si se constituye esa fundación, el legado pasará a formar parte de la misma. Si no es así, como recuerda la Abogacía del Estado, la fundación que preside Laura García Lorca consolidaría la nuda propiedad del mismo. Pero en ese caso, que evidenciaría el fracaso de la negociación, los fondos no podrían abandonar Granada.
Es así porque está plenamente vigente el convenio firmado en junio de 2007 para la construcción del Centro Lorca. Ese documento que parece tan lejano "mantiene su vigencia" a juicio de la Abogacía del Estado y contiene una cláusula clave: obliga a la Fundación Lorca al depósito de los fondos, originales, en el edificio de la Romanilla.
Por tanto, el legado que desde el pasado 23 de julio se encuentra ya al completo en Granada, se quedará en la ciudad.
La obligación de depositar los fondos en Granada, que se ha venido recogiendo en los distintos acuerdos y convenios que se han ido firmando a lo largo de los años hasta la definitiva puesta en marcha del Centro Lorca, sigue existiendo. El acuerdo tan celebrado que se firmó el pasado diciembre para desbloquear el depósito del archivo, que ya es una realidad, en ningún momento derogó el acuerdo de 2007. Tampoco quedaría esa obligación afectada por el hecho de que se haya liquidado la encomienda de gestión para construir el edificio que se hizo a la Fundación.
Una encomienda que fue la que originó los problemas económicos que dificultaron la liquidación de las cuentas, finalmente lograda a través del usufructo.
Importante conclusión por tanto la de este informe que fue solicitado por la cogerencia del Centro Lorca -que comparten el Ayuntamiento de Granada y la Consejería de Cultura- para aclarar algunas cuestiones jurídicas tras la aprobación en el pleno municipal de la moción presentada por el PP para trasladar posibles irregularidades a la Fiscalía. Una moción que se cumplió, remitiéndola al Ministerio Público, que ya ha desestimado la apertura de una investigación penal como pretendía el PP.
Respecto a la titularidad de los bienes, la Abogacía del Estado explica que, una vez firmado el usufructo, el Consorcio integrado por el Ayuntamiento, la Junta, el Gobierno central y la Diputación tiene "el derecho exclusivo de uso y disfrute de los bienes" durante el periodo de duración del mismo, con las únicas limitaciones reflejadas en el convenio firmado en diciembre. Estas son la imposibilidad de arrendar o enajenar a terceros ese usufructo.
Los acuerdos entre la Fundación y La Caixa no vinculan al Consorcio
Otro de los aspectos que aclara el informe jurídico es el papel de La Caixa, que suscitó una gran polémica. Fue un acuerdo privado entre la entidad y la familia García Lorca para resolver los graves problemas económicos de la Fundación, derivados de la gestión que hizo Juan Tomás Martín, el secretario de la entidad condenado por apropiarse de fondos. Pero algunas de sus cláusulas, las que se conocen, sí que mencionaban al Centro Lorca, como el hecho de que el nombre de la obra social de la Caixa figure en las dependencias.
La Caixa no tiene ningún derecho "exclusivo" respecto al Centro Lorca
Según la Abogacía del Estado, ese convenio "no vincula" al Consorcio del Centro Lorca. Las estipulaciones que sí se recogieron en el anexo del acuerdo firmado en diciembre, deben tenerse en cuenta pero no otorgan ningún derecho "exclusivo" a la entidad bancaria.
En el caso del logotipo, el informe señala que "no convierte a La Caixa en entidad colaboradora del Consorcio, ni le atribuye derecho alguno exclusivo al efecto". Entre esas cláusulas figura también la obligación de la Fundación de recoger el logo de la entidad en su web y también en todo el material que publique sobre el Centro Lorca. Esa obligación no concierne al Consorcio, sino a la Fundación. Lo mismo ocurre con el compromiso de facilitar visitas a empleados de La Caixa o clientes o de facilitar las instalaciones a la entidad. Será la Fundación la que deba atender esas obligaciones, por ejemplo solicitando el uso del Centro al Consorcio para luego cederlo al banco.
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