Fernando Simón: 'Tenemos que conseguir que nuestra Atención Primaria, que pocos países tienen, ocupe el lugar que se merece, es clave'
En el marco del espacio impulsado por la Escuela Andaluza de Salud Pública para tratar de comprender el Covid-19 desde una perspectiva de salud pública, y las enormes consecuencias de la crisis sanitaria y social, el profesor Joan Carles March ha hecho más de 20 entrevistas a profesionales y personajes públicos para buscar esas claves. La última de ellas, a la que, en sus propias palabras, puede considerarse la persona del año, un personaje público de referencia en esta pandemia, Fernando Simón, quien, día a día, en los momentos más difíciles del estado de alarma, informó de la evolución de los datos y las decisiones.
En una larga y calmada conversación, en la que ofrece detalles inéditos, Fernando Simón repasa, a preguntas de Joan Carles March, los días previos a la declaración del estado de alarma y la necesidad urgente que se planteó en ese momento de conseguir información suficiente antes de imponer unas medidas tan duras y de tanto impacto para la población, como fue un estado de alarma y el confinamiento domiciliario. Se refiere a la coordinación de los diferentes poderes del Estado, la creación de grupos de expertos o comités de crisis, las reuniones diarias con el Gobierno y los diferentes ministerios involucrados. Y también, con claridad, a la esquilmada capacidad de las instituciones de salud pública de afrontar una situación que desbordaba al mismo sistema europeo de vigilancia epidemiológica.
Habla también Simón de las críticas recibidas, de su decisión de mantenerse al frente la portavocía, y de las lecciones aprendidas a raíz de la pandemia.
Estas son algunas de las reflexiones del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, fruto de la entrevista de Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública:
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'Tuvimos que conseguir toda la información que permitía justificar la medida de confinar al país'
"Nosotros llevábamos días, yo creo que desde el veintialgo de febrero, buscando como locos información que nos pudiera hacer entender si teníamos que dar un paso más o no. Y a medida que vamos recibiéndola vamos planteando opciones, mucho más progresivas probablemente de lo que la gente recuerda, pero se iban tomando medidas muy progresivas. Y llega un momento en el que nos damos cuenta que, primero, no vamos a poder controlar la transmisión porque esto iba mucho más rápido de lo que podíamos prever, en ese momento era 9, 10, 11 de marzo, y luego porque empezábamos a ver la saturación de algunos servicios hospitalarios. Durante tres o cuatro semanas el Comité de Seguimiento del Covid, en el que participaba el presidente, nos habíamos reunido una vez a la semana, pero a partir del día 10 de marzo nos reuníamos diariamente, y fue entre el día 10 y el 12 cuando tuvimos que conseguir toda la información que pudiera justificar la medida de tenemos que confinar al país, tenemos que reducir la movilidad mucho si queremos que esto se controle.
'Lo de confinar, lo deciden los ministros y el presidente, nosotros le decimos: tenemos que conseguir que la gente no se junte, no se mueva, no se mezcle y hasta este nivel, ahora, cómo hacerlo, nosotros no sabemos. Me sorprendió el sentido de la responsabilidad y la serenidad con la que se tomó la decisión'
Lo de confinar, lo deciden ellos, los ministros y el presidente, nosotros le decimos: tenemos que conseguir que la gente no se junte, no se mueva, no se mezcle y hasta este nivel, ahora, cómo hacerlo, nosotros no sabemos.
Cuando estás contando esto, primero tienes muchísimas dudas, ten en cuenta que en España desde la guerra no se había declarado un estado de alarma, había habido uno con los controladores aéreos pero que afectó a los controladores y a una unidad del Ejército que los sustituyó, no más, para que pasaran a controlar, la gente ni se enteró que había un estado de alarma. Y ahora estábamos proponiendo algo que desde el punto de vista de una persona que, aunque yo nací en la dictadura, me había criado en una democracia, es muy duro. Son situaciones que dices jo… el estado de alarma, para hacer que la gente se quede en su casa y no pueda salir. Te lo planteas y tienes muchas dudas, pero al mismo tiempo tienes toda la información sanitaria, todo lo que está pasando en el país y todo lo que esta pasando en otros países en los que dices, pero si no lo hacemos vamos a tener una pandemia de verdad, luego la hemos tenido, vamos a tener una pandemia enorme.
