Los alimentos han subido casi un 9% en Granada entre enero y mayo, más que a nivel nacional
Alimentos en un supermercado, en una imagen de archivo. e.p.
La inflación sigue su escalada y empobreciendo cada vez más a la ciudadanía, especialmente a quienes menos tienen. A la disparatada subida de los precios de la energía -luz, gas y combustibles- se han sumado en los últimos meses los alimentos, el bien más básico para vivir.
Según los datos del IPC publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los alimentos se han encarecido en Granada un 8,8% en lo que va de año -de enero a mayo-, más que a nivel nacional, donde ha habido un 7,7% de aumento, un dato más que preocupante, teniendo en cuenta que la renta media es Granada muy inferior a la de España.
En los últimos doce meses los alimentos han subido un 11,6% (también más que en España, 11,2%), por lo que la mayor parte del aumento se ha producido en estos primeros meses de 2022.
El IPC general registra un incremento del 8,7% interanual (de mayo de 2021 a mayo de 2022), tanto en Granada como en España, un nivel de subida desconocido en las últimas décadas.
Granada | España | |
Electricidad, gas y otros combustibles | 38,5% | 36,5% |
Servicios de alojamiento | 27,6% | 25,6% |
Utilización de vehículos personales | 18,4% | 19,1% |
Alimentos | 11,6% | 11,2% |
Servicios financieros | 10,6% | 10,6% |
Bebidas no alcohólicas | 7,9% | 7,6% |
Enseñanza secundaria | 6,3% | 2,3% |
IPC general | 8,7% | 8,7% |
Fuente: INE
Lo que más se ha incrementado es la energía: el subgrupo que forman electricidad, gas y otros combustibles fue en mayo un 38,5% más caro en Granada que hace un año, con una subida superior al 36,5% registrado en el conjunto del país.
Le siguen los servicios de alojamiento, un 27,6% de incremento (25,6% a nivel nacional), la utilización de vehículos personales (18,4% en Granada), los ya referidos alimentos (11,6%) y los servicios financieros: cuestan un 10,6% más que en mayo de 2021. También se hn registrado subidas notables en las bebidas no alcohólicas (7,9% en Granada, más que el 7,6% de España) y en la enseñanza secundaria (6,3% en Granada, mucho más que el 2,3% de España).
Subir salarios, la prioridad para UGT
Ante la nueva subida de los precios, Juan Fco. Martín, secretario general de UGT Granada, lamenta que "cuando ya estábamos saliendo de la pandemia y se estaba recuperando la economía, la inflación, entre otros factores, estén frenando el crecimiento".
Aunque se han conseguido muchos objetivos, recuerda el ugetista, como la derogación de la reforma laboral o la de las pensiones, que han conseguido avances "importantísimos" como la reducción inmediata de la temporalidad, la mejora de la calidad del empleo o la revalorización de las pensiones con el IPC, ahora, subir los salarios es la principal prioridad del sindicato. En este sentido, ante la ausencia de un acuerdo nacional para la negociación colectiva para este año "debido a la postura inamovible de la patronal que plantea subidas insuficientes y se niega a negociar, toca seguir negociando y luchando convenio a convenio".
"La clase trabajadora no puede seguir perdiendo poder adquisitivo", declara Martín, "por lo que pedimos una subida del 3,5% en 2022, el 2,5 en 2023 y el 2% en 2024 y que todos los convenios tengan cláusula de revisión salarial". La negociación colectiva no está parada en Granada de forma general, ha señalado, pero "debe incrementarse radicalmente en la línea de avanzar en las condiciones laborales y en la recuperación de la capacidad adquisitiva de los salarios".
El secretario general de UGT Granada ha agradecido el empuje del Gobierno para lograr la isla energética ibérica, que va a reducidr significativamente las facturas de la ciudadanía, pero ha resaltado que la cifra de IPC sigue siendo muy preocupante y requiere medidas de contención de precios inmediatas con la participación del diálogo social.
Por ello, considera que se necesitan políticas progresistas, que no castiguen a la gente, ni a sus salarios, y no detengan la recuperación y la transición ecológica de la economía. Sin embargo, el representante sindical advierte de que bajar impuestos implica recortar servicios públicos y el Estado de Bienestar, y experiencias anteriores nos indican que no es la solución, ha concluido.