Las llamadas al Teléfono de la Esperanza crecen un 40% en Granada desde que empezó la pandemia
Las llamadas al Teléfono de la Esperanza han crecido un 40 por ciento en la provincia de Granada entre los meses de marzo y diciembre en relación al año pasado, especialmente por el sentimiento de crisis psicológica y emocional derivada de la pandemia de covid-19, así como por la sensación de soledad e incomunicación que ha generado esta crisis sanitaria.
Concretamente, entre el 14 de marzo y mediados de diciembre se han registrado 4.720 llamadas al Teléfono de la Esperanza, que está operativo las 24 horas del día todo el año con el objetivo de promover la salud emocional de las personas, especialmente de aquellas que se encuentran en situación de crisis, según ha explicado a Europa Press la presidenta de esta ONG en Granada, Mónica Amaya Giraldez.
La pandemia ha incrementado los sentimientos de incertidumbre, depresión y ansiedad, pero también ha favorecido los problemas de convivencia y ha agudizado muchas situaciones mentales que antes estaban más o menos controladas pero que han sufrido un retroceso durante este periodo por la mayor dificultad para acceder a los tratamientos.
La etapa de confinamiento fue especialmente dura para la sociedad y esto también se dejó notar en las llamadas a esta ONG, cuyo equipo de voluntarios en Granada está integrado por 41 personas entre los orientadores que cogen el teléfono, que reciben una preparación específica, y los profesionales, como psicólogos y abogados, que ofrecen una atención más especializada cuando se considera necesario.
La temática suicida también ha aumentado durante esta pandemia y desde el Teléfono de la Esperanza han tenido que gestionar varios suicidios en curso logrando que estas personas desistan de sus intenciones o dando aviso a los servicios sanitarios o a las fuerzas del orden si ha sido necesario.
El colectivo tiene en marcha varios talleres de duelo en virtud de un convenio con Emucesa que se retomarán en enero y que van dirigidos a personas que a causa de la pandemia no han podido despedirse de sus seres queridos ni acompañarlos en los últimos momentos.
Pese a todo, la crisis sanitaria y social derivada del covid-19 también ha servido para remover conciencias y en este periodo el Teléfono de la Esperanza ha registrado un aumento de ofrecimientos para ser voluntario, algo vital para esta ONG, que forma a sus orientadores durante casi un año para que estén preparados para ofrecer la mejor ayuda posible desde el otro lado del teléfono. Concretamente, en el 958 26 15 16 y en el 717 00 3717.