A mí me sorprendió, lo que percibí como sentido de la responsabilidad y la serenidad con la que se tomó la decisión. Si vas por sectores, sí, pero como sociedad en conjunto no entendemos la magnitud y la dureza de las medidas que se tomaron en ese momento.
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'No es fácil decidir el momento de las medidas, a toro pasado siempre es fácil, pero a ver quién hubiera bloqueado un país cuando sólo había un caso'
Los modelos que teníamos sobre el comportamiento del virus generaban miedo y también dudas, todos. No puedes plantear dudas con una decisión de esta envergadura. A posteriori, con lo que sabemos, me habría gustado la toma de medidas en enero, pero claro, con un caso el día 31 de enero en España, a ver quién dice que vamos a bloquear el país. El decir vamos a tomar las medidas del cierre una semana antes tiene implicaciones enormes, y el problema no es que no hubieran sido más eficaces, seguro lo habrían sido; si hubierámos implementado mejor las medidas intermedias quizás no habría sido necesario aplicar el confinamiento tan estricto, también es cierto.
Pero lo cierto es que, tomarlas antes sin tener una información y unos datos que avalen mínimamente una decisión de esa envergadura, yo creo que es una irresponsabilidad. Se han hundido muchas empresas, la economía ha bajado muchos puntos y socialmente tenemos un problema de salud mental grande. Ha habido gente que ha fallecido por no querer ir a los hospitales cuando tenían un infarto o un ictus, y hospitales que no hubieran podido atenderlos. No es fácil decidir el momento y a toro pasado siempre es fácil.
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'No tengo ningún apego a la parte pública, ha sido muy duro, pero no puedes bajarte del barco, tienes que aceptar la responsabilidad'
Comunicar sobre emergencias forma parte de mi trabajo y con el ébola se me dio un papel más visible. Y se fue asumiendo que el director del CCAES era el que tenía que comunicar. Ocurrió con otras emergencias, a final de 2019 con la crisis de la listeriosis. Y nada más finalizar empieza esto.
No tengo ningún apego a estar aquí ni a comunicar, pero entiendo que es responsabilidad profesional no bajarte del barco cuando no puedes encontrar fácilmente a quien te reemplace, lo puedes hacer mejor o peor, es normal que se critiquen las decisiones y que se discutan. Pero la parte pública no es fácil que otra persona la aceptara. He podido aguantar, apenas, ha sido muy duro, y si se ha considerado que tenía que seguir haciéndolo no podía quitarme de enmedio. Tienes que aceptar la responsabilidad profesional y no hay opción.
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'No podemos caer en la trampa de dar un discurso en el que quedemos bien, si hay que encerrarse en casa, hay que decirlo'
Hay un concepto de fondo que yo creo que he mantenido o he intentado mantener, cuando quiero comunicar con los expertos, los científicos, los técnicos, la gente de mi mundo, eso lo hago por otras vías, no es los medios de comunicación, eso se hace con un congreso, con un artículo, en reuniones científicas, en reuniones con grupos de expertos y ahí comunicas a los expertos a nivel experto, a nivel técnico. Cuando sales en un medio de comunicación, yo no me dirijo ni a los expertos ni a los periodistas ni a los políticos ni a los dueños de los medios de comunicación, que luego tendrán su línea editorial la que sea, yo me dirijo a la población, a la gente. Entonces lo que no se puede es confundir el discurso que das muy técnico, al discurso adaptado que das a la población y yo creo que no podemos caer en la trampa de tratar de dar un discurso en el que quedemos bien. Si hay que decir algo porque no es agradable porque nos tenemos que quedar encerrados en casa, hay que decirlo, luego eso lo utilizará quien sea para lo quiera, eso a mí me da igual, pero si es la ventana que tenemos para la gente, tenemos que aprovecharla de alguna forma, que luego haya utilización o mal utilización o bien utilización, es otra cosa.
