El campo granadino, en situación crítica tras llover un 82% menos de lo normal en enero
El campo granadino está en situación crítica. Sigue sin llover y los embalses, ya mediado el invierno, continúan bajo mínimos. En enero llovió un 82% menos de la media histórica. Cayeron tan solo 7,5 litros por metro cuadrado en todo el mes, según datos de la estación de la Agencia Estatal de Meteorología en el aeropuerto granadino. El promedio de lluvia en un mes de enero es de 42 litros.
La situación se extiende a toda la cuenca del Gualquivir. La Confederación Hidrográfica cifra en 9 litros/m2 la lluvia caída en enero en la cuenca, un 85% menos de los 62 de media histórica. Y en lo que llevamos de año hidrológico (desde el 1 de octubre de 2021), las precipitaciones son un 42% inferiores a la media de los últimos 25 años.
En esa pluviometría acumulada desde octubre, los embales de la cuenca en Granada (9 de los 11 que hay en la provincia) son, precisamente, los que menos agua han recibido, solo 105 litros/m2, menos de la mitad que la provincia con más precipitaciones, Sevilla, con 221 l/m2.
Capacidad (Hm3) | Agua embalsada | Porcentaje | |
San Clemente | 118 | 16 | 13,7% |
Colomera | 40 | 6 | 14,5% |
Bermejales | 14 | 7 | 24,6% |
Fco. Abellán | 58 | 15 | 26,0% |
Negratín | 567 | 160 | 28,2% |
Quéntar | 14 | 6 | 45,7% |
Cubillas | 14 | 6 | 51,6% |
Rules | 111 | 60 | 54,0% |
Canales | 70 | 42 | 60,3% |
Béznar | 53 | 35 | 66,0% |
El Portillo | 33 | 23 | 70,8% |
Fuente: embalses.net. Datos a 8 de febrero de 2022
El estado de los embases granadinos, dentro de la gravedad de la situación, es muy variable. Algunos presentan todavía un buen nivel de llenado, como El Portillo, en Castril, al 70%, Béznar o Canales, que superan el 60%. Pero otros están prácticamente vacíos, como los de San Clemente y Colomera, a menos del 15% de su capacidad, y también destaca la escasez de agua de Bermejales y especialmente del Negratín, al que le cabe casi tanta agua como a los otros diez embalses de la provincia juntos, y está a solo el 28%.
La cuenca del Guadalquivir, donde se encuentran todos los embalses de Granada excepto Béznar y Rules, está situación de emergencia, con sequía extraordinaria declarada desde principios de noviembre. Y el campo sufre la falta de lluvias.
La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Granada advierte de que los cultivos leñosos de secano sufrirán "daños irreversibles, y no solo merma de cosecha", debido a la ausencia de precipitaciones. "No llueve y eso está haciendo que los cultivos puedan sufrir daños estructurales. El olivar, por ejemplo, mira al cielo continuamente porque nos encontramos con una campaña 2021/2022 que apenas llegará a las 100.000 toneladas de aceite. De no llover en los próximos meses podemos encontrarnos con la peor cosecha de los últimos cinco años", expone el secretario general de UPA Granada, Nicolás Chica.
"Situación insostenible"
Ante esta crítica situación, UPA Granada habla ya de "sequía pertinente", por lo que pide ayudas a las administraciones. "Necesitamos que el Gobierno central y la Junta de Andalucía establezcan medidas directas para que los agricultores y ganaderos podamos compensar las cuantiosas pérdidas que estamos sufriendo, y que tendremos en el futuro, debido a la falta de precipitaciones. Es una situación insostenible que se une a la brutal subida de los costes de producción. Ahora, más que nunca, necesitamos la ayuda de las Administraciones", reclama Nicolás Chica.
Y es que la situación es tan dramática en el campo granadino que se ha perdido por completo la siembra de los cereales porque la tierra "está deshidratada". "No ha llovido ni siquiera lo justo para que nazca la sementera", afirma Chica. En cuanto a la ganadería, "los animales se han comido ya todos los recursos que teníamos en otoño y en invierno. Los forrajes no tienen ni los 35 centímetros que necesitan los animales de pesebre. Y a esta crítica realidad se suma que los ganaderos se ven obligados a acudir a los bancos para conseguir liquidez y poder comprar alimento para los animales, lo cual hace aún más inviable la supervivencia de las explotaciones. La situación no se arregla ni en un mes ni en dos, sobre todo si se mantiene la constante de falta de precipitaciones. Por ese motivo es necesario que se apruebe ya el decreto de Sequía y que se active un plan de urgencia para amortiguar este desastre", concluye Nicolás Chica.
Restricciones para el riego
Con los cultivos de secano muy dañados, la campaña de regadío no se presenta mejor. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) advirtió la semana pasada de que se van a aumentar las restricciones para la campaña de riego, que "va a ser complicada", según el presidente de la CHG, Joaquín Páez, unas limitaciones que ya se vieron incrementadas en 2021 ante la escasez de lluvias y que volverán a hacerlo este año debido a que ha comenzado "peor" que el pasado y que la situación de sequía es "preocupante".
"El año pasado hubo reducciones de hasta un 50% y podrían verse incrementadas estas restricciones si no aparecen precipitaciones porque estamos peor. Vamos a ver cómo planificamos el recurso existente de cara a satisfacer las demandas de los usuarios", dijo.
En esta línea, califica de "preocupante" la situación que vive actualmente la Cuenca del Guadalquivir en este inicio de año hidrológico porque está siendo "especialmente seco".
La reserva de agua en el conjunto de los embalses en Andalucía es de 3.337 hectómetros de un total de 11.167, el 29,88% de su capacidad, lo que supone 10,13 puntos menos que hace un año, cuando contabilizaban 4.469 hectómetros cúbicos (40,01%).
"Las perspectivas a corto plazo son malas y espero que las previsiones se equivoquen en este caso y que comiencen las precipitaciones", afirma el presidente de la CHG, quien señala que se sigue trabajando en la Comisión de Sequía que se constituyó a raíz de la declaración de sequía extraordinaria y que "ya se ha enviado" al Ministerio el borrador de Real Decreto Ley.