Parapanda folk

"Las músicas populares están vivas; pertenecen al pueblo, a quien las usa y a quien las interpreta"

Cultura - IndeGranada - Viernes, 25 de Julio de 2025
La banda sevillana Stolen Notes llega la noche del viernes al festival Parapanda Folk de Íllora convertida en una de las formaciones más sólidas y de referencia del folk celta español.
Stolen Notes llega al Parapanda.
Stolen Notes
Stolen Notes llega al Parapanda.

─ ¿Qué le lleva a un grupo de sevillanos a unirse en torno a la música tradicional irlandesa? 

Es curioso que hace unos 20 o 25 años en Sevilla había una comunidad importante de gente a la que le gustaba esta música, que habían heredado flautas o violines, que investigaron esta música y empezaron a adoptarla y a dedicarse a ella

─ Curiosamente, hace 20 años en Sevilla había una comunidad bastante prolífica e importante de gente aficionada a esta música. Algunos habían estado estudiando en Irlanda y habían tenido contacto con ella. Otros vivían en Sevilla y tenían gran fascinación por la música del norte de España, por la música asturiana sobre todo, que había vivido una época bastante dorada. Y todo esa música, que se había expandido también a través del cine y las bandas sonoras, llega a una pequeña comunidad de ‘frikis extraños’ que están en Sevilla y en el resto de Andalucía. Llegamos a unirnos unos 15 o 20 músicos que hacíamos este tipo de músicas celtas, mezclando un poco algunas tradiciones que no tienen mucho que ver: la asturiana y la gallega con la irlandesa o con la escocesa. Pero sí, es curioso que hace unos 20 o 25 años en Sevilla había una comunidad importante de gente a la que le gustaba esta música, que habían heredado flautas o violines, que investigaron esta música y empezaron a adoptarla y a dedicarse a ella. 

─ ¿Dista mucho el folk irlandés del español o, sobre todo, del andaluz?

En Andalucía, salvo los verdiales de Málaga en los que se utilizan violines, para fortuna de la humanidad el flamenco es algo que lo inunda prácticamente todo

─ Creo que cada pueblo tiene su manera de expresarse, sus propias tesituras musicales, sus propios instrumentos. El folk irlandés es bastante propio y genuino. En el español, sobre todo si lo comparamos con el que puede ser algo más cercano que es el gallego o el asturiano, se parece al irlandés porque utiliza ese elemento común que tienen los países celtas que es la gaita pero que, aunque puedan ser parecidas las de una y otra zona, realmente las músicas distan un poco. En Andalucía, salvo los verdiales de Málaga en los que se utilizan violines, para fortuna de la humanidad el flamenco es algo que lo inunda prácticamente todo. Nosotros, haciendo la música que hacemos, nos sentimos un poco los profetas de otra tierra distinta que no tiene nada que ver con la nuestra. Lo que pasa es que con el tiempo sí que hemos ido componiendo nuestra propia música: música tradicional al modo en el que suena y se hace la música tradicional irlandesa, pero con un 99% de los temas de composición propia, así que algo del río Guadalquivir, de la Torre del Oro y de la Bahía de Cádiz tiene que haber en nuestras composiciones.

─ Imagino que casi veinte años de carrera dan para mucho… ¿Cómo se han ido construyendo en este tiempo como banda y en la propia investigación de la música tradicional?

─ La trayectoria de la banda ha sido larga y dilatada. Los comienzos fueron bastante duros, aunque empezamos en una época de bastante bonanza. Éramos un grupo que pillábamos temas de aquí, temas de allí y los poníamos todos juntos. En estos veinte años la banda ha ido evolucionando, con gente que ha pasado, gente que se ha ido… Ahora mismo José Antonio Moreno y yo (Alejo Parra) somos los miembros que estamos prácticamente desde la fundación y, aunque ha ido evolucionando, desde el segundo disco marcamos el camino y ya había un 60% de composiciones propias. Lo bueno es que en este tiempo hemos sido capaces de mantener un estilo y un estándar bastante estable. 

─ ¿Al final lo auténtico, nuestra raíz, es el estilo que admite más reinterpretaciones?