"La imagen de uniformados en las ruedas de prensa llamaba la atención, pero todos tenían un impacto en la implementación de las medidas de control"
Sobre la presencia de militares en las ruedas de prensa, la imagen llamaba la atención, pero todos los que estaban allí tenían un impacto en la implementación de las medidas de control. Me sentía raro, era allí el más pequeñito de todos y ten en cuenta que estaba con el Jefe de Estado Mayor, que tiene un rango de director general para arriba, con los directores operativos adjuntos de la Guardia Civil y Policía Nacional, con la directora general de Transportes, y yo soy el director del CCAES, que tiene rango de subdirector desde hace poquito, porque antes ni siquiera tenía ese rango. Me han dicho después mucha gente que vino bien para que las medidas se implementaran mejor, otro opinaban lo contrario.
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'El mensaje 'vamos a salvar la Navidad' nos hizo un daño enorme y no hubo manera de controlar'
La desescalada era un proceso que teníamos que plantear y, de hecho, casi desde que se declaró el primer estado de alarma el 14 de marzo empezamos a trabajar. Se hizo un grupo específico y se pretendía hacer muy despacio. El problema es que, en el marco de un estado de alarma, no es fácil de garantizar la progresividad. Cada quince días tenía que ir el ministro de Sanidad a solicitar al Congreso que se extendiera quince días más y tenía que haber un consenso para aprobar. A medida que se va bajando la incidencia, el consenso es cada vez más difícil. Hubo un momento en el que ese progreso se tuvo que acelerar, y quizás una o dos semanas más nos habría venido muy bien.
"Durante un tiempo, de cara al verano, se dio la sensación de que esto se había acabado, y no era así"
Pero cuando se acabó el 21 de junio el estado de alarma, estábamos con incidencias de 8 casos por 100.000 y en este momento teníamos una capacidad de detección enorme. La incidencia era muy, muy baja comparado con lo que habíamos tenido y con lo tenían la mayor parte de países europeos. Puedo entender que no se llegara a ese consenso, p ero sí que debíamos haber rebajado el nivel de optimismo. Una cosa es que se permita la movilidad y otra es que vayamos abrazándonos, nos juntemos, se tergiversó un poco el mensaje, porque lo hicimos mal o porque había muchas ganas de apertura. Y durante un periodo de tiempo dio la sensación de que esto se había acabado, y no era así.
En el caso de diciembre, con los datos descendiendo, el mensaje "vamos a salvar la Navidad" nos hizo un daño enorme y no hubo manera de controlar. Se acordaron medidas en el Consejo Interterritorial, pero el resultado no fue bueno. Entre la relajación, la fatiga, que no lo comunicamos bien y que las medidas deberían haber sido más estrictas, tuvimos un pico importante.
En la entrevista, una de las preguntas formuladas por March a Simón es por qué no se dio a conocer el nombre de los expertos y las duras críticas cuestionando ese asesoramiento. Explica el director del Centro de Alertas que el Gobierno ha trabajado con 41 sociedades científicas, en grupos de trabajo que desarrollaron documentos para evaluar la situación. Grupos de control de la infección, de gestión de pacientes, de infectología, UCI o salud laboral. En el seno de esos grupos ha sido necesario también un trabajo para llegar a consensos muy importante.
Para el comité científico creado y que se reunía periódicamente se pidió a las sociedades un experto en enfermedades infecciosas, en virología, un experto clínico de Interna, de epidemiología y se contó también con Miguel Hernán, que está trabajando en Harvard, además de una experta de Enfermería.
Ya con el estado de alarma se creó también otro comité técnico para diseñar la desescalada. Hubo expertos que pidieron, según explica Simón, que no se diera sus nombre. "Dado el follón que había, entiendo que prefirieran mantenerse en el anonimato, lo entiendo perfectamente".
También teníamos un grupo de trabajo en el Ministerio para los informes de evaluación de cada comunidad autónoma para dar el paso a los diferentes niveles. Funcionarios, en palabras de Simón, "con mucha experiencia y nivel, muchos de ellos de sociedades científicas". No oculta Simón su desencanto por las críticas y el "intento de desprestio" a estas personas. A su juicio, en algunos casos, "se ha ido demasiado lejos".
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'El sistema de vigilancia que funcionaba muy bien para lo que conocíamos, servía de muy poco para lo que necesitábamos con esta pandemia'
Yo creo que lo que malvivimos fue darnos cuenta que un sistema de vigilancia que era bueno para lo que conocíamos, servía de muy poco para lo que necesitábamos, yo creo que eso fue lo que malvivimos porque no nos lo podíamos creer. Era un sistema de vigilancia que que funcionaba muy bien, se había invertido mucho y lo estaban manejando y gestionando muy bien las comunidades, y de pronto nos dimos cuenta que fallaba por todas partes y luego nos dimos cuenta, además, de que ya no era cuestión de la herramienta informática sino que había incluso problemas de hardware, de soporte físico, que las capacidades de memoria y de procesamiento de los ordenadores, de los servidores que teníamos, no eran suficientes, ni siquiera eso.
"No teníamos ese salto digital para la vigilancia que llevábanos años planteando. Nos va a llevar un tiempo pero tenemos que hacerlo en meses, ya no en años, y esto implica Atención Primaria, hospitales, servicios de veterinaria, ganadería, salud alimentaria, ambiental, de aguas..."
Nos dimos cuenta que, si bien no estábamos trabajando mal para la vigilancia habitual, no teníamos ese salto digital para la vigilancia que llevábamos años planteando. Llegué a España de nuevo en el año 2003, y poco después, en una reunión de la Sociedad Española de Epidemiologia en Sevilla, ya comenté que necesitábamos saltarnos muchos pasos intermedios y digitalizar y automatizar procesos como fuera. Seguía habiendo pocos procesos automatizados, la gente quiere seguir viendo y tocando y manipulando sus datos como si fueran masa de pan y tenemos que aprender a trabajar de otra manera, y nos hemos dado cuenta con este sopapo. Nos hemos dado cuenta que no podemos pensar que cada dato lo tenemos que verificar uno a uno, que tenemos que establecer mecanismos automáticos rápidos e instantáneos de verificación y que tienen que salir datos muy digeridos para que nuestro trabajo sea analizarlos e interpretarlos. Porque si no, no vamos a ser capaces de trabajar de aquí en adelante. De aquí en adelante eso de la notificación semanal, de la notificación mensual, de la notificación urgente de algunas cosas, va a tener que pasar a la historia ya, los datos tienen que estar disponibles permanentemente y con acceso permanente para quien los necesite cuando sea.
Nos va a tener que llevar un tiempo, porque esto lleva tiempo, pero no van a ser ya años, van a tener que ser meses, y esto implica hospitales, Atención Primaria, servicios de veterinaria, de ganadería, de salud alimentaria o de gestión de riesgos alimentarios, servicios de salud ambiental, de aguas. Y va a implicar que todos esos servicios tienen que tener sus sistemas automatizados, su transmisión de datos automatizada a los niveles superiores, que el acceso a las bases de datos es instantáneo, que tenemos cantidades masivas impensables de datos disponibles y que vamos a ser capaces de analizarlos, que es lo que más miedo da.
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'Si conseguimos aguantar hasta finales de abril sin tener una gran ola o que sea muy lenta, con las vacunas, la población de riesgo se reduce muchísimo'
Tenemos entre un 20 y 25 por ciento de la población con algún tipo de inmunidad [por contagio o vacuna], probablemente 80-90 por ciento. Seguimos con mascarillas, manteniendo una cierta distancia, todavía no hemos perdido hábitos afortunadamente, y sigue habiendo medidas de control. Así que, cada semana que pase, independientemente del revés de AstraZeneca, tenemos aproximadamente un millón más de vacunados y esto se va a incrementar radicalmente a partir de la primera semana de abril, en la que van a empezar a venir del orden de tres a seis veces más vacunas que las que están llegando ahora.
Si conseguimos aguantar hasta finales de abril sin tener una gran ola o que sea muy lenta, despacito, porque mantenemos medidas de control suficientes, nuestra población de susceptibles se reduce muchísimo. Siendo pesimistas, podemos estar con 40 o 50 por ciento de población con cierto grado de inmunidad, no estamos tan lejos de ese 66 por ciento de la población para que no haya riesgo de epidemia.