─ Yo creo que las músicas populares están vivas; son músicas que pertenecen al pueblo y a quien las usa y a quien las interpreta. Vienen de una fuente y de una trayectoria vital, pero que al ser música popular, música folclórica, música que al fin y al cabo pertenece a la fiesta al pueblo, pues está viva y el pueblo tiene capacidad para modificarla y para sentirla suya. Eso pasa en el flamenco y también pasa en la música tradicional irlandesa. Ahora hay gente muy buena explorando e introduciendo nuevos matices que vienen de otras músicas sin dejar de formar parte de una tradición que sigue en movimiento hasta nuestros días. Creo que esta música admite muchas interpretaciones propias y muchas vivencias. 

─ ¿Cómo fue el proceso hasta llegar a Hive? 

─ Hive es nuestro cuarto disco y ha sido la suma de la aportación de los dos nuevos miembros junto al bagaje de la banda. Con Guillermo del Val a la flauta y Antonio Tamayo a la guitarra hemos vuelto un poco más a la esencia de lo que es la música irlandesa y escocesa.

─ ¿Qué ha sucedido cuando han tocado en Irlanda o en Escocia?

─ Nosotros estamos creando música nueva, música tradicional nueva, y alguna vez que hemos estado allí en alguna sesión y alguien ha sacado un tema que había compuesto algún miembro del grupo, ha dado un poco el pellizco que dicen los flamencos. Es muy bonito que un tema que ha sido creado aquí, a 3.000 kilómetros de donde se dicta la tradición, acabe siendo interpretado por alguien de allí.  

─ ¿Peligra la tradición en un momento como el actual en el que lo que nos une a los pueblos está empezando a verse más como una forma de separarnos que, precisamente, de mantenernos unidos?

─ Yo creo que simplemente, como ocurre con muchas otras cosas, hay sectores que utilizan el patrimonio cultural de alguien o de algún pueblo para separar o para patrimonializarlo o para excluir a los demás. Creo que las cosas no peligran si las abordas con respeto, cariño y sabiendo bien lo que uno está manejando y el inmenso legado que tiene detrás algo como la música. Nosotros siempre nos hemos sentido muy queridos, apreciados e integrados cuando hemos estado tocando en Irlanda o en Escocia. 

─ Estamos viviendo en un momento de revisión muy certera del folk tradicional de la mano de artistas muy potentes que parece que están acercando este estilo a nuevos públicos. ¿Hay futuro?

Hay muchos artistas renovadores que le están dando una nueva visión a la música tradicional y creo que son aportaciones muy valiosas a la música folclórica en general

─ Hay muchos artistas renovadores que le están dando una nueva visión a la música tradicional y creo que son aportaciones muy valiosas a la música folclórica en general. Con la música tradicional irlandesa sucede un poco como el jazz, que surge en un determinado lugar pero se convierte en un fenómeno global. Puedes encontrar músicos que hacen música tradicional irlandesa en Francia, en Italia, en Japón, en Estados Unidos… y todas sus aportaciones van a ser interesantes. Aparte hay una nueva generación de gente joven que se ha acercado a esta música no de la forma en la que la estudiaron sus abuelos, que fue de forma oral y sentados en un bar sacando el tema de oído, sino que han estudiado y están muy preparados y han hecho aportaciones nuevas muy certeras. Hoy en día tenemos los medios para poder acercarnos prácticamente a cualquier tipo de música de cualquier lugar del mundo y eso es una suerte. Nosotros somos un poco una rara avis, haciendo música folclórica de composición propia, pero de una tradición de un país que está muy lejos.

─ ¿Qué espectáculo se encontrará el viernes el público del Parapanda?

─ Nuestras composiciones son bastante genuinas, así que esperamos que el público disfrute mucho con ellas. Nos gusta estar en un auditorio que lleva el nombre de Enrique Morente, que fue siempre un gran innovador. Creo que si hay algún cantaor flamenco que se hubiera acercado a hacer algo con los celtas, hubiera sido seguro don Enrique.

Stolen Notes son:

- Alejo Parra: uilleann pipes (gaita irlandesa) 

- José Antonio Moreno: bodhrán, mandola

- Guillermo del Val: flauta irlandesa, whistles

- Antonio Tamayo: guitarra