"Tendremos que analizar si la vacuna queda como una más del calendario para la infancia o como estacional para ciertos grupos"
Podemos tener una cuarta ola, y puede ser mañana y muy explosiva, pero cada semana que pase sin que aparezca tenemos más probabilidades de que sea más lenta y más pequeña. Eso durante este año. A partir de ahí, cuando tengamos a la población prácticamente toda vacunada, habrá que ver si persiste el virus otro año más o no. Si persiste, tendremos niños recién nacidos y los que queden sin vacunar, que sean los susceptibles, con menos posibilidad de transmisión y de incidencia, pero con riesgo de brotes y de casos. Habrá que plantear el siguiente paso, si tendrá que acabar como vacuna más de la infancia o como vacuna estacional de ciertos grupos. Queda mucho por aprender, pero tiene que hacer de aquí a final de año, no tenemos más margen
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'Nuestro sistema de Atención Primaria no estaba bien dimensionado en cuanto a profesionales, lo habíamos estado esquilmando'
Te voy a decir dos o tres cosas que creo que teníamos que haber hecho hace muchos años. Ni dos, ni tres, yo creo que llevamos ya 21 años del siglo XXI y creo que hay cosas que en el siglo XXI que deberíamos haber atacado antes. Es verdad, que la crisis no ayudó, pero yo creo que tendríamos que haberla atacado.
Nuestro sistema de Atención Primaria no estaba bien dimensionado en cuanto a profesionales. Nuestro sistema de Atención Primaria es algo que pocos países tienen, un equipo de primera línea que actúa como una barrera, tan potente, tan buena y tan exitosa como la que hemos tenido nosotros y se ha visto claramente en esta pandemia que hemos estado esquilmando o acabando con ese recurso tan bueno que teníamos.
Ahora yo creo que vamos a conseguir que la Atención Primaria tenga el sitio que tiene que tener, y creo que es clave, ya no por cuestiones puramente sanitarias desde el punto de vista médico-asistencial, sino porque son nuestra primera entrada de comunicación y de formación de nuestra población y creo que eso teníamos que haberlo hecho desde mucho antes.
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'Hemos fallado con nuestra visión de la globalización, ha sido un error enorme que un solo país nos proveaa a todos de todo'
"Se está trabajando muy duramente en tener un almacenamiento suficiente, reservas estratégicas, de productos sanitarios y de protección personal"
Creo que tenemos que tener más reservas estratégicas de las que tenemos. Hemos estado durante años fijándonos en algunas, que tenemos desde hace tiempo, pero desgraciadamente nos habíamos dejado para más tarde, las que eran más importantes ahora. Dicho eso, es verdad que desde el Estado nunca podremos ni creo que debamos tener reservas estratégicas para toda la población. Nuestras reservas estratégicas que probablemente serían de EPI, tanto productos sanitarios como de protección personal, dirigirse a garantizar la autosuficiencia durante un periodo, no muy largo, porque tampoco se puede, son millones de mascarillas, de guantes, de batas que se gastan diariamente en España, por lo tanto podemos garantizar una cierta cantidad durante un periodo pero tenemos que conseguir mecanismos para que en ese periodo se puedan obtener los mecanismos de aprovisionamiento. Yo creo que sí que podemos tener un almacenamiento suficiente y ya se esta trabajando muy duramente en ello y ya tenemos.
Sí que creo que en España y en otros países del mundo hemos fallado con nuestra visión de la globalización, que se ha convertido en que un solo país nos provee a todos de todo y eso ha sido un error enorme. No quiere decir que tengamos que fabricar todos los días mascarillas en España, pero no podemos permitir que el único país que fabrica, que puede fabricar y que sabe fabricar mascarillas en el mundo, sea China. Tenemos que conseguir unos mecanismos empresariales en España que si es necesario activar producción local, se active, si podemos conseguir que alguien produzca, aunque sean pocas, rutinariamente en España y que se le garantice que se le van a comprar aunque sean un poco más caras y que se distribuyan en el sistema para mantener esa capacidad en activo, a mí me parece bien, pero si es demasiado costoso, por lo menos tener mecanismos para que en tres días una empresa con la que se ha acordado algo pueda activar la producción en España. Y eso tenemos que trabajarlo.
Teníamos que haber reforzado nuestro sistema de vigilancia. Llevamos en el Ministerio ya bastante años tratando de implementar la Ley General de Salud Pública de 2011 y uno de los aspectos claves de la Ley General de Salud Pública es la Red de vigilancia en Salud Publica, teníamos que haber conseguido una red de vigilancia con todos esos sistemas de información que antes he mencionado y teníamos que haberlo conseguido ya, no hemos podido hacerlo por múltiples razones y yo es verdad que he hecho esfuerzos, pero quizás no he hecho todos los esfuerzos que debía haber hecho o no he tenido el tiempo para hacerlos, y aquí puedo tener una parte de responsabilidad.
"Deberíamos haber sido más duros con los mensajes a la población, podríamos haber concienciado más"
Luego, durante la epidemia, creo que lo que pasó en verano ya hemos comentado que no conseguimos dar los mensajes adecuados, eso está claro. Inicialmente yo creo que podríamos haber sido más duros en el momento adecuado, no en enero o febrero, quizás podríamos haber sido más duros a principio de marzo, no con las medidas, con los mensajes a la población. Podríamos haber concienciado más a la gente de que no se tomaran a broma lo de que si alguien tiene síntomas se tiene que quedar en casa. Eso era clave, no podíamos ir mucho más allá porque la información no nos permitía dar con seguridad muchas más cosas.
Respecto a las mascarillas, ha habido mucho debate. Sí que se decía que las mascarillas ayudaban, pero proponer medidas que no son aplicables porque no hay material, recomendarlas aunque no haya, no es fácil.
"Fallamos en que podríamos haber presionado mucho más a la OMS y a China para tener más información antes y de mayor calidad"
Sí que creo que podríamos haber presionado mucho más a nivel internacional, en concreto a la OMS y a China para tener más información antes y de mayor calidad. Yo creo que China probablemente no ocultó demasiada información, en alguna cosa no llegaría a tiempo y otra la querrían verificar y eso retrasa la información que luego es clave. Sí que creo que en algunos casos no tenían suficiente y en momentos claves no se hizo el esfuerzo internacional, quizás por parte de la OMS, quizás por parte de otros grupos para tratar de conseguirla y que nos dieran un poco mas de luz. Yo creo que en eso fallamos un poco.
Por otro lado, creo también que algunas medidas pueden ser muy discutibles, por ejemplo el confinamiento se hizo porque había muchas incógnitas de qué medidas iban a servir o no. Fíjate que en la segunda y tercera ola no se ha hecho un confinamiento igual, pero es que tampoco es necesario hacerlo, si hubiéramos tenido la experiencia de un confinamiento similar en la primera ola seguramente tampoco hubiera sido igual. Que alguien salga de su casa a correr solo, probablemente no es riesgo para nadie, pero en el confinamiento había mucha presión porque eso no se permitiera y no había argumentos para decir, 'qué decís', entonces yo creo que sí que hubo situaciones de las que hemos aprendido mucho, pero al principio era difícil de valorar.
"Todo esto son más lecciones aprendidas que cosas que hubiéramos cambiado"
A nivel personal sí que creo que ya técnicamente tenemos que tener una unidad de modelización nacional que haga modelos pero que coordine a otros modalizadores, y que garantice que los modelos incluyen la información técnica especifica del problema que nos permita fiarnos de esos modelos. Eso yo creo que es clave y lo vamos a hacer, no sé si en dos meses, tres o un año, pero lo vamos a hacer y vamos a hacer más cosas y yo creo que todo esto son más lecciones aprendidas que cosas que hubiéramos cambiado.
Quizás a nivel personal y a nivel interno, sí que hubiera modificado más cosas, a nivel nacional es difícil. Yo creo que necesitamos reflexionar mucho con lo que se ha hecho, con lo que se podía haber hecho, y lo que se podía haber hecho antes o lo que se tenía que haber hecho después. Ahora mismo no puedo ir más allá.
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